El Harem del Emperador - 12. Sueños de libertad Parte 2
– Buenas noches Regina.
– (Mirada fría)
– ¿Aún estás enojada porque te delate con Miss Claudia? Vamos tu sabes que es imposible esconderle algo, solo era cuestión de tiempo para que se diera cuenta de las cortinas quemadas enterradas en el jardín.
– (Mirada fría)
– Está bien, esta bien. Además yo no fuí la primera en cantar ¿sabes? Federica delató a muchas compañeras también. A esa pobre le esperan días bastantes difíciles una vez que termine con su trabajo de jardinería.
– ( Suspiro) Lo dejaré pasar, por ahora.
– Vamos esa es mi chica. Para que veas que va enserio te regalo mi postre de los próximos tres días ¿Que dices? ¿Amiga?
– Qué sean cuatro.
– ¡Trató! Jajaja
– Sólo no lo arruines durmiendo en el trabajo o yo seré la primera en delatarte cabeza hueca.
– Dices eso, pero se que no puedes vivir sin mi~.
* Portazo *
– Jajajaja.
Tuve hacer un gran esfuerzo para evitar que mis cejas se crizparan de la irá tras escuchar tan ridículo intercambio entre Mera y Regina.
Me encontraba como cada noche fingiendo estar dormido mientras esperaba el cambio de turno. Pero este dúo de maids cabeza hueca me habían auténticamente sorprendido con su falta de tacto.
Regina recientemente había sido devuelta a sus funciones después de una semana de re capacitacion resultado del último intercambio entre Claudia y Mera.
[ Saben que estan en la habitación de un enfermo ¿verdad?]
Solté un pesado suspiro imaginario mientras esperaba a que Mera quedará dormida.
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* Ronquidos * * Ronquidos *
Cómo cada noche durante los últimos 7 días, abro la trampilla oculta en la pared y sacó una bolsa de tela escondida en el pasaje secreto.
Con el pasar de los días me he echo con una buena cantidad de herramientas y artículos que me han ayudado con mi exploración. Prueba de ello esta el juego de ganzúas que fabrique removiendo algunas agujas de broches y barillas de sóstenes del almacén del tercer piso.
No es nada bastante sofisticado pero puedo ocultar una en mi colchón y las maids no la notarán.
Mi plan para hoy es embarcarme en una exploración más allá del altar de la diosa Kali. Cómo tal será mi viajé más temerario hasta la fecha y puede que el más arriesgado.
El turno de Mera dura seis horas completás, descontando el tiempo en que tarda en dormir y el tiempo que tardo en prepararme para volver a la cama, cálculo que tengo cuatro horas y media para explorar.
Suena mucho pero si se toma en cuanta que tardo alrededor de una hora en llegar hasta el altar por el camino mas corto. Bueno eso me deja con alrededor de dos horas y media, eso sin contar los descansos obligatorios.
Mientras tengo esa clases de pensamientos terminó de prepárame a toda prisa y dejo la habitación cerrando la trampilla detrás de mí.
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Me encuentro nuevamente frente la gran estatua de la diosa Kali. Esta vez mi atención se centra en los 3 pasajes que salen de la habitación.
Miró las entradas de norte, Oeste y Sur en ese orden antes de meditar un poco.
–Mmmmm… Creo que el este será mi elección de hoy.
Sin ninguna razón en particular termino eligiendo el corredor frente a mi y me pongo en marcha. No sin antes despedirme de la diosa de mármol en la habitación.
– Nos vemos preciosa, desea me suerte.
Sin mirar a tras hago un gesto de despedida y me adentro en el corredor esté.
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Mis suposiciones al final fueron acertadas. Con forme me adentro cada vez más en el pasaje, me voy topando con más y más ramificaciones de todo tipo.
– (suspiro) Al final la sala con la estatua resultó ser el centro de la red de pasajes.
Aún no me encontraba seguro del todo, pero todo apuntaba a que la sala con la estatua de la diosa Kali era quizás el corazón de la red de pasajes y por ende el corazón de este gigantesco palacio.
En mi mente aún flotaban muchas dudas sobre la naturaleza de este lugar y el propósito de su tan peculiar arquitectura.
Pero por ahora debía enfocar mi mente en encontrar una salida lo más pronto posible.
Después de avanzar lo suficiente, comienzo a probar suerte con las trampillas que voy encontrando en mi camino, y después de algunos intentos fallidos logro abrir con éxito una.
Lentamente abro el panel de madera extremando precauciones, sin embargo lo que encuentro es otro gran salón.
Grandes ventanales permiten la entrada de la luz de las lunas en el cielo, permitiendome así apreciar el salón de extremo a extremo apesar de ser de noche.
Fue así como pude darme cuenta de algunas mesas dispuestas en un extremo del salón.
Salí del pasaje y me dispuse a explorar como de costumbre, y lo primero en la lista fue verificar el estado de las puertas.
– “tch” Cerrado.
No pude evitar sentirme irritado al toparme con el mismo resultado de siempre. Así que para calmar los ánimos decidí ver qué podía encontrar interesante en los alrededores, fue ahí cuando mis ojos se percataron de algo sobre una de las mesas al extremo del salón.
Rápidamente me acerque al peculiar objeto para poder discernir mejor su forma, y cuando estuve a escasos metros de el por fin note de que se trataba.
– ¿Un grifo?
El objeto en cuestión era un muñeco de tela hábilmente confeccionado pero asemejar la forma del animal mitológico.
Claro que su presencia en ese lugar me hizo inclinar la cabeza antes de intentar tomarlo. Sin embargo el sonido de alguien abriendo una de las puerta del salón me hizo abandonar la idea.
– ¡No es justo!
– La vida rara vez lo es Federica.
Las luces en la habitación se encendieron tan pronto la manija de la puerta comenzó girar, lo cuál me hizo entrar aún más en pánico haciendo que me precipitara bajo la mesa al no tener otro lugar al que huir.
Afortunadamente logré ocultarme justo antes de que las dos mujeres entrarán al salón.
– ¡Ellas son demasiado crueles conmigo!
– ¿Que esperabas? cantaste como canario para librarte de pasar los siguientes diez años enterrada en el jardín.
– Cualquiera de ellas hubiera echo lo mismo en mi lugar. Además como pudieron meterse con mi querido señor didtles, es ocaso que no tienen corazón.
– Ablando de tu señor didtles.
– ¡Ahí está!
– Te dije que no podía estar fuera del área de la academia.
Me encontraba con el corazón en la boca cuando una de las dos mujeres (aparentemente Federica) vino rápidamente corriendo hacia la mesa donde me encontraba.
– ¡Oh señor didtles! ¿Cómo pudieron esas mujeres ser tan crueles y ocultarte de mí?
[ Así que era su muñeco]
– Agradece que no lo sepultaron en alguno de los jardines.
– ¡¿Cómo pueden ser ustedes tan crueles para tener ideas como esas?! ¡¿Que no tuvieron infancia?!
– Yo si la tuve, pero no por ello sigo durmiendo con un muñeco todas las noches.
– ¡No es solo un muñeco! ¡ Es parte de mi familia!
– Cómo digas, mejor date prisa que tenemos que volver a los dormitorios y devolver las llaves antes de media noche.
– ¿Quieres que te vuelva a contar la historia de como el señor didtles llegó a mi familia?
– (suspiro) Muy bien pero caminando.
– Todo empezó cuando mi bisabuela ….
Espere bajo la mesa hasta que ambas abandonaron el salón y no pude escuchar sus voces más. Solo entonces solté un gran suspiro de alivio antes de volver al pasaje ocultó.
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Después del incidente en el salón me volví más cuidadoso, después de todo a medida que exploraba más habitaciones se volvía más evidente que está parte del palacio se encontraba habitada.
Al principio solo eran habitaciones con sutiles rastros de usó periódico, pero poco a poco comenzé a ver mas evidencia de uso reciente.
Fue entonces que me tope con una habitación que me trajo una fuerte sensación de dejavu.
La habitación en cuestión se trataba de un baño idéntico al que ya había visitado en el extremo esté, sin embargo al observar detenidamente se podían notar algunas diferencias sutiles.
Quizás la diferencia que más me llamo la atención fue la presencia de una enorme jema en la mano extendida de la diosa Minerva en la cima de la fuente.
– ¿Creo que recordar que había un puzle haci en alguno de los Dragón Quest que juegue?
Miraba con curiosidad la gran gema en la cima de la fuente cuando de repente las luces se encendiendo.
– ¡waah! Que cansada estoy.
– Lilya cada día suenas más como una anciana.
– ¡Lose, lose! Pero no puedo evitarlo cuando tengo que educar a esa niñas torpes.
Haciendo mi mejor imitación de una cucaracha, me tiro al suelo y me arrastró hacia el armario de blancos donde se encuentra la trampilla.
Afortunadamente no me encontraba demasiado lejos y logro entrar a tiempo para no ser visto.
– No hay nada mejor que un baño nocturno para borrar el cansancio.
– Por primera vez estoy completamente de acuerdo contigo.
Me encontraba apoyado en la puerta del armario mientras mi corazón late a mil por hora, y sin querer terminó escuchando un poco de su conversación.
– Oye puedes creer lo que hizo hoy esa niña engreída de la casa Percis.
– Escuché rumores.
– Bueno el asunto es así. Resulta que hoy me tocó enseñar el protocolo para una fiesta de té, así que dividí a las niñas en grupos al azar como siempre. Pero justo cuando estaba en medio de la clase la niña Percis le vacía la tetera en la cabeza a una de sus compañeras.
– Ohh dios, espero que a la pobre no le quedarán marcas.
– Descuida, esa tonta niña mimada no sabía usar la tetera.
– Gracias al cielo ¿Pero porque atacó así a su compañera?
– Resulta que supo que la niña… Beki. Es realmente sangre mixta.
– Aveces no puedo creer que haiga padres que educan a sus hijos con esas creencias tan absurdas.
– Bueno la verdad es que esa es por lo general la norma en todo el centro del imperio.
– Y por ello doy gracias por a ver nacido en el extremo oeste y en una familia de mente abierta.
– Bueno, al final tuve que dar un ejemplo con la niña Percis y dejarle en claro al resto que si quieren convertirse en maids imperiales necesitan abandonar esa ideas.
– Me alegró que Miss Claudia no se encuentra aquí, si no estoy segura que abría roto a la niña Percis.
– Respecto mucho a Miss Claudia como educadora, pero debo reconocer que cuando se trata de escarmientos ella es demasiado malévola.
– Escuché que castigo a Federica con la tarea de transplantar el bosque dentro del jardín de la caza al jardín del cáliz… Ella sola y sin usar magia.
– Que la diosa Lerna la proteja cuando le toque tratar con el sauce luchador.
– ….
Tras un silencio prolongado decido que e escuchando suficiente y me dispongo a ingresar de nuevo a la trampilla, pero soy detenido por la voz de dos personajes nuevos que ingresan al baño.
– Buenas noches.
– Buenas noches Priya (x2)
– Buenas noches profesora Lilya. Buenas noches profesora Carol.
– Buenas noches Alisha (x2)
Tras escuchar la voz de un ángel provenir del baño, decido que no hará daño quedarme unos minutos más.
– Alisha cariño ¿Que tal tus clases de hoy con la profesora Garnet?
– ¡Fue maravilloso! No tenía idea que aún existieran tantas especies que no conocía. La cosina del imperio es realmente asombrosa.
– Me alegró muchísimo que te haiga gustado, estoy segura que si sigues así lograrás fácilmente certificarte.
– Gracias profesora Lilya, mi sueño siempre fue venir al imperio y convertirme en una maid igual que mi hermana.
– Que envidia Priya, lo que daría por tener una hermanita tan linda como la tuya.
– Soy afortunada.
Lentamente hago girar el pomo de la puerta y con máximo cuidado me asomó al interior del baño con mi cámara imaginaria en la mano.
Nunca en mi vida pasada me hubiera atrevido a un acto tan temerario. Sin embargo ya no soy el mismo de aquel entonces.
La primera en entrar en mi campo de visión en una mujer madura de cabello magenta, seguida de otra mujer de la misma edad de cabello castaño. Ambas se encontraban dentro de la piscina.
[¿Dónde está?]
Impaciente comenzé a abrir un poco más la puerta en busca del premio gordo. Y gusto cuando me encontraba a nada de de deslizarme dentro del baño para buscar un mejor ángulo fue entonces que las ví.
Ambas se encontraban sentadas en pequeños taburetes mientras Alisha tallaba la espalda de Priya.
Rápidamente las enfoque con la lente de mi cámara y tras hacer zoom un par de veces comenzé a oprimir el obturador de mi cámara imaginaria.
En rápida sucesión tomó fotografías del cuerpo desnudo de la Loli de piel morena, mientras la espuma creada por el jabón cubría de manera sugerente las partes íntimas de su cuerpo.
– La~ la~la.
Mientras tararea con una sonrrisa de oreja a oreja la veo fregar la espalda de Priya.
– Ahora es mi turno.
Priya procede a intercambiar roles con Alisha sin embargo cuando ella toma la esponja en sus manos de repente ella se gira en mi dirección.
En pánico cierro la puerta del armario y me dispongo a huir atravez de la trampilla.
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– ¿Sucede algo hermana?
Alisha preocupada llamo a su hermana mayor desde atrás.
Ella de repente se había puesto de pie y completamente desnuda se había dirijido a la puerta de un armario, solo para abrirla abruptamente.
Ella permaneció callada mientras miraba el interior vacío de dicho armario.
– ¿Priya está todo bien?
Carol y Lilya habían salido de la piscina y con sus cuerpos envueltos en toallas miraban preocupadas la espalda de su compañera. Aún que para ser más precisos, miraban nerviosas el afilado anillo metal en su mano derecha.
Ellas sabían que ese extraño anillo metálico de un metro de diámetro, era de echo el arma personal de su compañera.
– Fue sólo mi imaginación… Lo siento.
Después de decir esas palabras, el arma en su mano se desvanece en el aire convirtiéndose en partículas de Luz.
– ¿Mi hermana se equivocó?
Alisha no parece poder creer las palabras de su hermana.
– Me pareció ver la puerta moverse ¿Quizás el papeleo me canso la vista?
Priya procede a cerrar la puerta mientras internamente se lamento por a ver arruinando el ambiente.
– Sabe he escuchando algunos rumores, al parecer algunas chicas creen que pueda aver algunos fantasmas rondando este viejo palacio.
– ¡Carol! ¿De todas las cosas con las que pudiste salir traes esas viejas historias de fantasmas de regreso? ¿Que ocaso eres una niña?
– ¡Yo solo decía! Además ¿Que otra explicación encuentras a lo que acaba de pasar? ¡Recuerda que Priya tiene el sello de aprobación de Miss Claudia! ¡Me cuesta creer que ella se equivoqué en algo!
Priya soltó un pesado suspiro al escuchar a las dos mujeres discutir una vieja leyenda de una manera tan acalorada. Estaba apunto de regresar a limpiarse el cuerpo, cuando vió a su pequeña hermana escuchar la discusión de ambas con ojos brillantes.
– ¡¿Enserio existe esa clase de historia sobre este lugar?!
– ¡Claro que sí! De echó existen los 7 grandes misterios para demostrarlo.
Priya conocía muy bien a su hermana menor, ella era a todas luces una niña muy trabajadora, lista y educada. Pero sin embargo, también tenía una debilidad bastante grande sobre ciertos temas y uno de eso era…
– Suficiente.
Adelantándose al desastre Priya tomó a su hermana menor de las axilas y la levantó para llevarla devuelta a bañarse.
– Pero hermana yo quería seguir hablando con la profesora Carol.
Inflando sus mejillas Alisha expresa su descontento ante la interrupción de su hermana mientras es llevada por ella.
– No necesitas llenar tu mente con esa clase de historias.
– ¡Pero que tal si la profesora Carol tiene razón y lo que vistes fue un fantasma!
– imposible, todo el palacio se encuentra dentro de una barrera especial. Cosas como los undead y los espectros no pueden entrar.
– Hazle casó a tu hermana mayor Alisha solo los tontos creen esa clase de historias.
Y así fue como Priya y Lilya unieron fuerzas para mantener la cabeza de la pequeña Alisha, lejos de las tonterías dichas por su compañera durante el resto del baño.