El Harem del Emperador - 11. Sueños de libertad
Creo que es bastante obvio pero mi intento de suicidio no funcionó. No sé que pretenda Claudia con la nueva información que obtuvo de mi, pero si algo sé, es que no me quedaré acostado esperando a saberlo.
Y gracias a la recién restituida Mera que por fin tengo la oportunidad de ponerme en acción.
* Ronquidos * * Ronquidos *
El gran genio Albert Einstein una vez dijo “ Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy tan seguro” ahora entiendo perfectamente lo que el debió haber sentido cuando ideó esa frase.
Cuando escuché a Claudia advertir tan severamente a Mera de que no abría segundas oportunidades, realmente pensé que se lo tomaría enserio.
* Ronquidos * * Ronquidos *
En lugar de eso me encuentro frente su tonta cara dormida.
Cómo sea volviendo al tema. Hoy decidí comenzar con la operación sueños de libertad. Lo se, suena genial ¿no? Dividí la operación en tres partes.
Parte uno exploración.
Partes dos planificación.
Parte tres escapé.
La parte uno “exploración” como indica su nombre se centra en la exploración del pasadizo secreto dentro de la pared.
Honestamente he puesto todas mis esperanzas en dicho pasadizo y rezó con todas mis fuerzas porque no resulte ser un callejón sin salida.
Y con ese objetivo en mente robé el broche de Mera mientras resistió la tentación de manosear sus senos en el proceso.
Ya con el broche en mi poder, voy hacia la entrada del pasadizo secreto y abro el panel de madera que lo oculta.
Con un leve traqueteo la puerta se abre y meto la cabeza para inspeccionar.
( Despejado)
Ahora procedo a despojarme de mi camisón e incluso me quitó la ropa interior y la doblo antes de ocultarla bajo la cama. Cómo dije antes, el pasadizo secreto se encuentra cubierto de una buena cantidad de polvo, mi apuesta para esta noche es ver a dónde lleva minimizando las posibilidades de ser descubierto.
Lo único que llevo conmigo es el broche de Mera cómo herramienta y quizás como un arma? Bueno supongo que tener algo con punta es mejor que nada.
Me introduzco en el pasaje y cierro la puerta detrás de mi.
Trató de evitar el contacto con las paredes y el techo que se encontraban a escasos centímetros de mi cabeza. El corredor apenas es lo suficientemente ancho para que un hombre adulto pueda transitar sin problemas, y las piedras fosforescentes en el piso ilumina lo necesario para no tener dificultades al avanzar.
Caminó por el pasillo unos doce metros aproximadamente antes de toparme con una intercepción en forma de T.
Me detengo un momento y asomó la cabeza primero para observar en ambas direcciones.
El corredor de la izquierda parece seguir en línea recta mientras el de la derecha dobla a unos metros.
Tras meditar unos segundos elijo seguir el pasillo de la izquierda y por ende el que parece llevarme más lejos. Antes de continuar uso el broche de Mera para marcar la pared.
Continúo explorando el laberintico conjunto de corredores mientras de vez en cuando encuentro más puertas como la de mi habitación. En todas intento usar el broche para abrirlas pero me encuentro con que o bien los seguros están atascados o hay algo del otro lado obstruyéndolas.
Cómo sea, ya me encontraba casi resignado a volver con las manos vacías cuando en el intento número 7 una de las trampillas se abrió.
Con cautela abrí la puerta solo para encontrarme una habitación que posiblemente se usaba como almacén.
La habitación en sí debía ser al menos tres o cuatro veces más grande que la mía y debía tratarse de alguna especie de salón. Muebles de aspecto costoso de todo tipo se encontraban apilados de manera ordenada mientras algunas mantas los cubrían del polvo, de no ser por la luz de la luna que se filtraba entre las cortinas no habría logrado moverme entre los muebles.
No me tomó mucho tiempo localizar la puerta, la cuál para mí decepción se encontraba cerrada con llave. Después de una leve inspección decidí abandonar la habitación.
Seguí deambulando por la red de pasajes secretos, está vez logré abrir más trampillas que me llevaron a distintas habitaciones. Dos recámaras vacías, un salón, otro almacén de muebles y en mi último intento un baño.
Aunque para ser exactos la palabra baño se queda corta para describir mi descubrimiento.
Cuando abrí la trampilla en la pared lo primero con lo que me topé fue un armario. Ese descubrimiento ya de por si ameritaba una celebración al poder apropiarme de algunas toallas limpias con las que limpiarme antes de volver a la cama. Sin embargo imaginen mi sorpresa cuando abro la puerta del armario y de repente soy recibido por un gigantesco baño estilo greco romano.
En medio del baño había una piscina ovalada de unos 20 metros de largo por 10 de ancho, y en el centro de dicha piscina se alzaba una fuente de mármol de al menos 4 metros de alto desde la cuál brotaba agua caliente.
La fuente se encontraba bellamente esculpida con figuras de sirenas y otras criaturas marinas mitológicas mientras que en la cima se podía ver una estatua tamaño real de la diosa Minerva.
La cantidad de lujo en este baño fue suficiente como para hacer que la mandíbula casi se me cayera al suelo, tuve que tomarme un minuto para poner mi mente es su lugar antes de comenzar a explorar el baño en busca de objetos útiles para mí escape.
Cómo siempre la puerta se encontraba cerrada con llave, pero aún así logré de hacerme con algunas toallas, barras de jabón y un pequeño balde.
Aún no sabía muy bien para que podían serme útiles estos elementos, pero supongo que es mejor tenerlos y no necesitarlos que necesitarlos y no tenerlos. Con mi nuevo botín a cuentas volví a mi habitación para dormir un poco.
**********************************
Día dos
El día transcurrió con calma, al principio me encontraba nervioso por no saber si me había limpiado lo suficientemente para engañar los ojos de las maids.
Pero afortunadamente todas mis precauciones dieron fruto y nadie notó nada extraño.
Nota aparte. Hoy Claudia no asomó su rostro en mi habitación en todo el día, ella normalmente viene a verme dos veces al día pero en esta ocasión no vi ni rastro de ella.
Eso solo logro inquietarme más, es como la calma antes de la tormenta.
Para mí buena fortuna Mera sigue siendo tan negligente cómo siempre, sin embargo no debo confiarme. Mera podría ser descubierta tarde o temprano y cuando eso suceda volveré a quedarme sin mi vital tapadera para actuar.
Vea por dónde lo vea, no tengo mucho tiempo para ejecutar mi escape.
Nuevamente me introduzco en la red de pasadizos secretos para explorar, está vez planeo ir por el corredor que ignoré ayer.
Llego de nuevo a la intersección en forma de T y tomó el camino de la derecha. Ahí al doblar una esquina me topo con unas escaleras que parecen conducirme a los pisos superiores.
Mi exploración se prolongó por espacio de unas tres horas, tiempo en el cuál logré ingresar a varias habitaciones vacías. En este punto había comenzado a cuestionar la naturaleza del palacio en el que me encontraba.
Estaba más que claro que esté lugar se diseño específicamente para brindar hogar a muchas personas con un gran lujo y comodidad.
Sin embargo se encontraba completamente vacío casi como una ciudad fantasma. Era de suponer que la segunda planta se ideó principalmente para las habitaciones mientras que el primer piso contenía muchos salones para fiestas y reuniones de todo tipo.
Mi mente se encontraba creando teorías de todo tipo, cuando al explorar un poco de la tercera planta logré ingresar a una habitación que era usada como almacén.
A diferencia de los anteriores almacenes este se encontraba repleto de objetos personales guardados en baúles y armarios de una amplia variedad de diseños. Todos eran objetos femeninos que iban desdé ropa, zapatos, sombreros, accesorios de todo tipo y algunos cuadros de distintos tamaños.
Tras una inspección detallada me di cuenta que todas las mujeres en las pinturas eran auténticas bellezas y no solo eso también parecían mujeres de mucho estatus.
Todo en esta habitación tenía un aspecto bastante costoso, tanto que me parecía increíble que alguien deje todo esto juntando polvo. Sin embargo termine empujando esos pensamientos lejos de mi cabeza y me puse a buscar objetos útiles para mí escape.
Al final volví a mi habitación con algunas cosas a cuestas, entre ellas ropa.
*****************************************
Día seis.
Mis exploraciones han continuado de manera constante noche tras noche. Tome algunas precauciones extra como la fabricación de un sustituto, usando una peluca, tela y algunos cojines tomados del almacén del tercer piso.
No es el trabajo más realista del mundo, pero debería en el mejor de los casos comprarme algo de tiempo el día del escape.
En mi casó ahora tengo algo de ropa para explorar, se trata de una camisa manga larga de algodón, pantalones de montar y unos botines.
Todo, por si se lo preguntan es ropa de mujer.
Dejando a un lado mi desafortunado travestismo (Por favor no pensemos mucho en eso). Permítanme entregar un recuento de mis descubrimientos.
El día tres fue el menos emocionante de todos reportando 8 habitación vacías, 4 salas de estar, dos almacenes con objetos personales y un salón.
Todo eso fue el recuento de mi andar mientras trataba de mapear el área cercana.
El día cuatro me propuse tratar de ir lo más lejos que podía atreves del primer piso mientras debes en cuando probaba mi suerte en algunas trampillas.
El recuento al final fue de 3 salones, 4 almacenes de muebles, y por último una sala de espejos.
Si escucharon bien ¡Había una maldita casa de espejos como en las ferias! ¡Y casi quedo atrapado dentro! Tardé horas en poder salir y consumió casi todo mi tiempo. Mierda ¿quien diría que mi némesis me seguiría a mi otra vida?
Todavía tengo recuerdos de ir a una con mi novia en preparatoria y terminar perdido solo para que ella tuviera que ir a rescatarme…. Dos veces.
Ok la segunda vez fue para demostrarle que podía salir por mi cuenta y… Bueno.
El día cinco seguí el mismo plan que el anterior solo que está vez pase de largo la trampa mortal de espejos.
El recuento fue más de lo de siempre. Pero está vez, inesperadamente una trampilla me llevo a un invernadero.
Y sí como todo en este lugar la humildad también estaba ausente.
Enserio ¿Quién gasta tanto en un lugar así y prácticamente lo abandona? Quiero decir por momentos parecía que me encontraba en medio de un auténtico bosque.
Pase un buen tiempo deambulando entre extraños árboles frutales de todo tipo muchos de los cuales sin duda parecían sacados de un cuento de hadas.
Había un árbol que daba unas llamativas frutas similares a peras pero tan claras y transparentes como el cristal. Otro tenía entre sus ramas pequeñas bayas que brillaban como el carbón ardiente. E incluso me topé con un espeluznante árbol con frutas rojas como la sangre fresca y con la forma de extraños rostros.
Podría haber pasado el resto de la noche deambulando ahí y no llegaría a ver más que una fracción del lugar, por ende decidí dar un vistazo rápido y regresar.
Finalmente llegamos al presente.
Hoy mi exploración me llevo a descubrir una biblioteca, una sala de arte y finalmente…
Levantó la vista y observó el hermoso rostro tal cual lo recuerdo del libro de mis sueños. Me encontraba aún dentro de la red de pasadizos, sin embargo en lugar de los estrechos pasillos a los que me he acostumbrado, estoy en una gran sala de piedra con un altar en el centro.
El altar se encuentra iluminado con grandes lámparas de piedra verde fluorescente y sobre el, una estatua de la diosa del amor y el deseo Kali.
Inspecciono la sala de piedra sólo para darme cuenta que hay otros tres corredores iguales al que yo utilice para llegar.
– Ufff… Esto no parece tener final.
Después de soltar un comentario para nadie en particular, decido dejar mi aventura de está noche aquí y descansar antes de regresar a la cama.
Un poco curioso por la estatua decido acercarme a ella para inspeccionarla más de cerca, sin embargo lo que termina llamándome la atención es el relieve en la losa sobre la cuál descansa.
Intrigado utilizó una de mis manos para limpiar un poco la tierra acumulada revelando así una rosa de los vientos.
– Espera un momento…
Rápidamente encuentro cada uno de los puntos cardinales y para mí sorpresa cada flecha señala la entrada de cada pasaje.
– Yo viene por ahí y ese es el esté, lo que significa que… Norte, Oeste y Sur respectivamente, Mmmm.
Mi cerebro se encontraba trabajando bajo la vista del rostro sonriente de la diosa de mármol.