Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 162. Sonrisa bomba
La Reina de los arrepentimientos, Jenya odiaba el mundo.
Odiaba las cosas más benditas que ella misma.
Odiaba las cosas inferiores a ella.
Se odiaba a sí misma.
Una mera sombra de sí misma… una esclava eterna que no encontraba Maestro. Los Regrets vivían más o menos arrepentidos y descontentos… pero Jenya especialmente.
Durante su reinado, la mayoría de las sonrisas del país se habían desvanecido.
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—Yahoo~ ¿Jenya-ya te va bien?
Khorkina entró en la habitación.
Dentro de la Habitación de la Reina, Jenya yacía lánguidamente en la cama antes de mover débilmente la cabeza.
Al ver que era Khorkina, su rostro se deformó con disgusto.
—Qué….
—He traído algo de comida de casa de Akito-chan~
—Oh…….
—Por ahora hay suficiente para todos en el país durante tres meses~ Ahora no tenemos que perdernos comidas. ¡Yay!
Dijo Khorkina enérgicamente mientras levantaba el pulgar y guiñaba un ojo.
Su excesiva frivolidad hizo que pareciera que estaba diciendo ‘He traído algunos aperitivos’.
Esto irritó aún más a Jenya.
—Parece que te diviertes. Qué envidia.
—Un poco, lo hago. Akito-chan es genial, ¿sabes? Sve-chi es adorable. ¿Esa Sve-chi que conoces? Inimaginable, ¿verdad?
Ignorando el golpe de Jenya, Khorkina lo utilizó para continuar la conversación.
Habló como si presumiera de sí misma.
Las cejas de Jenya se crisparon. Encima de la cama, mientras estaba tumbada.
Tumbada boca abajo su ceja se crispó.
Se diera cuenta o no, Khorkina siguió ‘presumiendo’.
—Bien~ Tenía que dar un informe importante.
—¿Qué… es?
—Akito-chan viene.
—……¿Qué dijiste?
—Akito-chan está viniendo~
—No me han dicho nada.
—Porque te lo estoy diciendo ahora.
Jenya se sentó y miró con odio a Khorkina.
Miró con odio a esta chica aparentemente desprovista de odio.
Esta mirada normalmente sería suficiente para asustar a alguien, pero la expresión de Khorkina sólo mostraba un gran ‘?’.
—Oh cierto, también umm, Sve-chi sólo puede venir a la Frontera Nacional~
—Svetlana eh
—Así es, sí. Sve-chi se convirtió de nuevo en una Esclava Eterna. Así que este país niega la entrada a las Esclavas Eternas, ¿no? Así que sólo trajo a Akito-chan hasta la frontera. Debería estar bien si vinieron tan lejos…
—………
Jenya no dijo nada.
Después de todo parecía que Khorkina ya había decidido las cosas.
—Tardarán un poco en llegar…..ah no te preocupes, los mantendré fuera adecuadamente. De acuerdo entonces nos vemos~
Khorkina salió de la habitación. Salió ligera y con la cara brillante tal como entró.
Jenya continuó mirando el lugar que Khorkina había ocupado durante un rato… entonces finalmente estiró su mano en el aire y dibujó un círculo con su dedo.
Allí el aire pareció despegarse como papel pintado revelando un espacio y al otro lado…… estaba el exterior.
Lo que apareció fue el páramo que estaba tan acostumbrada a ver. Allí vio a un solo hombre y a una Esclava Eterna.
Conocía a la Esclava Eterna, su pelo y su piel habían cambiado, pero su rostro era el mismo de siempre.
Cuando era una Regret había sido utilizada varias veces como enviada de Akito. Era Svetlana.
Eso significaría que el hombre era el rey Akito, pensó Jenya.
A su alrededor había muchos Regrets que miraban a Svetlana con odio.
No era tan grande como la de Jenya, pero los otros Regrets habían dejado ver su odio.
Akito y Svetlana estaban hablando con ellos.
Un momento después, Svetlana sonrió.
Era una sonrisa enorme que hacía parecer que pensaba que el mundo y todo lo que había en él era maravilloso.
Todo lo que Jenya odiaba.
Tanto como ella odiaba todo.
Las cosas peores que ella.
Las cosas mejores que ella.
Odiaba a Svetlana que sonreía así después de encontrar un Maestro.
Pero incluso más de lo que odiaba.
Podía sentir algo más de esa sonrisa. Desde el fondo de su corazón.
Eso era algo que los otros Regrets, los que vieron a Akito y Svetlana en persona… sentían.
Envidia.
Simple y sincera envidia. Envidia.
Envidiaban tanto a Svetlana que no podían soportarlo.
Y así, la ex Regret…. dio media vuelta y se fue.
Las secuelas de esta sonrisa… señalarían la oportunidad de grandes cambios en el País de los Regrets.