Haru No Yurei - Volumen 3: 33. Palabras del autor
Hola a todo el mundo. Es Mitaka Kotsuka.
“Si hubiera tenido más tiempo, habría escrito una carta más corta.”
-Mark Twain.
Me permito comenzar esta nota con una cita de una persona de la que no sé gran cosa, más que nada porque tiene razón. Esto es sobre este volumen 3 del Fantasma de la primavera. Lo primero que quiero decir es: Una Gran disculpa. La novela entró en paro varias veces durante este tercer volumen, e incluso así, no es la gran cosa lo que contiene.
Una gran parte de esos paros, se debieron a circunstancias de fuerza mayor, pero tengo que admitirme a mí mismo (Y a mis amados lectores) que también hubo momentos en los que simplemente no tenía idea de qué debería ir después (Que sea coherente con el contexto) o simplemente no me agradaba el rumbo que llevaba. Así que bueno, a pesar de que tuvo partes interesantes, este volumen, quiero decir, yo no lo llamaría precisamente un éxito.
Digamos que estoy conforme, pero no feliz con el resultado. Es una sensación complicada.
La narrativa trasvasija varias veces, da vueltas, avanza forzadamente o simplemente olvida cosas que no se suponía que olvidara, para luego justificarlas con alguna excusa barata. El que mis amables lectores me lo perdonen no hace mi falta más pequeña. Siempre llega el punto en una historia en que siento que los personajes hacen lo que les viene en gana y que no está más en manos del escritor la dirección de la historia.
Así sin más, llegamos al final de este tercer volumen.
Espero en verdad que lo tengan en mejor estima de lo que lo tengo yo.
Y bien, comentarios generales tengo dos noticias, las dos buenas, pienso, yo.
La primera es que me han insistido cien veces creo, sobre la cantidad de cosas que podrían hacer que nuestro protagonista terminara en la cárcel… no saben cómo se me revuelve el estómago con ese solo pensamiento. Vamos, ha dejado de ser gracioso desde hace años.
No solo en el caso de Toshikane, o de Haru no Yurei, sino de todos mis trabajos. Con respecto a la intervención de la policía la respuesta es una sola.
No.
Aquí no va a haber policías, escándalos, juicios etc. No es esa clase de novela.
A estas alturas, ya debería verse bastante obvio que, a pesar de la inmensa cantidad de cosas que podrían considerarse un crimen (dependiendo del país donde vivan) pasan desapercibidas y seguirán haciéndolo. Es aposta.
Las pocas veces que aparece la policía, aparece, más que nada, para recuperar el orden y la tranquilidad común, y es todo. Sobre los conflictos que tengan los personajes entre ellos, El asunto de Kurimo y su hermano mayor, o el asunto de Habara, por poner ejemplos, los van a resolver ellos hasta el último minuto.
Dejaré de responder a estos comentarios ahora, ya que por fin pude llegar al sitio donde ponerlo todo.
Sobre la apariencia física, que… me lo han preguntado ya varias veces.
Creo que me voy a abstener.
Lo siento mucho. No es que quiera molestar a mis lectores, todo lo contrario. Una de las cosas que me agrada de Haru es que, con excepción de algunas pequeñas especificaciones como la edad o el color de cabello de algunas chicas… todo está abierto a la interpretación, pueden imaginar a la chica como ustedes gusten.
Al final del día, la apariencia física no significa nada. Pueden cambiarla si gustan, pueden imaginar a la chica con todas sus preferencias. No importa en realidad. Lo único que no pueden cambiar, es lo que vale, es lo que la distingue de los demás. Realmente pienso que no importa si Sanae tiene el cabello amarillo, verde o morado. Realmente pienso que da lo mismo cuales sean las medidas exactas de Kurimo o los ojos de Akane.
Sobre los personajes, bueno, creo que realmente no queda mucho que decir. Kurimo y Sanae acapararon la atención en este tercer volumen. La intención completa es que Kurimo fuera la protagonista, creo que lo logré, hasta cierto punto, aunque de algún modo Sanae logró meterse entre la historia todo lo que quiso.
No sé si estoy dispuesto a decir que me agradan las tsunderes, ya he dicho que las odio (Que Sanae lo es, sin duda) pero la encuentro de mi gusto. Espero que los lectores piensen cuando menos bien de ella. No se puede evitar sentir pena por su situación. Una chica con impulsos sexuales fuera de su control, que aparte de todo se siente culpable por ello… ¿Qué no existe una enfermedad con ese nombre?
Hice una pequeña historia para patreon sobre la vida de Sanae. No es que sea exclusiva pero pienso que es bueno saber cómo lo ve desde el punto de vista de ella.
Hubo varias partes donde sentí que los personajes no actuaban como ellos mismos hacia el final de la novela, por eso creo que el ultimo capitulo demoró tanto y es tan largo. De algún modo trataba de establecer cómo quedan en cuanto a razones y comportamiento.
Faltan todavía muchos cabos sueltos con respecto a la historia, muchas cosas que hay que arreglar, quisiera centrarme ahora en varios personajes que siento que no han tenido luz, pero no sé si las esposas de Toshikane vayan a permitírmelo. Habrá que distraerlas con algo, o mover a Toshikane sin que se enteren (No les digan nada) ya me las ingeniaré. De igual manera, no es como que le vayan a perdonar pasar una noche fuera de casa solo asi ¿verdad? ¿Ven a que me refiero?
No importa, me esforzaré.
Quiero agradecer aquí a alguien a quien yo considero super importante en esto.
Guto yobu
Él es mi patreon y les prometo que sin él, yo habría dejado de escribir esto desde el segundo volumen.
Hermano, no sé qué estás haciendo, pero nunca podré pagar lo suficiente por el apoyo.
Un agradecimiento también a Yuuki, de Yuuki-TLS. Que sin yo merecerlo le ha dado un espacio a esta y a mis otras novelas. No importa lo mucho que me tarde, lo apresurado que sea o lo ridículo de mis demandas, él siempre las ha cumplido todas.
Amigo, sé que estas ocupado pero ¿Qué pasa con esas traducciones?
Y quiero agradecer también a todos mis lectores, que sé que ya empiezan a impacientarse. Si hubiera tenido más tiempo, habría escrito una carta mas corta. Toda esta nota para decir: Muchas gracias. Este es el final del tercer volumen, yo no pienso que sea muy bueno, pero me esforzaré más en el futuro.
Mitaka Kotsuka.