El Harem del Emperador - 10. Examen sorpresa y el regreso de la bella durmiente
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¿Quién rayos soy?
El resto de la noche apenas pude dormir mientras el enigma de mi nueva identidad daba vueltas en mi cabeza.
Ya llevaba casi un año viviendo en este mundo y en ningún momento escuché a nadie llamarme por algún nombre. No sólo eso, tampoco había conocido a nadie que pudiera considerar un familiar o algo parecido.
Las sirvientas aunque me llamaban por títulos como maestro o amo en ningún momento daban la impresión de realmente estar sirviendo a mí.
Realmente todo alrededor mi daba una impresión de haber gato encerrado.
Lo único de lo que estaba seguro es que para alguien mi vida era lo suficientemente valiosa como para gastar lo que fuera necesario para mantenerme con vida.
¿Quizás la cabeza de la familia sea quien fuera, era la clave de todo?
Medite está información mientras tomaba en cuenta que ésas mujeres parecían a ver sido enviadas por el.
¿Ahora que lo pienso? Esa chica pelirroja uso algunas palabras complicadas pero claramente pude entender algunas como ‘camara de representantes y duques’.
Bueno no tengo mucho con lo que trabajar pero si sumamos a la mezcla la existencia de magia y que esto es probablemente un mundo de fantasía como en esas novelas o videojuegos ( aunque yo solo tengo los primeros 3 dragón Quest cómo ejemplo).
Mundo de fantasía= sistema feudal = Reyes/ Duques/ Marqués / Conde/ Vizconde/ Barón.
La chica pelirroja dijo estar relacionada con Duques, los cuales son peces bastantes gordos dentro de la jerarquía. Y ahora sí tomamos en cuenta que esa persona fue enviada a mi dormitorio por la ya antes mencionada cabeza de la familia. Bueno no necesito ser un genio para darme cuenta que esa persona sea quien sea, es alguien bastante poderoso.
Ahora eso me lleva a mi posición en este lugar.
¿Que relación tengo con la cabeza de la familia?
¿Y que pretendía enviando a esas mujeres a dormir conmigo?
Mmm… Pienso y pienso pero todo lo que puedo hacer es sacar algunas hipótesis sin mucho sustento.
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El día comenzó con la misma rutina. Y durante la mañana así como el transcurso del medio día no hubo ninguna novedad.
Sin embargo nuevamente había subestimado seriamente a Claudia, e iba a pagar el precio por ello.
* NOCK* NOCK*
El almuerzo recién había pasado cuando Claudia en compañía de una cara familiar entró.
– ¡Muchas gracias Lady Claudia! ¡Enserio se lo agradezco muchísimo! ¡Le garantizo que soy una maid nueva, nunca me volverá a ver holgazanear en el trabajo!
Mera venía acompañado a Claudia mientras con lágrimas en los ojos hacia promesas infantiles. Las cuales, por la forma en que la maid en guardia rodó los ojos, estoy seguro no es la primera vez que hace.
– Suficiente Mera.
– ¡S-Si!
Solo con una orden bastó para que Mera detuviera sus lloriqueos y siguiera a Claudia en silencio.
– Buenas tardes Linet
– Buenas tardes Miss Claudia.
La maid en guardia hizo una pequeña reverencia para saludar a Claudia.
– No asé falta tanta formalidad Linet. Hoy solo e venido a realizar una prueba rápida.
Linet no pudo evitar inclinar la cabeza cuando Claudia seguida de Mera la pasaron por alto y fueron directo hacía mí.
– Muy bien Miss Claudia estoy lista, usted diga que es esa tan importante prueba para la que usted me necesita.
– Espera un momento Mera, necesitamos primero de otra persona para realizar la prueba de hoy. Ella no debe tardar mucho en llegar según mis cálculos.
Ahora fue el turno de Mera de inclinar la cabeza en confusión mientras se detenía junto a Claudia a un lado de la cama dónde me encontraba.
* NOCK* NOCK*
Tras un breve llamado la puerta de la habitación se abrió. Y mis ojos casi se me salen del cráneo cuando vi a Priya entrar acompañada de otra persona.
– Con permiso.
– Con permiso.
– Adelante pasen las estábamos esperando.
Ya antes había mencionado lo inusual que eran los rasgos de Priya con respecto al resto de maids. Por ello no pude evitar pensar que ella debía estar directamente relacionada con su actual acompañante.
* Tragó *
Tragué saliva con una mezcla de terror y fascinación en mi pecho. Terror por qué me había dado cuenta de los planes actuales de Claudia, y fascinación por la belleza de piel morena que acompañaba a Priya.
– Buenas tardes Miss Claudia.
La pequeña maid no tardo en hacer una educada reverencia mientras levantaba con sus manos su vestido.
– Veo que has estudiado muy duro Alisha.
– Es lo menos que puedo hacer para pagar su generosidad Miss Claudia.
Mis ojos recorrieron el la figura de la Loli maid frente a mí. Ella debía tener la edad de una estudiante de tercer año, al menos 3 o 2 años más joven que Marie. Tenía el cabello negro al igual que Priya, pero a diferencia de esta ella lo conservaba largo y peinado en una sola trenza que llegaba hasta mitad de su espalda.
– Priya te explico para que te mandé a llamar.
– Si, mi hermana.. Perdón, la profesora me informó antes de venir.
[Así que son hermanas he] dije dentro de mi cabeza.
– Me alegra mucho que aceptarás, la verdad no tengo otra persona de confianza que encaje con el perfil que necesitaba. Ahora ven necesito que te acerques para poder empezar, no tardaremos mucho.
Con un andar suave y tranquilo la pequeña maid se colocó al lado izquierdo de Claudia.
Mera que aún no lograba entender a que venia toda la situación, permaneció al lado derecho de Claudia mientras un gran signo de interrogación flotaba sobré su cabeza.
– Muy bien entonces empezamos con la prueba.
Claudia entonces tomó una de mis manos y de la forma más casual la apoyo contra el pecho de Mera.
– ¡¿Mi-miss Claudia de que se trata esto?!
– Quédate quieta Mera o te devuelvo a capacitación.
– ¡Yes Miss!
El rostro de mera se encontraba sonrojado mientras soportaba mi mano siendo oprimida contra su seno derecho. No sé que tan severa es esa tan mencionada re capacitación, pero debe ser dura si ella prefiere ser manoseada a tener que volver.
Mis ojos bucearon de manera involuntaria ante la surrealista escena. Me encontraba siendo observado por la escrupulosa Claudia mientras la palma de mi mano se hundía en el pecho de Mera.
– No es suficiente.
De pronto Claudia rompió el silencio con una voz insatisfecha. Y tanto como Mera y yo reaccionamos de la misma manera.
– He?
(He?)
– Necesito que los saques, no tendré suficiente evidencia de lo contrario.
El silencio se hizo en la habitación antes de que Mera reaccionara echándose para atrás mientras se cubría el pecho con ambas manos.
–¡¡Heeee!! ¡Miss, miss Claudia! ¡No creé que está yendo demasiado lejos! ¡yo-yo soy todavía doncella nunca per…!
– Cincuenta.
Mera se quedó muda al escuchar esa única palabra salir de la boca de Claudia mientras está permanecía imperturbable.
– Cincuenta es el número de piezas de vajilla que has roto y vuelto a unir con magia de tierra.
La expresión en el rostro de Mera se petrifico bajo las frías miradas de Priya y Alisha, mientras tanto Linet por alguna razón mantenía una sonrrisa nerviosa mientras parecía intentar borrar su presencia en un rincón de la habitación.
– A eso hay que sumarle el té y los dulces que tú y Regina han estado tomando a escondidas de la despensa. Ah, y como olvidar la botella de vino misteriosamente desaparecida del sótano ¿creo que Federica te ayudó con eso no es así? Recuérdame después darle un trabajo especial, se que les encanta pasar tiempo en el jardín. Pero en tu caso creo sería una mejor idea mandarle la cuenta al barón Drake, supongo que el tendrá una o dos cosas que decir sobré el gusto de su hija por el te y el vino de lujo.
El rostro de Mera se contrajo antes de distorsionarse en una versión live action de la famosa pintura “el grito”
– ¡¡¡Nooooooo!! ¡Todo menos eso, papá está vez de seguro me vendé como esclava! ¡Miss Claudia por favor le ruego perdón!
Ella se encontraba a nada de saltar a los pies de Claudia cuando está la detiene con una sola palabra en el acto.
– Mera.
El tono de voz de Claudia apenas había cambiado, pero eso era suficiente para mandar un escalofrío por la espalda de cualquiera que la escuchará. Mera no fue la excepción y ella rápidamente detuvo sus lloriqueos y enderezó la espalda a la vez que daba un saludo militar.
– ¡Yes Miss!
– Saca tus pechos.
– ¡Cómo ordené Miss!
Las manos de Mera no dudaron en abrir su blusa y desabrochar su sostén (el cuál era de los que se abren desde enfrente).
* Boing *
El efecto de rebote de ese par de masas fue audible para todos tan pronto estuvieron libres. Ya sabía que los pechos de Mera eran los más grandes entre las maids, pero no fue hasta que los vi libres de toda restricción, que me di cuenta que había subestimado seriamente sus dimensiones.
Incluso siendo yo un partidario de los pechos planos no pude evitar que mis ojos fueron robados por el rebote hipnótico de ese par.
– Ahora acércate.
Claudia ordenó una vez más mientras sostenía mi mano.
– ¡Yes Miss!
Mera con un rostro resignando se acercó a a la cama.
* Tocar*
– ¡Kyaa!
Mera soltó un pequeño grito cuan mi mano abierta fue presionada contra la piel desnuda de su pecho. Yo por mi parte no pude evitar cerrar un poco mi mano ante la sensación de calidez y elasticidad que sentía entre mis dedos.
[ ¡Que carajos¡ ¿Los pechos siempre se sintieron así de bien? ¡No se parecen a nada que hubiera experimentado en mi vida pasada! ¡Estoy de seguro que debe sentirse increíble usar algo así como almohada!]
Inconscientemente mi mano comenzó a moverse por su cuenta tratando de saborear más a fondo la cómoda sensación que la envolvía.
– Ah~Ah~…
Leves gemidos se escaparon de la boca de Mera mientras mi mano rozaba de manera accidental el carnoso y rosa pezón que coronaba su pecho. Inconscientemente ahora me encontraba manoseando su pecho de manera activa con mi mano.
– ¡Miss-miss Claudia! ¡Mi piel está… Siento algo extraño donde el maestro está tocando!
No tuve tiempo de reaccionar a las palabras de Mera. Antes de que me diera cuánta de mi desliz, la mano libre de Claudia fue directo a mi entrepierna.
Casi salté de la sorpresa al sentir su mano sobre mi paquete.
– No, no hay ninguna reacción positiva.
Claudia apartó su mano de mi entrepierna después de tentar lo suficiente.
– Eso es todo Mera, puedes vestirte.
Claudia aparto mi mano del pecho de Mera y está comenzó a vestirse mientras su rostro se mantenía rojo como una remolacha.
– Miss Claudia… Sobre el asunto de..
– Pasaré por alto tus faltas por ahora. Pero si vuelvo a encontrar otra pieza de vajilla rota o algo desaparece de la despensa, no dudaré en enviarte devuelta con el Conde con una carta pegada a tu frente.
– ¡Gracias, no la decepcionaré!
Mera retrocedió varios pasos mientras no dejaba de bajar la cabeza hacia Claudia.
– Alisha cariño puedes venir un momento.
* Tragó*
Tragué saliva mientras mi espalda se empapaba en sudor. Me sentía como deportista de alto rendimiento frente a un examen antidoping sorpresa.
La pequeña maid ocupo el lugar de Mera y con una cara inexpresiva me miró.
Ella era linda, de eso no me cabía ninguna duda. Sus grandes ojos cafés eran tan hermosos y claros que me avergonzaba verlos directamente con mis ojos indignos e impuros.
– ¿Quiere que muestre mi pecho?
Casi me atraganto cuando esas palabras fueron dichas con una voz tan inocente y pura.
– Mmm.. No, no quiero que tengas que hacer más por mí Alisha, ya es suficiente para mí que aceptarás mi irracional petición.
Claudia acarició la cabeza de Alisha y está se dejó consentir como un pequeño cachorro.
Solté un pesado suspiro de alivio dentro de mi mente al escuchar ésas palabras. Después de todo no todo estaba perdido para mí, solo tenía que encontrar una manera de pasar está prueba y mi condición no sería descubierta.
[Ahora ¿Como rayos consigo burlar la prueba de Claudia?…. Lo mejor que se me ocurre es utilizar la misma técnica que utilizan en algunas películas antiguas para engañar el polígrafo.]
En mi cabeza recordé la escena de cierta película donde el criminal engaña el polígrafo clavándose una aguja.
[ Bueno tampoco es que tenga muchas alternativas ¿Supongo que morderme la lengua tendrá que bastar?]
Justo cuando acababa de terminar de trazar mi plan de acción en mi cabeza Claudia detuvo las caricias a la cabeza de Alisha.
– Ahora quédate quieta Alisha esto solo tomara un minuto.
Alisha tomo posición mientras sacaba su inexistente pecho. Yo por mi parte comencé a morderme la lengua con fuerza tan pronto Claudia tomó mi mano.
Mi mano fue conducida por Claudia hasta el pecho de Alisha y tan pronto la palma de mi mano estuvo en contacto, el mástil mayor se levantó ondeado velas listo para zarpar a la aventura.
Bajo la mirada silenciosa de todas las mujeres en la habitación secretamente seguí mordiéndome la lengua ahora con el objetivo de suicidarme.