El Harem del Emperador - 14.1. La aprendiz de Maid 1
– ¡No permitiré que mi hija acabé de esa manera!
– Cariño por favor cálmate.
– ¡Cómo te atreves a pedirme que me calmé mentecato!
– Tampoco es que podamos a ser algo al respecto para empezar.
– ¡¡Tu!! ¡Dime tan poco significa tu hija para ti!
– Pero es que no puedo a ser nada si se trata el hijo del lord.
– ¡El es el hijo perdedor de un señor rural de tercera! ¡Y que ya está casado!
– Permite recordarte que nosotros servimos a ese lord rural de tercera
Era mitad de la noche cuando las voces de papá y mamá me despertaron. Normalmente ellos suelen discutir a esta hora un par de veces por semana pero en esta ocasión, su discusión parecía más acalorada que cualquiera en los últimos años.
Preocupada por lo que pudiera suceder salí de la cama y baje las escaleras rumbó a la cocina donde la luz de una lámpara de aceite se filtraba a través de la puerta entre abierta.
– ¡Me importa un bledo si servimos al padre de esa basura, no permitiré que mi hija sea tomada por esa escoria y desechada!
–Bueno quizás podamos negociar una compensación.
– ¡Cómo te atreves a siquiera a pensar en eso! ¡Sabes muy bien que sería imposible conseguir un buen partido para ella si sucediera! ¡Ocaso pretendes que ella termine casada con algún viejo alcohólico que la golpeé todos los días! ¡O peor a un! ¡casada con un plebeyo! ¡Todo para qué! ¡Unas botas nuevas y un caballo!
Cuando me encontraba cerca de la puerta, por fin pude escuchar bien la conversación de mis padres y me quedé pasmada al enterarme de la situación.
Mi nombre es Marie rondón Lizber. Soy hija única de un matrimonio de nobles, puede que esto suena impresionante pero la verdad es que esto es solo de nombre, pues no tenemos dinero o propiedades a un menos poder.
Nosotros servimos a un lord que gobierna una de las provincias más pobres del interior del imperio, como tal nuestro estilo de vida realmente no difiere mucho de un plebeyo.
Para mí que nací y me crié en este estilo de vida realmente no me parece una mala manera de vivir y también tengo entendido es lo mismo para mi padre, pero en el caso de mi madre la historia es distinta.
Según tengo entendido por medio de los chismes y rumores de otros sirvientes mi madre proviene de una casa noble en la capital imperial.
Al parecer fue una familia que llegó a gozar cierto estatus entre los nobles de clase media pero la ambición de mi difunto abuelo lo llevo a estar del lado equivocado en las peleas de poder lo cual llevo a su casa a la ruina total.
Mi madre en aquel tiempo de 15 años vio su matrimonio y futuro desvanecerse frente a ella al igual que su vida de lujos, en un último intento de concerbar su estatus se lanzó a una serie de matrimonios que terminaron uno peor que el anterior asta por azares del destino terminar con papá.
– ¡Escucha bien hombrecito! ¡Solo sobre mi cadáver permitiré que algo así le suceda a mi hija! ¡Y tú también deberías sentirte de la misma manera!.
Escuchar a mi madre asé que mi corazón se llene de calor. ella nunca sido una persona muy afectiva, sin embargo, siempre he sabido que ella me ama, más ahora que la escucho puedo decirlo con toda seguridad.
– Me siento de la misma manera que tú cariño, pero dime ¿Qué puedo a ser en mi posición?
– ¡Por lo visto nada! ¡Enserio nunca me abría casado contigo de no ser que de lo contrario perdería mi título como noble!
–Ugh.
No puedo evitar sentirme mal por papá, el no es una mala persona de echo es un padre cariñoso y amable, pero el tiene el gran problema de ser demasiado débil.
– Muy bien puede que sea algo riesgoso pero visto la situación actual no me queda otra salida voy a ….
En ese instante los ojos de mamá se encuentran con los míos que la miran desde la puerta entre abierta y su expresión se suaviza al instante.
–Marie ¿Desde cuándo estás ahí?
Cuan madre me llama, padre también se da cuenta de mi presencia y asé una expresión amarga.
– No mucho.
Mientras empujó la ruinosa puerta de madera y entro a la cocina ambos me miran y yo los miro a ambos alternadamente.
Madre es una mujer alta y de figura delicada mientras padre es un poco bajo de estatura y complexión robusta. Ellos siempre han contrastado el uno con el otro ya sea en físico o personalidad.
– Mi cielo creo que sería mejor que volvieras a la cama padre y madre necesitan…
Padre trato de pedirme que volviera a la cama, pero madre con un movimiento de su mano le indico que callara.
– Cariño llegas en buen momento hay algo que me gustaría discutir contigo y creo no hay momento mejor para ello.
Padre intento abrir la boca de nuevo, pero madre con una mirada lo silencio, al mismo tiempo que coloca una silla para que me sienta.
Después de tomar asiento, madre hablo francamente conmigo. Al parecer todo empezó asé un par de meses cuando el hijo del barón al que servimos comenzó a mostrar interés en mi persona.
Si bien el aún no a echo ningún avance, según madre en días recientes su interés por acercarse a nosotros ha echo más que evidente sus intenciones.
– Actúa justamente cómo cuándo yo llegue – Madre escupió esas palabras con una expresión hosca al terminar su explicación.
Me tomó un momento para digerir lo que acabó de oír. Si bien como noble estoy consciente de que el tema de mi futura pareja es algo en lo que no tendré voto o opinión, siempre creí que sería almenos alguien elegido por mis padres. Alguien que almenos encontrará agradable.
Sin embargo en su lugar está el hijo del señor, el cuál es un tipo desagradable cuya obesidad y fea apariencia solo puede ser comparada con la de un orco. Y encima de eso es un hombre casado que solo quiere aprovecharse de la hija de sus sirvientes.
El tan solo imaginarme encontrarme a un tipo así desnudo es suficiente para darme ganas de vomitar.
– Madre ¿Porque tuvo que pasarme esto a mí?
Con lágrimas en los ojos miró a mi madre, ella siempre a sido una mujer de carácter fuerte y algo distante, pero ahora me mira con cariño y afecto.
– Cariño lo siento, creo que está ocasión a sido mi culpa que esto pasara … Debió a ver sido por el vestido que hice para tu cumpleaños.
– Pero ¿Porque?
– Cariño ya tienes doce, en esta edad tu encantó comienza a desarrollarsé, yo tenía la esperanza de que no llamarías su atención o la de cualquier otro sirviente hasta que alcanzarás los catorce y tener tiempo para encontrar a alguien decente para ti.
Fue entonces que sus brazos se envolvieron alrededor de mi en un cálido abrazo, al que padre también se unió poco después.
– Mary cariño, no desesperes mamá hará algo al respecto.
Mientras yo lloraba sobre su pecho ella llamó a mi padre.
– Tiburt.
– Si, mi cielo.
– Quiero que vayas a nuestra alcoba y abras mi armario, busca al fondo del compartimiento de mi maquillaje una caja negra y traila de inmediato.
– Enseguida.
Poco después padre salió a toda velocidad de la cocina seguido de un vendaval. Mientras madre separó mi rostro de su pecho para mirarme directamente a los ojos.
– Mary, desearía poder a ser más por ti, darte lo que las mujeres de nuestra familia tenían en los tiempos en los que yo tenía tu edad.
– Madre.
– Sin embargo, lo máximo que puedo darte en este momento, es solo una oportunidad.
Yo ya no podía reconocer a la mujer frente a mi, quiero decir ella era mi madre eso estaba claro, pero está era una faceta de la mujer que yo creía aver conocido de toda la vida que nunca creí existiera.
– Necesitaré que seas fuerte y sobré todo disciplinada, pero te garantizo que si todo sale bien tu destino estará en tus propias manos y no en las de ese cerdo.
– Lo haré madre, seré fuerte.
– Esa es mi niña, toda una dama de la familia Lizber.
<NOTA: El esposo cambio su apellido por el de su esposa. Esa fue su única condición>
Después de secar mis lágrimas con las mangas de su vestido, ella se dirigió al armario de herramientas para acto seguido sacar dos viejas palas de su interior.
– Muy bien solo recemos por qué la diosa de la suerte a un guardé un poco para nuestra familia.
Mientras miraba a mi Madre extrañamente entusiasta con una pala sobre cada hombro, mi padre llegó cargando sobre sus manos la caja que había ido a buscar.
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Después de eso los siguientes sucesos de aquella noche pasaron a toda velocidad.
Madre dejó la caja de madera negra conmigo en la cocina, para después salir con padre en medio de la noche con ambas palas a cuestas. Más tarde regresarían llenos de barró y trayendo con sigo un pequeño joyero oxidado y sucio.
Madre entonces abrió el pequeño joyero revelando un hermoso broche en forma de mariposa junto a un par de pendientes. Todos ellos lucían extremadamente caros y por la cara de padre podía darme cuenta que ni el conocía de su existencia.
Madre explico que estos eran los únicos recuerdos que pudo concervar de su antigua vida y que sepultó en secreto de todos para evitar perderlos. Padre por un momento parecía querer decir algo al respecto pero al final se quedó callado.
Así pues la atención pasó a la caja de madera negra la cuál fue menos sorprendente ya que solo contenía materiales para cartas de alta calidad, con las cuales madre se dispuso a escribir con gran velocidad y fluidez cuatro cartas las cuales guardó en sobres que después sello con cera.
Padre que no podía seguir el ritmo de lo que estaba pasando por fin pregunto cuál era el plan, a lo cual madre respondió.
– Solo voy a cobrar unos favores a unos viejos conocidos, si quieres ser de utilidad sería mejor que vayas a preparar a esa vieja mula que llamas montura.
Cuándo ya faltaba poco para el amanecer madre abandonó a escondidas los terrenos del castillo llevando con sigo las cartas y las joyas en su bolso, no la volveríamos a ver asta el atardecer de ese mismo día.