Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 59. Tentar y recibir
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- 59. Tentar y recibir
—¡Es un problema Maestro!
Estaba tomando un descanso en una casa temporal situada en nuestra ciudad recién construida, cuando Lilia se acercó corriendo.
Estaba toda agitada mientras me llamaba tratando de recuperar el aliento.
—¿Qué pasa?
—La gente del pueblo está protestando desu. Están pidiendo que el Maestro salga desu
—……¿Dónde?
—Te guiaré hasta allí desuno.
Salí y seguí a Lilia.
A cierta distancia del pueblo estaba el almacén de alimentos. En su interior había montañas de pushinee.
Eran mis recursos estratégicos.
Hice una tonelada de ellos para este pueblo y adopté la postura de dejarles comer todo lo que quisieran.
Había mucha gente fuera del almacén de pushinee.
¿Qué había pasado?
—¿Qué es todo esto?
A medida que llegaba la gente se apretujaba más hacia mí.
—Milord, pase lo que pase… ¿no cree que esto es inaceptable?
—¿Inaceptable?
—Esto de aquí…esto.
Dijo un hombre mientras me entregaba un pushinee con insatisfacción.
Lo acepté y lo miré con seriedad.
No tenía nada de malo. Era uno de los pushinee del interior del almacén.
—¿Qué tiene de malo?
—¿Qué quieres decir? Vi como tu esclava hizo esto.
—Fumu
Así que vieron a Lilia haciendo el pushinee como le dije.
—¿Entonces?
—¿Y? ¿No es cruel obligar a la gente a comer tierra?
—……Oh
Finalmente entendí lo que estaba mal.
Todo había ido bien hasta ahora, realmente no pensé en ello de esa manera. Sólo pensé que era algo hecho por la ‘magia’ de la DORECA.
Así es… la materia prima para el pushinee era la suciedad.
Requiere 1 magia y algo de suciedad.
Sabiendo que se convirtió en ‘Hacernos comer suciedad es cruel.’
—Te estamos muy agradecidos, nuestro Señor, ¿sabes? Nos hiciste hogares, ropa y varias cosas. Pero sea como sea, no podemos aceptar que nos hagas comer tierra.
—¡Así es!
—¡No comeré tierra!
—Por favor, prepara otra cosa
Varias personas toman la palabra.
Todos parecían insatisfechos.
Miré y vi el pushinee esparcido por el suelo.
Lo habían tratado como basura.
—……. Ya veo…dame un rato para pensarlo.
Dije y me llevé a Lilia.
Volvimos a la casa y Lilia dio un pisotón de frustración.
—¿Qué les pasa? Son muy groseros desuno!
—Bueno…no puedo decir que no lo entiendo. Es suciedad después de todo…originalmente.
—Solo dejarles tener suficiente para comer es un lujo desuno. Ellos no entienden que es por el buen corazón del Maestro desu.
No se trata tanto de ser cariñoso como de que es su salvavidas.
Yo les garantizaría el sustento mínimo, pero si querían algo más lujoso tendrían que trabajárselo ellos mismos, esa era mi política.
—¿Qué hacemos Maestro? Si quieres, Lilia hará una cárcel y los meterá a todos desu no.
—¿Gobernar por miedo?
—Cualquiera que desobedezca al Maestro debe ser purgado desu no.
—Para ya, tonta.
La agarré por los hombros y la sacudí.
Parecía mareada mientras su cabeza oscilaba.
Mientras la miraba pensé.
Meterlos en la cárcel y purgarlos estaba descartado… Tenía que pensar en otra cosa.
—…..Liliia. Envía un mensaje a Maya.
—¿Los guardias de élite? ¿Así que es una purga después de todo desuno?
—¡No sonrías así! Sólo llámalos aquí.
—Tsk desuno. Entiendo.
Lilia infelizmente obedeció.
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Avisé a la gente del pueblo una vez más.
Si se comían el pushinee entonces llenarían sus estómagos. Había muchas en el almacén y si alguien quería comérselas podía hacerlo.
También les dije que no les prepararía nada más. Les daría el mismo trato que a los demás pueblos.
Coman o no… no me importa.
Eso es lo que les dije.
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Al día siguiente Maya vino corriendo.
Me reuní con ella en el alojamiento temporal.
—Ha pasado mucho tiempo Akito. ¿No es hora de que empieces a darnos algunos niños?
—Desgraciadamente, eso será un poco más adelante.
Recientemente este había sido el intercambio cada vez que nos habíamos reunido. Prácticamente había sustituido a ‘estoy en casa’ y ‘bienvenido de nuevo’.
—De todos modos, tengo una petición.
—Es la purga de estos ciudadanos, ¿verdad? Realmente no nos gusta hacer eso, pero si Akito es el que lo pide entonces iremos ahora mismo y—
—No necesitas prestar atención a lo que Lilia te pidió que hicieras.
¿Sigue diciendo ‘purga purga’? Que chica…
Pero en serio… ¿realmente parezco el tipo de persona para darle esa orden a Maya?
Eso es algo chocante.
—Es un trabajo sencillo. Sólo tienes que vigilar el almacén pushinee.
—¿Sólo vigilarlo?
—Sí, pero sólo durante el día. Sólo tienes que asegurarte de que nadie entre durante el día. Si quieres, o si hay alboroto puedes hacer una gran producción atrapando a los que se cuelan.
—¿Podemos hacer lo que queramos con la gran producción verdad?
—Sí. Pero, por la noche retírate y no dejes guardia.
—……¿Qué intentas hacer?
Dijo Maya mientras me miraba sin comprender.
—Solo hazlo por favor.
—Bueno, ya que lo pides lo haremos.
Maya dijo con una mirada complicada en su cara.
Después de pensar un poco, pareció resuelta.
—De acuerdo, déjamelo a mí. De día es inexpugnable, de noche lo ignoramos. ¿Así es como debe ser?
—Eso es perfecto. Pero si hay gente que quiere empujones, dáselos, pero…..
—No les dejemos entrar, ¿eh?
Dijo Maya sonriendo.
No entendía de qué iba la cosa, pero enseguida comprendió su propio papel.
—Exactamente.
—Entendido. Reforzaremos la guardia para que no entre nadie.
Dijo Maya y se fue a cumplir con su deber.
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Maya ejecutó fielmente mis órdenes.
Las cien mujeres de las fuerzas de élite rodearon el almacén de pushinee y alinearon su nitoka.
Lo colocaron bajo la máxima seguridad posible.
Si había gente que quería pushinee, las chicas recibían la orden y les daban el número que pedían.
Luego, por la noche, se retiraban completamente.
Repetían esto.
Mientras esto ocurría, yo continuaba desarrollando la ciudad como si nada hubiera pasado.
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Una semana después de que empezaran a vigilar el almacén, Maya vino a verme.
—Akito, han robado en el almacén.
—Oh
Por fin llegó, pensé.
—Cuéntame con detalle.
Dejé lo que había estado haciendo y escuché a Maya.
—Esta mañana estábamos haciendo guardia como de costumbre. Vino un hombre que quería pushinee, y cuando entramos en el almacén era definitivamente menos que la noche anterior.
—¿Estás segura? No fue un error, ¿verdad?
—Aceptamos esta tarea, los reunimos adecuadamente y lo comprobamos.
—Ya veo.
Bien bien, finalmente.
—Akito te ves un poco feliz… a pesar de que te robaron.
—Esto es lo que he estado buscando después de todo.
—¿Qué quieres decir?
—Primero, la gente de este pueblo odia el pushinee. ‘Qué haces haciéndonos comer tierra~’ o eso dicen
—Qué gente más miserable…
Maya dijo.
Habían caído en convertirse en bandidos porque no tenían suficiente comida para comer. Se notaban sus sentimientos por esa experiencia.
—Es demasiado problemático convencerlos a todos. Incluso si lo hiciera, sería algo que les impondría y les dejaría insatisfechos. Entonces las llamé a ustedes. Ya que lo habéis vigilado tan de cerca, estaba tratando de implantar la idea de que ‘estos son preciosos’ en sus mentes.
—Ya veo, ¿así que dejarlo abierto por la noche era para hacerlo más fácil?
—Así es.
—Así que se han enganchado con éxito.
Maya soltó una risita.
Parecía estar disfrutando de verdad.
—Así es. Pero aun así, es cierto que los pushinee son importantes… aunque yo pueda producirlos en masa.
—Conozco su importancia y cómo nos salvaste con ellas.
Dijo Maya mirándome con ojos llenos de gratitud.
Era como mirarías a tu benefactor…no a alguien aún más importante.
—Los tendré unos días más. En poco tiempo su forma de pensar cambiará y podremos ajustar esto.
—Vale.
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Fue incluso más rápido de lo que esperaba.
Al día siguiente, Lilia y yo estábamos creando las murallas de la ciudad cuando se acercó un hombre solo.
Era el hombre bien formado que había levantado la mano durante el tutorial.
—Eres…..
—Zawal
—Ya veo. ¿Qué pasó?
—Tengo una petición para usted Milord. Esa comida que mostraste…..la…
—¿Pushinee?
—Sí, pushinee. ¿Podrías hacernos un poco? No queda nada de lo que habías hecho.
—¿Ya se acabó?
Me hice el tonto.
Había recibido el mismo informe de Maya.
Anoche habían robado casi todo lo que quedaba.
Era tal y como había esperado.
Lo robaban con la sensación de que ‘si no lo cogemos ahora no conseguiremos nada’ y se llevaban un montón.
En algún momento esto sucedería y causaría una escasez. Pensé que aceleraría su caída en una escasez de alimentos.
Pero para que suceda ya.
Miré a Zawal y le dije.
—Ok, dile a la gente del almacén de alimentos que estaremos allí.
Lo envié por delante.
—Lilia
—¿Sí desuno?
—Te dejaré a ti la creación del pushinee.
—Obedeceré las órdenes de Onii-chan desuno. Pero Onii-chan es más eficiente que Lilia. Lilia solo puede hacerlos uno por uno con la tarjeta de bronce desu no.
—Es exactamente por eso.
Dije y Lilia me miro con la cabeza ladeada confundida.
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Hice que Lilia se adelantara a hacer el pushinee.
Si tenía una tarjeta de plata podía hacer 10, si tenía oro podía hacer 100, pero tenía una tarjeta de esclava (bronce) que sólo podía hacer uno a la vez.
Hacía un círculo, ponía un poco de tierra y creaba una sola pushinee.
Sólo necesitaba un poder mágico, pero le llevaba mucho tiempo.
Así que… Lilia estaría allí siendo observada por la gente del pueblo mientras sudaba y trabajaba.
Lilia no se quejaba. Era mi esclava. No se quejaba, sino que se sentía feliz de trabajar como yo le ordenaba.
Pero si no lo sabías y la observabas, veías a una mujer joven haciendo trabajos forzados.
No sólo parecía un trabajo duro… era un trabajo duro. Tardaba una hora entera sólo para hacer suficiente pushinee para que cada habitante del pueblo tuviera uno.
Mientras la gente del pueblo miraba… comenzaron a echarle una mano.
Poco a poco, Lilia fue colocando los círculos mágicos y la gente del pueblo fue colocando los materiales dentro de ellos como en una cadena de producción.
—¿Tanto costaba hacer la pushinee?
—Puede ser asqueroso, pero evita que nos muramos de hambre…
—Y lo recibimos todo gratis….el Señor es un tipo increíble…
Aquí y allá se oían voces que decían cosas drásticamente distintas a las de hacía unos días.
La gente que se había quejado y protestado ahora agradecía a Lilia su duro trabajo.
Todo según lo previsto.
Ahora no deberia haber mas problemas con respecto al pushinee.