Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 20. La fuerza militar de la ciudad
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Ahora bien, dije que protegería esta ciudad de Marato, pero realmente no sé qué haré específicamente.
—Menú Abierto
Elegí algunas cosas de mi lista de Artesanía y coloqué los círculos mágicos. Risha y Mira empezaron a moverse casi de inmediato para reunir los materiales.
Lo que finalmente se creó fue una espada de hierro, un arco y flechas.
—Si son estas cosas puedo hacerlas inmediatamente…..
Agafon y el resto observaron.
Cuando vieron las armas recién hechas empezaron a mostrarse desanimados.
Parecía como si dijeran que no había suficiente poder militar con sólo estas pocas armas.
Es decir, que debería haber algo más.
Abrí el menú una vez más y comprobé lo que había salido al actualizar mi tarjeta.
Había algo llamado «Nitoka».
Cuando lo toqué para comprobarlo ocurrió algo extraño. Apareció un tipo de vídeo informativo.
—¿Es una nueva función?
He visto el vídeo. Parece que la nitoka era algo así como una catapulta.
Era como una máquina lanzadora que lanzaba piedras a gran velocidad.
La piedra lanzada parecía pulverizar el objetivo.
Después de ver la muestra de vídeo, pensé que esto sería bueno.
Coloqué el círculo mágico en el suelo y comprobé los materiales.
—¿Qué es esto? ¿El brazo de un toroi?
—¿Has dicho un brazo de toroi?
Agafon exclamó, y los demás empezaron a murmurar.
A algunos les cambió el color de la cara de miedo.
—¿Qué es eso de toroi?
—Es un monstruo gigante. Su cuerpo es 3 veces más grande que el de un humano y su fuerza se mide tentativamente en 10 veces la de un humano.
—Ya veo. ¿Necesita el brazo toroi para su fuerza bruta?
—Eso es demasiado peligroso. Nos sometimos a Marato para que sus soldados privados nos protegieran de los toroi.
—Huh…
Parece que no se limitaban a cobrar el dinero de la protección…en realidad hacían algo.
—De todos modos, el toroi es demasiado peligroso. No podemos hacerle nada.
—Ya veo.
Miré el círculo mágico y la flecha que apuntaba hacia fuera.
***************
Caminaba con mis dos esclavas por el desierto.
Por supuesto, nos dirigíamos al toroi según la flecha.
Parece que este toroi es un enemigo bastante formidable.
Normalmente dejaba a mis dos esclavas atrás, pero esta vez era diferente.
Esto por supuesto para poder usar el poder de mi Espada Eterna.
—Me pregunto exactamente que tan fuerte es este toroi…
Mira le dijo a Risha mientras caminaba detrás de mí. Sonaba como si estuviera haciendo una pequeña charla.
—Parece bastante fuerte pero….
—¿Pero?
—Ya es seguro que el Maestro ganará.
Oioi, ¿vas a decir que pase lo que pase ganaré?
—Bueno, eso es verdad.
Mira también estuvo de acuerdo.
—Eso significa que no hay problema.
—Un problema, eso seguro.
Empecé a ignorar su parloteo mientras seguía adelante.
—Mira maestro.
Dijo Risha en tono serio.
Allí estaba bajo la flecha del círculo mágico.
El Toroi.
Era unas tres veces más alto que un hombre…..unos cinco metros de altura… un gigante.
Tenía la piel verde y un taparrabos.
Su cuerpo estaba cubierto de músculos ondulantes que daban una impresión muy fuerte.
—Hey Maestro, son las cosas que lo rodean….
Mira dijo con miedo.
—Sí, son personas.
Asentí con la cabeza.
Esparcidas alrededor del toroi había varias personas tendidas en el suelo.
Estaban inmóviles y aplastadas.
Parecía que todos ellos ya no respiraban.
—Parece que hay unas 20 personas.
—Ya veo… es esa clase de enemigo.
—Maestro….
Mira se agarró temerosa al borde de mi ropa.
—Risha, Mira.
—¿Sí?
—¿Qué es?
—¿Quién de ustedes puede resistir mejor el miedo?
Las dos se quedaron con la mirada perdida al oír mi pregunta.
Esperé a que me respondieran.
Al cabo de un rato, Risha levantó nerviosamente la mano y dijo…
—Si es sólo miedo….entonces creo que puedo.
—Ya veo, entonces aguántalo.
Dije y saqué la Espada Eterna antes de tocar la gema azul.
Dejando a la Risha de voluntad más fuerte, Mira fue absorbida por la espada.
—Ah……….
Un pequeño sonido salió de la boca de Risha.
Era un sonido lleno de emociones complejas… pero definitivamente sentí «celos» era una de ellas.
—Espera… después haré algo por ti.
—¡Ok!
Risha asintió felizmente.
Con Mira en la Espada Eterna en la mano, me enfrenté al toroi.
Éste también se percató de mi presencia y *boom* *boom* empezó a dar pisotones en el suelo mientras se acercaba.
Mirándolo una vez más de cerca, realmente tiene un aspecto temible.
(Asusta …… )
Mira estaba un poco asustada dentro de la espada.
Sin decir nada agarré la empuñadura con más firmeza.
(Ah…..)
Eso fue suficiente para darle un poco de tranquilidad.
Ahora bien.
—¡Guoooooooo!!!
El toroi lanzó un grito de guerra y blandió su puño hacia mí.
Sostuve la Espada Eterna horizontalmente sobre mi cabeza y acepté el golpe.
—Mu…
El golpe me alcanzó de lleno.
La onda expansiva atravesó mi cuerpo y se clavó en el suelo.
Empezando por mis pies, el suelo a mi alrededor se resquebrajó.
—Como esperaba… el poder es asombroso.
Volví a mirar a la gente derrumbada.
Entre ellos uno había sido aplastado como una lata.
Un poder increíble. La gente estaba aplastada como tofu o mantequilla.
—GUOOOOO!!!
El toroi balanceó sus dos brazos.
Me golpeó con ambos en forma de martillo. Si un brazo no funcionaba entonces lo intentaría con los dos.
Un tonto… fácil.
En ese momento, entendí el límite de este tipo.
Puse magia en la Espada Eterna.
(Ah…..nn……)
La hoja empezó a brillar.
Giré a Mira para que chocara de frente con los brazos del toroi.
Los dos brazos… salieron volando por los aires.
**********************************
Ciudad de Bisk, límites exteriores.
Los 10 nitoka estaban alineados cada uno con hombres del pueblo operándolos.
—Bien entonces Akito-san.
Agafon me miró y yo asentí.
—¡Fuego!!!
A la señal se dispararon los nitoka.
Piedras tan grandes como puños fueron disparadas contra una casa de madera que quedó hecha pedazos.
—¡Asombroso!
La gente levantó una ovación.
—Si es así, entonces no tendremos que temer a Marato.
—Debería estar bien incluso para un toroi.
—¡Podremos vivir aquí como es debido!
Todos se animaron. Las nuevas armas parecían entusiasmarles enormemente.
—Con esto las defensas deberían estar bien por un tiempo. Pensaré en otras cosas, pero deberías encontrar un lugar para ponerlas.
—Entiendo.
Agafon asintió enfáticamente.
Él y todos los demás…
Me miraron con agradecimiento y respeto.
Mientras recibía sus agradecimientos volví a mis esclavos.
—Has trabajado duro Mira.
—Ehehe
-La magia se ha cargado en 10.000-
Mientras acariciaba la cabeza de Mira miré a Risha.
—Hiciste bien en aguantar Risha. Como te prometí, haré algo por ti.
Risha se sobresaltó, luego pareció tímida.
—¿Qué te gustaría?
Por esta cosita tan mona que ha soportado el miedo… me gustaría recompensarla.