Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 1: 7. Epílogo, ¡La Eminencia en las Sombras que tanto anhelo!
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- Volumen 1: 7. Epílogo, ¡La Eminencia en las Sombras que tanto anhelo!
Los ojos color miel de Rose estaban observando fijamente a los hombres vestidos de negro.
Ya había pasado bastante tiempo desde que ella y los demás fueron traídos al gran auditorio. Se podía notar porque las lámparas del auditorio se habían encendido para iluminar el espacio.
Rose había cortado las cuerdas que la tenían apresada con un pequeño cuchillo, luego, mientras fingía estar atada, le pasó ese cuchillo a la chica al lado, y esa luego se lo pasó a la siguiente y a la siguiente.
Ahora, podía moverse cuando quisiera, pero también sabía bien, que sería inútil hacerlo. No había muchos hombres de negro, pero todos ellos tenían una fuerza considerable.
Aparte de que tenían el control de la situación, los más poderosos eran el tal llamado Rex y el otro al cual llamaban el Caballero Delgado. Incluso los maestros no podrían hacer nada, solo quedarse en total silencio. No estaban seguros de poder ganar, incluso si tuvieran su poder mágico.
Por suerte, Rex no se había mostrado por un buen rato por aquí. Sería de gran ayuda que hubiese sido derrotado por los caballeros que estaban afuera, pero Rex era bastante habilidoso, así que hasta eso estaba en duda. Rose pensaba sinceramente que debía hacer algo antes de que Rex regresara.
El Caballero Delgado por lo general estaba encerrado en la habitación al fondo del gran auditorio, pero de vez en cuando, salía para ver si Rex había regresado, y luego se quejaba al ver que no volvía. Por su denso poder mágico y su postura, se podía ver que era una persona con gran experiencia, incluso más poderoso que la princesa Iris… Aunque sinceramente, ellos no querían pensar en eso. Pues, si ese fuera el caso, aunque Rose recuperara su poder mágico, no tendría oportunidad de ganarle.
De cualquier forma, no podía moverse, pero también era cierto que se estaban quedando sin tiempo.
A medida que pasaba el tiempo, Rose sentía como su poder mágico era drenado.
Posiblemente, estaba relacionado al por qué la energía mágica estaba siendo bloqueada.
De cualquier forma, aunque ella todavía estaba bien, los estudiantes con poco poder mágico comenzaban a enfermar. En poco tiempo, muchos perderían la conciencia por deficiencia de poder mágico y el momento de contratacar jamás podría llegar.
Su corazón comenzó a ser dominado por la ansiedad y el miedo.
Pero para poder controlarlo, ella tenía clara la figura de cierto chico en su mente.
Cada vez que ella recordaba la valiente figura de Cid protegiéndola a costa de su vida, un calor crecía dentro de ella. Por eso, Rose esperó el momento, el momento por el que prometió que los sentimientos de aquel chico no serían en vano.
Y así, abruptamente, el momento se presentó.
De repente, el gran salón fue golpeado con un destello de luz.
No sabía qué era, pera antes de siquiera pensarlo, ella ya se estaba moviendo.
No le importaba lo que era esa luz, pues ella sentía que era el momento que tanto había esperado.
Mientras que la luz atrapaba las miradas de todas las personas, Rose entrecerró sus ojos y corrió hacia uno de los hombres de negro.
Y, en cuando puso sus manos alrededor de su cuello, ella se dio cuenta.
¡Puedo usar su poder mágico de nuevo!
Rose tomó su espada y le cortó el cuello al hombre en un abrir y cerrar de ojos.
Ella no sabía por qué o cómo había recuperado su poder mágico, pero a ella no le importaba en lo más mínimo. Rose tomó la cabeza que acababa de arrancar y la alzó en lo alto como una señal.
“¡Nuestro poder mágico ha regresado, es momento del contraataque!” El gran auditorio se llenó de gritos de valentía.
La chica del consejo estudiantil rompió sus cadenas, se movió, y junto con ella, todos los demás estudiantes. Su voluntad era una misma con las de todos, haciendo retumbar el aire alrededor.
Rose liberó su gran poder mágico, y con la onda expansiva, mandó a volar el cuerpo del hombre vestido de negro.
Todo, por la victoria.
Ahora, en este preciso momento, Rose se había dado cuenta que ella era el símbolo del contraataque.
Mientras ella siguiese peleando, todos la iban a seguir, ella debía seguir peleando y ganando.
Por eso, Rose empuñó su espada y peleó sin importarle cuánto poder mágico estuviese usando.
“¡Sigan a la presidenta!”
“¡Tomen sus espadas!”
Mientras recibía la atención, admiración y hostilidad de muchas personas, ella y todos los estudiantes arremetieron contra los hombres.
Todos alabaron esa figura y todos la siguieron.
Pero, no controlar la distribución de su poder mágico había sido un error tonto. Aunque poseyera una gran cantidad de poder mágico, Rose ya estaba casi al límite.
Ella misma lo sabía, lo sabía y podía sentir como su límite se iba acercando. Su poder mágico se debilitaba, su espada era mucho más débil y su cuerpo más pesado.
Si antes había derrotado a uno de los enemigos de un golpe, ahora lo hacía de dos, luego de tres.
Un poco más, ella quería solo un poco más de tiempo, pero al contrario, los hombres la tenían rodeada.
Rose sabía bien que su límite llegaría con un solo ataque más.
Lo bueno era que los estudiantes seguían entusiasmados. Aunque ella cayera aquí y ahora, ellos no se detendrían.
El sentimiento de un solo chico pasó a Rose, y Rose se lo dio a todos los demás. Así, poco a poco, los mismos sentimientos fueron heredados de vida a vida.
Nada fue en vano.
Ni la vida del chico, ni la suya propia.
Había una razón por la cual Rose, procedente de un país de arte y cultura, estaba obsesionada por la espada. Era un sueño, sí, el inocente sueño de una niña. Aun así, ella decidió perseguirlo hasta el final. ¿Habrá logrado acercarse a él, aunque fuera un poco? Mientras tenía eso en mente, Rose se preparó para su último ataque.
Ese último ataque ya casi no tenía poder mágico, no tenía fuerza, ni siquiera velocidad.
Pero fue un ataque que cortó el cuello de otro hombre de la forma más fuerte y bella que hubiera logrado en su vida.
Aquello fue la mejor respuesta que la vida de Rose pudo dar. En ese momento, ella sintió como si hubiera alcanzado algo importante.
Pero…
Ella no quería aceptar que ese fuera su final. Ella deseo poder vivir un día más, todo mientras veía la lluvia de espadas que se acercaban a ella.
Y luego…
Su deseo se cumplió.
Un torbellino negro azabache apareció en escena.
Junto con él, se formó otro remolino de sangre, destrozando a todos los enemigos a su alrededor.
Por unos segundos, reinó el silencio, como si el tiempo hubiera sido detenido.
Allí, en el centro de todo, apareció de pie un hombre vestido con una capa y capucha negra.
“Estuviste excelente, portadora de una hermosa espada…”
Su voz, parecida a una que ascendía desde las profundidades del abismo, se dirigió a Rose.
De seguro, eran palabras de elogio hacia su espada, pero el impacto en ella fue tanto que no pudo decir nada.
“Mi nombre es Shadow”.
La espada del hombre que se hacía llamar Shadow, era simplemente, de otro mundo.
“M-Mi nombre es Rose… Rose Oriana”.
Habiéndose recuperado de su sorpresa, aunque todavía temblando, ella respondió.
La espada de Shadow estaba a una altura diferente. Era una espada completa, perfeccionada a través del trabajo duro. Rose sintió en esa espada un tiempo incalculable, una espada que había sido trabajada por demasiado tiempo.
“Vengan a mí… leales subordinadas”. Dijo Shadow disparando un rayo de poder mágico violeta hacia el techo. En cuanto hizo eso, un grupo de personas de negro y enmascaradas aparecieron desde las ventanas, bañándose en esa luz violeta.
¿Acaso eran aliados…?
La gran angustia de Rose finalmente había terminado.
El grupo de personas enmascaradas, rápidamente comenzaron a pelear con los otros hombres de negro.
No parecía ser una disputa de compañeros… pero tampoco parecían ser personas de la orden de caballeros. Si observaban con más atención, se darían cuenta que todas eran mujeres. Pero…
“Increíble…”
Todas eran increíbles, todas eran demasiado fuertes.
Los hombres de negro eran derrotados sin parar, sin poder siquiera defenderse.
La técnica de espada de todas las mujeres, era igual a la de Shadow, igual a la de la persona que las había entrenado.
“Shadow-sama, me alegra que esté bien”.
“¿Nu?” Dijo Shadow hacia una de las mujeres, pero esta, a diferencia de las otras, estaba arrodillada en reverencia a su lado.
“El responsable provocó varios incendios en los edificios de la escuela y huyó”.
“Qué tonto… encárgate de este lugar”.
“A sus órdenes”.
“¿Realmente cree que puede escapar…?” Murmuró Shadow en voz baja. Luego, se dio la vuelta y con una sola espada, cortó la inmensa puerta del gran auditorio. Por supuesto, junto con los hombres que estaban custodiándola.
Se parecía un poco a la espada de Rose. El hombre apareció como si quisiera solo demostrar eso, y luego desapareció en medio de la oscuridad de la noche.
Todos, y cada uno de sus movimientos fueron perfectos a los ojos de Rose.
“¿Estás bien?” Dijo la chica llamada Nu a Rose.
“Sí…”
“Tu técnica fue esplendida”. Dijo ella y luego comenzó a pelear con los hombres de negro.
Pero como se lo esperaba, la espada de Nu tampoco era normal. Ella iba derrotando a cada hombre de un solo golpe.
El sentido común de Rose, no, el sentido común de un espadachín mágico se rompía al verlas. Las técnicas de las mujeres vestidas de negro, eran simplemente, de otro mundo.
Era como si fuera una escuela totalmente nueva.
¿De dónde apareció tal escuela, tal técnica, tal grupo? Era totalmente extrañó que nadie la hubiera visto antes.
“¡Fuego, todo se está prendiendo!”
Al escuchar esa voz, Rose volvió en sí. El fuego se estaba apoderando de todo el gran auditorio.
“¡Evacuen, todas las personas cerca de la entrada, evacuen!”
Rose gritó para tratar de guiar a los estudiantes. Gracias al grupo de chicas de negro, había muy pocas bajas y la batalla ya estaba por terminar.
Rose les prestó sus hombros a los heridos y comenzaron a evacuar.
“¡Los caballeros llegaron!”
Todos se aliviaron al escuchar eso, Rose incluso por poco y cae al suelo, pero volvió a sacar fuerzas de su interior.
Poco a poco, los estudiantes fueron rescatados del gran auditorio mientras el fuego crecía más y los hombres de negro eran completamente exterminados.
Pero, de un momento a otro el grupo de mujeres de negro ya se habían ido.
Ellas se habían marchado sin dejar una sola huella, o pista de su presencia, como si nunca hubiera estado.
Rose ayudó hasta al último de los estudiantes y luego se volteó a ver al gran auditorio.
“¿Quiénes son ellos…?”
El fuego se veía en plena noche desde la oficina del vicerrector.
Allí adentro, en una habitación a oscuras, una sombra se estaba moviendo. La sombra tomó varios libros del estante y luego los tiró al suelo y los quemó.
La débil llama fue devorando las páginas de los libros mientras que, al mismo tiempo, iluminaba débilmente la habitación.
La sombra que emergió de esa mezcla de luz y oscuridad, tenía la forma de un hombre alto y delgado.
“¿Qué está haciendo vestido así Vicerrector Ruslan?”
Al escuchar eso, la silueta se estremeció. En esta habitación, donde él creía estar solo, de la nada, había aparecido alguien más.
Era un chico sentado en el sofá con las piernas cruzadas y sosteniendo un libro. Era un chico de cabello negro, común y corriente como cualquier otro por ahí afuera. No obstante, el chico no miró directamente a la silueta del hombre sino más bien, al libro que estaba quemándose. Se escuchó fuertemente el sonido de las páginas siendo devoradas por el fuego.
“Veo que lo notaste”. Dijo el hombre vestido de negro, sacándose la máscara que cubría su rosto y desvelando la figura de un viejo. El viejo tenía el cabello completamente blanco, peinado hacia atrás. Era el vicerrector Ruslan.
El vicerrector Ruslan tiró la máscara al fuego, seguido de su capucha y túnica negra, haciendo el fuego mucho más grande.
“¿Puedes decirme en qué falle para que me descubrieras? Cid Kagenou-kun”. Preguntó Ruslan mirando hacia Cid.
“Digamos que solo me di cuenta”. Dijo Cid mirando a Ruslan solo por un instante y luego regresando su mirada al libro.
“Solo te diste cuenta, ya veo. Tal vez fue mi forma de caminar, o tal vez mi postura… en todo caso, tienes buenos ojos”. Dijo Ruslan, mientras Cid seguía viendo hacia su libro.
La sombra de ambos se levantó en la habitación iluminada por el fuego.
“¿Puedo hacer una pregunta también?” Preguntó Cid sin siquiera alejar la vista del libro, por lo que Ruslan se quedó en silencio.
“¿Por qué hacer algo como esto? La verdad no creí que usted tuviera interés en este tipo de cosas”.
“Así que el por qué… puedo contártelo, pero será una larga historia”. Murmuró Ruslan mientras se cruzaba de brazos.
“Hace mucho me encontraba en la cima de todo, es una historia de hace mucho antes que nacieras”.
“Escuché que ganó en el festival Bushin”.
“Bushin no es, ni nunca será la cima. La cima existe, mucho más allá de lo que tú crees. Lamentablemente, no creo que lo entiendas, así que no hablaré mucho sobre eso”. Se rio Ruslan, sin ninguna intención en especial, solo una risa sarcástica, un tanto cansada.
“Cuando logré alcanzar la cima, de inmediato, me atacó una enfermedad. Mi momento de gloria terminó en un abrir y cerrar de ojos con pesar. No obstante, traté de buscar la forma de curar mi enfermedad, hasta que encontré una posibilidad, había encontrado a una investigadora de artefactos mágicos llamada Lucreia”.
“¿Se pondrá más largo?”
“Un poco. Lucreia era la madre de Sherry. Ella era una mujer bastante desafortunada, odiada por su propia academia por sus habilidades. No obstante, era una mujer con un vasto conocimiento, y su posición era más que perfecta para mí. Por eso, decidí conseguirle un laboratorio y también muchos artefactos para que trabajase. Ella se enfocaba en sus investigaciones mientras que yo las usaba. A ella no le importaban los logros, el renombre o las riquezas, así que era una relación perfecta. Así fue que finalmente encontramos el ojo de la avaricia. El artefacto que siempre había estado buscando. Pero al final, esa mujer, esa tonta mujer, decidió que era demasiado peligroso, así que intentó que el reino se quedara con el artefacto. Por eso la maté, la corté de los extremos hasta el centro del cuerpo, la atravesé desde su pecho, pasando por su corazón y atravesando su espalda, la retorcí”.
Cid seguía escuchando la historia con el libro abierto, pero con sus ojos cerrados.
“Luego de eso me quedé con el ojo de la avaricia, pero todavía estaba en medio de su desarrollo. Por suerte, un poco después, encontré a otra gran investigadora, la hija de Lucreia, Sherry. Ella no sabía nada, no dudaba de nada y solo hacia todo el trabajo por mí. Resultó ser una tonta, pero muy linda y muy tierna hija. Así, gracias a madre e hija, el ojo de la avaricia pudo ser completado. Lo único que me faltaba por hacer, era encontrar un buen lugar para esconderme y un momento para recolectar el poder mágico necesario… y hoy fue ese día, hoy fue el día en que mi deseo se cumplió”. Dijo Ruslan mientras reía.
“¿Y bien? ¿Te gustó la respuesta?” Preguntó Ruslan, y luego Cid abrió los ojos.
“Entendí todo… bueno, casi todo. Solo hay algo que no entiendo”.
“Dilo”.
“¿Es realmente verdad la parte donde quiere usar a Sherry luego de matar a su madre?” Cid apartó su vista del libro y miró a Ruslan.
“Por supuesto, es verdad. ¿Acaso eso te enoja, Cid-kun?”
“Quién sabe… a decir verdad soy una persona que separa muy bien las cosas que le importan de las que no”.
Cid miró hacia abajo.
“¿Por qué?”
“Para poder concentrarme más, supongo. Hay un objetivo al que realmente quiero llegar, pero es algo muy, muy lejano. Por eso separé ambas cosas”.
“¿Las separaste?”
“La gente mientras más vive, más acumula cosas importantes. Amigos, parejas, trabajos… y así, van creciendo poco a poco. Pero para mí, eso es diferente. Los separé, los corté. Me deshice de eso, y me deshice de aquello, para poder conseguir lo que realmente me importa. Yo vivo solo para eso, y por eso, el resto de cosas me dan absolutamente igual”.
Cid tomó su libro y se levantó, luego lo arrojó al fuego.
“En pocas palabras, ¿no te importa lo que le haya pasado a esa estúpida madre?”
“No. Aunque acabo de decir que ese tipo de cosas no me importan, en este caso, no es del todo correcto… A decir verdad, me siento algo disgustado”. Dijo Cid mientras agarraba la espada en su cintura.
“¿Deberíamos empezar ya? No quiero que llegue gente a interrumpir”.
“Eso es cierto. Me da un poco de lastima, pero llegó el momento de despedirnos”. Ruslan tomó una postura y agarró su espada.
Ambas espadas blancas brillaron con la llama del fuego, y se movieron al mismo tiempo. La espada de Ruslan atravesó el pecho de Cid y la sangre bailó por el aire.
El cuerpo de Cid fue empujado más allá de la puerta, quebrándola y cayendo al corredor lleno de fuego mientras las llamas abrazaban su cuerpo.
“Hasta nunca, joven”.
Ruslan guardó su espada y luego, el fuego comenzó a entrar a la habitación. Mientras las llamas se avivaban mucho más, y en el momento en que Ruslan trató de marcharse…
“¿A dónde vas?”
“¡…!”
Una voz baja, como si ascendiera desde el mismísimo abismo, llegó a sus oídos. Ruslan se giró y vio a un hombre de negro ahí parado. Tenía una máscara, como la de un ilusionista y un largo abrigo con capucha negra que incluso ahora estaba en llamas. No obstante, el hombre ni siquiera se inmutó, y en vez de eso, tomó la espada negra en su cintura.
“¡Tú…!”
Ruslan tomó su espada rápidamente.
“Mi nombre es Shadow, aquel que acecha en las sombras, aquel que caza a las sombras…”
“Así que tú eres Shadow…”
La espada blanca de Ruslan y la espada negra de Shadow se encontraron y ambos comenzaron a luchar.
Luego de un pequeño intercambio de ataques, Ruslan tomó distancia.
“Ya veo. Ciertamente, eres fuerte”.
“Oh…”
“Yo también fui alguien que vivió por y para la espada, así que sé sobre esas cosas. También sé que ahora mismo no tengo mucha ventaja, así que lo siento, pero iré con todo”.
Ruslan tomó un frasco de tabletas rojas y se las tomó mientras que, al mismo tiempo, controlaba el ojo de la avaricia.
“El verdadero poder del ojo de la avaricia se muestra al reunir ambas piezas. Sí, de esta forma”.
Junto a un sonido metálico, los dos artefactos se combinaron en uno. Al hacerlo, el artefacto combinado liberó una gran luz, y en el centro de esa luz aparecieron varios patrones y letras. Luego de que todas las letras se extendieran por la habitación, Ruslan tomó con fuerza el artefacto y lo puso en su propio pecho.
“Es hora de renacer, aquí y ahora”.
Luego, el artefacto se enterró en el pecho de Ruslan.
El artefacto comenzó a meterse a través de su piel, más y más de forma directa y sin problemas, como si se tratara de agua.
“¡¡Oooooooooooooooooooooooooohhh!!”
Ruslan extendió ambas manos y rugió con fuerza.
Las letras antiguas comenzaban a adherirse en todo su cuerpo mientras la resplandeciente luz que liberaban, llenaba la habitación de un color blanco.
Luego, cuando la luz finalmente se debilitó, allí estaba Ruslan cubierto por un humo blanco.
Él se levantó lentamente, y en su rostro, también había letras marcadas, como si fuera un tatuaje.
“¡Esplendido… realmente esplendido… mi fuerza está regresando, mi enfermedad está desapareciendo!”
El poder mágico de Ruslan sacudió las llamas alrededor de la habitación.
Viéndolo con un poco más de atención, no solo su rostro tenías las letras, sino que también su cuello y brazos.
“¿Lo ves? ¡Esto es poder puro! ¡Un poder mágico que trasciende el de cualquier ser humano!”
Luego, él gritó.
“Serás el primero con quien lo pruebe”. De repente, él desapareció.
Al siguiente instante, Ruslan apareció detrás de Shadow blandiendo su espada.
El sonido agudo de dos metales chocando resonó alrededor, haciendo que incluso la atmosfera temblara.
“Oh, buen trabajo en esquivarlo”.
Shadow se había girado y había interceptado la espada de Ruslan con su espada negra.
Ruslan trató de empujarlo, pero la espada de Shadow no se movió ni un poco.
“Parece que te subestimé un poco, pero ¿qué tal esto?”
Ruslan desapareció una vez más.
Esta vez, el ruido de algo cortando el aire resonó rápidamente. Uno, dos, tres.
Cada vez que sonaba la espada negra de Shadow se movía un poco, solo un poco. Luego, a la cuarta vez, Ruslan apareció frente a Shadow.
“No pensé que resistirías incluso esto. Lo admito, eres fuerte”. Dijo él, con una sonrisa llena de confianza.
“En honor a esa fuerza, iré en serio”. La actitud de Ruslan cambió.
Cambió la posición de su espada, liberando una gran cantidad de poder mágico para ponerla en su espada, la cual comenzó a brillar de un color blanco resplandeciente.
“Cuando vayas al otro mundo puedes presumir que hiciste que fuera en serio”.
Ese ataque lleno de un gran poder mágico y a una gran velocidad, se dirigió directamente a Shadow.
Sin embargo…
La espada negra azabache bloqueó incluso ese ataque.
“¡¿Qué?!”
Chispas salieron volando producto del choque de ambas espadas.
“¡¿Ni esto funcionó?!”
“En serio… ¿esto es todo lo que tienes?”
Ambos se miraron el uno al otro desde una corta distancia.
“¡Tch! ¡Recién estoy empezando!” La espada de Ruslan aceleró.
La espada bailó en el aire, dejando un hermoso rastro blanco de su trayectoria.
“¡¡Oooooooooooooooooooooooooooooooh!!”
Gritó con fuerza, empuñando su espada blanca con todas sus fuerzas, pero la espada negra la bloqueó una vez más.
“¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!”
La espada negra y la espada blanca chocaban, y en cada choque, estas liberaban chispas y un gran ruido, como si fuera un gran recital tocado en medio de una noche bañada por el fuego.
No obstante, el final ya se estaba acercando.
La espada negra hizo finalmente un movimiento, haciendo que la espada blanca retrocediera y que el cuerpo de Ruslan saliera disparado hacia un escritorio.
“¡Guuuha—! ¡N-No puede ser…!”
Ruslan se levantó débilmente. Sus heridas por supuesto, se sanaron al instante, pero la luz de las letras antiguas grabadas en él, se iban desvaneciendo.
“No pensé que la batalla se extendería tanto. Jaja, eres increíble. Pero no importa qué tan fuerte seas, estás acabado”.
“¿Acabado?”
“Ja, ya he preparado todo para que la gente piense que todo fue obra del Jardín de las Sombras. Desde testimonios, hasta pruebas. No importa qué tan fuerte seas, no serás capaz de hacer nada en contra de eso”. Dijo Ruslan mientras su expresión sombría miraba a Shadow.
Sin embargo, Shadow tampoco se quedó callado. Se aguantó la risa, pero a su vez, una pequeña risa sombría salía desde el fondo de su vientre.
“¿Qué es tan gracioso?”
“Eres un bufón, y un tonto. ¿Realmente crees que me voy a detener por algo tan insignificante?”
“Qué mal perdedor”. Dijo Ruslan con una sonrisa.
Shadow mientras tanto puso su mano en su frente, como si le estuviera diciendo “no entiendes nada”.
“En primer lugar, nosotros jamás caminamos ni caminaremos por el camino de la justicia, tampoco por el camino de la maldad. Nosotros simplemente, caminamos por nuestro propio camino”. Dijo Shadow, agitando su abrigo negro.
“Si quieres culparnos de todos los pecados y errores del mundo, nosotros lo aceptaríamos sin dudarlo. ¿Pero sabes? Nada cambiaría. Nosotros simplemente haremos lo que tenemos que hacer”.
“¡¿Estás diciendo que no te importa enemistarte con todo el mundo?! ¡Eso no es ser más que un arrogante, Shadow!”
“Entonces ven, y trata de destruir mi arrogancia”. Ruslan corrió hacia él, furioso.
Luego alzó su espada blanca para tratar una vez más de asestarle un golpe a Shadow. Pero, justo antes de que alcanzara su cabeza, Shadow se movió.
“¡¡¿Qué?!!”
La sangre fresca bailó por el aire.
La espada negra azabache atravesó la muñeca derecha de Ruslan, y luego él inmediatamente retrocedió con su espada en la mano izquierda.
Sin embargo… “¡No puede ser!”
Esta vez la espada negra alcanzó su muñeca izquierda.
Una sombra penetrante siguió atacando a Ruslan mientras él trataba de retroceder.
“¡Ghhh…aahh!”
El cuerpo de Ruslan comenzó a llenarse de sangre, la velocidad de su enemigo era tal, que ni siquiera podía verlo, ni siquiera podía defenderse o contratacar.
Así, varias partes de Ruslan fueron cortadas, sus muñecas, muslos, dedos de los pies, antebrazo.
Así poco a poco los cortes iban subiendo hasta llegar al centro de su cuerpo.
“Desde los extremos hasta el centro del cuerpo…”
La voz de Shadow hizo eco alrededor de la habitación.
“Primero la apuñalé desde la espalda hasta el corazón y la retorcí… eso fue lo que dijiste, ¿no?”
Al mismo tiempo que él dijo eso, la espada negra atravesó el pecho de Ruslan.
“¡¡Ahh!!”
Ruslan trató de agarrar la espada negra, mientras sangre salía a borbotones de su boca.
En ese instante, la débil mirada de Ruslan fue a parar directamente hacia la del chico escondido detrás de la máscara.
“¡¿Tú… eres…?!”
En cuanto Ruslan trató de decir algo, la espada negra se retorció.
“¡¡Gaah, aaaah, aaaaaa!!”
Luego, cuando la espada salió de su pecho, el suelo se llenó de un charco de sangre. La luz en sus ojos, y los tatuajes en su cuerpo fueron desapareciendo, hasta que finalmente solo quedó el cadáver de un viejo tirado en el suelo.
En ese momento, se escucharon unos pequeños pasos.
“¿Papá…?”
Más allá, delante de la figura de Shadow bañada en sangre, estaba parada una chica de cabello rosa.
“¡¡Papááááááá!!”
La chica de cabello rosa corrió al lado de Shadow, y luego se dirigió al cadáver del anciano.
“¡Nooo… papá… ¿por qué… por qué?!” Dijo ella, aferrándose con lágrimas al delgado
cadáver, pero el cuerpo de su padre ya no se movía.
Las lágrimas de la chica llegaron al rostro de Ruslan, mientras que Shadow que estaba viendo todo eso, se dio la vuelta.
“Así está bien, no tienes por qué enterarte de nada…”
Luego, se desvaneció en el fondo de la habitación mientras que, a su espalda, aún se escuchaban los lamentos de la chica.
Al parecer, un chico que había recibido una gran herida en su espalda estaba siendo tratado en uno de los edificios de la escuela.
Rose al enterarse de eso, no pudo quedarse de brazos cruzados, y rápidamente se dirigió a las carpas de rescate.
El edificio de la escuela seguía ardiendo en medio de la oscuridad de la noche.
Aunque los maestros disponibles y los estudiantes, seguían tratando de apaciguar el incendio.
Los caballeros mientras tanto, seguían rescatando a los heridos y también perseguían el rastro del “Jardín de las Sombras”.
El chico que estaba siendo tratado era uno de cabello negro, de primer año de la academia de espadachines mágicos. Era justo igual a él.
Aunque en ese momento, él había muerto.
Claro que, tampoco es que hubieran confirmado la muerte de manera adecuada. No tuvieron ni el tiempo ni la oportunidad de hacerlo.
Por eso, tal vez, solo tal vez, él todavía esté con vida. Tal vez, él esté en una de estas carpas.
Rose no pudo quedarse quieta al tener esa pequeña esperanza.
Sus pensamientos razonables negaban esa posibilidad, mientras que su corazón deseaba que así fuera.
Rose notó eso como una de sus debilidades.
Dentro de las carpas, había un olor mezclado de sangre y alcohol, mientras que el personal médico se movía de un lado a otro tratando a los heridos.
Rose iba adentrándose más en el interior de la carpa mientras veía el rostro de todas las personas, una a una.
Y allí, ella encontró al chico de cabello negro.
Él estaba acostado en una de las camas recibiendo tratamiento en su espalda. Todo mientras hablaba con el médico.
Al parecer estaba consciente.
“D-Disculpa… ¿eres Cid Kagenou-kun?” Preguntó Rose algo nerviosa.
“Sí, ese soy… ¿por qué?” Dijo el chico mirando hacia ella. Era él, tenía el mismo rostro de valentía de siempre.
“Qué bueno… en serio, qué bueno…”
“¡Espera… ¿eh?!”
Antes de darse cuenta, Rose estaba abrazando a Cid.
Ella abrazó fuertemente su cabeza entre sus brazos, presionando su rostro contra su pecho y rezando para nunca volver a perderlo de vista.
Un gran calor creció en el pecho de Rose.
“D-Disculpe, pero estamos en medio del tratamiento…”
“¡Ah! Es cierto”.
Al escuchar la voz del doctor, Rose regresó en sí y soltó a Cid.
“¿Cómo se encuentra Cid-kun?”
“La herida en la espalda es profunda. No obstante, milagrosamente no tocó ningún nervio u órgano importante, así que no corre peligro”.
“¡Dios! ¡¿En serio?!”
“Sí, en serio”.
“¡Santo dios! ¡Santo dios!” Dijo Rose mientras meneaba su pequeño cuerpo demostrando su gran alegría.
“Bueno, creo que sin saberlo, esquivé una herida fatal. Claro que no estaba consciente, así que no tengo ni idea, pero ya sabes, de alguna forma, sin saberlo, me salvé milagrosamente. No miento”.
Por alguna razón Cid comenzó a dar excusas.
“Tu entrenamiento ha rendido frutos en muy poco tiempo, es esplendido”.
“Ah, no creo que sea eso”.
Rose estaba demasiado alegre mientras veía cara a cara a Cid.
“No, de seguro estoy en lo correcto. Tu arduo trabajo y tus fuertes sentimientos hicieron que este milagro fuese posible”. Dijo ella mientras acariciaba la mejilla de Cid y lo miraba a los ojos desde una distancia bastante corta.
“Emm…”
“No necesitas decir más, ya he aceptado tus sentimientos”. Los ojos de Rose miraron directamente a los de Cid.
Mientras tanto, sus blancas mejillas se tiñeron de un color rojizo, como las rosas.
“Bueno, si aceptas el hecho de que me salve milagrosamente, el resto no importa. Pero ni se te ocurra decir algo diferente después, ¿de acuerdo?”
“Por supuesto. Por ahora, solo descansa”.
“Trato hecho, buenas noches”. Dijo el chico, cerrando sus ojos mientras Rose lo miraba con ternura. Los latidos en el pecho de Rose estaban aumentando con cada segundo que pasaba.
Su corazón latía, bum-bum-bum.
Rose solo sabía de este sentimiento por los libros que había leído. Pero ahora, podía comprenderlo.
“Tú salvaste mi vida… en ese caso, yo te entregaré mi corazón…” Dijo Rose, acariciando la cabeza de Cid.
Luego, finalmente se acostó a su lado, hasta el siguiente amanecer.
“¿Qué te parece? Se ve perfecto”. Dijo una hermosa elfa rubia mientras extendía un papel en sus manos. Ella apareció en el comercio Mitsugoshi en medio de la noche vistiendo su ya común atuendo oscuro.
Gamma tomó el papel que la hermosa elfa le dio y respondió.
“Alfa-sama… bueno, yo…”
“Lo siento, supongo que es difícil de responder”. Dijo Alfa mientras sonreía. El papel que ella cargaba, era un cartel de búsqueda. Allí estaba grabada la figura de Shadow, vistiendo un largo abrigo negro.
“Shadow, la sombra del reino. Asesino serial, secuestrador, terrorista, provocador… qué persona más mala tenemos aquí”.
“Alfa-sama, su nombre también aparece en el cartel de busqueda del Jardín de las Sombras. Aunque solo su nombre por el momento”.
“Déjame ver”.
Alfa tomó uno de los carteles que traía Gamma y lo leyó.
“El jardín de las Sombras… qué organización tan tenebrosa, ¿no crees?”
Las luces de las velas iluminaban su rostro de perfil, haciendo visible su belleza incluso en medio de la oscuridad de la noche.
“La verdad es una lástima. Traté de regresar tan pronto me enteré de todo, y aun así, no logré llegar a tiempo”.
Alfa puso a quemar los carteles con el fuego de las velas, y rápidamente comenzó a elevarse el humo desde las puntas del papel.
“Aceptaremos todos los pecados del mundo, y aun así no cambiaremos. Seguiremos haciendo lo que debemos hacer… qué buenas palabras”. Dijo Alfa mientras miraba el cartel de búsqueda que se iba quemando.
“En algún lugar de mi corazón, pensé que tal vez estábamos recorriendo el camino de la justicia. Pero al parecer, él nunca pensó de esa forma”. Dijo la belleza reflejada en las llamas de la vela, cambiando su expresión y tono. La llama de la vela se mecía con el aire, cambiando la figura de la belleza que iluminaba. A veces convirtiéndola en una diosa, y al siguiente instante en un demonio.
“Aun así, es nuestro deber responder a su determinación”. Gamma, quien la miraba desde atrás, se quedó sin palabras.
“Reúne a todas las ‘Siete Sombras’ que estén disponibles”.
“Sí, a sus órdenes”. Dijo Gamma agachando su cabeza mientras que el sudor frio que recorría su nuca, desaparecía entre medio de sus pechos.
Así, luego de enfriarse un poco con la fría brisa nocturna, ella alzó la cabeza, pero ahí ya no había nadie más aparte de ella.
Solo la vela, la llama de la vela meciéndose de izquierda a derecha.
“¡Disculpa…!”
Un chico de cabello negro, común y corriente se giró frente a uno de los edificios quemados de la escuela.
“Aah, lo siento lo siento, estaba distraído. ¿Qué sucede?”
“Me dijeron que te encontraría si te esperaba aquí, y como quería decirte algo…” Dijo la chica de cabello rosa.
“Aún queda tiempo, así que no hay problema. Por suerte las clases están canceladas temporalmente”.
“Primero que nada, muchas gracias por lo del otro día”. Dijo la chica de cabello rosado, inclinando su cabeza.
“Cid-kun, gracias a ti pude hacerlo”.
“No hice nada en especial”.
“No, la verdad, si hubiera estado sola, posiblemente no hubiera logrado nada”.
“No te preocupes por eso”.
“Y bueno, pensé que debía avisarte de esto. Decidí transferirme de escuela”.
“Aaah, eso explica las maletas”.
La chica cargaba una maleta bastante pesada.
“Sí, pronto montaré en un carruaje hacia Lawagas”.
“¿La ciudad académica? Eso es increíble”.
“Conseguí algo que debo hacer a toda costa. Pero no es algo que pueda lograr con mis conocimientos actuales”.
“Ya veo. Buena suerte”.
“Además… ya no tengo razones para quedarme aquí”. Dijo ella tristemente mientras se giraba hacia el edificio de la escuela.
“Aunque, sí hubiera querido hablar un poco más contigo…”
“Sí, hagámoslo de nuevo algún día”.
“Sí, algún día…”
La chica de cabello rosa sonrió y pasó al lado del chico.
“Ah, un momento”.
“¿Sí?” Dijo el chico, por lo que ella se giró.
“¿Puedo preguntar qué es eso que tienes que hacer?” Preguntó el chico, y la chica respondió con una sonrisa incomoda.
“Eso es un secreto”.
“Ya veo”.
“Pero, cuando termine con todo esto… ¿escucharás mi historia?”
“… Claro”.
Ambos sonrieron y volvieron a darse la espalda.
En ese momento, una gran nube en el cielo de verano pasó por encima de ambos, trayendo consigo una brisa con olor a lluvia.
“Yo, definitivamente…” De repente, el murmullo de la chica llegó a los oídos del chico por medio del viento. Era un murmullo que nadie hubiera podido escuchar, pero al parecer, el chico lo entendió completamente. Él se giró, y luego vio fijamente a la espalda de la chica que iba alejándose.
Poco a poco, gotas de lluvia iban cayendo, mojando el cabello rosa de la chica.
Mientras tanto, el chico comenzó a caminar por su propio camino, como si nada hubiera pasado. Ninguno de los dos volvió a mirar atrás.