Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 124. Invación del Dios del mal
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- 124. Invación del Dios del mal
Palacio Ribek, oficina.
Me senté y Yuria se paró frente a mí.
Parecía una secretaria como siempre mientras me daba su informe.
La planta de procesamiento de basura estaba terminada.
Ella continuó su informe.
—Trajimos algo de basura para probarla y quemarla.
—¿Así que lo probaron? ¿Cómo fue?
—Los rieles no estaban completos así que no teníamos mucho…pero todo se quemó. Se quemó hasta que no quedó nada.
—Ya veo.
Así que fue un gran éxito hasta ahora.
—Pero, todavía quedan cosas hechas de la DORECA. Parece que lleva más tiempo que la otra basura.
—¿Toma tiempo eh? ¿Se quema bien?
—Lo hará
Yuria asintió con la cabeza.
—Ya veo.
Me agarré la barbilla y pensé un momento.
No entiendo la lógica detrás de esto, pero las cosas hechas con la DORECA eran difíciles de quemar así que sería mejor separar la basura.
—Asegúrate de que la política de separación de basura se lleva a cabo….también pon algunas sanciones y recompensas por ello.
—Haremos una regla y la gente que la obedezca entrará en una lotería para recibir una residencia de clase alta del Maestro.
¿Estaría bien? Me pregunté.
—De acuerdo, bien. Dejaré el método de selección en tus manos.
—Entendido.
Yuria asintió y su boca se torció ligeramente en sus bordes.
Parecía que estaba contenta de que su sugerencia fuera aceptada. Sin embargo, su obstáculo de carga mágica era alto.
Bueno, de todas formas me alegro de que estuviera contenta.
Yuria se fue y en su lugar entró Raisa.
—Maestro.
—¿Qué pasa?
—Umm……..uhh…..
Tenía la mirada seria pero le costaba sacar el tema.
Me pregunto qué querrá.
Miré a Raisa y esperé a que hablara.
Finalmente se armó de valor y habló.
—He oído que ha aparecido el dios maligno.
—Sí, lo hizo. Es más, Seiya se convirtió en él.
Así que eso es lo que era.
……..¿Tan difícil era sacar el tema?
—Umm, y yo…….?
—¿Hm?
—¿Puedo seguir siendo la esclava del Maestro?
—……¡Oh!
Di una palmada.
Por fin me di cuenta….Me acordé.
Mi quinta esclava Raisa.
La había conocido al mismo tiempo que a mi Primera Esclava Risha, pero originalmente era la esclava de Seiya.
Seiya murió y ella se convirtió en mi esclava.
Sin embargo, Seiya, que estaba muerto, revivió.
Era obvio que estaría preocupada por su futuro.
Excepto que no parecía que sólo fuera eso.
La cara de Raisa era…..de alguna manera desesperada.
Era una cara que mostraba que se aferraba desesperadamente a mí, desesperada por no ser desechada.
—Siempre serás mía.
Primero empecé diciéndolo sin rodeos.
—¿¡De verdad!?
—Sí. Nunca abandonaré a mis esclavas y nunca renunciaré a ellas. ¿No lo dije antes? Tenías que tener esa determinación cuando te convertiste en mi esclava. Servirme de por vida. ¿No es así? ¿No tenías la determinación de ser mía de por vida?
—¡No, no, no!
Raisa movió desesperadamente la cabeza de un lado a otro.
—¡Eso es lo que quiero!
—Entonces no hay problema.
—Gracias a Dios. No sabía lo que pasaría si me decías que volviera con esa persona.
—Nunca tuve esa intención.
Me puse de pie y caminé junto a Raisa.
Tiré de su gargantilla con suavidad pero con firmeza y la hice mirarme a los ojos.
—Raisa es mi esclava, una vez que fuiste mía nunca te entregué a nadie más.
—Maestro……….
—Así que no te preocupes por eso.
—Si.
Raisa sonrió.
-La magia se ha cargado en 100.000-
Se alegró de todo corazón.
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Palacio de Ribek, habitación de Svetlana.
Entré en la habitación y vi a tres Esclavas Eternas.
Mi sexta esclava Svetlana, su hija Olga y la despierta Khorkina.
Ella estaba en la cama sentada.
—Yahho~ Ha pasado tiempo Akito-chan.
—Nunca cambias.
—Por supuesto que no. Khorkina-chan es la mejor Khorkina-chan del mundo.
—Es increíble que pueda entender lo que quieres decir con esa frase sin sentido.
—Ahaha, Akito-chan es a quien yo no puedo entender.
Cuando llegué junto a su cama Olga me acercó una silla.
Le di las gracias y me senté.
Una vez más miré a la sonriente Khorkina.
—¿Entiendes la situación?
—De alguna manera. Lo más terrible fue revivido, ¿verdad?
Así que todo se resumía en una sola palabra ‘terrible’. Era fácil de entender.
—Así es.
—¿Qué vas a hacer con lo terrible?
—No te preocupes, me encargaré de él de alguna manera.
—¿De alguna manera?
—Sí. Dejando de lado al Dios Maligno del pasado, tengo un vínculo de destino con Seiya aparentemente…… al menos eso es lo que él cree. Es por eso que voy a hacer algo al respecto.
—Ya veo.
—Además, es un oponente al que debo enfrentarme si quiero restaurar este mundo.
—Sip Sip Mhmm. Eso es genial Akito-chan.
—No te burles de mi.
—No lo hago. Realmente pensé que era genial.
—Por eso siempre te decía que arreglaras cómo hablas.
Dijo Svetlana.
Parecía un consejo que podía decir porque era íntima amiga de ella.
—Ahahaha~ mi culpa mi culpa.
Se rió mientras le daba unas palmaditas en la nuca.
Me pregunto si ella realmente entiende?
—Ah.
La expresión facial de Khorkina cambió.
Una rara expresión seria.
—¿Qué pasa?
—Eso es. Dijo ‘Ese tipo es el Rey de las Esclavas Eternas, así que me llevaré los Regrets’ así que–
—Ah, no te preocupes. Hemos tomado medidas.
—¿Eh?
Khorkina se sorprendió.
Justo en ese momento resonaron pasos procedentes del exterior de la habitación.
Se acercaron más y abrieron la puerta para entrar.
—Maestro
Era Yuria.
—Tengo un informe.
—¿Cómo es?
—Un mensaje de las Tropas de Élite. Un ejército de monstruos más grande de lo esperado ha aparecido en las afueras de la Capital de Regret. Se necesitaron 2 rondas de los cañones principales antes de que fueran expulsados.
—¿Dos disparos? Deben haber sido muchos.
Me lo imagino. Deben haber sido muchos para necesitar que el Acorazado Risha dispare sus cañones principales.
—Díselo a Maya. Buen trabajo. Quédate ahí y sigue defendiendo. Dile también que el pueblo guerrero de Kazán los reforzará más tarde.
—Entendido.
Yuria asintió y salió de la habitación.
Los ojos de Khorkina brillaron tras escuchar nuestra conversación.
—Es increíble Akito-chan. ¿Predijiste y enviaste a tus élites a defender?
—Sí.
—Asombroso~. Parece un genio estratega.
—Es bastante simple basado en la obsesión de Seiya conmigo.
Seiya haría cosas como esta.
Tratar de destruir las ciudades que hice.
Tratar de robar mis esclavas.
Y ahora… trataría de hacer suyos a los Regrets.
Por eso, después de pensar, pude predecir que Seiya, con su orgullo inútilmente alto, querría derrotarme de cualquier forma posible y atacar a los Regrets.
Era de esperar.
………..Seiya.
Por cierto, Khorkina me miraba con niveles crecientes de admiración.
—Hey hey Akito-chan~
—¿Qué?
—Hazme tu escla–
Las palabras de Khorkina fueron interrumpidas.
¡Boom! Una explosión resonó en el cielo.
Miré por la ventana y vi las casas de alrededor derribadas por algún tipo de impacto.
—Woah~ ¿Qué es esto? ¿Por qué está bien este lugar?
Khorkina miró por la ventana y observó el palacio en comparación con los alrededores.
—Este palacio tiene una barrera absoluta. Más que eso…
Abrí la ventana y me asomé.
Vi a Seiya volando en el cielo.
—¡Ven aquí Akihito!
Parecía que después de fracasar en derrotar a los Regrets vino aquí a atacar. Entonces, después de que ni siquiera pudo dañar el palacio, se irritó.
—Debemos llevarlo lejos.
—¡Maestro!
—Olga, quédate dentro del palacio. Pase lo que pase no salgas. Atrapa a Khorkina y evita que salga.
—¡Si!
Svetlana saltó al pasillo y echó a correr.
La victoria era segura.
Seiya no podía compararse conmigo. No podía compararse con todo lo que yo había construido.
La prueba era que este palacio no cedía ni un milímetro cuando era atacado.
Por eso…….. la primera orden del día era alejarlo.