Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 25. Numero de residentes
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- 25. Numero de residentes
La fortaleza de Marato era una ciudad llamada Ribek.
Después de mucho tiempo de ser controlada por el poder militar de Marato, ahora estaba llegando al final de su cuerda.
—¡Akito-san!
El que me llamó fue Gerashim.
Detrás de él vi al resto de los habitantes de Magatan, todos armados.
—¿Así que has venido Gerashim?
—Sí.
—¿Entonces ese de ahí es Agafon?
—Así es. Además de Akito…..también hay gente del pueblo de Akito-san.
—¿Eh? ¿Esos tipos vinieron también?
—Sí, parece que fueron a buscarte en dirección a la ciudad de Bisk. Luego terminaron viniendo aquí juntos.
—¿Es así?
Me quedé sorprendido.
Podía oír los sonidos de combates esporádicos que venían de Ribek.
Bisk, Magatan,…..y Akito(temporal).
Ribek estaba bajo ataque de tres pueblos diferentes. Ahora que habían perdido a su líder, el pueblo estaba completamente sumido en el pánico.
Tras la noticia de la muerte de Marato, sus subordinados se rindieron en poco tiempo.
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Noche, residencia de Marato.
Nos habíamos reunido en la habitación más resplandeciente de la brillante mansión.
Yo, Madway, Agafon y Gerashim.
Los representantes de las tres ciudades estaban todos aquí.
El primero en abrir la boca fue Madway.
—Todos los subordinados de ese tal Marato se rindieron. Parece que la mayoría de ellos fueron obligados a servir usando su fuerza. Ahora que está muerto se sienten mitad aliviados y mitad «desamparados» aparentemente.
A continuación Agafon tomó la palabra.
—Los residentes Ribek te están agradecidos Akito-san. Marato hizo cosas similares en este pueblo y están bien experimentados con su tiranía. El alcalde dijo que querían expresar su agradecimiento.
Por último Gerashim abrió la boca.
—Sin embargo, están preocupados por lo que harán a partir de ahora. El pueblo en sí tiene una Fuente de Ilia, así que los monstruos no suelen atacar, pero no pueden quedarse encerrados en el pueblo para siempre.
—Eso es seguro.
—Cazar o algo así…
—Si hubiera alguien para reemplazar a Marato sería bueno…
Dijeron los tres y me miraron furtivamente.
Parece que quieren que ocupe el lugar de Marato….
—…..solo tiene que haber patrullas y guardias no?
Había pensado que era el momento perfecto porque acababa de aumentar a una tarjeta de plata. Si la usaba, las patrullas y las guardias serían fáciles.
Sin embargo, me respondieron de forma un tanto inesperada.
—¿Podrías gobernar estas cuatro ciudades?
Parece que en lugar de mantener la soberanía, querían que gobernara sus ciudades.
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Estaba descansando en otra habitación de la mansión dorada.
A mi lado estaban Risha y Mira, que se lo estaban tomando con calma y me servían.
Las dos entablaron una pequeña charla conmigo.
—Maestro, ¿qué piensa hacer?
—Pienso aceptar.
Respondí con presteza.
—¿El plan original era reunir algún día estas ciudades y crear un país?
Le dije. Risha estaba allí cuando conocí a la diosa, así que comprendió y asintió.
—Sí.
—Entonces necesito aceptar.
—¡Sí, claro!
—Entonces Maestro…..¿en qué crees que te convertirás?
Mira ladeó la cabeza con curiosidad.
—¡Creo que sería bueno que te llamaran Rey!
—Creo que es demasiado pronto. La población de los cuatro pueblos es de apenas 1000 personas. Es un poco pronto para llamarlo país. Quiero tener al menos 10.000 personas.
—¿Es así?
—¡Entonces démonos prisa y lleguemos a los 10.000!
—Tarde o temprano…
Respondí y los miré a los dos una vez más.
La raza de pelo dorado y orejas de elfo.
Esclavas eternas, mis esclavas.
Quería mostrarles mi agradecimiento.
—Ustedes dos han trabajado muy duro.
—Soy indigno de tales palabras.
—Somos esclavas del Maestro, así que hacemos lo que se espera de nosotras.»
—Ya veo. Entonces por favor continúen haciendo lo que han estado haciendo.
—¡Bien!
—Entiendo.
Los dos tenían sonrisas en sus rostros.
-La magia ha sido cargada por 5.000-
-La magia ha sido cargada por 5.000-
‘Por favor sigan trabajando por mi bien’ con solo decir esas palabras recibí una carga de 10,000 de magia.
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Las cuatro ciudades quedaron bajo mi dominio en un abrir y cerrar de ojos.
Tres de las ciudades habían recibido mi ayuda y habían sido reconstruidas, por lo que no había disensión real.
Como derroté a Marato, acabé obteniendo la ciudad de Ribek para bien o para mal.
Y así de fácil controlaba cuatro ciudades.
—Esto es repentino, pero ¿podríamos tomar una ciudad más?
Gerashim había venido a preguntarme.
—¿Una más dices?
—Así es. Al sudeste de esta ciudad, Ribek, hay un pequeño pueblo de 20 habitantes. No tienen una Fuente de Iris (Ilia) ni forma de defenderse. Han venido en busca de protección.
—Ya veo.
Pensé un poco y luego asentí.
A estas alturas no estaríamos peor si aceptáramos 20 más.
—Entiendo.
Gerashim asintió.
Me puse a pensar.
Aquel pueblo me daba la sensación de cuando empecé. Construí un pueblo de unas 30 personas donde encontré a Madway.
Tenía que hacer bastantes cosas.
Tenía que asegurarme de que mi gente tuviera comida, ropa y cobijo. También tenía que asegurarme de que tuvieran las herramientas para hacer las cosas por sí mismos.
Este trabajo venía con el territorio.
Aquellas personas habían venido hasta aquí en busca de ayuda, así que pensé que debían tener diversas circunstancias.
—El representante está aquí ahora. ¿Quieres conocerlo Akito-san?
—Me reuniré con él.
Me puse de pie y salí de la habitación con Gerashim.
—Entonces, ¿qué clase de tipo es este?
—Es un hombre joven. Tiene una cara bonita y parece que sería popular.
—Un chico guapo (Ikemen) huh?
—Pero su actitud es un poco…..vino a pedir ayuda, pero está actuando terriblemente alto y poderoso.
—Oh.
Un poco como este tipo que conozco.
—Así es. Vino aquí con un esclavo. Una Esclava Eterna como las que tienes Akito-san.
—……..huh
No hay nadie más que pueda ser.
Mientras hacía una rápida suposición seguí a Gerashim.
Llegamos a la cámara de recepción y entramos.
Entonces,
—Seiya….
—Eres–
Seiya estaba sentado, pero cuando me vio se levantó de un salto de su asiento.
El hombre que fue convocado a este mundo al mismo tiempo que yo, el hombre al que la diosa le dio una Esclava Eterna, y el hombre que tenía el mismo poder para crear.
Aunque para hacer cosas necesitas cargar magia, y su método era completamente diferente al mío. Siento que lo tendrá muy difícil.
—¿Por qué estás aquí?
—Esa es mi línea. Eres Seiya, ¿verdad? Tú eres el que vino aquí pidiendo unirse a mí, ¿verdad?
—¿Unirme a ti? Espera…no puede ser…
Seiya miró a Gerashim sorprendido.
—Así es. Akito-san es nuestro líder. Hasta ahora gobierna cuatro ciudades.
—Tú, ¿qué hiciste?
—No mucho.
Sería un rollo explicarlo todo, así que pasemos al tema principal.
—¿Vas a unirte a Seiya?
—¿¡Quién se uniría a ti!?
Eso es lo que esperaba.
La última vez que lo había visto, Seiya ya había empezado a considerarme una especie de enemigo.
Desde el principio me había menospreciado.
Sea como fuere, no era el tipo de hombre que se uniría a mí.
—¿Está realmente bien? Tú lugar es…
—¡Cállate! ¡Eso no tiene nada que ver contigo!
Gritó Seiya en respuesta a la preocupación de Gerashim. Gerashim frunció el ceño y arqueó las cejas.
—¡Ch! ¿Quién se uniría a un lugar así? Vámonos a casa, idiota.
Dijo Seiya y le dio una fuerte patada a su esclava. Luego se fue tan rápido como pudo.
Su esclava había sido pateada y se golpeó la cabeza. Se levantó inestablemente y siguió lentamente a Seiya.
—Akito-san que es ….?
—Tenemos un poco de historia. No te preocupes por eso.
—Ok…….pero…
—¿Pero?
—Me sentiría mal si dejáramos a esas 20 personas vivir bajo él.
—………..
No pude responder. No encontraba las palabras adecuadas.
20 personas huh…….
—Eso es. ¿Cuántos ciudadanos tenemos ahora?
—Umm, a día de hoy tenemos 1.037 personas. La mayoría de ellos son de este pueblo, Ribek, y el que proporcionó el menor número fue tu nuevo pueblo.
—Ya veo.
1,037 personas…
Es una gran diferencia con respecto a antes.