Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 41. La casa de los animales
- Casa
- Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei
- 41. La casa de los animales
Afueras de Ribek. Risha y yo estábamos trabajando.
Plantábamos árboles. Plantábamos árboles que costaban unos 100 mágicos cada uno.
Yo colocaba el círculo mágico y Risha ponía los materiales.
Entonces, uno tras otro, aparecieron árboles altos y delgados con aspecto de borde de carretera.
—Maestro
—¿Qué?
—¿Cuál es el propósito de estos árboles?
—No lo sé.
Declaré rotundamente.
—¿No lo sabes?
—Sí. No lo sé.
—¿Entonces por qué las plantas?
Las manos de Risha no se detuvieron a pesar de su confusión.
—Esta mañana recordé que este tipo de árboles eran lo básico de lo básico.
—¿Básico?
—Sí.
Aunque fue en un juego…eso me lo guardo para mi.
—Este mundo fue dañado por el dios maligno y se convirtió en un páramo?
—Sí.
Risha dijo y miró furtivamente detrás de ella.
Lo que se extendía ante sus ojos era páramo, páramo y páramo.
El páramo que se veía a su alrededor podía decirse que era muy inadecuado para que vivieran los humanos.
—En esta coyuntura, tenemos que recuperar el verdor. Puede que sea difícil al principio y que tengamos que hacerlo poco a poco… pero de una forma u otra sin verdor la gente nunca podrá vivir adecuadamente.
—Así que ese era el caso……
Risha miró a su alrededor sin dejar de mover las manos.
—Lo entiendo. De algún modo, estar entre los árboles me tranquiliza. Cuantos más árboles tengamos, más en paz me sentiré.
—…. eso es lo que pensé.
En cierto modo entendía por qué decía eso.
Cabello dorado, orejas puntiagudas y aspecto hermoso.
Las esclavas eternas debían ser prácticamente iguales a la raza élfica de la que había oído hablar.
Cuando piensas en elfos, por supuesto piensas en ellos viviendo en bosques. Si yo dijera que la reforestación aliviaría sus corazones, sin duda estaría de acuerdo.
Continuamos plantando árboles.
Yo coloco el círculo, Risha lo completa.
Yo coloco el círculo, Risha lo completa.
Continuamos nuestra pequeña línea de montaje.
—Risha
—¿Sí? ¿Qué es?
—Ten en cuenta la distancia entre ellos, si no te parece bien colócalos a cierta distancia el uno del otro. Así parecerá más un bosque.
—¡Entiendo!
Risha blandió su tarjeta de esclava y asintió.
Y así seguimos plantando….. Por fin el sol estaba alto en el cielo y era mediodía.
—Tomemos un descanso.
—Ok
Risha asintió. Entonces hice pushinee para dos personas y le entregué una de ellas.
—Aquí, es el almuerzo.
—¿Maestro va a comer esto también?
—Sí. Por ahora esta es nuestra comida.
Caminé bajo uno de los árboles recién plantados y me senté allí.
Risha parecía estar comparando las apariencias de mi pushinee y el suyo.
-La magia se ha cargado en 5.000-
¿Hm? ¿Carga de magia?
¿Ahora? ¿Por qué?
—Risha
—¿Sí?
—Mi magia acaba de aumentar en 5.000. ¿Por qué?
—Eh………Oh…
Risha se sonrojó de repente de un rojo intenso.
—Porque tuve lo mismo que el Maestro.
—Ya veo, ¿quieres decir que somos pareja?
—Sí….
—Ya veo. Siéntate y toma un descanso.
—¡Ok!
Risha y yo nos tomamos un descanso.
Nos sentamos bajo la sombra del árbol y comimos nuestro almuerzo.
Pushinee realmente sabe horrible.
Pensé que sabría un poco mejor después de estar cansado de trabajar… pero no.
No era un sabor ofensivo… era más bien que estaba tan soso que no se podía hacer nada con él. Insípido hasta el punto de que casi no se podía soportar.
Bueno, ya que me llena la barriga, me conformo.
Pronto terminé de comer. Miré a Risha que estaba mordisqueando su comida.
—Ah
Risha dejó escapar un sonido.
Un pájaro había aparecido de la nada y se había posado en su hombro.
Era pintoresco.
La esclava elfa bajo un árbol con un pájaro en el hombro.
Era digno de ser un cuadro.
—Oh llegó otro.
Esta vez fue una pequeña bola de pelo blanco la que se acercó dando saltitos.
—¡Conejito-es un conejito Maestro!
—Sí.
Ese conejito también se detuvo cerca de Risha.
Inclinó su cabeza de un lado a otro mientras miraba fijamente a Risha.
Esto fue sólo el principio, ya que pequeños animales empezaron a acercarse uno tras otro.
No sé dónde estaban antes o si los atrajo el nuevo bosque…. o si los atrajo Risha.
Había ardillas, mapaches y mariposas.
Mirando a los animales reunidos, Risha tenía una mirada pacífica como si fuera una Diosa.
—Lindo….
—¿Te gustan este tipo de cosas?
—Sí
—Ya veo. Entonces tenemos que plantar césped y flores. Hemos plantado árboles, pero el suelo sigue siendo rocoso.
—Ahora que lo mencionas….
—Ayúdame Risha. Haremos un lugar para que vivan estos pequeños.
Terminamos nuestra comida y continuamos nuestra reforestación.
Plantamos árboles y hierba.
—Vamos Risha
—¡Ok!
Como no había ningún lago cerca, llevé a Risha al interior de la Espada Eterna Re y golpeé el suelo. Abrí un enorme agujero donde coloqué un manantial para llenarlo de agua.
Para cuando se puso el sol habíamos hecho un bosque de unas tres veces el tamaño de la cúpula de Tokio.
Nos quedamos en el límite entre el bosque y el páramo mirando hacia fuera.
Vimos cómo cada vez más animales acudían al bosque.
Los animales se reunían cerca de Risha antes de entrar en el bosque. Era como si Risha, como esclava/elfa, los atrajera.
Esto se repitió varias veces hasta que por fin el bosque estaba ‘vivo’.
El sonido de las hojas crujiendo y los animales corriendo se extendió por el aire. Por fin daba la sensación de que estaba vivo.
Mientras lo observábamos, llamé a Risha.
—Risha
—¿Sí, Maestro?
—Has hecho bien. Gracias a ti, por fin siento que hemos dado el primer paso para rehabilitar este mundo.
—……
Risha abrió mucho los ojos, sorprendida.
A esta chica sorprendida le repetí mis palabras.
—Lo has hecho bien. Gracias.
-La magia se ha cargado en 50.000-.
—Soy indigna de tus palabras Maestro.
Dijo Risha con emoción.
—Cuando tengamos más tiempo libre continuemos con nuestros esfuerzos.
—¡Ok!
Risha asintió con una enorme sonrisa en la cara.