El Harem del Emperador - 14.4. La Aprendiz de Maid 4
– ¡Al fin llegamos seguros!
– ¡Que alivio! ¡Mi trasero no podría estar más agradecido con esos nobles!
– ¡Jajajaja! ¡No le agradezcas a eso tacaños alaba mejor a nuestra santa emperatriz Enriqueta en su lugar!
–¡Alabada sea la emperatriz de todos los comerciantes!
– ¡¡¡Viva Enriqueta!!! (X10).
Fue cerca del medio dia cuando las voces de los guardias y los conductores me despertaron de mi siesta abordo del carruaje.
– Marie, que bueno que despiertas, vamos ven y mira. Estamos llegando al caminó real.
Jade me llamo desde el frente mientras se encontraba sentada a un lado del conductor. Yo aún soñolienta saque mi cabeza para ver qué era de lo que todos hablaban.
– Mira Marie, ésa es una de las obras de ingeniería más grandes de todo el imperio. La ruta de la estrella del norte.
Ante mis ojos y bajo los rayos del sol del medio día, un enorme camino de adoquines amarillos era transitado por una gran cantidad de caravanas.
El camino era tan ancho que podía permitir el libre tránsito de 3 grandes carros en cada dirección y aún sobraba espacio en cada extremo para que jinetes solitarios transitaran sin problemas.
Era todo un espectáculo ver tantos y tan diversos carruajes transitar por un mismo camino. En mi mente no pude evitar compararlo con un camino de hormigas.
– Sorprendente ¿verdad? Este camino viene desde la capital imperial y atraviesa todo el imperio hasta el puerto norteño de Rompot. Cuenta la historia que la Emperatriz Enriqueta planificó su construcción en persona hace 400 años y fue muy insistente en qué todos los adoquines usados fueran amarillos.
El señor Guilles sostuvo las riendas con su mano izquierda y con una sonrisa señaló el camino.
– La Emperatriz era una mujer muy sabía y hábil negociante. Ella misma fue la que convenció a todos los grandes comerciantes de la época para que financiarán el proyecto junto con los nobles. E incluso con todo el país en aquella época trabajando juntos no se creía que fuera posible completarlo. Pero ella lo hizo, incluso fue tan lejos como ayudar personalmente en la construcción usando su propio poder. Ahora gracias a sus esfuerzos el imperio goza de una gran prosperidad económica o al menos en los feudos que no están regidos por nobles idiotas.
– ¿He?
Sorprendida por las palabras del señor Guilles dejo salir si querer una voz tonta. Jade que ve mi confusión desde un lado agrega una explicación.
– Marie pronto verás el mundo con tus propios ojos entonces te darás cuenta.
Confundida inclino mi cabeza mientras jade acaricia mi cabello.
Después de incorporarnos al camino real el viaje dio una vuelta de 180° en cuanto a comodidad se refiere. Las vibraciones del carruaje descendieron a niveles que nunca creí posible y ya no teníamos que temer por más ataques de bestias o bandidos.
El señor Guilles explicó que el camino real se encuentra protegido por fuertes barreras a intervalos fijos, desde los cuáles guardias patrullan cada tantas horas para mantener una vigilancia constante. Las bestias mágicas también se mantienen alejadas gracias a una barrera especial.
– No por nada es junto la ruta del sur una de las grandes maravillas del mundo humano. La cantidad de puentes, túneles y fuertes son realmente una cantidad bastante loca de esfuerzo y recursos.– Dijo el señor Guilles cómo parte de su explicación.
Nuestro viaje por el camino real duró una semana tiempo en el cuál quedé asombrada por lo hermoso, limpio y felices que eran los pueblos que encontrábamos. Se sentía cómo un mundo distinto comparado con las ciudades y pueblos que visitamos durante la primera mitad de nuestro viaje.
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Durante el ocaso del séptimo día por fin la capital imperial se encontraba a la vista.
– ¡¡Asombroso, es enorme, más grande de lo que podía haber imaginado!!
Una exclamación sincera de asombro salió de mí cuando vi la gran mancha urbana cubriendo casi todo el valle y llegando a la costa.
– ¡Jajajaja! Todas las personas de campo siempre hacen la misma cara la primera vez que ven la capital imperial con sus propios ojos.
Ignorando la burla de jade, exploré con la mirada la gran ciudad mientras descendíamos al valle por el camino real.
No sabía acerca de que sentirme más asombrada sí de la ciudad frente a mi o el gran océano más allá de está.
Un gran río proveniente del oeste atravesaba la ciudad por el lado norte, terminando en el océano al esté. Un flujo interminable de embarcaciones se movía en ambas direcciones atreves de este.
– La capital imperial también es el puerto más importante del continente al conectar este y el oeste por medio del río Nitris así como ser paso forzado para las embarcaciones que van atreves de la costa. No por nada es el centro del mundo humano.
Un sincero sentido de asombro se apoderó de mi ante la explicación de Jade.
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Esa misma noche nos despedimos del señor Guilles en la central de almacenes de River Silver. Aunque técnicamente ya nos encontramos en la capital imperial según la explicación de Jade. River Silver era originalmente una pequeña ciudad aparte.
– La capital creció tanto en los últimos 100 años que no les quedó de otra que anexarla, por eso aunque técnicamente es parte de la capital los nativos aún consideran un punto y aparte. No estaremos realmente en la ciudad de Castfor hasta cruzar el río Nitris mañana.
Esa noche descansamos en una posada no muy lejos de la central de almacenes. Realmente quedé asombrada por lo diferentes que eran las posadas en la capital con respecto al resto ¡Nunca en mi vida dormir en una cama tan suave! ¡Incluso teníamos nuestro propio baño! ¡¡Una habitación con baño!!
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Al día siguiente cruzamos el río en un ferri y mientras Jade me llevaba de la mano emprendimos la última parte de nuestro viaje.
– Recuerda no soltarme la mano nunca, la gran ciudad puede ser demasiado confusa para la gente de campo. Si por cualquier cosa nos llegamos a separar recuerda no moverte de dónde estés, mientras no vayas lejos podré encontrarte.
Jade me advirtió mientras nos movíamos por las concurridas calles. Había tanta gente moviéndose par las aceras que me era imposible ver hacia donde nos dirigíamos.
– Jade ¿Todavía falta mucho para llegar a la academia?
– Ahora estamos en las afueras, tardaremos un día en llegar a la ciudad interna y otro medió día para las puertas del distrito noble.
– ¡Ehhhh! ¿Tardaremos todo eso caminando?
– Tonta Marie, estoy hablando de viaje en carruaje. Si fuéramos caminando nos llevaría una eternidad.
– ¡¡Ehhh!!
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Después de abandonar el puerto entramos a un lugar llamado central de transporte, donde pudimos tomar un carruaje de transporte publico.
– La capital es tan grande que se tuvo que implementar una red de transporte publico para permitir a la gente moverse. Fue así como la red de carruajes públicos nació. Un plebeyo que antes nunca podría permitirse tal lujo, ahora puede viajar en uno por un módico precio. Claro que los carros de tercera clase son un asco.
Jade señalo uno de los carruajes que estaban apunto de salir, este no era nada diferente a una caja de madera con ruedas con un montón de gente en su interior.
– Nosotras tomaremos un transporte de segunda clase que es la opción más decente que nos podemos permitir.
Después de eso Jade compró un boleto hacia las murallas y abordamos un carruaje de segunda clase.
A diferencia de su contraparte más barata los carruajes de segunda clase tenían suspensión y asientos en su interior permitiendo un viaje más cómodo.
Durante el viaje, Jade me explico que la capital imperial se encuentra dividida en cinco grandes bloques. Primero estaba la ciudad externa en la que actualmente nos encontramos.
– Hace 100 años éstos fueron los barrios marginales fuera de las murallas, pero con el crecimiento de la urbe desbordando la ciudad interna, tuvieron que recorrer los barrios marginales más a la periferia y adecuar toda esta zona para el comercio.
Según jade actualmente los únicos que habitan dentro de las murallas son familias acomodadas con dinero y para entrar hay que pagar peaje y llenar un registro.
– Más allá se encuentra la muralla que limitan los barrios nobles y de ahí la zona de alta nobleza por último la ciudadela del castillo.
Según mencionó Jade, en su juventud solo una vez había visto con sus propios ojos la zona de alta nobleza. La ciudadela por otro lado fue el lugar donde se llevaron a cabo los juicios de su familia así que no hablo mucho al respecto.
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La noche ya había caído cuando por fin logramos terminar nuestros registros y entrar a la ciudad interna. La vista de las ajetreadas calles siendo iluminadas por farolas de piedras mágicas me dejó realmente maravillada.
– ¡Wooaa! ¡Sorprendente, todo parece brillar!
– ¡Jajajaja! ¿Sorprendente verdad? La capital imperial es conocida también como la ciudad que nunca duerme. Incluso hay negocios que permanecen abiertos toda la noche dentro de la ciudad interna.
Junto con Jade caminamos y vimos algunas tiendas de ropa, todo lucía tan hermoso y despampanante que no pude evitar avergonzarme por la ropa que llevaba puesta. Incluso las vendedoras lucían hermosas.
– Chica, está también es la capital de la moda. Volver después de tantos años me hace recordar que vaya qué he perdido el toque.
Jade miró con una sonrisa agria los hermosos vestidos en exhibición antes de caminar hacia la posada.
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Al día siguiente me desperté sola en la habitación de la posada, con una nota sobre la mesa.
{Salí para mandarle un mensaje a la persona que nos recibirá. Puedes bajar a desayunar en el comedor de la posada, pero cuando termines vuelve a la habitación y espérame. No salgas a explorar sola, la capital es un lugar peligroso para las niñas de campo}
Tras leer la nota de Jade me aliste y bajé a desayunar al comedor. La hora del desayuno recién había acabado así que no me tomó mucho tiempo encontrar una mesa vacía.
– Ya decidió que va a ordenar.
Tras perderme un momento inspeccionando el menú que había sobre la mesa, fui devuelta a la realidad por la voz de la camarera.
– ¿eh?
Una voz tonta se escapó de mi al darme cuenta que la camarera era una chica un poco mayor que yo.
– Déjame adivinar ¿Es tu primera vez visitando la gran ciudad?
– ¿Cómo lo supiste?
– Lo tienes escrito en toda la cara, literalmente la manera en que vistes y vez todo a tu alrededor grita chica de campo a los cuatro vientos.
– ¡¿Ehh se nota tanto?!
Lanze sin querer una exclamación mientras revisaba mi ropa avergonzada.
– Jajaja.. Eres bastante graciosa. Por cierto, mi nombre es Clara y seré tu camarera en está ocasión.
Miré a la chica mientras ella se presentaba. Tenía un muy bonito cabello rubio rizado este se encontraba atado y cubierto con un paño para evitar que obstaculizara su trabajo. Su piel era blanca con un toque rosado y su rostro era ligeramente redondo con una pequeña y respingada nariz. Ella me extendió la mano mientras sus ojos azules como el cielo me miraban con interés.
– Soy Marie… Marie Rondon Lizber.
Un poco avergonzada le di mi nombre completo mientras estrechaba su mano.
– ¿Eres de casualidad algún tipo de noble?
Cuando escuché esa pregunta casi sentí ganas de huir a toda prisa. Después de todo incluso siendo una simple camarera ella vestía mejor ropa que la mía.
– Puede decirse que de cierta manera… lo soy.
Mientras desviaba la mirada avergonzada pude ver cómo Clara entrecerraba los ojos y me miraba de arriba a bajo.
– Bueno la verdad no lo pareces.
– Kuh.
Pude sentir cómo mí hasta entonces desconocido orgullo recibía un duro golpe por primera vez en mi vida.
– ¡Disculpa lo dije sin ofender!
En pánico Clara intenta retirar sus palabras pero el daño ya está hecho.
– Hehe no te preocupes, al fin y al cabo solo soy una chica de campo más.
– ¡¡Perdón realmente lo siento!! ¡Para que veas que va enserio pide el especial de la casa yo te lo invito!
En este punto no sabía que era más doloroso, el hecho que una simple camarera logré herir tanto mi orgullo o el hecho que intente repararlo con comida.
Al final terminé aceptando las disculpas de Clara junto con una porción del especial de la casa. (El cuál por cierto era estofado de cordero.)
– Dime Marie ¿Que te trae a la gran ciudad?
Después de traerme mi plato, Clara planteo la pregunta con cierto interés.
– Sucedieron muchas cosas y ahora estoy en camino a una academia de Maids aquí en la capital imperial.
Respondí sin muchos detalles justo antes de llevarme el primer bocado a la boca.
– ¡¡¡Entrarás a la academia de Maids Imperiales!!!
De pronto Clara soltó un gran grito qué casi hace que me ahogue con la comida.
* Coff * * Coff * * Coff *
– ¡¡No puedo creer que conocí a alguien que se alistara en la academia imperial de Maids Vald!!
– Agua * Coff * * Coff * Porfavor.
Mientras luchaba por mi vida Clara fue rápidamente a la cocina y regreso con un basó de agua y un libro a cuestas.
– Toma
Rápidamente tomé el vaso de agua y me lo bebí con prisa.
* Tragó *. * Tragó *. * Tragó *
– Sabes, desde hace un año cuando empecé a leer está novela, yo siempre deseé conocer a una Maid de verdad.
Clara levantó el libro y lo coloco justo frente mi rostro, tan pronto bajé el basó. Ahí a escasa distancia de mi nariz un libro con el título ‘El diario de una Maid’ era visible.
– Está es una novela romántica que habla del amor entre una Maid y su maestro.
No mentiré, después de que escuché ‘novela romántica’, no pude evitar sentirme interesada.
– Quedé realmente fascinada con la historia de la protagonista y todo lo que tuvo que pasar al lado de su maestro. Fue un viaje con altibajos pero al final su relación dio sus frutos.
Me limpie la boca con mi propio pañuelo antes de tomar el libro e inspeccionarlo. Era realmente grueso y pesado pero se podía notar que Clara lo cuidaba con mucho cariño.
– Dime Marie ¿Que fue lo que te cautivo para seguir el noble camino de una Maid en lugar de ser una sirvienta?
Ante la pregunta inesperada de Clara yo respondí con mis sinceros pensamientos.
– ¿Qué no una Maid es lo mismo que una sirvienta?
Ante mi pregunta honesta clara explotó golpeando la mesa en la que me encontraba.
– ¡¡¡Comparar la noble profesión de Maid con la de sirvienta, es como comparar un noble caballero con un simple guardia de ciudad. Es inconcebible!!!
– ¡Lo siento mucho!
Involuntariamente me encogí de miedo mientras me disculpaba con Clara. Pero ella continuó acercándose a mí, con llamas en los ojos.
– ¡¡Las Maids no son simples sirvientas son un ideal!! ¡¡Entregarte en cuerpo, mente y alma, al servicio de alguien más!! ¡¡Fiel y servicial son las dos palabras que definen la excelencia que todas las maids deben aspirar!!
– ¡Clara me estás asustando! ¡¿Además lo que describes suena más como una esposa?!
Clara golpea con el puño la mesa y entonces continúo.
–¡¡NOOO!! ¡¡No entiendes!! ¡Una Maid nunca aspirará a un papel tan mundano cómo el de una esposa por más que amé a su maestro. Ella vivirá sirviendo a su lado mientras entrega todo de sí sin esperar nada a cambio más que su agradecimiento. Incluso amara a los hijos de su maestro tanto como si fueran suyos!
Con ojos ardientes clara terminó su explicación mientras nuestras narices se encontraban a escasa distancia de tocarse.
– ¡¡Ok entiendo pero por favor cálmate un poco!! ¡¡Todos en el comedor nos están viendo!!
Después de señalarlo Clara por fin se volvió consciente de todas las miradas alrededor y se aleja de mi para recuperar la compostura.
– * Toss * Bueno cómo estaba diciendo, una Maid es algo muy distinto a una sirvienta, espero que no te quede más dudas al respecto.
Después de ver a todos los comensales volver a lo que estaban haciendo, como si esto fuera un evento común. Decidí hacer lo mismo y volver a mi comida.
– Nunca había pensado mucho en eso a decir verdad ¿Supongo que por ello muy pocas chicas logran convertirse en Maids oficiales?
Respondí mientras llevaba una porción de cordero a mi boca.
– * suspiro * Ser una Maid no es algo que se logre con una resolución a medias. Si solo vas por la posición o el dinero es obvio que fracasaras.
– Yo no busco ninguna de las dos, pero es cierto que no lo hago por ningún ideal como los que mencionaste.
Clara me miró comer con una mirada contemplativa unos segundos antes de volver a hablar.
– ¿Sabes? La protagonista de mi novela tampoco lo hizo por eso al comienzo.
Mientras masticaba no pude evitar reaccionar a sus palabras.
– Ella se convirtió en Maid para poder huir de un matrimonio arreglado con un hombre cruel y despreciable. Pero después conoció a quien se convertiría en su maestro y fue amor a primera vista. El era un joven de buen corazón nacido en una familia muy rica pero distante, entonces ella decidió convertirse en un pilar en el que ese frágil joven pudiera apoyarse y lograr grandes cosas.
Después de eso Clara y yo charlamos un buen rato antes de que ella tuviera que volver al trabajo. Al final acordamos volvernos a encontrar algún día para pasar el tiempo juntas en la ciudad.
– Gracias por todo Clara, en verdad nunca pensé que haría una amiga tan rápido aquí en la capital.
– Cuando quieras volver a charlar, solo ven a la posada y pregunta por mí, estoy segura que cualquiera de los empleados te dará mi dirección. La próxima vez, si estoy libre te presentaré a mis amigas, ellas también son fans de la novela y estoy segura que les caerás bien.
Con ésas palabras nos despedimos y volví a mi habitación.
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Cerca del medio día abandoné la posada junto con Jade y ambas nos dirigimos a las puertas del distrito noble sur.
Una vez más tocó tomar un carruaje público donde una muy amable anciana se sentó a mi lado.
Durante casi todo el viaje la anciana conversó con nosotras de distintos temas haciendo el recorrido bastante entretenido.
Finalmente con el Sol ya casi poniéndose arribamos a las puertas del distrito noble y hablamos con los caballeros estacionados.
Jade compartió algunas palabras con ellos para después entregarles una carta. Fue entonces que nos pidieron esperar y nos dejaron solas a fueras de la muralla.
– Muy bien pequeña Marie hasta aquí llega nuestro viaje.
Con el sol poniéndose a sus espaldas jade acarició mi cabeza por última vez mientras me sonreía. Por alguna razón su despedida me dolió bastante a pesar de saber que hoy sería el último día.
– Gracias por todo Jade, espero volvernos a ver algún día y quizás volver a viajar juntas.
Tratando de comportarme de la manera mas madura posible intento no derramar ninguna lagrima mientras le sonrío de vuelta.
– Vamos no tienes que contenerte ¡Ven, dame un gran abrazo de despedida!
Repentinamente Jade se agachó y me abrazo, sin querer yo terminé soltando algunas lágrimas ante el gesto.
– Ya, ya puedes sacarlo, no es bueno aguantarse las lágrimas en las despedidas.
Había viajado por más de un mes al lado de Jade, y en ese tiempo llegué a considerarla una gran amiga. Ahora era momento de separarnos y no sabía si tendría la oportunidad de volverme a encontrarme con ella en el futuro.
Después de sacar todos mis sentimientos por fin me separé de Jade y ella reafirmó su promesa de volver a viajar juntas algún día.
– Ahora será mejor que te prepares pequeña Marie, la persona que estás apunto de conocer es alguien bastante.. única a su manera. Ella es bastante dura y estricta pero que eso no te asusté, al final del día es alguien bastante razonable y buena con quienes se esfuerzan.
– Durante la mañana hablé con alguien que me dijo que ella es una persona bastante asombrosa y capaz.
– Y tienes toda la razón, quizás no exista nadie perfecto en este mundo pero si hay alguien que se acerque a la perfección esa debe ser ella. Aún no se cómo tú madre se las apañó para conseguir que le debiera un favor.
– ¿Mamá y tú no la conocían?
– Yo solo la conocí una vez cuando asistí al baile de la fundación del reino. E incluso entonces solo fue un saludo formal y nada más ¿Cómo rayos lo hizo tu mamá? es un misterio del que nunca habla.
Tras ser intrigada por el misterioso pasado de mi mamá, no pude evitar quedarme pensativa.
Al poco tiempo uno de los caballeros me llamo y fue hora de decir adiós a Jade.
– Gracias por todo Jade, recuerda nuestra promesa.
– Claro que sí Marie, tu también dalo todo en tus estudios.
Guiada por el caballero pasé por la oficina donde solo tuve que llenar unos registros bastantes simples y entonces finalmente se me permitió cruzar.
Al otro lado fui recibida por la persona que se encargaría de cuidarme de ahora en adelante.
– ¿Tu eres Marie?
Incluso yo una completa novata y recién introducida al concepto supe instintivamente que la mujer frente a mí era sin duda alguna el epítome del concepto de Maid.
– S-si, si. Yo-soy Marie.
Con mucha dificultad pude responder mientras era abrumada por su mirada.
– No te pareces a tu mamá.
Una seca respuesta vino de ella mientras me veía luchando con mis palabras y entonces continúo.
– Eso es bueno.
Entonces ella se dió la media vuelta y se dirigió al elegante carruaje que se encontraba en espera.
– Vamos, el Sol ya casi se pone, si necesitas ayuda con tu maleta le puedo pedir ayuda al cochero.
Fue entonces que logré salir de mi estupor y me apresure a seguirla.
– ¡No hace falta! Muchas gracias por venir a recibirme.
Nerviosamente comencé a caminar a su lado.
– Mi nombre es Claudia Libelux Vald. Pero todas las estudiantes me llaman simplemente directora ¿Esta claro?
– ¡¡Si, directora!!
– Me alegra ver qué eres una niña que aprende rápido.
Después de escuchar ésas palabras de alguna forma me sentí como alguien que acababa de esquivar una flecha.
[Quizás la academia sea un lugar más duro de lo que imaginé]
Mientras tenía esa clase de pensamientos aborde el carruaje junto con la directora.