El Harem del Emperador - 36. “Antes del encuentro 3° noche”
[POV: Vettel]
– [Oh, aquí hay uno interesante. Dobhar- chú, Bestia mágica: atributo agua. Enemigo natural de los pescadores y de los viajeros que buscan saciar su sed. Su hábitat se encuentra en ríos y lagos alejados de grandes centros urbanos. Son bestias carnívoras muy territoriales que a menudo suelen llevar a la ruina aldeas completas. Suelen cazar en parejas y son capaces de usar magia de atributo agua, así como de disipar hechizos. Su piel es considerada un bien valioso, con gran demanda entre los cazadores. Y en cuanto a apariencia… Vaya ese si es una nutría bastante grande.] – Vettel
Al dar vuelta a la página me encontré con la ilustración a todo color de lo que solo podía describir como una nutría monstruosa. El artista incluso había colocado a un lado la ilustración de un caballero, permitiendo dimensionar a la criatura en comparación de un ser humano.
– [Incluso estando en cuatro patas es un poco más alta que un ser humano y … Espera, no me jodas ¡Es más rápida que un caballo en tierra!] – Vettel
Con una mezcla de asombro y temor aprecié la ilustración mientras leía algunas notas adjuntas sobre las capacidades físicas de la criatura. En una, incluso advertía contundentemente de que una vez abatido un individuo, se debía acabar inmediatamente con la pareja evitando que escapé, o de lo contrario esté perseguirá y asecharía por el resto de su vida al asesino de su cónyuge hasta conseguir su venganza.
Esta última nota puso a los Dobhar- chú en mi lista de bestias, con las que nunca quisiera tratar en mi vida.
– Maestro Vettel. – Maid
Apenas levanté la vista del libro en mis manos, me topé con una Maid sosteniendo una pila de libros más alta que ella misma.
– Traje de los estantes todos los libros sobre botánica que pude encontrar. Al parecer incluso excluyendo aquellos que tratan sobré plantas mágicas, aún hay una buena cantidad de ejemplares. – Maid
Mire con cautela la gran columna de libros meciéndose frente a mí.
Esta no era la primera vez que veía a las chicas de servicio hacer está clase de proezas, frente a mis ojos. Sin embargo, como ex terrícola aún no me acostumbro a ver estás escenas.
– ¡Linet! ¡Por lo que más quieras, pon esos libros sobré la mesa! ¡Me va a dar un ataque de solo ver cómo se mese esa enorme enciclopedia en la cima! – Vettel
Usando mis brazos para cubrirme le ordené a la inconsciente Maid, bajar la pila de libros sobre una mesa cercana.
– Ya, ya, no es para tanto maestro. Debería a ver visto cuándo tuvimos que remodelar la biblioteca de la academia. En aquel entonces rompí el récord cargando con suficientes libros como para llegar al techo. – Linet
Mi boca liberó un gran suspiro de alivio apenas la gran columna de libros descanso sobre la mesa. En ella debía a ver al menos 50 ejemplares y, aun así, las librerías a mí alrededor no se veían ni un poco vacías.
Ah, por si se lo preguntan, hoy me encuentro matando algo de mi tiempo libre estudiando en la biblioteca.
– Linet, está enciclopedia sobre bestias mágicas que me recomendaste, es en definitiva bastante interesante. Pero, me temo que de momento estoy un poco más interesado en criaturas un poco más… comunes. No sé, si me explico bien. – Vettel
Al escuchar mis palabras Linet inclina la cabeza en confusión antes de rascarse la mejilla.
– Que raro, normalmente los niños quedan encantados por ese libro. O al menos lo fue en el caso de mis hermanos. Todavía recuerdo lo mucho que les suplicaron a mis padres por la colección completa. – Linet
– Espera ¿Esto es un libro para niños? – Vettel
Ante las inesperadas palabras de Linet rápidamente reviso la portada. Ahí el título “El Bestiario”, junto a la sencilla ilustración de un caballero montado en su corcel se encontraba.
Obviamente esto me hizo inclinar la cabeza, pues está sencilla portada hecha en cuero, no se parecía en nada a la portada de un libro para niños. Es más, una rápida hojeada revelo muchas ilustraciones bastante Gore de caballeros y en ocasiones, personas comunes siendo devoradas, quemadas o aplastadas vivas por una o varias criaturas.
– Pero por supuesto, de hecho, este es uno de los libros más vendido en el imperio en la actualidad. Es prácticamente una costumbre regalarle uno a un niño cuando cumple 10… Bueno eso claro, si la familia se puede permitir comprar uno. En mi caso mi caso, mi padre hizo que mis hermanos se compartieran los suyos. – Linet
– Bueno, llámame aburrido si quieres, pero no creo que algo con ilustraciones tan violentas sea apto para niños. Además ¿Por qué la primera opción que me diste fue un libro para niños? Permíteme recordarte que soy un adulto. – Vettel
– Maestro Vettel, leer libros aburridos con un montón de términos complicados y sin ilustraciones no te hace un adulto. – Linet
– No, pero tener un trabajo y una hija de la que preocuparte sí. La razón por la que vine a la biblioteca, fue porque gracias a Willy recordé que no conozco como lucen o para que sirven muchas cosas, que se mencionan en los libros contables que Óscar me encomienda. Hasta ahora, solo me enfoque en los números que era lo importante, pero eso ya no es suficiente. Además, llevo meses preguntándome ¿Qué es rayos es un Marmuk? y porque se tiene que cobrar impuestos hasta por sus heces. – Vettel
Ante mis palabras Linet soltó un suspiro para acto seguido, proceder a organizar los libros sobre la mesa.
– Maestro Vettel, sé que tiene la mejor de las intenciones al hacerse responsable por Marie y el bebé. Pero le recuerdo, que técnicamente usted sigue siendo un niño. Solo, por favor no exageré con los estudios y tómese las cosas con calma. – Linet
El consejo de Linet me hizo recordar a un profesor que tuve en la universidad. En aquellos tiempos me encontraba bastante empeñado en los estudios, rechazando toda invitación a fiestas y salidas de fin de semana. Pero inesperadamente fue el propio decano, quien me daría una charla de vida bastante inesperada a mitad del curso.
Aquel “Solo se es joven una vez”, adquiere más peso mientras revalúo la vida que lleve en el pasado. ¿Estaré haciendo lo correcto al volver a recorrer el mismo camino?
– Muy bien entiendo. Trataré de ir más despacio con los estudios y tomarme un tiempo para relajarme cada tanto. – Vettel
Cediendo ante la creciente duda en mi interior, decidí relajarme un poco y meditar más a fondo sobré mis planes a futuro. Aún si mi destino sigue irremediablemente ligado al trabajo de oficina, todavía puedo elegir que camino recorrer dentro de este campo.
En definitiva, volver a ser un aburrido contador era la última cosa que quería hacer después de reencarnar.
– Por cierto. – Linet
Mi atención volvió a caer sobré Linet, quién parecía a ver recordado algo de repente.
– Creo recordar que hay información sobre los Marmuk en ese libro que le recomendé. Déjeme recordar… página 612, apartado de monturas y otras bestias de carga. Lo recuerdo porque están justo antes de la sección de monturas aladas, que era la favorita de mis hermanos. – Linet
Siguiendo sus indicaciones, tomé la pesada enciclopedia y pasé rápidamente las páginas. No me tomó mucho encontrar la sección mencionada.
– Efectivamente, aquí está. Marmuk, también apodada “montura orgullosa”. Este Draco de menor nivel fue domesticado por primera vez, por las tribus escama afilada hace dos mil años. Desde entonces los secretos sobré su domesticación y cría, pasaron a los humanos y algunas otras tribus de hombres bestia. Más inteligente, resistente y ágil que los mejores caballos de guerra, los Marmuk se convirtieron monturas muy codiciadas y demandadas entre los ejércitos. Sin embargo, su crianza es compleja y lenta, lo que complica que se puedan crear grandes unidades montadas…– Vettel
Mientras leía y leía más sobré los Marmuk más me daba cuenta de porque existían tantos y tan variados impuestos creados alrededor de ellos. En pocas palabras eran herramientas de guerra, y como tales se les tenía que regular estrictamente.
Pero lo que más me sorprendió (y casi me hace exclamar en voz alta) fue, sin duda su apariencia. Los Marmuk resultan ser lagartos de dos patas no muy distintos a dinosaurios. Desde variedades ligeras parecidas a los velociraptor, has llegar a unas tallas bastantes grandes con muchas semejanzas con los carnotauros. Los Marmuk se convirtieron en una de las cosas más llamativas a mí parecer de este extraño mundo de fantasía.
Enserio tuve que hacer un gran esfuerzo para poder asimilar la ilustración de un caballero montado en un velociraptor.
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El resto de mi tiempo en la biblioteca se fue volando, mientras hurgaba entre los numerosos libros. Haciendo caso de las recomendaciones de Linet me decante, por algunos libros dirigidos a “público más casual” como primera opción.
Ahora imaginen mi sorpresa, cuando un libro cuyo título era “Todo el mundo puede cocinar” resulto ser exactamente lo que estaba buscando. El ejemplar como su título anunciaba era un libro de cocina para principiantes. Sin embargo, al ser un compendio de recetas de todas las regiones del imperio, también contenía un muy útil índice, sobre especies e ingredientes. Lo que, por supuesto me llevo a descubrir algunas discrepancias en mi propia percepción, sobre ciertos conceptos.
Por ejemplo, tomemos al “cerdo”. Y digo cerdo entre comillas porque, hay algunas buenas diferencias entre los de aquí con respecto a los de la tierra. Para empezar los cerdos de este mundo, tienen tres pares de piernas y sus cuerpos son más alargados. Eso sin contar las largas orejas que suelen arrastrar por el suelo. Son animales omnívoros justo como los de la tierra, pero los de este mundo son animales semisubterráneos… Lo sé, bastante acordé con un mundo de fantasía.
Quizás si las “discrepancias” solo se hubieran quedado ahí, mi pobre cabeza hubiera podido abandonar el tema por las buenas. Pero resulta que incluso otros “animales comunes” eran bastante distintos a sus versiones en la tierra.
Ok, puedo pasar por alto las “ovejas” del tamaño de un compacto, incluso las “vacas” con apariencia de bisontes son comprensibles en vista de la fauna de este mundo. Pero ¿Realmente había necesidad de pavos gigantes de dos cabezas?
Quiero decir, no dudo que tener un pavo horneado del tamaño de un avestruz en navidad no sea una idea interesante. Pero ¿Cómo rayos, los granjeros de este mundo logran criar a esos monstruos? Todavía tengo recuerdos de ir a una granja a comprar uno para la cena de navidad de la oficina, y… Bueno, esas malditas cosas me persiguieron hasta un árbol. Ahora no quiero ni imaginar, la misma situación con los pavos de este mundo.
No, por favor no pensemos en eso.
– Maestro Vettel es hora de cenar. –Priya
De repente una voz familiar me llamo mientras yo divagaba dentro de mi cabeza.
– ¿He? ¿Tan pronto? ¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo llevo leyendo? – Vettel
Ante mi rostro confundido Priya exhalo un pesado suspiro, mientras me arrebataba el libro de las manos.
– Por cosa como estás, es que Miss Claudia no le permite sacar más de un libro de la biblioteca. Son las 7, usted debió de haber dejado de perder tiempo hace media hora. – Priya
Al enterarme de esto, rápidamente giró la cabeza en busca de la persona, que se supone debía evitar que esto pasará. Ahí sentada en una mesa a no más de unos cuantos metros de distancia, una Maid dormía usando un libro como almohada.
– Por favor, no seas muy dura con ella. – Vettel
Sin saber que más decir, mire a Priya aproximarse a la durmiente Linet con la gruesa enciclopedia, aún en las manos. No tenía corazón para continuar viendo la escena frente a mí, así que aparte la mirada y espere a que sucediera.
Un sonido similar al de una sandía siendo golpeada con un bate de béisbol, se pudo escuchar a través de la biblioteca, seguido de cerca por un gran grito de dolor y una estruendosa caída.
– ¡¡Auch!! ¡¡Auch!! ¡¡Auch!! Quién rayos… ¡¡Sub directora Priya!! ¡¡¿QUÉ, qué está haciendo aquí?!! – Linet
Al escuchar a Linet ponerse rápidamente de pie, intuí que el castigo había terminado, así que devolví la mirada.
– Vine a investigar al maestro Vettel, ya que aún no se había presentado en el comedor. – Priya
Apoyando el grueso libro sobre el hombro Priya confrontó a Linet quién se frotaba la cabeza con lágrimas en los ojos.
– Lo siento, lo siento. Admito me quedé dormida, bien. Pero eso no les da derecho a ti y a Miss Claudia de descargar su estrés, en mi pobre cabecita cada vez que suceda. Enserio no sé, qué haría si llego a quedar tan idiota como Mera. – Linet
Ante el comentario ligero de Linet, la mano de Priya aumento la fuerza de su agarre sobre el libro, fue tanta intensidad que pude escuchar el cuero de la cubierta crujir. En este punto, no sabía si Linet era valiente o estúpida por tentar a su suerte de esta manera.
– Que descuidado de mi parte, debí haber pensando en ello antes. – Priya
Contrario a mis expectativas Priya no respondió con violencia. En su lugar respiró profundo y continuo.
– Entonces que te parece si en lugar de un castigo físico, mejor aplicamos una multa monetaria. – Priya
Ante esas palabras la espalda de Linet se estremeció.
– Veamos, la multa estándar por dormir en el trabajo para una Maid imperial es de 1200 diarios. Ah, y no olvidemos la multa por arruinar un valioso libró con tu baba, al dormir sobre él. – Priya
– ¡? – Linet
Ante la declaración de Priya, los ojos de Linet se posaron sobre el libro abierto, que había estado usando como almohada. Solo para toparse con una amplia mancha de humedad que había hecho ilegible buena parte del texto en una página.
– Ese libro si mi memoria no me falla, es un ejemplar único de la novela “El tocador de marfil” escrito y firmado por la última princesa real de Sitonia, cómo regalo para su majestad Enriqueta segunda. No creo que haga falta decirlo, pero es la clase de objeto que pondría alcanzar cinco dígitos si se presentará en una subasta. – Priya
Mientras Linet se encontraba tan blanca como un fantasma y un sonido ahogado salía de su boca abierta. Yo comencé a cortejar información, dentro de mi cabeza. Si usaba los datos de los libros contables y la nueva información obtenida en el libro de cocina, podía si me esforzaba obtener una buena comprensión de cuánto costaría, alimentar a una familia en algunas regiones del imperio.
– [Diablos, con esa cantidad puedes alimentar una familia por alrededor de un año. Aún teniendo en cuenta que a estas chicas les deben pagar bien, 1200 por un simplemente cerrar los ojos un minuto sigue siendo duro] – Vettel
Apenas estos pensamientos pasaron por mi cabeza Linet finalmente alcanzo su límite.
– Por favor, prefiero pagar con mi cuerpo. – Linet
Arrodillándose frente a Priya, la patética Maid bajo la cabeza, desechando todo gramo de dignidad en su cuerpo. Al verla no pude evitar sentir un poco de simpática hacia ella, como ex esclavo corporativo.
– Es suficiente Priya, ella ya aprendió la lección. – Vettel
Poniéndome de pie con ayuda de mi bastón, llame a Priya para que dejara el asunto en paz. Ella asintió en respuesta y se apartó de la patética Linet sin voltear a verla.
– Maestro Vettel, Miss Claudia me pidió que le comunicara, que la cena de esta noche será una “normal”, por recomendación de los doctores. Usted no tiene nada que temer, pero si gusta puedo hacer de catadora para demostrar la seguridad de los alimentos. – Priya
Soltando un fuerte suspiro asentí ante las palabras de Priya.
– Si, si, como digas. Solo lleva a mi habitación ese libro. ¿Quieres? Me gustaría terminarlo de leer mañana por la mañana, eso claro si sobrevivo. – Vettel
Lanzando esas últimas palabras abandone la biblioteca sin mirar atrás.
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[POV: Ofelia]
[El sexo es repulsivo]
Ese ha sido mi pensamiento, desde la primera vez que vi el acto al llevarse a cabo frente a mí.
En Rulma se acostumbra, que las madres enseñen a sus hijas acerca del sexo con una demostración a los doce. Es una costumbre, tan arraigada en nuestra cultura que ni siquiera la familia real es la excepción.
Pero quizás fue ahí donde los problemas comenzaron para mí.
Ver a mi querida madre, la persona que más admiraba en el mundo, hacer tales actos frente a mí, fue un shock que me llevo un tiempo superar.
– [Presta mucha atención Ofelia, la principal función de los hombres es la reproducción. Sin embargo, es responsabilidad de nosotras las mujeres saber sacar el mayor provecho de estos. Patéticos y débiles como son, los hombres tienen que ser tratados con firmeza, pero al mismo tiempo con gracia, para obtener los mayores rendimientos posibles en cada encuentro. Manos, pecho y boca, todos son válidos, pero no tus únicas herramientas. También te mostré cada punto débil y cuando atacarlos, así como los medios para reconocer aún buen reproductor con solo verlo] – Caliope
Aquel discurso de madre solo fue el preámbulo de una larga y vomitiva tarde, donde fui forzada a observar a todos sus esclavos desfilar por su cama.
Durante horas me senté y observé, a la persona que más admiraba ser ensuciada y manchada por los asquerosos fluidos de hombre tras hombre. E incluso, llegué a verle mover las caderas complacientemente para uno de ellos.
– [Recuerda hija, está son lecciones muy valiosas, dado a que las mujeres de Rulma les cuesta tanto quedar en cinta. Tú principal deber como princesa, es asegurarte que nuestro linaje perdure por siglos] – Caliope
– Su majestad ¿Se encuentra bien? – Talestris
Volteo sobre mi hombro para encontrarme con la mirada preocupada de mi asistente Talestris. Es tan extraño verla, hacer cualquier otra expresión que no sea su cara severa habitual, por lo que no puede evitar sonreír un poco.
– Estoy bien, solo recordaba algunas palabras de mi madre. – Ofelia
Obligándome a mí misma a apartar todos ésos pensamientos innecesarios, sacudí la cabeza y volví a mirarme en el espejo frente a mí. Ahí el reflejo de mi cuerpo desnudo era completamente visible.
– Ya tomé una decisión. Iré desnuda. – Ofelia
Ante mis palabras Talestris levantó una ceja detrás de mí.
– Solo necesito que me peines y me coloques una cantidad mínima de maquillaje. Una orgullosa princesa de Rulma cómo yo, no necesita rebajarse para complacer un hombre. – Ofelia
Asintiendo con la cabeza, Talestris se puso a trabajar, usando un kit de maquillaje que había en el tocador cercano.
*Golpe* *Golpe* *Golpe*
Tan pronto escuché, el golpeteo en la puerta, le di la señal Talestris para que continuara maquillándome.
– Adelante, la puerta está abierta. – Ofelia
Una vez concedo permiso, una Maid de cabello negro y monóculo entra a la habitación silenciosamente.
– ¿Su majestad no usará ninguna de las prendas que le proporcionamos? – Claudia
Mirando al gran armario lleno de prendas libidinosas la Maid pregunto. Sin embargo, yo solo me limitó a enviarle una leve mirada a través del espejo como respuesta.
– Entiendo. Una vez más le ruego disculpas por todos los inconvenientes que le hemos hecho pasar. – Claudia
Vi por el rabillo del ojo a la Maid inclinarse a modo de disculpa, pero solo me limité ignorarla.
Oh al menos, eso planeaba hasta que ella hizo su jugada.
– Por ello y por la gran gracia mostrada, al pasar por alto nuestra descortesía, permítame presentarle un pequeño obsequio. – Claudia
En las manos de la Maid, de repente apareció una caja cubierta de oro y con hermosos grabados de ángeles. Tan precioso era, que apenas entro en mi campo de visión, mis ojos fueron mágicamente atraídos hacía el.
– Puede que no sea mucho, si lo comparamos con los muchos tesoros que contienen las arcas reales de Rulma. Pero por favor, acéptelo como un símbolo de amistad. – Claudia
Tan pronto se hizo evidente mi interés, Talestris detuvo su trabajo para recibir el obsequio.
Después de la clásica revisión de rutina, ella presentó la caja de oro ante mí. Esta era, sin duda, el trabajo de un joyero de primera categoría, pero lo que terminó por engatusar mi corazón, fue sin duda su contenido.
– Hermosa… – Ofelia
Inconscientemente, deja escapar mis verdaderos pensamientos cuando mis ojos se posaron en la pequeña tiara al interior del joyero. Y no fue para menos, pues la pieza era una autentica obra de arte aún frente a mis ojos.
– ¿Es plata estelar? – Ofelia
Ante mi pregunta la Maid asintió antes de continuar.
– No sólo eso, la jema es el corazón de la misma estrella fugaz. – Claudia
Tal y como indica su nombre, la plata estelar es un metal extremadamente raro, que se extrae de un tipo muy concreto de estrella fugaz. Es tan ridículamente cara y difícil de refinar que el solo hecho de tener está pieza frente a mí, me hace sentirme mareada.
¡¡Y encima el corazón de la estrella es de un púrpura de la más alta calidad!!
Manteniendo la mayor compostura posible, cerré el joyero dándole a mi corazón un muy necesario descanso.
– Yo-yo, (toser) En nombre de la familia real de Rulma, acepto con gusto este obsequio. – Ofelia
Con manos temblosas y una gran sonrisa en el rostro tome el pesado joyero y lo abrase con tanta fuerza que Talestris no pudo entrar rodar los ojos al verme.