Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 125. Rey
En el momento en que salí del palacio hubo otra onda expansiva desde el cielo.
Seiya había vuelto a atacar el palacio.
—Tch…
Seiya escupió molesto. Parece que estaba enfadado por no haber podido hacerle ni un solo rasguño al palacio.
El palacio estaría bien….pero los ataques estaban consiguiendo que los alrededores quedaran atrapados en el fuego cruzado.
En verdad, la gente del pueblo gritaba y corría.
No podía dejarlo estar.
—¡Seiya!
—¡Akihitoooooo!
Era como dos niños llamándose a través del patio de recreo… pero él tenía una expresión despiadada y villana en la cara.
Seiya me vio y saltó desde el cielo.
Balanceó su brazo derecho en un ataque.
¡Ching! Bloqueé su ataque con la Espada Eterna.
Lo que golpeó mi espada fueron unas garras negras como el carbón, las tres monstruosas garras negras salían de los tres huecos entre sus nudillos. (Piensa en Wolverine)
—¡Te estaba buscando Akihito!
—¡Cállate!
No podía dejar que se quedara aquí.
Fortalecí mi agarre.
Las gemas de mis espadas brillaron y una armadura color tierra cubrió mi cuerpo.
—¡¡¡Sal de mi ciudad!!!
Empujé a Seiya hacia atrás usando mi espada.
—¡UOOOOO!
Empujé con todas mis fuerzas directamente por la calle principal en línea recta fuera de la ciudad.
Lo empujé a toda velocidad fuera de Ribek y luego lo hice volar a través de la montaña de basura antes de seguir empujándolo.
Así… cada vez más lejos.
—¡No te creas demasiado!!!
—¡Ku!
El cuerpo de Seiya se detuvo en el aire como si estuviera fijado allí y la fuerte resistencia repentina me repelió.
Aterricé en el suelo y fijé mi postura antes de mirar fijamente a Seiya.
El aspecto de Seiya era aún más siniestro que antes.
Su pelo se erizaba y se movía y parecía fundido en metal.
De su espalda salían unas alas bestiales y ahora tanto su parte superior como la inferior estaban desnudas. En lugar de pantalones, su parte inferior estaba cubierta de escamas.
Ya no parecía humano. Ahora era un demonio, la forma de un dios maligno.
—¿Por qué has venido aquí Seiya?
—Ya lo sabes. ¿Cómo te atreves a meterte en mi camino?
—¿Te refieres a los Regrets?
—Así es. ¿Qué crees que estás haciendo, Akihito?
—Tengo una relación de cooperación con los Regrets, así que por supuesto que les ayudaría si supiera que están en peligro.
—¿Así que intentaste adelantarte a mí?
—Sólo quería protegerlos.
—¡No pretendas ser un santo!
Seiya atacó y un aura negra salió volando.
Preparé mi espada y me defendí. Todo, excepto el suelo que pisaba, se convirtió en un cráter.
Sin perder un momento Seiya saltó. Me atacó con las garras infernales de ambas manos.
Las bloqueé con mi Espada Eterna. El sonido del metal resonó cuando mi cuerpo recibió los impactos.
Bloqueé antes de darle una rápida patada que lo lanzó por los aires.
Sentí que algo caliente corría por mi mejilla… ¿era sangre?
Levanté la mano para limpiármela… pero no sentí ninguna herida.
¿Por qué?
(Maestro)
Oí la voz de Raisa dentro de mi cabeza.
Esta armadura de color marrón era su rasgo especial.
¿La curación gradual de heridas era la habilidad especial de esta pareja madre-hija?
—Continua apoyándome así.
(¡Si!)
Mantuvimos nuestros intercambios al mínimo mientras miraba a Seiya.
Seiya crujió su cuello de lado a lado.
Pude ver que la piel alrededor de sus garras estaba muy cortada y desgarrada.
Sin embargo, no sangraban… sino que algo repulsivo goteaba.
Se notaba que no era humano con sólo mirarlo.
Seiya notó mi mirada y se miró las manos.
Entonces empezó a sonreír y a reír.
—Akihito esto no es suficiente para que estés orgulloso.
—………
—Este tipo de daño ni siquiera puede ser considerado una herida para mi ahora.
Dijo Seiya mientras apretaba sus puños con fuerza. Las heridas en ellos parecieron curarse en un instante.
—¿Así que ese es otro poder del Dios del Mal?
—Así es. El poder del Dios del Mal es impresionante Akihito, incluso puede hacer cosas como esta.
Seiya se regodeó y agitó la mano. Una especie de bola negra cayó en la tierra.
La tierra se abrió dejando un agujero.
Después de un rato, un monstruo emergió de él.
Era un muñeco de barro. Apenas tenía forma humana, ya que el barro de su cuerpo parecía moverse y deformarse constantemente.
Sin embargo, no era de color normal. Parecía ser del mismo color negro que la energía de Seiya.
—¿Así que puedes usar monstruos como ese?
—Esto ni siquiera es todo.
Seiya sonrió satisfecho mientras agitaba de nuevo la mano. Aparecieron dos círculos mágicos.
Del círculo mágico una luz negra salió volando instantáneamente y envolvió mi cuerpo.
Bloqueé con mi espada.
—Ni siquiera te molestes en bloquear… no es un ataque.
Dijo Seiya, y fiel a sus palabras no pude sentir ningún ataque.
La luz negra disminuyó rápidamente y se retiró de nuevo al círculo mágico.
Entonces, desde dentro de los dos círculos mágicos aparecieron dos formas humanas.
—¡Marato! ¡Maxim!
Dos fuertes enemigos que una vez había derrotado. El tirano de Ribek Marato y la langosta Maxim.
Los dos me miraban con ojos iracundos.
Sin embargo, no se movieron ni hablaron.
Se limitaron a mirarme inmóviles.
Sus ojos ardían con tal odio que parecía que iban a saltar al ataque en cualquier momento.
—……. invocación, es más, es la invocación lo que los pone bajo tu control.
—Lo has entendido rápido.
—Seiya…….
Le devolví la mirada a Seiya que los había convocado.
—¿Cómo es mi poder? ¡Me transformé para hacer todo esto!
Dijo regodeándose y riendo orgulloso mientras levantaba los brazos.
—¡Puedo incluso revivir a los muertos!
—……….
—La Diosa estaba equivocada Akihito. Esa tarjetita de mierda reviviendo el mundo poco a poco es una estupidez. Estoy tan contento de poder usar el poder del Dios del Mal. Si tengo este poder puedo revivir el mundo de una vez. Completa e instantáneamente.
—No habrá sonrisas en eso ni después.
Negué a Seiya.
No sabía hasta dónde llegaban los poderes del Dios del Mal… pero ahora podía entenderlo.
Invocar monstruos y revivir a los muertos…
Entre ellos no se encontraría ni una sonrisa.
——pft
Seiya resopló entre risas.
Me miró como si acabara de oír el chiste más gracioso de la historia.
(LoD: Lo siento, también me reí.)
—¿Sonrisas? Has dicho sonrisas, ¿verdad, Akihito?
—Sí……. sí lo dije.
—¿Así que sigues diciendo esas tonterías?
—No son tonterías.
—Akihito… mira la realidad. Mira el tiempo que has pasado. ¿Qué clase de país has creado?
—¿Qué intentas decir?
—Con el poder del Dios del Mal todo puede ser revivido?….Veamos este país podría haber sido hecho en una noche.
—Yo digo lo mismo……no habrá alegría ni sonrisas dentro de eso.
—Haa……
‘Simplemente no lo entiende’ parecía decir el rostro de Seiya mientras se encogía de hombros.
Dejé salir a Raisa de La Verdadera Espada Eterna.
——-!
Al verla, la cara de Seiya cambió.
A continuación salió Bella.
La hija de Raisa que era su viva imagen. Una pequeña Esclava Eterna.
Acaricié la mejilla de Raisa y acaricié la cabeza de Bella.
(LoD: Tremenda novela, hasta tiene NTR :v)
—Tomaré prestada vuestra fuerza.
——¡Sí!
Hablaron juntas y sonrieron.
—¡¡¡¡AKIHITO!!!!
Seiya gritó mientras se abalanzaba hacia mí.
Lanzó sus garras demoníacas hacia mí.
Sabía que lo haría, así que al instante las llevé de vuelta a la espada y lo repelí.
—¡Akihito! ¡Maldito! ¿Cómo te atreves a robar esclavas?
—Tú fuiste el culpable. Tú fuiste quien las usó incorrectamente.
—Los esclavos obedecen tu poder, ¿qué hay de malo en eso?
—¡Eso está mal! ¡Deberían cuidarse el uno al otro!
La espada y las garras se entrelazaron junto con el tintineo del metal.
Seiya y yo chocamos incontables veces.
Interrogábamos y respondíamos en simultáneo.
—¡No dejas de decir estupideces! ¡Ahora que hemos llegado a esto…!
En el momento siguiente me llegaron ataques desde la derecha y la izquierda.
La armadura marrón bloqueó…….pero fue atravesada.
Me cortaron el hombro y el costado, pero retrocedieron antes de que pudiera contraatacar.
Eran Marato y Maxim.
Podían moverse, pero seguían sin hablar.
Atacaron de nuevo.
—¡Muere! ¡AKIHITO!
Seiya gritó mientras cargaba contra mí mientras los otros dos atacaban.
Se había convertido en una lucha defensiva unilateral en cuestión de momentos.
Seiya, Marato y Maxim.
Como era de esperar, estaba en desventaja al enfrentarme a los tres a la vez.
Estaba siendo presionado.
—¿Qué pasa Akihito?¿¡El poder de las sonrisas es sólo esto!? ¡No puedes hacer nada con él!
Golpeó mi hombro y lo cortó profundamente mientras la espada de Marato volaba hacia mí.
Me estrellé contra el suelo y rodé.
Seiya se acercó y me miró regodeándose de triunfo.
—Hasta aquí has llegado Akihito. Esa tontería de las sonrisas está a punto de desaparecer de este mundo. Era demasiado débil.
Seiya levantó sus garras por encima de la cabeza.
Sostuve la Verdadera Espada Eterna y traté de bloquear……pero…
Las garras no cayeron, en su lugar salió volando una bala de cañón.
Varias balas de cañón volaron.
Todas se estrellaron contra el suelo con sonidos explosivos.
Seiya esquivó y bloqueó con pánico.
Sin embargo, Marato y Maxim no pudieron.
Intentaron bloquear pero fueron golpeados por las balas de cañón y aplastados con un extraño sonido.
—¿Qu-qué es esto?
—…….Bombardeo de Ribek.
Le dije al aterrorizado Seiya.
—Recuerda que intentaste robarlas. El nitoka… de ahí es de donde vienen.
—¿Qué…?
—Seiya. Puedo ser débil en comparación con todo el poder del Dios del Mal… pero eso está bien.
—¿Qué?
—No soy un guerrero o un héroe……. soy…un Rey.
—¿Rey?
—El Rey no tiene que ser el más fuerte en el campo de batalla.
—Deja de decir tonterías–
Seiya intentó objetar pero en vez de eso salió volando por los aires.
Fue golpeado directamente en el costado por una bala de cañón gigante.
Era una bala de cañón incluso más grande que una persona… Era el cañón principal del Acorazado Risha.
Me giré y vi al Acorazado apuntando justo hacia aquí.
—Aki………hitoo
Dijo Seiya mientras se levantaba, con el cuerpo hecho jirones.
Que fuera capaz de moverse incluso después de recibir un disparo de los cañones principales de Risha….como cabría esperar de un Dios Maligno.
Pero, el Acorazado no fue lo único que llegó.
Desde la otra dirección resonó el sonido de pasos fuertes.
Una gran nube de polvo seguía a la gente de Kazán, el pueblo guerrero número uno de nuestro país.
Pude ver a Martha en la vanguardia.
Entonces, el bombardeo de Ribek continuó.
—Maestro
Además, oí una voz detrás de mí.
Me giré y vi a mis otras cinco Esclavas Eternas.
Risha, Mira, Yuria, Lilia y Svetlana.
Sus hijas también estaban allí.
Parecía que habían corrido hasta aquí.
—……Svetlana… vas a recibir un sermón después de esto.
—¡Si!
Parece que estaba preparada para ello cuando desobedeció.
Mis esclavas, el acorazado, el pueblo guerrero y el bombardeo de la ciudad.
—Seiya… este es nuestro poder.
—………
—Como desees te lo mostraré. La visión de todas nuestras risas.
Al momento siguiente oí un fuerte clamor en mi cabeza mientras los anuncios se sucedían uno tras otro.
Era el sonido de la magia de doce personas cargando.
No me giré para mirar, pero sabía que todos sonreían.
—¿Eres más poderoso que esto, Seiya?
—¡¡¡¡¡MALDITO!!!!!
Seiya voló hacia adelante para atacar.
Su velocidad había disminuido… era una carga débil.
La bloqueé con La Verdadera Espada Eterna y le corté.
En ese momento abrumé todo el cuerpo de Seiya con ‘mi poder’.
Lo abrumé y borré el poder del Dios Maligno.