Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 113. Hija esclava
Temprano por la tarde dentro de la oficina del Palacio.
Mi tercera esclava Mira estaba de pie delante de mí.
—Nina desarrolló una autopista sabes?
—¿Una autopista?
—Sí, una carretera. Realmente no sé lo que es… pero una carretera. ¿Me pregunto qué es?
—Menú Abierto.
Saqué mi DORECA y comprobé.
El vídeo de demostración mostraba el suelo con aspecto de asfalto.
Ya veo, una carretera.
Ahora mismo la mayoría de las carreteras, incluidas las de mi capital Ribek, eran de grava.
No sabía qué era mejor para este mundo en ruinas, si el asfalto o la grava, pero sinceramente creía que el asfalto sería superior.
—¿El material es…………bechim? ¿Qué es eso?
—Es algo que sale de un monstruo. No sale de ningún monstruo en concreto, tiene una probabilidad de aparecer de 1 entre 3.
—Ya veo.
Pensé un poco y dije,
—Contacta con Martha en Kazan, diles que lo recojan. Oh, también haz una proclamación a la gente. Diles que lo reúnan también. Yuria decidirá cuánto.
—¿Vamos a hacer la carretera?
—Si, por ahora la esparciremos por todo Ribek.
—Entendido.
Un camino, ¿eh?
Si esto sale como espero, al esparcirlo podremos acelerar el crecimiento y el desarrollo.
Hasta el punto de que quiero invertir la mayor parte de mis esclavas en este proyecto.
—Maetro
Una voz joven habló.
La puerta se abrió y entró una niña pequeña.
Tenía un hermoso cabello dorado y orejas puntiagudas como su madre, y llevaba una gargantilla con una gema incolora dentro y un traje de esclava de una pieza.
Chasri, no hacía ni una semana que había nacido pero ya parecía tener tres años.
Caminó hacia mí con tanto cuidado como pudo.
Llevaba una bandeja con una taza en precario equilibrio.
Su andar era incierto…….pero adorable.
Mira y yo la vigilábamos.
—Aquí, por favo acehta.
Llegó con seguridad a mi lado y me tendió la bandeja y la taza.
Era demasiado bajita y no podía alcanzar el escritorio, así que me lo tendió para que lo cogiera.
—Buen trabajo, lo has hecho bien.
—Ehehehe
La elogié y le di unas palmaditas en la cabeza.
Chasri me mostró una sonrisa inocente que iluminó la habitación.
—¿Qué pasa con Risha?
—Trabaja en Bisk.
—Ya veo.
—¿Chathri tambien… trhabajo?
—Claro que lo haré.
Pensé un poco mientras le acariciaba la cabeza. Intercambié miradas con Mira.
Trabajo.
Ella es una niña pero Chasri es una Esclava Eterna sin duda.
—Maestro.
—Lo entiendo. Algunos trabajan más que solo ayudar por ahí.
-La magia se ha cargado en 10.000-.
Mira sonrió.
Ni siquiera era su hija, pero estaba contenta.
—¿Hay algo? Hmm sería más fácil si Yuria estuviera aquí.
—El gráfico.
—Oh cierto.
Miré los ‘puntos esenciales’ escritos en la pizarra.
La necesidad de ‘comida’ de Ribek había aumentado en uno desde ayer.
Saqué un trozo de papel y empecé a escribir.
Hice un mapa desde el palacio hasta el almacén de alimentos más cercano.
Se lo tendí a Chasri.
—Aquí Chasri. ¿Conoces este lugar? ¿El gran almacén?
Chasri miró un poco e hizo un gran gesto con la cabeza.
—¡Un!
—Entonces, por favor, ve allí y haz algo de pushinee. Haz lo suficiente para reponer el almacén.
—¿Vhoy a hacerlo con eshto?
Me mostró su tarjeta de esclavo mientras señalaba.
—Eso es. ¿Puedes hacerlo?
—¡Sip! Puedo hacer cualquier trabajo para Maeshtro.
Dijo dándose un golpe en el pecho y salió corriendo.
—¡Todos, vamos!
Gritó y, mientras la puerta se cerraba, pude oír el repiqueteo de unos piececitos corriendo.
Chasri y otras cinco pequeñas Esclavas Eternas.
El diminuto grupo de esclavas se desplegó.
—…………pft.
No pude evitar reírme un poco.
Podía imaginarlas a todas usando tierra para hacer pushinee.
Era magia lo que hacía el pushinee pero necesitarías tierra.
Si los mirabas de reojo sólo verías niños jugando con arena y tierra.
Parecería una escena conmovedora que no se podría reemplazar.
Sin embargo…
—¡Qué lindo! A pesar de ser tan jóvenes consiguen trabajo.
Dijo Mira con cara de envidia.
No era de extrañar.
Pushinee era uno de los pilares de mi país.
Era bastante fácil de hacer, así que se lo dejé a ellos, pero era sin duda ‘un trabajo apropiado’.
—¿Estás celosa de tu hija?
—Es que…….
—Bueno, yo también tengo trabajo para ti.
—¿En serio?
-La magia ha sido cargada por 50,000-
—Ve a casa de Nina. Ve si puedes hacer una versión más dura o sólida de la autopista que acabas de desarrollar.
El asfalto estaba bien, pero quería poder hacer también hormigón.
Ambos tenían usos diferentes, así que quería los dos.
—¡Entendido!
Por un momento tuvo una expresión desagradable en el rostro, pero siguió mis órdenes y abandonó el palacio.
Me quedé solo en mi despacho. Me levanté y eché un vistazo por la ventana.
Vi el desfile de mini esclavas.
Mi séptima esclava, Chasri, las encabezaba al frente, dando pequeños pasos.
Era encantadora y fiable.
—Menú Abierto.
Miré mi DORECA.
Mis esclavas se habían convertido en 12 y mi poder mágico seguía cerca del límite.
Este país seguía creciendo.