Haru No Yurei - Volumen 2: 32. Palabras del Autor
Hola a todos, es Mitaka Kotsuka.
Bueno. Antes que nada, quiero dar un profundo agradecimiento a todos los que lean esto. Especialmente aquellos que me han seguido desde el principio.
¿Alguien en verdad lee estas notas?
La última vez, al final del volumen uno, deje de hablar de los personajes. Me temo que en esta ocasión no habrá forma de dejarlo de lado, pero si se quedan, puedo explicar algunas cosas sobre los personajes que serán importantes de ahora en adelante.
Primero, sobre el protagonista. Hay dos cosas que me gustaría decir acerca de Toshikane. La primera de ellas es que es el prota más OP que conozco. No conozco a ningún hombre, que sea capaz de sostener 8 encuentros con distintas mujeres en 2 noches, que creo que es la cuenta –No break– más larga que hay. Seguro que bebe líquidos como un loco. No lo intenten en casa por favor. La segunda es que me ha gustado mucho como ha ido evolucionado a través de los tiempos, de ser un chico común y corriente, a convertirse en un maestro tanto en el aspecto sentimental como en el sexual, y aprender a combinar esos dos con maestría, es algo que debe reconocérsele.
Tuvo momentos en los que el estrés era insoportable, en los que actúa de forma… contraria a como normalmente actuaría, pero espero que todos lo encuentren comprensible. Toshikane es alguien que, o bien piensa mucho antes de actuar, o bien, no piensa para nada y lo hace. Cuando se trata de analizar a las personas, es extremadamente bueno. Cuando se trata de analizar situaciones, simplemente actúa sin pensar en las consecuencias. Tampoco es muy bueno manejando sus propias emociones, aunque sea capaz de ver las de los demás con tanta claridad.
Decidí que mostraría esta parte del protagonista porque admitámoslo, de un día para otro no había tiempo ni espacio para aventuras como fantasma de primavera. Si alguien lee el segundo volumen completo, no tardará en darse cuenta de que, en realidad, han sido dos fines de semana.
Han pasado algo así como quince días en total.
De todos modos, las aventuras del protagonista habrían por fuerza que tener el mismo estilo que las anteriores, y eso es algo que… ya no tiene mucho sentido seguir escribiendo. No digo que Toshikane ya no sea el fantasma de primavera, solo digo que su vida personal lo absorbió mucho en este segundo volumen. No se preocupen, habrá más aventuras, pero tengo que acomodarlas bien, para que no se sienta repetitivo, si es que eso es posible en una novela H.
Es que todos hacemos siempre lo mismo. ¿No es cierto?
Segundo, la coprotagonista. Fumishi Akane. En este segundo volumen, ella es quien ha llevado la voz cantante. Lo hice así porque el primero básicamente trató de Kamine. Quería que este volumen fuera sobre Akane, porque admitámoslo, estamos, (TODOS) en esto, por las chicas. Nadie viene a leer estas tonterías si las chicas son desagradables, o están mal pensadas o mal ejecutadas. Y de todas las chicas, la más prominente y la más interesante al final del volumen uno, era Akane.
Akane es sadista. O como lo llaman algunos “Do S” en términos generales. Me agradó mucho la posibilidad de explicar cómo funciona el sadismo de Akane, y en un concepto más realista y más general. Por lo regular, cuando quieren representar a alguien sadista, lo colocan como si trajera un látigo a donde quiera que va, pisara a la gente y les llamara “orinales humanos” todo el tiempo y… eso me molesta un poco. Voy con las bromas y los clichés y demás pero… ya hablando en serio. Los sadistas somos gente normal. En realidad lo único que es diferente es que el sufrimiento ajeno le provoca excitación, y al igual que el masoquismo, no es cualquier tipo de sufrimiento, y no es en cualquier situación. Fuera de eso, les aseguro, que pueden encontrar a un sadista en la calle, y no se darían cuenta, como es el caso de Akane.
Ahora que, por tratarse del tipo de novela que es, desde el principio fui dando pequeñas pistas acerca de cómo se sentía, sobre todo en el caso de Akane, que es alguien que no entiende por qué eso le provoca placer. Revelarlo fue todo un reto, porque estamos hablando de alguien que toda su vida se ha esforzado por ser un ejemplo de moralidad, alguien cuyos… impulsos, chocan brutalmente con la imagen de sí misma que ella ha pretendido dar toda su vida. Quisiera, que, al igual que con Mizore, su… pequeño atributo fuera visto más como un plus, que como un requisito al momento de acostarse con Toshikane. Puede hacerlo sin ello, si… pero de cuando en cuando, siempre es bueno dar salida a ese impulso también.
Sobre la co–protagonista del volumen uno, y quizá la “rival” de Akane durante este segundo volumen, tengo solamente una cosa que resaltar, y es que ella aparenta ser tonta, pero sabe lo que hace. A diferencia de la mayoría de las chicas de la novela, incluyendo a la propia Akane, Kamine es alguien que sabe perfectamente lo que tiene que hacer para conseguir lo que quiere, sin escrúpulos, sin remordimientos. Alguien en perfecto control de su corazón, que sabe que es bonita y está dispuesta a explotarlo, y que no siente ninguna vergüenza de lo que tenga que hacer. Quizá es por eso que no entró de lleno en esta especie de… amigable competencia. Si es que se le puede llamar así. Si compitiera en realidad con cualquiera de las otras chicas, digamos… Minase, ni siquiera habría una competencia, Kamine toma a Toshikane y fin de la historia. Es un carácter interesante y me gusta mucho como hace las cosas, pero precisamente por ser tan buena en el amor, es que se ha quedado aparte últimamente.
Viajando nuevamente al polo opuesto, y probablemente quien tome el protagonismo del tercer volumen, nos hallamos con Hatami Kurimo. ¿Qué puedo decir de ella? Es un desastre. Da un poco de lastima en verdad, tan bellos sentimientos y un corazón tan grande y puro, pero revueltos en esa maraña emocional antes de salir, por supuesto que solo iba a salir un líquido amargo y salado como lo son las lágrimas. No entiende a su propio corazón, no tiene nada de control sobre sus emociones, y con frecuencia termina dejándose llevar por esos desmedidos escapes de sentimentalismo irracional e infantil que la caracterizan. Que quede claro que ella es quien más ama a Toshikane, por decirlo de alguna forma, pero la verdad es que decidió comenzar con su vida sentimental y sexual mucho antes de estar lista, ahora no entiende ni una ni la otra, no es capaz de separarlas o analizarlas cuerdamente y pasa su vida atormentada porque no sabe qué debería hacer con todos esos sentimientos que se acumulan dentro de su pecho mucho más rápido de lo que ella puede manejar.
Suplico a todos los lectores, sean buenos y pacientes con ella. Ha aprendido algunas cosas y aunque le falta mucho por aprender, se está esforzando por ser una buena mujer. De todas, era la más cercana a convertirse…. En una yandere.
Sobre las hermanas Akiyama (las hijas del jefe, Sanae y Minase) no hay gran cosa que decir que ellas mismas no explicaran en el transcurso de la novela. Ambas son polos opuestos también. La menor con muchas ganas de ser mayor, y la mayor, con muchas ganas de volver el tiempo atrás. Supongo que eso se denota en cada aspecto de su vida, aunque, para mediados del volumen dos, ambas hayan comenzado a aceptar su suerte un poco mejor.
Minase se divide a veces entre sus impulsos sexuales, su cariño por su hermana, y su lealtad hacia su amiga Hatami, de quien ella se siente personalmente responsable por que ella fue quien la incitó en primer lugar. Acaba, sin embargo, entendiendo que cada quien crece a su propio ritmo y que lo que realmente importa ya está dentro de ella, literal y metafóricamente. Todavía tiene ganas de estar con el protagonista, eso se vio un poco al final del volumen cuando ella coquetea activamente con él, pero por la situación que mencionaba, ella no se atreve a ir más allá. Digamos que ella piensa ahora que debe tener el permiso de las demás antes de poder tenerlo.
Ya que no pude contar mucho sobre ella en este volumen, les diré una cosa. Sus pechos crecieron un poco y ella está orgullosa de eso. Por eso es que en las ultimas apariciones ella se nota… extrañamente feliz.
Sanae por el contrario, es, en apariencia, una chica egoísta que solo se importa ella, Si los lectores gustan prestarle atención, para Sanae en un principio, todo se trata sobre ella… “Yo quiero, Yo siento, yo soy” y en ningún momento se la ve tomando en cuenta a alguien que no sea a sí misma. El caso es que, esa forma de pensar siempre trae problemas cuando las cosas no salen como ella espera que salgan. Nuestro protagonista, en un principio, fue con esa forma de pensar, hasta que otras situaciones comenzaron a reclamar su atención… y allí es cuando comenzó el berrinche que acabó con ella siendo la novia del protagonista. De todos modos, con el tiempo, aprende que lo mejor, es compartir todo aquello que ella se ha guardado para sí. Sus sentimientos, su cuerpo, sus pensamientos, sus deseos sus impulsos; y sus secretos. Para finales de este segundo volumen, ella entiende que todo eso sabe mejor si lo comparte, solo tiene que encontrar a las personas indicadas para ello. Nuestro protagonista está más que feliz de ser esa persona indicada. En lo personal no me parece un carácter muy prominente, pero sí muy interesante.
Y Mizore… ah, Mizore. Ella fue la primera chica que aceptó voluntariamente tener sexo con Toshikane. La primera que realmente le buscó a él. Y aun así, perdió protagonismo muy rápidamente. Sus problemas iniciales con Toshikane y la rápida acción de varias otras la dejaron fuera de la jugada durante varios capítulos, pero no planeo dejarla de lado. Creo que el problema principal con Mizore es que frecuentemente tenía miedo de ser rechazada por nuestro protagonista, y en un mundo como el de Toshikane, donde todas están compitiendo por un pedazo de pastel… porque… solo tenemos un protagonista para jugar, el no ir a la ofensiva de una u otra forma, te deja atrás.
Ahora que, de algún modo estará en igualdad de condiciones con Akane, ese no debería ser problema ¿cierto? No creo que haya mucho que explicar aquí acerca de su carácter que no haya sido dicho ya a estas alturas, de todos modos, ella va a seguir aquí durante un buen tiempo todavía.
En términos generales, sobre el segundo volumen.
Había varias cosas que quería revelar en este volumen que, desgraciadamente, no pudieron entrar, no por falta de tiempo sino de capítulos en la historia en realidad. Cosas como la novia de Mirato (hermano de Kurimo) o incluso datos sobre las propias chicas que… tienen que llegar después de que termina. Podríamos decir que se me terminaron las hojas antes de tiempo como en el volumen anterior.
Lo sigo diciendo. Las novelas eróticas ocupan mucho más espacio de lo que me atreví a pensar en un principio. No es sin razón, de todos modos. Aparte de que he dejado de lado las aventuras del fantasma de primavera, las cosas se han puesto muy emocionales en este segundo volumen. Las chicas quieren todas atención, y para nuestro protagonista, es bastante difícil de seguir. Espero que para los lectores sea más sencillo. Las peleas y competición no se hicieron esperar y pronto, todo el balance se vino abajo con una rapidez impresionante.
Digamos que este segundo volumen, es simplemente el “control de daños” por todo el asunto del matrimonio con Akane. (Posiblemente haya mucho más daño que controlar ahora que ya no es una sola esposa) explicar un harem es difícil, hacerlo aunque sea un poco creíble es laborioso, sobre todo en recuentos de la vida, y soy alguien que no se siente contento si las cosas no van debidamente explicadas.
¿Qué hay de las nuevas? Se preguntarán. Akizuki Tenri, la chica del tren. Y Habara Mizumi. La que aconsejaba a Akane. No puedo decir mucho excepto que todo va a explotar con ellas. Ambas van a tener su papel pronto, junto con otra chica que aún no he presentado. Si se van a quedar o no, ya dependerá de cómo se desarrollen las cosas.
¿Y las que ya no están? Hablo más que nada de Sakyomi Hamaki. Fue bastante popular a principios del volumen uno. Pero… no sé si lo sería a este punto de la historia. La mayoría quedaron encantados con su libertad de hacer las cosas y de decir lo que realmente piensa, (aparte de sus preferencias en cuanto al tema, claro) pero sería opacada con mucha facilidad contra alguna de las que están metiendo el corazón en esto. Creo que quedó establecido cuando simplemente abandonó a Sushake porque su madre le dijo que no lo quería… ¿Se imaginan las burlas de Akane y Kamine? ¿La reacción de Kurimo y Sanae?
Dirían algo como:
“¿Eso fue todo? entonces ni siquiera vale la pena preocuparse por ella, solo hay que hacer un problema de ello y se rendirá..”
Porque es, básicamente, lo que todas están pensando, en todo momento.
El amor es la guerra, y las chicas no se lo toman a broma. No es que estén tratando precisamente de ganar, están tratando de sobrevivir a ella. De permanecer al lado del protagonista cuando todo acabe. Porque aceptémoslo, Akane tenía razón, al final del día, cualquier mujer puede darle su cuerpo sin sentir nada por ello y esa que solo da su cuerpo, será olvidada justo en el instante en que el protagonista se vista y se vaya. Y lo que las chicas que toman protagonismo quieren, es permanecer allí. ¿Recuerdan a alguna que haya quedado satisfecha después de un solo encuentro? Porque no hubo muchas como esas.
Todas querían más. Todas sentían que merecían más… y tienen razón.
Ser olvidada es ser derrotada, y ninguna quiere eso.
Si con todo eso, aun llega a tener sentido traer a Hamaki de vuelta, lo haré, pero sinceramente, a estas alturas no le veo mucho futuro, menos aun con nuevas competidoras entrando al ruedo cada volumen.
Sin más que agregar, agradezco a todos aquellos que me hayan seguido hasta este punto, y espero seguir contando con su apoyo. También aprovecho para agradecer de nuevo encarecidamente a quienes están apoyándome activamente para que el volumen tres de esta novela sea una realidad.
Recordemos que esto era para desenfrenarse así que ¡Dejad que la lujuria corra libre!
¡Que reine el amor!
Mitaka Kotsuka.