Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 142. Esclava sirviente
- Casa
- Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei
- 142. Esclava sirviente
Ciudad de Magatan
Casa Provisional.
Yuria y yo nos habíamos transformado usando mi Tarjeta Mágica. Estábamos haciendo lo mismo que con Risha en la ciudad de Akito.
Estaba haciendo una Puerta Mágica que conectaría con Ribek.
Con esto Yuria y yo podríamos ir y venir con facilidad.
Habíamos logrado infiltrarnos en esta ciudad también.
Yuria estaba siendo reservada a mi lado y mirando por la ventana.
En realidad no estaba haciendo nada y solo miraba por la ventana.
—Esto es un poco sorprendente.
—¿Qué es?
Como de costumbre Yuria estaba callada y tranquila mientras contestaba.
Risha y Yuria eran ambas del tipo tranquilo y callado pero la tranquilidad de Risha estaba basada en cortesía y consideración mientras que Yuria era más simplemente brusca.
Decidí explicarme.
—Como esta es una casa provista para gente nueva pensé que estaría en las afueras, pero este lugar está casi justo en el medio.
—Eso es cierto.
—Normalmente el precio de esta tierra sería más caro. No se convertiría en algo así como una zona céntrica o un distrito comercial? Pero mirando alrededor estas casas no están urbanizadas…….¿hay algo que no sepa?
Le pregunté a Yuria.
Hacer una ciudad y luego desarrollarla.
Yo había hecho mucho de ese tipo de trabajo, pero en parte lo delegaba en Yuria.
Por eso le pregunté a Yuria….pero ella negó tranquilamente con la cabeza.
—Lo siento, no lo sé.
—¿Es así? Bueno, está bien.
Yuria no lo sabía así que lo admitió honestamente.
Su personaje era muy importante para mí, así que pensé que estaba bien así.
Al mismo tiempo, tal vez su ‘no saber’ era bueno.
Como lo había delegado casi todo en ella, Yuria sabía más de mi país que yo.
Por eso vinimos aquí de incógnito para averiguar cosas desde el punto de vista de un ciudadano. Fue un poco extraño, pero pudimos encontrar rápidamente al menos una cosa que no entendíamos.
Fue un buen comienzo.
—Ok entonces, me quedare por esta ciudad un rato. Yuria tiene trabajo en Ribek, ¿verdad?
—Un
—Entonces no me hagas caso y vete. Estaré de vuelta por la noche, así que a menos que haya una emergencia puedes manejarlo.
—Entendido.
Ella asintió y empezó a atravesar la puerta mágica.
—Ah, espera un segundo.
—¿Qué pasa, Maestro?
—……Te traeré un pequeño recuerdo, ¿qué te gustaría?
Pensé un poco y pregunté.
Yuria pensó un poco y contestó.
—Cualquier cosa.
—Ya veo.
—Un, bien entonces.
Ella asintió con calma y atravesó la puerta mágica.
U~n, como pensaba… no iba a ser tan fácil.
Pregunté con la esperanza de hacerla feliz, pero la reacción de Yuria fue débil.
Ella tenía las ondulaciones más débiles en sus emociones entre mis seis esclavas. A menos que fuera algo que realmente la hiciera feliz, no me mostraría su sonrisa.
Incluso con el ajuste ‘Joven Pareja Casada’ con el que Risha reaccionó, Yuria realmente no tuvo ninguna reacción.
{Esta configuración es eficiente, como se espera del Maestro.}
Es lo único que dijo.
No buscaba halagos, quería que ella estuviera feliz y sonriera.
Bueno…. lo que sea.
Me recompuse y salí.
—Hey, eres el chico nuevo que se mudó aquí?
Apenas había abierto la puerta cuando un joven me llamó. Casi parecía como si hubiera estado al acecho.
Era un hombre delgado de aspecto andrógino.
Por su ropa y su pose no parecía una mujer.
—Soy Sparov, ¿y tú eres?
—Sakimori.
—Encantado de conocerte Sakimori-san.
Estreché la mano de Sparov.
Por su aspecto tenía buenos modales y su comportamiento era suave.
—¿Vives por aquí?
—Allí.
Dijo Sparov mientras señalaba una casa a tres casas de distancia.
—Es un poco vieja, pero es mi casa.
—Eso está cerca. Así que somos vecinos.
—Sí, estaré a tu cuidado. Por cierto, ¿cómo llegaste aquí Sakimori-san?
—Uhh…..aparentemente yo era un mono. Y de alguna manera regresé.
Le dije mi respuesta preparada.
—Así que es ese patrón. En la era anterior -la llamamos era anterior-, ¿tienes algún recuerdo de la era anterior?
—Todo es tan vago, realmente no lo recuerdo.
—Eso suena duro. Pero hay casos así, así que no te desanimes.
Me animó calurosamente después de la flagrante mentira.
Me remordía la conciencia.
—¿Como acabas de llegar aún no has conseguido trabajo, verdad?
—Sí.
Respondí con mis líneas previamente pensadas.
—Parece que se puede vivir sin trabajar en este país. Estaba pensando en tomármelo con calma y quizás conseguir algo de trabajo a diario….
Yo dije algo parecido en Akito.
Sinceramente no tenia tiempo libre para conseguirme un trabajo a tiempo completo. Más exactamente algo como un asalariado sería imposible.
Tenía que hacer mi trabajo principal como Rey, además necesitaba infiltrarme en seis ciudades así que eso estaba fuera de cuestión.
No tenía tiempo para buscarme un trabajo, así que tenía que ser así.
—¿Es así? Creo que está bien. Es un país donde puedes hacerlo. Ah, si alguna vez quieres algún trabajo entonces dímelo. Te lo presentaré. Sin embargo cuando lo hagas necesitaré que sigas una regla.
—¿Una regla?
—Sí. En ese momento te lo explicaré, pero necesito que lleves esto.
Dijo Sparov mientras sacaba una placa.
—¿Eso es?
—Es la insignia de Yuria-sama. Nuestra asociación está apoyando a Yuria-sama así que–ah por Yuria-sama estamos hablando de la excelente esclava-sama de este país, también estas esclavas son………
Sparov explico sobre el país, el Rey, y sus seis esclavas.
Junto con el Rey había seis esclavas. Deciden sus puestos en función de la excelencia de su actuación.
Estuve a punto de decir que había 12 Esclavas y no 6…..pero me controlé.
—Probablemente haya gente de la vieja era a la que no le guste que las Esclavas estén en la cima……pero probablemente se acostumbrarán a ello.
—Ya veo.
—Así que para trabajar, especialmente cuando tienes un trabajo que muestra algunos resultados, te pones esta insignia para atraer.
—Ya veo.
Lancé algunas palabras adecuadas de vez en cuando, pero como la principal persona involucrada en esto me sorprendió.
Todos parecían haber decidido las cosas por su cuenta.
No entendía lo que estaba pasando realmente, pero probablemente lo entendería cuando me pusiera la placa.
—Por supuesto que no te obligaré, cada uno tiene sus propias circunstancias después de todo.
—………….
Me lo pensé un poco.
¿Podría ser…….una oportunidad?
Pensé en Yuria, de quien acababa de separarme.
Casi nunca me mostraba su sonrisa. Su límite inferior en la carga de magia era aterradoramente alto.
Hasta ahora lo había alcanzado de una forma u otra un par de veces, pero el efecto era débil. Había pensado que podría ser un manierismo.
Pero, ¿y esto? ¿Si era esto de lo que hablaba Sparov?
¿Si yo provocara cosas así?
En lugar de ser sólo un Maestro, podría encontrar nuevas formas de hacerlas felices.
Podría usar esto para aumentar la cantidad de cosas que podría hacer por ellos como su Maestro.
Pensé un poco y decidí que, efectivamente, podía hacerlo.
—Entendido, me uno.
—¿De verdad? Te damos la bienvenida.
Sparov se alegró de mi respuesta y esbozó una gran sonrisa.
No, no eres tú. No me importa que me des una gran sonrisa.
Las sonrisas de mis esclavas son las mejores.