Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 44. Tolerancia
—AKIIIIIHHHHIIIITTTTTOOOOOOOOO (Este es Seiya olvidando el nombre correcto de Akito)
Mientras volvía al pueblo rodeado de Maya y las chicas, oí una voz lejana gritando.
Cuando me giré para mirar, era Seiya.
Hacía tiempo que no le veía, pero se acercó con los ojos inyectados en sangre y blandió hacia mí una espada de hierro.
—Akito
—Está bien.
Contuve a Maya y saqué a mi Espada Eterna Re.
No quería quedar mal delante de esas mujeres que me habían expresado su afecto.
—¡UOOOO!
—¡Fu!
Blandí mi espada e intercepté el ataque de Seiya.
Un sonido metálico sonó una vez… y mi espada partió la de Seiya por la mitad.
—¡Maldita sea!
Seiya volvió a blandir tontamente su espada rota hacia mí.
Si lo mirabas de reojo parecía como si un mocoso malcriado estuviera haciendo un berrinche, el ataque era completamente inútil.
Le agarré la mano y le di un rápido puñetazo en el estómago.
Su espada cayó al suelo con estrépito.
—Guuuwaaaa…….
Seiya cayó de rodillas con un sonido deprimente.
—¡Maestro!
La esclava de Seiya se acercó corriendo.
Su ropa era la misma que había llevado en casa de la Diosa… excepto que estaba aún más desgastada.
……esto es probablemente lo que él consideraba ropa apropiada para una esclava.
Parecía preocupada por él y corrió a su lado.
—¡Cállate!
Seiya la sacudió.
Luego retrocedió y le abofeteó limpiamente la mejilla con el dorso de la mano.
Ella cayó de espaldas y se sujetó la mejilla con expresión llorosa.
—¡Maldita sea! ¿¡Sólo 200!? ¡Esta maldita cosa inútil!
No, creo que ya es hora de que te des cuenta de que este no era el camino correcto.
—Hey…Seiya–
—¡Cállate!
Me fulminó con la mirada mientras sus ojos inyectados en sangre se ponían aún más rojos.
—¡Dime! ¿Qué clase de truco has hecho? ¿Te encontraste con la Diosa otra vez y la sedujiste?
—¿Diosa? Si te refieres a Ilia, no la he visto desde entonces.
—¡No me mientas! ¿Qué hiciste?
—…… Acabo de hacer un pueblo junto con mi esclava…
—¡No me mientas!!
Seiya gritó.
—¡No hay forma de que hayas hecho una ciudad tan grande! ¡No hay forma de que hayas conseguido cuatro ciudades tan rápido!!……………Tú… ¡¡¡SÉ QUE HICIERON TRAMPA!!!
¿Así que esta es la conclusión?
¿No puedes entender que estoy haciendo trampa?
—Haaaa…Callate. No hice mucho. Sólo hice felices a mis esclavas.
—¡Maldito seas!
Seiya trató de golpearme.
En represalia yo… no hice nada porque Maya había forzado la marcha y le había inmovilizado los brazos a la espalda.
—¡Suéltame! ¡Maldita sea! ¡Incluso ahora intentas ponerme en ridículo!
—No, yo no…
—¡Cállate, cállate, cállate!
Gritó. Parece que cualquier cosa que intente decir será inútil.
—Hey Akito, que debemos hacer con este tipo.
Maya me miró y también lo hicieron las otras chicas.
Parecía como si dijeran ‘Si hay que deshacerse de él, podemos hacerlo por ti’.
—……solo dejemos que esta mierda se vaya.
—¿Está bien?
—Sí, es el único que me queda de mi antiguo hogar.
—Si ese es el caso… entonces no se puede evitar.
Maya pareció entender.
Empujó a Seiya lejos de mí.
Mientras se tambaleaba, Seiya volvió a mirarme fijamente.
—Akihito……
—Te lo diré una vez más. No hice gran cosa. No hice trampa. Sólo pensé en cómo tratar mejor a mis esclavas. Puedes tomar ese significado de la manera que quieras.
—……
No contestó, simplemente me miró como si hubiera matado a sus padres.
—Si crees que te estoy engañando, intenta hacer feliz a tu esclava y verás. Si lo haces, puede que las cosas cambien.
—¡Cállate!
Gritó Seiya, y se dio la vuelta.
—¿Quién creería esta patraña? Sólo mira, descubriré cómo hiciste trampa y qué trucos usaste.
—……
Parece que no importa lo que diga, no lo entenderá.
Seiya se alejó y su esclavo comenzó a seguirlo.
—¡Maestro!
—¡No me sigas inútil!
Su esclavo se congeló.
—¡Solo siéntate ahí en seiza! ¡No vuelvas hoy!
Seiya se fue después de gritarle eso a su esclavo.
Su esclavo observo como se iba y luego, como le ordeno, se arrodillo sobre las piedras en seiza.
—Espera, ¿qué haces ahí? Te vas a lesionar las piernas, así que levántate.
Maya caminó hacia ella a punto de levantarla para ponerla de pie.
—Maya.
—¿Qué?
Maya vaciló ante la expresión seria de mi rostro.
—Déjala hacer lo que quiera.
—Pero…
—Es una orden de su Maestro, y ella es una esclava eterna.
Me volví hacia ella y le pregunté,
—Eso es verdad?
—……
Ella no contestó. Sólo me miró.
Parecía extrañamente, agradecida por la consideración….
—¿Es así?
—Vamos.
Tomé a Maya y a las chicas y me fui.
Nos alejamos del esclavo de Seiya.
Maya y las chicas miraban continuamente hacia atrás de forma furtiva, pero yo no volví la vista ni una sola vez.
Probablemente era parte de su propio orgullo.
Gracias a que Risha y el resto me habían dicho que el exceso de trabajo era un símbolo de orgullo… tenía cierta confianza en lo que pensaba.
Nuestro grupo avanzó por el desierto.
Después de caminar un rato Maya me llamó.
—Akito
—¿Qué?
—Eres… un hombre aún más grande de lo que habíamos pensado…
—¿De verdad?
—Así es. ¿Verdad?
Maya gritó y las chicas estuvieron de acuerdo.
—En comparación …… ese tipo no tiene huevos. No es un hombre de verdad.
Una vez más las chicas estuvieron de acuerdo.
Todas empezaron a hablar y el ambiente se animó.
—Hey Akito…
Maya se acercó, me abrazó y me habló con voz suave y persuasiva…
—¿Qué pasa?
—Como pensaba…Danos niños ahora.
Las voces de las chicas cesaron de repente y todas me miraron con ojos expectantes.
Me alegro de su esperanzador pero….
—Ahora no. Todavía no tengo tiempo libre para crear una ciudad para ustedes. Tienen que esperar un poco.
—Ya veo… está bien.
Maya se separó de mí con cara de soledad.
Me preguntaba si necesitaba hacer un poco de seguimiento emocional cuando,
—Como pensaba…Akito es un tipo grande y tolerante.
—Un!
—¡Yo también lo creo!
—¡Estoy deseando que llegue el día en que podamos tener a tus hijos!
Dijeron Maya y las chicas.
Estaba aún más animado que antes……era una ocasión feliz.