Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 130. Ropa de esclava 2
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- 130. Ropa de esclava 2
A poca distancia de la ubicación del pueblo.
Caminé junto con Olga.
—Ah, el pelo de una oruga está ahí tirado~
Olga correteó recogiendo el pelo de Elka.
—Con esto podemos hacer mucha ropa y telas…creo
—Nos falta un poco.
—Entonces deberíamos reunir más desu
Olga se quitó la mochila y empezó a meter el pelo blanco dentro de ella.
Cuando salimos de la ciudad la mochila había estado vacía, pero ahora estaba completamente llena de materiales.
—Hay más por aquí…..huh?
—¿Qué pasa Olga?
Iba recogiendo cosas y ahora miraba inquieta a su alrededor.
—Hemos llegado muy lejos.
—¿Hm? Sí, supongo que sí.
Miré a mi alrededor.
No había nada inusual en esta zona del páramo, pero extrañamente la recordaba.
Pasamos por aquí de camino desde Ribek.
—¿Qué sucede?
—Cuando vinimos antes… no creo que estos materiales estuvieran aquí.
—Ah, no estaban.
Por supuesto que no.
Los materiales que habían caído eran todos de monstruos que había derrotado dando vueltas.
Mientras ellos construían casas yo iba por ahí derrotando monstruos.
Ya veo por qué Olga pensó que era raro.
Esta situación era casi como un juego de agricultura. Lo cierras y de la noche a la mañana aparecen materiales y cosas de la nada.
Bueno eso estaba bien, más aún.
—Te acordaste bien.
—Mamá dijo que tenía que cuidar bien al Maestro.
—¿Svetlana eh?
Me parecieron un poco graciosas las palabras de Olga.
Parecía tener entre 3 y 5 años.
Una Esclava Eterna recién nacida crecía a este tamaño tan rápidamente y mantendrá esta apariencia por un tiempo.
En cierto modo eran como mariposas.
Aunque sólo tenían dos formas crisálida y mariposa.
La joven apariencia de Olga era encantadora y adorable. Era agradable de ver.
Quería recompensar a esta adorable niña.
Empecé a pensar si podía hacer algo.
—………
Mientras pensaba, Olga se detuvo de repente y sacó un pequeño arco de su mochila. Se preparó y miró a su alrededor.
No solo miraba, podía sentir algo de sed de sangre.
El arco que sostenía no era uno normal, era uno especial del Espada Eterna… el Gradik. Parecía bonito, pero sin duda tenía poder.
—¿Te lo has traído?
—Mamá lo dijo. Para pensar en el Maestro y asegurarme de que no te molesten. Esta es una herramienta para eso.
Parece que ella estaba escuchando correctamente las enseñanzas de su Madre.
Ella era más y más adorable.
—¡Ha!
Mientras estaba ocupado admirándola Olga soltó un lindo grito y disparo una flecha.
La flecha que disparó se partió y se clavó justo en la oruga blanca y peluda
—fuu……
Cuando su flecha dio en el blanco, soltó un suspiro.
La sonrisa de alivio que esbozó era adorable y parecía propia de su edad.
—¡Olga cuidado!
—–!
La oruga que había sido atravesada no estaba muerta.
Saltó del suelo y cargó contra Olga.
Tiré de su mano para apartarla.
Y así se apartó de la carga de la Elka. Olga disparó otra flecha.
Disparaba continuamente. Apuntar y disparar, apuntar y disparar.
Cada flecha voló por el aire, se dividió y atravesó al elka.
El elka se había convertido en una rebanada de queso suizo al morir y su cuerpo se derretía para revelar un montón de pelo blanco.
—Lo siento Maestro, bajé la guardia.
—No te preocupes.
—Oh……la ropa que me diste está…
La expresión de Olga cambió.
El característico vestido verde de mis esclavas se había rasgado.
Probablemente había ocurrido cuando la carga de la elka la había rozado.
—Olvida la ropa, ¿estás bien?
—Estoy… bien.
—Ya veo. Entonces te haré ropa nueva. Después de todo tenemos una tonelada de pelo de elka.
Dije y Olga sacó su tarjeta de esclava.
—¿Qué vamos a hacer, Maestro?
—Está bien, guárdala.
Dije y saqué mi DORECA.
Olga se sorprendió.
—¿Por qué tienes eso?
No dije nada y me limité a sonreír.
De ninguna manera lo dejaría así como así. No se sabía qué clase de peligros aparecerían en una tierra nueva como esta, así que de ninguna manera iba a dejar ir la mayor fuente de mi poder.
—Olvídate de eso Olga, ¿tienes alguna petición?
—¿Petición?
—Sí, cualquier cosa. Si es algo que puedo hacer, lo haré para ti. Adelante.
—…………….
Pensó Olga.
Ladeó la cabeza y se quedó pensativa.
Seguía pensando, pero no parecía que se le ocurriera nada. Pensaba tanto que parecía que le iba a salir humo de la cabeza.
—¿No se te ocurre nada?
—Lo siento, Maestro.
Parece que no era buena pidiendo cosas.
Las Esclavas Eternas eran así en su mayoría, pero Olga parecía ser un caso duro.
—Entonces elegiremos desde aquí.
Abrí mi menú y comprobé la lista.
Últimamente le había dejado el desarrollo a Nina y casi a diario había un nuevo elemento en la lista.
Lo comprobé detenidamente.
Entre los elementos había uno de aspecto interesante.
—Olga. Tengo ropa muy adecuada para Esclavas… ¿te gustaría?
—…….¡Si!
Al oír esas palabras a Olga le brillaron los ojos.
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—¿Ha vuelto su Majestad? –¿Eh?
Cuando regresamos a las tierras de la aldea, Néstor salió a recibirnos y se quedó prontamente estupefacto.
Se quedó mirando a Olga como si estuviera viendo algo increíble.
—¿Esto es?
—Esto es para mis Esclavas, uno de sus uniformes de nueva generación.
Exageré a propósito.
Era exacto en cierto sentido… pero definitivamente era una exageración.
—¿El uniforme de Esclava-sama?
—¿Sí, le queda bien?
—Haa…..ahora que lo menciona parece ropa de sirvienta así que puede que le quede bien como dijo su Majestad pero……..
Dijo con cara de extrañeza.
Bueno, podía entenderlo.
Después de todo, Olga llevaba ahora… un uniforme de sirvienta.
Era blanco y negro como la base con un delantal y volantes.
—¿No es bonito Olga? Te queda bien.
—Es gracias al Maestro desu.
-La magia se ha cargado en 10.000-
Dijo mientras esbozaba una deslumbrante sonrisa.