Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 118. Nuevo maestro
En medio de la creación de nuestro pueblo oí el sonido de una pesada carrera a lo lejos.
Miré inquieto a mi alrededor tratando de identificar el sonido y de dónde provenía.
—¡S-s-su Majestad!
Anna corrió hacia allí presa del pánico.
Tropezó y se cayó por el camino y se raspó la rodilla.
—Owowowowow…….
—¿Estás bien? Toma un poco de medicina.
Le tendí una de las panaceas que tenía en reserva.
—¿Eh? Pero….
—Está bien.
Dije enérgicamente ya que ella no necesitaba ser tan reservada.
Anna parecía arrepentida y asintió con la cabeza mientras aceptaba nerviosa la panacea y se la bebía.
Su rodilla herida sanó visiblemente hasta que no quedó ni rastro de ella.
—Muchas gracias, Majestad.
—Olvídalo, ¿qué era tan importante para que tuvieras tanto pánico?
—¡Eso es! ¡Su Majestad! ¡Hay una enorme cosa de metal atacando! ¡No lo había visto antes pero creo que es un monstruo!
—¿Una cosa gigante de metal?
Pregunté frunciendo el ceño.
Ahora que prestaba atención ese sonido Dodododododo seguía sucediendo.
—Oh así que es eso…
El informe de Anna había aclarado lo que era.
—Eso es un acorazado, no un monstruo.
—¿Acorazado?
—Sí. Es un arma que hice. Es para luchar contra monstruos y esas cosas.
—¿En serio?
—¿Así que Maya está aquí? Iré a verla.
—¡Ah, yo también iré!
Dijo Anna mientras me seguía.
Atravesamos la aldea y nos dirigimos al borde del recién construido campo de tiro de la Fuente de Ilia.
Desde allí podía ver el Acorazado Risha. (El autor cometió un error en el capítulo anterior al llamarlo Acorazado Yuria).
Su gigantesca forma avanzaba mientras escalaba la montaña.
Era considerablemente majestuoso y digno.
La prueba de ello era que todo el pueblo había salido a observarlo con la boca abierta.
Di un paso adelante. El acorazado Risha se detuvo y poco después salió Maya.
—¡Akito!
Maya corrió hacia la salida y se precipitó hacia mí.
Me pregunto por qué… tenía una tensión más alta de lo normal.
—¿Qué pasa? ¿Por qué corriste tan rápido?
—Hay cosas de las que necesito hablar contigo. Buenas noticias o noticias aburridas, ¿con cuál empiezo?
—Qué novedad… entonces elijo la aburrida.
Tengo la costumbre de dejar lo mejor para el final.
—Ya veo.
Maya se calmó un momento.
—Limpiamos las sobras de Midolfan con un bombardeo.
—Ya veo. Eso es bastante aburrido.
En el momento en que había dado la orden esperaba este resultado.
En otro sentido, era que ni siquiera eran los oponentes de Maya y el Acorazado Risha por lo que era un final obvio.
Como ella dijo que era aburrido.
Así que tal vez la buena noticia sería en realidad bastante grande?
—¿Las buenas noticias?
—Hicimos uno.
—¿Qué?
—¡Hicimos uno!
Su tensión había vuelto a ser la misma que cuando apareció.
Pero…….¿Qué quiere decir?
Mientras pensaba, Vuela apareció por la salida por la que había venido Maya.
Corrió hacia mí.
—Maestro
Se paró frente a mí con el rostro sereno que heredó de su madre.
—Transmití el mensaje.
—Lo has hecho bien.
Mientras la elogiaba vi cómo se crispaban las comisuras de los labios de Vuela.
-La magia se ha cargado 3.000-.
Era obvio.
Estiré la mano para acariciar la cabeza de Vuela.
—–!
Mi mano se congeló en el aire.
Gigigi, lenta y mecánicamente giré la cabeza hacia Maya.
Ella todavía estaba llena de emoción.
Ya veo. Se trata de eso.
—¡Tendremos un hijo!
—¡Así es! ¡Es el hijo de Akito!
—¿En serio?
—Así es.
Tendremos uno… Tendremos uno.
Hicimos… un niño.
Maya y las mujeres de mis tropas de élite en el acorazado Risha.
Las que me acosaron para que les diera hijos.
Hice hijos con ellas.
Fue una sensación diferente que con mis esclavas.
No podía identificar cuál me gustaba más.
Era como comparar el sushi de primera clase con el filete de primera clase.
—¡Lo que es más, tendremos 3! ¡Tres de ellos!
—Ooooooo……………
Me sentía increíble.
Extasiado.
—Hey hey Chasri… ¿qué pasó?
—El Maeshtro tendrá hijos.
—Los hijos de Maestros serán humanos….¿Jóvenes Maestros?
—O Señoritas…
—Nuevos Maestro, suena genial…
Estaba extasiado y me perdí el intercambio entre ellas.