Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 168. Side Story - Risha
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Risha llegó sola a la ciudad de Akito.
Cabello largo y dorado, vestido verde y una gargantilla que afirmaba fuertemente su presencia.
En este mundo restaurado, la famosa e increíble Esclava Eterna era llamada a gritos por la gente de todas partes.
Los niños gritaban,
—¡Hola Onee-chan!
íntimamente.
Los adultos gritaban,
—¡Mira esto Risha-sama, hemos levantado este edificio de 3 pisos nosotros solos!
con respeto.
Una parte de la población con preferencias especiales dijo…
—¡E-e-e-esclava-sama por favor castiga a este cerdo indigno!
Decían con una devoción que casi recordaba a la perversión.
Todos los habitantes del pueblo miraron a Risha con sonrisas.
Risha se aseguró de hablar al menos una o dos palabras a cada uno de los que la llamaban mientras caminaba por la calle principal.
Akito se había desarrollado hasta el punto de que antes no se podía imaginar que fuera una pequeña choza en el desierto.
Gracias al nombre dado a esta ciudad ‘Akito’, todos sus habitantes habían trabajado duro para convertirla en una ciudad digna de su gran nombre. Ahora era una ciudad de decenas de miles que se comparaba con la capital Ribek.
En este nuevo mundo era una de las ciudades más creativas.
—¿Tienes cosas que necesitas que se hagan?
—No, creo que estamos bien.
—Eso es, no podemos causar problemas a Risha-sama.
—Este pueblo recibió el nombre de Dios, hemos hecho mucho para hacernos dignos de ese nombre!
El resto de la gente que rodeaba a Risha estuvo de acuerdo.
La ciudad tenía el nombre de ‘Akito’, eran muy conscientes de ello y tomaron la decisión de no depender de los DORECAs ni de las Tarjetas de Esclavo.
Todo eso estaba muy bien, pero a Risha le causó algunos problemas, ya que ahora no tenía nada que hacer. Esbozó una sonrisa irónica.
Dentro del grupo de gente que se movía, Risha se dio cuenta de algo.
El grupo era normal, pero había un ruido extraño.
Risha apartó a algunas de las personas que la rodeaban y se dirigió en esa dirección.
Su pelo dorado salió por detrás de ella y entró en otro grupo de gente.
Vio a un niño de diez años.
Se había caído al suelo y se agarraba la pierna.
Le salía mucha sangre de la pierna.
—¿Qué pasa? ¿Estás bien?
El chico gritaba y lloraba.
No respondió a su pregunta, parece que su dolor no se lo permitía.
A cambio la gente de alrededor contestó en su lugar.
—Le mordió un perro. Lo perseguía y le pisó la cola.
—Un perro…..
Risha le miró la pierna.
Podía ver la marca de la mordedura débilmente bajo la sangre.
Además no era superficial. Podía ver débilmente algo blanco….probablemente un hueso.
—Yo lo curaré.
Risha dijo con una expresión digna y sacó una Tarjeta Negra.
Era una Tarjeta Negra de Esclavo con la mayoría de los poderes y autoridad de Dios permitidos para ella.
Usándola podía crear panacea a partir de magia infinita.
Tomó el frasco de panacea y levantó al niño.
—Risha-sama la sangre es….
A Risha no le importó la sangre y levantó al chico herido antes de darle la Panacea.
Después de terminar toda la botella la sangre se detuvo.
—Gusu…..
—Ya está bien, ¿todavía te duele?
—Solo un poco…….
—Un poco, dejará de doler en un rato así que aguanta un poco.
Risha le acarició la cabeza sin dejar de abrazarlo.
Parecía casi una madre cariñosa.
La gente de alrededor no pudo evitar jadear ante la divinidad que desprendía.
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—¡Muchas gracias!
El chico restaurado agradeció enérgicamente a Risha.
—Ten cuidado a partir de ahora, no pises la cola de otro perro.
—¡Un! ¡Gracias Angel-sama!
—¿Angel?
Risha ladeó la cabeza confundida.
—¿Me equivoco?
—¿Un poco creo? ¿Por qué me llamas así?
—Bueno, el Rey es ahora Dios, así que…
—¿Sí?
—Puesto que eres siervo de Dios entonces eres un Angel, todos dicen.
—Ya veo. Pero yo no soy un ángel.
—Ehh? Entonces, ¿qué eres?
Preguntó inocentemente la niña mientras Risha pensaba en su amado Maestro.
—Esclava fui y esclava sigo siendo.
La Primera Esclava esbozó una sonrisa llena de amor.