Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 157. Palladium
En el momento en que Seiya cayó de rodillas, otra presencia descendió del cielo.
La pose era casi idéntica a cuando Seiya había bajado… pero su intimidante presencia estaba a un nivel completamente diferente.
Un rostro bello y apuesto con el cuerpo envuelto en un relámpago rojo oscuro.
Una apariencia más siniestra y Divina que la de Seiya.
No conocía a esta persona. Era nuestro primer encuentro.
Sin embargo…. ya lo entendía.
—Eres el Dios Maligno.
—Así es.
Hombre o mujer, viejo o joven… una voz que no se podía clasificar.
Pero aun así, me produjo escalofríos.
—¡D-Dios maligno!? Eso no puede–uwa!
El Dios del Mal extendió su mano… y el cuerpo de Seiya se partió por la mitad.
Su cuerpo se desplomó mientras sus ojos miraban hacia fuera con miedo y conmoción.
Un golpe.
Seiya fue derrotado de un solo golpe.
El cuerpo roto de Seiya empezó a gotear partículas blancas de luz. El Dios del Mal levantó su mano una vez más y comenzó a atraerlos.
—¡Como si te dejara!
¡Sostuve mi DORECA e hice 100 espadas directamente dentro del cuerpo del Dios Maligno!
Shiin
No pasó nada.
—¿¡Onii-chan!?
—¿Por qué? ¿Por qué no se hacen?
—Solo espera un poco.
Dijo el Dios Maligno y siguió atrayendo la luz.
—Ah, ahh…….
La Diosa amnésica comenzó a temblar mientras permanecía desplomada en el suelo.
Su reacción me sacó de mi estupor.
—¡Ku mierda! Si hacerlo directamente dentro no funciona entonces…
¡Abrí mi menú DORECA y creé una casa de piedra!
La agarré para lanzar….o lo intenté.
—¿Por qué… por qué no puedo?
—He dicho… que esperes un poco, ¿no?
—¡Te esperaremos desuno!
—¡Papa-sama enemigo dano!
Madre e Hija sacaron sus Gradiks.
Se retiraron y dispararon flechas al Dios Maligno.
Las flechas se dividieron en el aire y se convirtieron en varias flechas de luz.
El arco de escopeta Gradik. Era el arma que había hecho para mis Esclavas usando mi DORECA.
—Fufu
El Dios del Mal no esquivó. Recibió las flechas con su cuerpo.
En el momento en que impactaron desaparecieron como si hubieran sido succionadas dentro del cuerpo del Dios Maligno.
—Eso no puede ser…..
—¡Aún no dano!
Lilia estaba estupefacta pero Arisa siguió disparando.
Pero no funcionaba. Las flechas no funcionaron en el Dios Maligno en absoluto.
—…. en ese caso!
Cerré mi DORECA agarré una flecha afilada del carcaj de Lilia y cargué contra el Dios Maligno.
—Ara~ que rápido.
—Haaa!
La sostuve lo más cerca posible de la base para que no se rompiera y apuñalé al Dios Maligno con todas mis fuerzas.
Impactó……pero no sentí ninguna reacción.
—Ese tipo de cosas no funcionan~
—¡Entonces!
Solté la flecha y ataqué con las manos desnudas.
Fortalecí mi golpe y golpeé con el codo.
—¿No te pedí que no me molestaras?
—¡ku!
El Dios Maligno simplemente alargó la mano y me agarró del codo, deteniéndolo. Luego empezó a apretar su agarre.
Mis huesos gimieron y mi articulación gritó de agonía.
—¡Onii-chan!
Lilia saltó hacia delante y apuntó con el Gradik a quemarropa.
—¡No vengas Lilia!
—Eei!
—Que mala niña al jugar con juguetes así.
El Dios Maligno apuntó su mano una vez más y el rayo rojo oscuro crepitó con poder.
Su mano apuntaba directamente a Lilia.
—¡Aquí está tu castigo!
—¡No te dejaré!
Me sacudí la mano del Dios Maligno y concentré el poder de mi cuerpo en un puñetazo dirigido directamente a la mano que apuntaba a Lilia.
Esta vez pude sentir el impacto, la mano del Dios Maligno fue forzada en una dirección diferente.
En ese momento, una bola negra salió disparada de su mano.
Era del tamaño de una canica y estaba completamente envuelta en relámpagos. Un orbe siniestro.
¡Salió disparada hacia el suelo y creó un cráter de 3 metros de diámetro!
—¡Hii!
—¡Retrocede Lilia!
—¡Pero Onii-chan!
—¡Sólo retrocede! ¡Es una orden!
Al escuchar la palabra ‘orden’ finalmente tomó distancia. Se agrupó con Arisa y retrocedió.
Después de asegurarse de que lo hicieran me enfrenté de nuevo al Dios Maligno.
—¿Ya no vas a atacar?
—¿Estás tomando el poder de la Diosa?
—Responder a una pregunta con otra pregunta…que mal niño.
—No sé si has estado vivo todo este tiempo o has revivido…pero usaste a Seiya ¿verdad? Como nunca pudiste alcanzar a la Diosa con tu propio poder tuviste que usar a Seiya que tenía una conexión con ella.
—Me gustan los chicos listos.
—Entonces fuiste a matar a Seiya que había robado los poderes de la Diosa y ahora los estás tomando. Todo va de acuerdo al plan.
—Sí, en efecto.
La luz que fluía del cuerpo de Seiya finalmente se detuvo.
El Dios Maligno terminó de absorber la luz y soltó su mano. Entonces se giró completamente hacia mí.
De alguna manera pude ver la satisfacción que sentía.
—Has hecho bien en llegar tan lejos, chico. Tu tenacidad me causó algunas preocupaciones, pero fue una buena forma de matar el tiempo.
—¿La pelea entre Seiya y yo fue una forma de matar el tiempo?
—También disfruté de la construcción de tu país. Honestamente pensé que los humanos reviviendo a tal grado era imposible. Permitirme ver tal progreso milagroso fue la forma más alta de disfrute.
—No lo hice para tu disfrute.
—Entonces, ¿por qué lo hiciste?
—¿Eh?
—Qué niño tan extraño. ¿Por quién hiciste todo esto? ¿Por qué trabajaste tanto para restaurar el mundo?
—Eso es…….
¿Por quién lo hice?
………¿Por qué razón trabajaba para restaurar el mundo?
La Diosa me había dicho que restaurara el mundo y me convirtiera en Rey… Seguí eso porque sonaba bien.
Me convertí en Rey. Hice un país superando las 10.000 personas y me conseguí 12 Esclavas.
Seguí la corriente hasta que realmente no me quedó nada por hacer.
Pero, ¿por qué hice todo esto?
Avancé sin un verdadero objetivo en mente.
Por qué había seguido restaurando el mundo?
—¿Cómo puedes decir esas cosas desuno?
—¡No perdonare a aquellos que insulten a Papa-sama!
Escuche a Lilia y Arisa gritar desde atrás de mi. Estaban completamente agitadas al escuchar lo que consideraban un insulto a mi honor.
………fu.
—Qué niños tan extraños.
—¿Te gusta esa frase?
—Tú eres el más extraño. Son Esclavas Eternas, Esclavas por la eternidad. Sin embargo, no los tratas como tales. Eres el primero que trabaja a diario para permitirles sonreír, ¿sabes?
—¿Es así? Sin embargo, que sonrían es significativo. Se esfuerzan al máximo por su Maestro y anteponen su bienestar al suyo propio. ¿Por qué no querrías recompensar a unas Esclavas tan adorables?
—Realmente no puedo entenderte. Un niño extraño. Un niño más allá de la comprensión.
—Extraño… ¿eh?
—Las cosas que no puedes entender son temibles. Así es. Te temo.
Dijo el Dios Maligno, pero no pude oír ni un ápice de miedo en su voz.
De hecho sonaba como una broma.
Pero de alguna manera…
De alguna manera…
Me pregunté si no sería así.
—¿Por eso sellaste mis poderes?
Dije y mostré mi DORECA.
—Así es. Interferí para que no puedas usar ese poder.
—Para un Dios Maligno eres muy cauteloso.
—Te tengo miedo después de todo.
….. Lo más probable es que fuera una emoción distinta a la que los humanos llamaban ‘miedo’, pero sin duda el Dios Maligno me trataba de forma especial.
Por eso bloqueó mi DORECA.
Para que yo no pudiera usarlo.
—Y entonces tomaste los poderes de la Diosa.
—Esta vez puedo acabar con este mundo. El Héroe ya no está aquí y los humanos no han revivido lo suficiente para resistir. Tu poder también ha sido sellado.
—………
—Esta vez seguro…
Esto fue terrible.
Traté de hacer las cosas una vez más con mi DORECA pero no podía sentir nada.
Alrededor del 90% de mi poder provenía de la DORECA. Con eso sellado yo era casi sólo un humano.
Esto fue…….increíblemente malo.
—Bueno entonces, ¿qué tal si mueres? No puedo dejar la raíz del problema. Tendré que borrarte aquí.
—………
—De acuerdo.
El Dios del Mal levantó la mano.
En ese momento dos siluetas aparecieron ante mí.
Con los brazos abiertos mis dos esclavas se pusieron frente a mí.
Lilia y Arisa… madre e hija se levantaron para cubrirme.
—No dejaré que mates a Onii-chan.
—No puedes atraparlo sin pasar por nosotros dano.
—Valientes niños.
El Dios del Mal disparó el orbe negro sin dudarlo.
Lo mismo que antes…el orbe cubierto de rayos.
El poder de destruir la tierra voló hacia ellos, pero Lilia y Arisa no intentaron correr.
Se quedaron protegiéndome.
—…….fuu!
Agarré las espaldas de sus vestidos y las lancé detrás de mí con todas mis fuerzas.
—¿Onii-chan?
—¿Papa-sama?
—¿Quién dijo que me cubrieran? No se les permite morir antes que yo. Es una orden.
—¡Onii-chan!
—¡Papa-sama!
Los dos gritaron al ver el orbe negro que me atacaba.
Mis recuerdos fluyeron por mi mente.
La invocación, las batallas con monstruos, la creación de mi país….
Y los encuentros con mis esclavas.
Ahh… esta era mi vida pasando ante mis ojos.
Voy a morir.
El momento parecía una eternidad… pero no podía durar. Finalmente el orbe negro golpeó mi cuerpo.
El choque atravesó mi cuerpo y sentí como si me desgarraran.
—Que niño tan robusto…no espera, puede que sea mi culpa. Mi poder y el de la Diosa no se han fusionado completamente.
El Dios del Mal murmuró para sí mismo.
—Como sea. Absorberé el poder de la Diosa más tarde. Ahora con mi poder es suficiente.
Levantó la mano una vez más. Vendría de nuevo.
Levanté mi DORECA desesperadamente. La DORECA que me había salvado de todos los apuros. Levanté mi último rayo de esperanza.
Pero permaneció en silencio.
—Es imposible. Lo estoy bloqueando.
—………
Ya veo… es imposible.
Entonces no se puede evitar.
Me resigné. Si no puedo usar la DORECA entonces no se puede evitar.
Tuve algunos remordimientos…si tuviera que decir…… Desearía que al menos todas mis esclavas estuvieran aquí conmigo……
¡Boom!
Sentí que una descarga recorría mi cuerpo.
Una descarga que fue más débil en comparación con el orbe negro.
¿Qué? Me pregunté cuando vi a la Diosa abrazándome.
—¿Por qué?
Se aferró a mí temblando y sacudiendo la cabeza.
—Entonces mueran juntos.
El Dios Maligno levantó la mano una vez más y yo intenté apartar a la Diosa.
Entonces ocurrió algo extraño.
La bolsa de la Diosa se iluminó y de repente mi DORECA también lo hizo.
Lo que brillaba y flotaba hacia arriba…….era la vieja Tarjeta de Seiya.
Mi segunda Tarjeta.
La luz se fortaleció y se fundieron en una.
Cuando la luz se desvaneció… sólo quedó una Tarjeta.
Palladium.
El nombre apareció en mi mente.