Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 35. Esclavo Eterno
El día de hoy estuvo patas arriba desde el principio.
En primer lugar, se completó la restauración de las murallas de la ciudad, así que me trasladé con Yuria.
—¿A dónde vamos ahora? (Akito)
—Al sur…fuera de la ciudad por un momento.(Yuria)
—¿Al sur?
—La gente quiere cultivar un campo, así que hay una petición para un abrevadero.
—Un abrevadero… me pregunto si el agua de manantial (grande) estaría bien?
—Ya les he pedido a Risha-san y Mira-san que traigan los materiales.
—Ya veo. Buen trabajo.
Felicité a Yuria y le di una palmadita en la cabeza.
No le disgustaba pero tampoco parecía que la hiciera feliz.
Comparada con Risha y Mira no se ponía contenta ni me lo reprochaba tan a menudo…estaba un poco preocupado.
—¿Qué hay después de esto?
—Todo el pueblo te pidió que hicieras otra casa de baños.
—¿Todo el mundo?
—Hombres y mujeres.
—……oh, es cierto nunca lo dividí en base al género.
Originalmente lo hice para poder contemplar a mis hermosas esclavas, así que me olvidé por completo de ello.
—Lo tengo, lo haré. Ummm…El alma de lava —
—Le pregunté a Maya-san y su grupo.
—Eres realmente buena en esto.
No lo dije sólo para hacerla feliz, era mi opinión sincera.
Realmente pensaba que, aunque fuera una esclava, Yuria era una secretaria extremadamente capaz.
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Por la tarde, estaba tomando un descanso en mi mansión.
Estaba recibiendo una lujosa almohada para el regazo de mi primera esclava Risha.
—Buen trabajo Maestro.
—Estoy cansado…… tuve que ir a Timbuctoo y volver hoy…
—¿Es por Yuria?
—Si no fuera por ella creo que hubiera sido aún peor.
La dificultad de este trabajo probablemente habría aumentado unas cuantas veces.
Imaginé cómo Risha, Mira y yo nos estaríamos agotando.
—Yuria está siendo útil?
—Sí.
Risha se calmó.
Permaneció en silencio y comenzó a abanicarme ligeramente.
Sus muslos son suaves y el viento es fresco… se siente taaaan bien.
Que mi maravillosa esclava haga esto hace que el cansancio desaparezca.
Me sentí tan bien que empecé a quedarme dormido.
—Maestr–
—¡Shh!
Oí una voz. Parece que Yuria entró pero Risha la hizo callar.
—El Maestro finalmente está descansando. ¿Qué es esa gran conmoción?
Preguntó Risha.
Si no era nada importante quiero seguir disfrutando de este paraíso.
—Informe de Maya-san. Un grupo ha atacado el pueblo. Fueron derrotados y todos capturados.
—¿Así que buscaban el juicio del Maestro?
—Su líder es un hombre con un esclavo… su nombre es Seiya aparentemente.
¿Hm? ¿Seiya?
¿Seiya atacó a Ribek?
Abrí los ojos a medias y vi a Risha pensativa mientras Yuria miraba.
Técnicamente conozco a Seiya desde hace el mismo tiempo que a Risha.
Que decidirá ella…observaré por ahora.
—Yuria, solo libera a esas personas. El que tiene la esclava puede montar en cólera, pero ignóralo y que siga su camino.
—¿Está bien? ¿Vinieron a atacarnos?
—Creo que el Maestro haría lo mismo.
Dijo mientras miraba hacia mí.
Cerré los ojos rápidamente antes de que viera que estaban abiertos.
Sí, como dijo Risha.
Desde que nos separamos de la Diosa esta era la cuarta vez que me encontraba con Seiya.
Últimamente nuestras interacciones han sido como entre enemigos, y cuando nos encontramos se ha enfurecido más.
A pesar de que lo capturamos eventualmente lo hubiera liberado. No le guardo rencor personalmente.
Como era de esperar de la esclava que lleva más tiempo conmigo. Ella sabe lo que yo haría.
Después de un rato, Yuria se fue.
Yo seguí disfrutando de mi paraíso.
Si es así entonces puedo dejarle todo a ella cuando sea mi hora de descanso.
Cerré los ojos y me dormí sobre su regazo.
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Por la noche, salí de mi mansión.
La mayoría de la gente del pueblo se había ido a casa y no había gente en la calle.
Salí a pasear por una u otra razón.
Ribek era un pueblo que estuvo bajo el control de Marato hasta hace poco.
En comparación con aquella época, las casas estaban arregladas como nuevas y las calles bien organizadas.
Había cosas que yo arreglaba y otras que hacía desde cero.
La ciudad que yo hice… la ciudad que yo señoreé.
—Ahaha, oh papa que tonto~
—No, es verdad, esto es de… un pez gordo que derribé.
—Ok ok, asegurate de traer a casa tu presa antes de empezar a bromear.
Oí voces alegres que venían del interior de una casa.
Eran voces que me hacían pensar en una familia feliz.
Aquí, la gente se ríe alegremente.
—Esto es bueno.
—Milord
Alguien me llamó por detrás.
Era un hombre de mediana edad cuya cara no conocía.
—¿Tú eres?
—Me llamo Denis.
Sí, es la primera vez que oigo este nombre.
Pensando en el pasado sentí que realmente no lo había visto entre la gente que trabajaba para traer materiales a los círculos mágicos.
Me preguntaba qué quería cuando,
—Milord, sería mejor que tuviera cuidado.
Mi expresión se volvió seria pues parecía que Denis tenía algo importante que decir.
—¿Cuidado?
—Sí. La pequeña es tu esclava, ¿verdad, Milord?
—¿Yuria?
—Sí. Será mejor que tengas cuidado con esa pequeña. Ha estado dando vueltas usando el nombre de Milord por toda la ciudad.
—¿Cuál es la base de esto?
—Hay pruebas. Como hoy, ella decidió liberar a esos tipos que nos atacaron.
Hmm…Seiya quieres decir huh…
Eso fue…
—Lo decidió al azar mientras Milord descansaba. Creo que tal cosa es peligrosa. Será mejor que te encargues de este tipo de cosas rápidamente… como echarla o algo así…
—Ya veo.
Dije y él pareció sonreír con satisfacción.
De alguna manera se sentía como un chivo expiatorio, como si estuviera haciendo esto por órdenes de otra persona… al menos esa era la expresión y la impresión que daba.
Sólo de ver su expresión me sentía bastante mal.
—Gracias por la advertencia. A partir de ahora dime si notas algo más raro.
—Sí, entonces haré–
—Cualquier otra cosa mal además de mis esclavas.
Dije y Denis se quedó helado.
Su rostro se endureció como si fuera de piedra.
—Yuria es mi esclava.
—Bueno, pero…
—Aunque me traicionaran nunca me libraré de ella. Es mi eterna esclava.
Dije con franqueza y Denis hizo un sonido de ‘Urgh’.
Al momento siguiente.
-La magia se ha cargado en 2.000.000-.
Escuché ese sonido familiar cuando una luz explotó detrás de mí.
Me giré y vi a Yuria allí de pie con su gargantilla brillando con luz.
Su expresión… ni siquiera necesité mirar para entender lo que era.