Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 2: 2. ¡Exploremos el Santuario!
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Rose entrecerró sus ojos, esperando que la gran luz blanca se apaciguara.
Una vez apaciguada, ella vio la enorme puerta blanca que apareció frente a sus ojos.
“¿Qué es esto…?” Murmuró Rose.
“¿Se abre…?”
La puerta comenzó a abrirse lentamente mientras liberaba un tenue brillo blanco. Era una escena realmente extraña.
“Acaso… ¿el santuario respondió a mi llamado…?” Murmuró Nelson con asombro.
“¿Respondió…?”
“Como ya lo sabe, hoy es el día del año en que las puertas del santuario se abren”. “Pero escuché que la puerta al suntuario se encontraba en la iglesia”.
“Así es, se encuentra en la iglesia. No obstante, no existe una sola puerta. Las puertas al santuario aparecen en el lugar en donde la persona con la que reacciona la llama. Existe la puerta de no bienvenida, la puerta convocada y la puerta de bienvenida… sin embargo, no sabremos qué es lo que hay del otro lado hasta entrar”. Dijo Nelson mientras veía a la puerta.
“Ya no podemos seguir con el desafío de la diosa. Por favor, evacúen a todos los invitados”.
Uno de los hombres de Nelson escuchó sus órdenes y comenzó a evacuar a los invitados y a los espectadores.
Mientras eso sucedía, la puerta seguía abriéndose.
“¡No dejen que nadie se acerque a la puerta!” Nelson ordenó una vez más.
Luego, cuando la puerta se abrió lo suficiente como para una persona, él les dijo a Rose y al resto.
“Por favor, ustedes también retírense”. Dijo Nelson.
En ese momento, Rose desenvainó su espada, Alexia también lo hizo y ambas tomaron una posición de hombro a hombro.
“¡¿Qué sucede…?!” Gritó Nelson, mirando a su alrededor.
Antes de que se diera cuenta, habían sido rodeado por un grupo de personas vestidas de negro. Rose y Alexia no pudieron percibirlas sino hasta cuando estaban muy cerca.
“Lo lamento, pero ¿podrían quedarse quietas mientras la puerta se abre?” Dijo una hermosa voz, como el resonar de un cascabel.
Era una mujer vestida con un atuendo un poco diferente al del resto.
“¡No me digan que… ¿ustedes son el Jardín de las Sombras?!”
Su atuendo era diferente, tenía un traje pegado al cuerpo, pero diseñado como si fuera un vestido. Ella caminó elegantemente hacia la puerta.
Y, solo por un instante, vio a Rose y a Alexia.
Sus hombros temblaron, las dos pudieron percibir eso y declarar al mismo tiempo.
¡Es fuerte…!
Su mirada tenía una presión enorme. Su presencia misma evocaba una fuerza y presión abundante, como si fuera la gobernante de la noche.
Para ambas, la persona más fuerte que conocían, era Shadow. Pero al mismo tiempo, sintieron que esta mujer, al menos, podía llegar a los talones de ese Shadow.
“Epsilon, te encargo el resto. Y ustedes señoritas, quietas por favor”.
“Entendido, Alfa-sama”.
“¡¡Espera, ni se te ocurra entrar al santuario!!”
La mujer llamada Alfa ignoró el grito de Nelson y desapareció en medio de la luz de la puerta.
“Ella es Alfa…” Murmuró Alexia.
¡¿La conoces?! Fue lo que quiso decir Rose, pero se aguantó.
“¿Y bien? ¿Qué es lo que planean hacer ahora?” Preguntó Alexia.
“En cuanto a ustedes, solo queremos que se queden quietas hasta que la puerta desaparezca. En cuanto al arzobispo Nelson, él vendrá con nosotras…” Dijo la mujer con un gran cuerpo, Epsilon.
Nelson gritó al ser nombrado.
“¡¿Qué es lo que planean hacer en el santuario?!”
“No es lo que haremos, sino lo que encontraremos. Si te quedas quieto, prometo no hacerles ni un rasguño”.
Luego, ella miró a Rose y Alexia. Sus ojos eran tan claros y hermosos como un lago.
Esta mujer también era fuerte. No tanto como Alfa, pero también emanaba una gran presión.
Pero, si lo intentaran…
“Si hacen un solo movimiento más, esta mujer pagará los platos rotos”. Dijo Epsilon, como si hubiera previsto lo que Rose y Alexia planeaban hacer.
Delante de ella, estaba Natsume-sensei, atrapada por la mujer en ropa negra.
“L-Lo siento…” Dijo ella con lamento.
“¡Natsume-sensei!”
Aquella expresión de Natsume con lágrimas en sus ojos, hizo que Rose sintiera una gran pena en su pecho.
Ya no podían contratacar… o eso pensó.
“Es un sacrificio que estoy dispuesta a hacer”. Dijo Alexia a Rose.
“¡Claro que no!”
Pero Rose lo negó de inmediato.
“Deberíamos hacerlo, es muy sospechosa”.
“No es no”.
Mientras ellas hablaban de eso, la puerta abierta, se cerró. Lentamente, muy lentamente.
El grupo de personas vestidas de negro entró rápidamente a la puerta, y Natsume, al igual que el arzobispo Nelson, fue obligada a caminar hacia la puerta.
Rose y Alexia solo se quedaron viendo eso. No tenían ninguna oportunidad.
Las personas de negro eran fuertes individualmente, y tenían el control de la situación. Estaban formando grupos de 3 personas, apoyándose entre sí. Por eso, era obvio pensar que aun si abrían una pequeña brecha en su formación, otra del grupo la cubriría de inmediato. Era una organización bastante sofisticada.
La puerta seguía cerrándose.
“¡No, no me hagas daño!” Natsume-sensei gritó mientras era empujada hacia la puerta.
“¡Natsume-sensei!”
“¡E-Estoy bien, no se preocupen por mí!” Dijo Natsume-sensei, y luego fue llevada al interior. Rose quería llorar.
“Sospechosa”. Dijo alguien, pero lo ignoró.
Los únicos que quedaron aparte de ellas, fueron Epsilon y Nelson.
Epsilon verificó que no faltara nadie. y luego intentó entrar por la puerta junto con Nelson. Pero en ese momento Nelson se resistió, llamando la atención de Epsilon.
En ese instante… una sombra negra atacó a Epsilon.
“¡Bien hecho, Venom el ‘verdugo’!”
La voz y risa de Nelson resonaron por la arena.
***
En el último de los instantes, Epsilon experimentó la sensación de estar a punto de ser asesinada.
A pesar de que fue tomada por sorpresa, su velocidad y movimientos de reacción fueron sorprendentes, como se esperaba de ella. No obstante, eso también fue el principio de su tragedia.
Epsilon comenzó a recordar su pasado rápidamente.
Recordó aquellos días en que era una chica de clase alta entre los elfos, recordó aquellos días… donde se convirtió en una “poseída” y fue desechada y perseguida por su propio país.
Pero también recordó, aquel día cuando recibió una nueva vida.
Aquel día en que Shadow la salvó, Epsilon se deshizo de todas cosas en las que creía hasta ahora, y encontró un nuevo significado para vivir.
Epsilon desde siempre, tuvo un alta autoestima. Ella nunca dudaba de lo capaz que era en cualquier cosa, y su personalidad siempre hacía que tratara de demostrarlo.
Y es que, en realidad, ella venía de una buena familia, era hermosa, inteligente y buena en las artes marciales.
Por eso, su orgullo era enorme, y sus habilidades estaban a la par para mantener y demostrar ese orgullo.
Por eso…
El día en que se convirtió en una “poseída”, en aquel momento cuando lo perdió todo, ella fue la más afectada.
Había perdido su motivo para vivir, pero no tenía el valor para morir.
Cierto día, mientras caminaba con todas sus fuerzas por las montañas, arrastrando su cuerpo que iba pudriéndose poco a poco, Shadow apareció ante ella.
“¿Deseas poder…?” Preguntó él, con su característica voz, como si viniera desde lo más profundo del abismo.
Epsilon con su consciencia casi agotada, pensó que algún demonio había aparecido ante ella.
No obstante, ella deseaba poder. El poder para poder vengarse de aquellos que la abandonaron. Poder para matarlos, para hacerlos arrepentirse de sus miserables vidas.
“En ese caso, es todo tuyo…”
De repente, un exquisito poder mágico azul púrpura comenzó a envolver su cuerpo. Epsilon nunca en su vida olvidaría aquel color, aquella calidez.
De un momento a otro, Epsilon lloró al ser envuelta por esa cálida luz, aquel nostálgico poder mágico.
En esos días, Epsilon era débil, frágil, y estaba rota. Aun así, Shadow la había salvado. “Caer en la locura de un falso mundo también es una opción… pero si quieres saber sobre el verdadero mundo… sígueme”.
Epsilon siguió a Shadow.
Ella era débil, sucia. Pero al ser salvada de esta forma, sintió como si alguien finalmente la reconociera.
Ella ya no necesitaba de una familia.
No necesitaba de lujos, tampoco necesitaba enorgullecerse de sus habilidades. Ahora ella tenía algo mucho más importante que eso.
Fue entonces, que ella conoció la verdad del mundo, conoció a sus 4 senpais y retiró lo que había dicho antes.
Ella ciertamente no necesitaba una familia, pero sí necesitaba habilidades. Las artes marciales en las que era buena, no eran nada del otro mundo.
Con eso, no podía vencer a los monstruos y super humanos con los que debía enfrentarse a partir de ahora.
La inteligencia de la que tanto se enorgullecía, tampoco era para tanto.
Aquella confianza fue destruida por completo por auténticas máquinas de pensar y super humanos.
Incluso había una muralla perfecta que podía enfrentarse por sí sola a cualquier otro super humano.
A este paso, Epsilon no tendría un lugar propio.
Sin mencionar que lo que más necesitaba era, la belleza.
Para Epsilon, la estética era de suma importancia.
Después de todo, el amo y señor al que tanto llegó a amar, era un hombre.
Cuando se dio cuenta de eso, ella analizó su propio encanto, y supo de inmediato que sería una batalla difícil.
Por supuesto, ella no estaba avergonzada de su rostro, ella tenía plena confianza en él. Sin embargo, estaba preocupada por algo. Las mujeres de su familia siempre habían crecido pequeñas y planas.
Epsilon recordó el cuerpo de las mujeres de su familia y se lamentó, como cuando un hombre ve sus primeras canas. A este paso, ella no tendría ninguna posibilidad de ganar en el futuro.
Por eso, cuando Epsilon se encontró con ese objeto, recibió un impacto tan grande, como si un rayo hubiera caído sobre ella.
El traje de Slime.
Ella reconoció, y se sorprendió al notar todo su potencial.
Normalmente, ella nunca haría algo como no escuchar las palabras de Shadow, pero solo por esa única ocasión, ella escuchó solo la explicación de ese traje.
Luego, Epsilon pensó…
Esto definitivamente me servirá.
Epsilon logró controlar el traje de slime a la perfección en unos tres días.
Desde aquel día, ella siempre vistió ese traje, con la excusa de practicar el control sobre él, y así fue creciendo poco a poco.
Poco a poco, para que nadie se diera cuenta, pero al mismo tiempo, un poco más atrevida al estar en la edad de la pubertad.
Luego, cuando creció lo suficiente, ella se dio cuenta. No tenía suficiente textura.
Un slime seguía siendo un slime, por eso, la textura era diferente a la real, sus movimientos también lo eran. Desde ese día, Epsilon comenzó a observar detenidamente a Beta, como si fuera un enemigo. Luego en unos pocos días, pudo controlar por completo el traje para reproducir la textura y movimientos reales.
Ya por esos tiempos, el control de Epsilon sobre el poder mágico era lo suficientemente bueno como para alcanzar a Alfa.
Fue entonces que comenzaron a llamarla Epsilon “la precisa”, y todos comenzaron a verla.
Sin embargo, a ella no le importaba en lo más mínimo.
Para ella, era más importante la observación y su batalla personal contra Beta.
¡¿Todavía le están creciendo?!
Era una batalla. Una guerra entre lo natural y lo artificial.
Al final, Epsilon salió vencedora. La humanidad siempre se las ha arreglado para vencer a lo natural.
No obstante, el precio que tuvo que pagar fue elevado.
Aquel día, cuando perdió un poco de su orgullo, ella estaba mirándose al espejo.
No está bien balanceada. Ella había olvidado por completo que tenía un cuerpo pequeño y delgado.
Sin embargo, Epsilon no se rindió, uso su gran cerebro para encontrar una respuesta a su nuevo dilema.
Sí, ella decidió aumentar el tamaño de su trasero para recuperar el balance.
Al final, no terminó solo con su trasero. Ella aumentó el tamaño de sus glúteos, también uso el traje para apretar un poco su estómago, llegando hasta el punto de usar botas especiales para aumentar un poco su estatura y detalles que no tienen fin…
En otras palabras, ella construyó y consiguió un cuerpo completo y perfecto usando el traje de slime.
Gracias a su interminable esfuerzo, ella se convirtió en una mujer envidiable. Pero para ella, lo más importante eran sus sentimientos hacia su amo.
La “perfección” de Epsilon no era más que el resultado de sus esfuerzos. Pero en realidad, su verdadero poder yacía en su alta capacidad de resistencia física gracias al control perfecto de su traje de slime.
Y así, el flashback terminó.
La sombra que descendió, de repente la atacó con una espada. Estaba por cortar aquel fruto de sus esfuerzos.
Sí, las dos partes más suaves de su traje de slime. Justo en ese momento, Epsilon reaccionó.
No voy a dejar… No voy a dejar…
¡¡No voy a dejar que me descubraaaaaaaaaaaaaan!!
Epsilon controló las dos cosas que volaron por el aire con su poder mágico, y mantuvo sus formas.
La habilidad para controlar el poder mágico que se aleja del cuerpo y manipularlo, era una habilidad increíble visto desde los ojos de otra persona.
Sin mencionar que el control era tan grande, que el poder mágico regresó en su estado original al lugar de donde se había separado.
Aquel control que no permitió una desviación de ni siquiera un milímetro, y la habilidad para hacerlo en un abrir y cerrar de ojos… era una obra divina.
Sin mencionar que al final, regresó a su estado normal, regenerando cualquier parte perdida. Esta era la habilidad de Epsilon “la Precisa”.
“Bien hecho Venom el ‘verdugo’… ¿eh?” Nelson miró a Epsilon dos veces, pestañando.
Él vio perfectamente como ella había sido cortada, pero Epsilon seguía parada ahí sin un solo rasguño.
Más bien, lo contrario…
“¡¿Lo viste…?!”
“¿Eh…?”
¡¿Qué era este poder abrumador…?!
Las rodillas de Nelson no dejaban de temblar.
“¿Viste algo?”
“Hiii… ¡N-No, no vi nada!”
“¿Y ustedes?” Preguntó Epsilon hacia Rose y Alexia, y ellas rápidamente negaron con su cabeza.
“Bien, en ese caso apresúrate y ven aquí”. Epsilon tomó a Nelson por el cuello y lo arrastró.
“¡Hii! ¡¿Qué estás haciendo, Venom?! ¡Apresúrate y sálvame!”
“Si te refieres a ese ‘verdugo’…” Dijo Epsilon en el oído de Nelson. “Ya lo maté”.
De repente, la cabeza del verdugo cayó de su cuerpo.
“¡¿Hiiiiiiiiiiiiii?!”
Epsilon arrastró a Nelson, y ambos entraron a la puerta que estaba a punto de cerrarse. La puerta seguía cerrándose.
Justo antes de que se cerrara por completo, Alexia corrió.
“¡¿Alexia-san?!”
Ella ignoró las palabras de Rose y entró a la puerta ya casi cerrada.
“¡Aaah, dios!”
Rose al final la persiguió, y entró justo antes de que la puerta se cerrara por completo. Seguido de eso, la tenue luz que venía de la puerta, desapareció.
“¡¿Kyaa?!”
Rose cayó encima de algo suave.
Luego de sobarse un poco la cabeza, Rose se levantó y se dio cuenta de las dos chicas en las que había caído.
“Aah, lo lamento”.
“Rose-senpai, ¿podría quitarse de encima ahora, por favor?”
“Alexia-sama, no me toque ahí, por favor”.
Rose había caído encima de Alexia y Natsume, que se estaban mirando la una a la otra. Rose se levantó, y luego ambas tomaron distancia y desviaron el rostro.
¿Por qué se llevan tan mal? Pensó Rose un poco triste.
“Chicas, no es bueno estar peleando y menos ahora… Ah”. Dijo ella, pero de inmediato se dio cuenta de dónde estaba.
Era una sala oscura, alrededor de ella estaban varias mujeres de traje negro, y entre ellas, las ya mencionadas Alfa y Epsilon, quien todavía estaba sosteniendo a Nelson.
“¿Eh… disculpen?”
Lo primero que entendió Rose, es que no estaba en una situación ventajosa, así que alzó sus dos manos.
Luego puso una sonrisa encantadora, demostrando que no tenía intenciones de pelear.
Al lado de ella, estaba Natsume temblando de miedo, por lo que Rose llegó a la conclusión de que tenía que hacer algo. En ese momento, Alexia dio un paso al frente.
“Lo siento, parece que me tropecé y me caí. Para mi mala suerte, caí justo en esa puerta, así que no es mi culpa”.
Rose aprendió en ese momento, que la persuasión venía de una actitud digna y valiente.
Incluso si era una mentira, si aquellas palabras vinieran de un rey demonio que tiene el mundo en sus manos, como mínimo te harían dudar.
Por eso mismo, la reacción de todas fue un; “bueno, da igual”.
“Si se quedan tranquilas, sin hacer ningún escándalo, hagan lo que quieran. Es más, puede que ustedes también tengan el derecho de saber lo que sucede”.
Esa fue la única respuesta de Alfa hacia Alexia. Luego, ella les dio órdenes a las mujeres de negro y ellas se dispersaron.
Alexia celebró con un pequeño “¡Lo logré!”
Los únicos que quedaron aquí fueron; Alfa, Nelson, Rose, Alexia, Natsume y una mujer de negro que todavía no se había presentado. Al parecer, ella no era Epsilon.
“¿Qué están planeando en este lugar?” Preguntó Nelson mirando a Alfa mientras él seguía siendo retenido por la mujer de negro.
Alfa mostró una sonrisa al otro lado de su máscara.
“Hay una leyenda que dice que hace mucho, el héroe Olivier selló el brazo izquierdo del demonio Diabolos en estas tierras”.
“¿Y qué con eso? ¿Dices que vienen a buscar ese brazo?” Dijo Nelson con una risa.
“Eso sería divertido… pero no es lo que queremos. Lo que nosotros queremos es saber más acerca del culto de Diabolos”.
Alexia reaccionó de inmediato hacia esa palabra, el culto de Diabolos. Rose a su lado, se dio cuenta de cómo la mirada de Alexia se entrecerró.
“No sé de qué hablas…”
“Sé muy bien que no puedes responder. Por eso vinimos a verlo en persona. Vinimos a ver aquella verdad, enterrada desde el principio en las sombras de la historia”.
Alfa le dio la espalda, y comenzó a caminar hacia una estatua frente a ella. El sonido de sus tacones resonó por toda la sala.
“La estatua del héroe Olivier”. Rose repitió las palabras de Alfa.
“¿El héroe Olivier…? ¿Pero no se suponía que era hombre?”
Sí, la estatua a la que Alfa se refirió como el héroe Olivier, era la estatua de una mujer sosteniendo una espada sagrada. Su figura era divina, como si fuera una valquiria.
“Nosotros tenemos nuestras especulaciones. Sin embargo, no la certeza. No sabemos la verdadera historia, ni el verdadero objetivo del culto. Además…”
Alfa extendió su mano y tocó suavemente la estatua.
“Tampoco sabemos por qué el héroe Olivier tiene mi rostro”. Ella se giró, y luego la máscara en su rostro desapareció.
“¿Una elfa…?” Murmuró alguien.
Sin embargo, todos se quedaron sin palabras ante su belleza, y también por la sorpresa.
Su rostro era literalmente el mismo que el de la estatua del héroe Olivier.
“Entonces tú eres esa elfa… pero no puede ser. Se supone que debiste morir como una ‘poseída’…”
“Así que lo sabías después de todo”.
“¡…!”
Nelson cerró la boca.
“También pareces saber sobre las demás poseídas. Supongo que para un culto que quiere dominar el mundo, nosotras somos un gran obstáculo, ¿no?”
Nelson no respondió.
Rose no podía entender nada de lo que estaban hablando, pero al parecer, Alexia sí lo entendía hasta cierto punto. Parecía que la mujer llamada Alfa no estaba diciendo ninguna ridiculez o mentira.
Una organización con tanto poder, claramente no trabaja por el bien de la arqueología. Había una gran razón detrás de todo, detrás del Jardín de las Sombras y detrás del culto de Diabolos.
Rose de inmediato, recordó el accidente que había sucedido en la escuela. Eso tampoco había sido coincidencia.
Ella sin saberlo, se había metido en medio de un conflicto entre dos grandes organizaciones. Rose estaba aterrada por eso.
Ella sabía perfectamente que, si estas dos organizaciones llegaban más lejos en su guerra, los países que no sabían nada sobre ellas, no sabrían cómo reaccionar, ni cómo defenderse.
“Dudo mucho que el propósito del culto sea simplemente revivir a ese demonio. Claro que tampoco tengo certeza de eso. Por eso, vamos a verlo y descubrirlo nosotros mismos”. Dijo Alfa, introduciendo su poder mágico en la estatua. Al hacerlo, la sala comenzó a temblar.
“Qué gran poder mágico. ¿Entonces te liberaste de la ‘posesión’ con tu propia fuerza…?” Rose tembló al sentir esa gran cantidad de poder mágico. Al mismo tiempo, imaginó que, si ella fuera en contra de su país, habría que sacrificar gran parte de su poder militar para poder detenerla.
“En el pasado, hubo una gran batalla. El héroe venció y selló al demonio, a cambio del sacrificio de muchas vidas. El poder mágico de ese demonio y de los guerreros caídos formó un remolino, sin un lugar a donde ir, quedándose en estas tierras como recuerdos. Aquí es donde duermen los antiguos recuerdos y el rencor del demonio”.
La estatua comenzó a brillar, reaccionando al poder mágico. De repente, varios signos y palabras flotaron en el aire y la estatua ganó colores.
“Héroe Olivier, estaba segura de que tú nos responderías”. Allí apareció el doble de Alfa, el héroe Olivier.
“No puede ser… esto es…” Nelson no dejaba de temblar.
Mientras tanto, Olivier caminó, cada pisada formaba una pequeña luz en el suelo que poco a poco fue llenando la sala entera.
“Es hora de adentrarnos en el mundo de los cuentos de hadas”.
Lo último que escucharon en medio de un espacio que fue consumido por la luz, fue la voz de Alfa.
***
Luego de derrotar a Violeta-san, dejé atrás a mis perseguidores con una pequeña carrera, y luego por si acaso, me escondí en las montañas de Lindworm.
Pensé que ya podía calmarme un poco, así que regresé a mi atuendo de siempre y suspiré.
Con esto, debería poder calmar los moros en la costa. Las personas de la arena deberían estar hablando del misterioso y poderoso Shadow, así que con suerte, se olvidarán del mob de la academia de caballeros mágicos.
Hoy me esforcé, así que pensé en regresar, meterme a las aguas termales y dormir. Me puse de pie para marcharme, y de repente, una misteriosa puerta apareció justo frente a mis ojos.
Era una puerta sucia, escondida en las montañas. Aquellas manchas negras que se veían por toda la puerta eran rastros de sangre seca.
“¿Y esto qué es?”
De cualquier forma, ya este tipo de cosas no se me hacían raras, así que me di el lujo de ignorarla.
Me di la vuelta.
“¿Bromeas?”
Y otra vuelta más.
“Tienes que estar bromeando…”
Un mortal hacia atrás.
“¿Es en serio?”
La puerta siguió todos mis movimientos.
Sin importar cuánta distancia tomara, hacia dónde girara, o si daba un salto de 100 giros hacia atrás, la puerta siempre aparecía frente a mí.
Bueno, no me queda de otra.
“Supongo que la cortaré”.
Saqué mi espada al mismo tiempo que terminé de decir eso y la corté. Y aun así…
La puerta se restauró al instante en que la corté. Guardé mi espada y pensé.
Creo que llamaría mucho la atención si vuelvo a la ciudad con esta puerta toda sucia.
En primer lugar, ¿qué diablos hace una puerta aquí? No siento la presencia de nadie cerca, así que dudo que sea algún tipo de broma. Detrás de la puerta tampoco había nada.
“¿Será la puerta de Doraemon al estilo isekai?”
Su insistencia es increíble, así que supongo que no se dará por vencida hasta que entre.
Pero hoy quiero meterme a las aguas termales y dormir.
Luego de pensar seriamente por 30 segundos, tomé una decisión. Bueh, que sea lo que dios quiera.
Entré por la puerta, a un espacio de profunda oscuridad. Luego me adentré en el interior, esperando que no fuera el tipo de puerta en la que mueres apenas entras.
Llegué a una habitación hecha de piedras.
Era un espacio bastante turbio. Había una sola puerta, y en la pared, estaba una mujer apresada por sus cuatro extremidades. Era Violeta-san.
“Hola”.
La saludé casualmente. Ella levantó la mirada y me vio con sorpresa. Luego, ella respondió de la misma forma, con un “… Hola”.
“Nos volvimos a encontrar bastante rápido”.
“Así parece. ¿Fuiste tú quien me llamó aquí?”
“¿Llamarte…? Esa no era mi intención, aunque hace rato me divertí mucho”. “Yo también”.
“Mis recuerdos todavía están incompletos, pero seguramente eres la persona más fuerte con la que me he enfrentado. Me hubiera gustado tener a más personas como tú en mi era…”
“Me halagas”.
“¿Y qué te trae por aquí?”
Ella se me quedó mirando con duda.
“Pues, de la nada apareció una puerta, y al entrar, aparecí aquí”.
“No entiendo nada”.
“Yo tampoco. Por cierto, ¿hay alguna manera de salir?”
“Quién sabe. Al menos yo no recuerdo haber salido nunca”.
“Pero hace rato peleaste contra mí”.
“Ni siquiera me di cuenta sino hasta que aparecí ahí. Es la primera vez que sucede, al menos hasta donde recuerdo”.
“Ya veo. Qué desgracia”.
Comencé a pensar en qué hacer ahora.
Bueno, hay otra puerta así que avanzar es una opción. Cuando decidí hacerlo, Violeta-san me infló sus mejillas y me dijo.
“Justo frente a ti, hay una linda chica apresada”. Dijo ella.
La vi, ciertamente estaba apresada, como si estuviera crucificada.
“Cierto, la hay”.
“¿Y qué tal si me ayudas?”
Incliné un poco mi cabeza, y luego noté que había entendido mal la situación.
“Ah, lo siento. Pensé que estabas entrenando o algo así”.
“¿Cómo?”
“Pues, la gente del pasado entrenaba de esta forma”.
“… Primera vez que lo escucho”.
Saqué la espada que usaba siempre en la escuela y luego liberé a Violeta-san. Esta vez no use la espada de slime.
Ella se estiró con mucho placer, y luego sonrió con nostalgia.
“Gracias. Han pasado mil años desde que estuve libre”.
“Ya veo”.
“Es solo una cantidad al azar. Realmente no recuerdo el tiempo exacto, así que lo dejaré en mil años”.
Ella recortó un pedazo de su delgada túnica, y luego amarró su cabello detrás de sus orejas.
Al parecer este era su estilo.
“Bien, parece ser que nuestro propósito es el mismo”. Dijo ella con una expresión tranquila.
“¿Umm?”
“Yo quiero librarme de este lugar, y tú salir, ¿no es así?”
“Aah, cierto”.
“En ese caso, cooperemos”.
“Pues me parece bien, ¿pero conoces la forma de salir?”
“No lo sé, pero sé la forma de liberarme. Esta es la cárcel donde yacen los recuerdos del santuario. En el centro de este lugar, debería estar el núcleo de poder mágico. Si lo destruimos seré liberada”.
“¿Solo tú?”
Ella me miró de reojo y sonrió con picardía.
“Todo será liberado, tú también deberías poder salir de aquí”.
“¿Y eso no significa que el santuario desaparecerá?”
“¿Y eso que importa? ¿Te afecta en algo que desaparezca?”
Desmenucé un poco la pregunta de Violeta-san en mi cabeza.
“Ahora que lo dices, ciertamente no me afecta en nada, hagámoslo”.
“Trato hecho. Creo que ya deberías de saberlo, pero aquí no se puede usar poder mágico, por estar cerca del núcleo del santuario. Cada que se libera poder mágico, el núcleo lo absorbe casi de inmediato”.
“Así parece”.
La potencia de eso, era mucho más fuerte que aquel objeto en el atentado terrorista de la academia. Había varias cosas que podía intentar, pero tomaría algo de tiempo.
“No hay problema, se me da bien romper cosas”.
“Oh, qué hombre tan confiable. Por cierto, como no puedo usar mi poder mágico, ahora no soy más que una frágil señorita. Siempre quise ser protegida por un príncipe al menos una vez”. Dijo ella nuevamente con esa sonrisa pícara.
Tenía tanta tranquilidad, que no parecía ser una frágil señorita.
Ella dio un paso adelante antes que yo, y abrió la puerta sin dudarlo.
“Por cierto, ¿qué pasará cuando seas liberada?”
Le pregunté desde su espalda.
“Solo desapareceré. Después de todo, solo soy un recuerdo”. Respondió, sin mirar atrás.
Al abrir la puerta, entramos en un bosque, temprano por la mañana. El sol caía sobre nuestras cabezas a través de los espacios entre los árboles, y la vegetación brillaba por el rocío de la mañana.
Miré a mi alrededor, no era un lugar que yo conociera.
“Son recuerdos”. Dijo Violeta-san.
“¿Tus recuerdos?”
“No estoy segura, pero eso creo”.
Respondió, y siguió adelante. La seguí para no quedarme atrás.
Luego de avanzar un rato por el tranquilo bosque, algo entró en nuestras vistas. Una pequeña niña sentada abrazando sus rodillas en un lugar donde la luz de la mañana caía a cántaros.
Era una niña de cabello negro.
“Parece que está llorando”.
“Así parece”.
Nos acercamos a la niña.
Lágrimas caían sin parar de sus pequeños ojos violetas.
“Se parece bastante a ti”.
“Es mera coincidencia”. “¿Por qué estará llorando?”
“No sé, de seguro solo se hizo en los pantalones”. Dijo Violeta-san, haciéndose la tonta. La niña seguía llorando, había moretones azules en su cuerpo.
“Y bien, ¿qué hacemos ahora?”
“Si queremos avanzar, tenemos que terminar con este recuerdo”.
“¿En pocas palabras?”
Violeta-san levantó el rostro de la chica llorando.
“No cambiarás nada con llorar”.
Y ¡Pam! le dio una bofetada.
“Qué cruel”.
“No le des importancia, de cualquier forma, soy yo misma”.
“Y al final lo aceptaste”.
Luego, el mundo se rompió. Los árboles y todo el bosque comenzaron a hacerse añicos al igual que un espejo, hasta que fueron absorbidos en lo profundo de la oscuridad.
Al final no quedó nada, solo sombras.
En medio de eso, estaba la figura de Violeta-san. “Avancemos”.
“Está bien”.
Seguimos avanzando en medio de un espacio oscuro hacia el lugar a donde iba toda la magia absorbida.
No pude sentir nada más.
Mis pisadas apenas se sentían, así que no sabía sobre qué estaba caminando. Intenté caminar boca abajo, como si estuviera caminando con las manos.
Con mis piernas hacia arriba y mi cabeza hacia abajo. Caminé. Violeta-san me miró de reojo desde arriba.
“No mires debajo de mi falda”.
“Tranquila, no se ve nada”.
Luego de avanzar por un rato, fuimos absorbidos por una luz escarlata.
“Auch”.
Estuve a punto de caerme, así que me puse boca abajo para amortiguar la caída. “Eso te pasa por estar jugando”.
Violeta-san me vio caído en el suelo, y extendió su mano hacia mí. “Gracias”.
Tomé su fría mano y me levanté.
El lugar en el que estábamos ahora, era un campo de batalla al atardecer. El sol, tan rojo como la sangre, brillaba en el horizonte.
“Todos están muertos”.
Todos los guerreros estaban tirados en el suelo, cubriéndolo de sangre seca. Los cadáveres continuaban sin fin hasta el horizonte.
“Sigamos”.
Violeta-san siguió caminando como si ya supiera el lugar al que teníamos que ir. Era una montaña de cadáveres.
Caminamos por el campo de batalla escarlata pisando los cadáveres en el suelo. En serio, quisiera participar algún día en una batalla como ésta.
Luego de caminar por un rato, llegamos al centro del campo de batalla, donde estaba una chica bañada en sangre y llorando. Nos acercamos a ella.
La chica bañada en sangre estaba llorando, sentada y abrazando sus piernas encima de los cadáveres.
No tenía que ver su rostro, estaba seguro que esta también era Violeta-san.
“Otra vez llorando”.
“Era toda una llorona. Préstame esa espada”.
“Aquí tienes”.
Le di a Violeta-san mi espada.
Violeta-san tomó la espada y se paró frente a la chica. Su expresión no tenía nada, era como si sus sentimientos hubieran volado hacia otro lugar, muy lejos de ella.
Violeta-san bajó la espada con fuerza. En ese instante, me moví.
La tomé por su cintura y salté hacia atrás.
“¡¿Un cadáver?!”
Ella por fin se dio cuenta.
Uno de los cadáveres comenzó a moverse y la atacó. Si no hubiera actuado pronto, la hubiera cortado en dos.
“El santuario comienza a resistirse… qué molesto”.
“¿Como si fuera un sistema antivirus, pero contra ti?” Dije mientras mandaba a volar al zombie.
“No entendí para nada esa referencia”.
“Lo siento, yo tampoco sé mucho sobre estas cosas. Por cierto, ¿qué pasa si mueres aquí?”
“Regresaré a mi encierro en la primera sala, supongo”.
“Eso sería bastante molesto. ¿Puedes usar la espada?”
“Solo un poco”.
“Entonces mejor la uso yo”.
Tomé la espada de las manos de Violeta-san, y luego corté al soldado muerto.
El zombie cayó al suelo con el primer ataque, pero se levantó y luego se levantaron otros, rodeándonos. Me di por vencido a la idea de aniquilarlos, así que me abrí paso hacia adelante.
Violeta-san pisó a uno de los zombis con sus tacones.
“Se ve que no puedes hacer mucho sin poder mágico”.
“Ya te lo dije, ahora mismo soy una frágil señorita. Pero tú puedes moverte bien aun sin poder mágico”.
“Sí, también te lo dije, no hay problema”.
Volví a alzar mi espada y corté a los zombis que nos atacaban.
“Puedo controlar bien la magia desde que era niño, así que modifiqué mi cuerpo a medida que iba creciendo. Para poder pelear adecuadamente, modifiqué mis músculos, mis nervios, esqueleto e incluso mi poder mágico”.
Corté a tres zombis con un solo ataque y los rematé con una patada lateral.
Los zombis eran lentos, pero eran muchos. Estaban utilizando un estilo de pelea bastante descuidado.
“Qué fuerza tan abrumadora. Es como si fueras un adulto pateando niños”. “¿No tenías otra comparación más halagadora?”
“Si participaras en un torneo para personas sin poder mágico de seguro ganarías”. “Eso está mejor”.
Aunque, a decir verdad, si seguía peleando así, iba a agotar mi resistencia. Ni siquiera yo podría luchar contra una horda de zombis tan grande sin usar mi poder mágico.
Hubiera preferido lucirme aquí utilizando mi poder mágico.
Me abrí paso hacia adelante y pateé a la chica que estaba llorando en el suelo. “Lo siento”.
La chica escupió sangre de su boca, y cuando estábamos por ser tragados por el remolino de zombis, el mundo volvió a romperse.
El mundo volvió a hacerse añicos, y nosotros quedamos en otro espacio oscuro.
“¿Estás bien?”
“Gracias a ti”. Respondió Violeta-san mientras yo guardaba mi espada. Volvimos a caminar por la oscuridad hasta encontrar una nueva luz.
Finalmente, habíamos llegado al centro del santuario.
***
Antes de notarlo, Alexia estaba parada en un pasillo blanco. El pasillo era largo, no se veía el final y a los lados había habitaciones separadas por barrotes de hierro, como si fuera una prisión.
Aunque no había una fuente de luz visible, todo era claro aquí. El espacio era denso, como si estuvieran en medio de la realidad y la fantasía.
Olivier caminó primero, seguida por Alfa y luego por Alexia y los demás para no quedarse atrás.
Olivier que tenía la hermosa figura de una elfa adulta, comenzó a hacerse pequeña con cada paso que daba, hasta que regresó a la forma de una niña pequeña.
La pequeña Olivier atravesó una de las barras de hierro, y se sentó en una de las celdas.
“Aquí es donde antiguamente se recluían a los niños que no tenían hogar”.
La voz de Alfa resonó a través del pasillo interminable. Luego, ella caminó.
De un momento a otro, todas las celdas en los laterales comenzaron a llenarse de niños. Niños, niñas, elfos, humanos y semihumanos. Todo en ellos eran diferentes, con la excepción de que todos eran niños.
“Los niños aquí se volvían sujetos para cierto experimento”. Alfa se detuvo frente a una celda.
Adentro, había una niña. La niña dentro de la celda era violenta, sus ojos no tenían ni un solo rastro de cordura. Ella golpeaba su cabeza contra la pared hasta que esta se agrietaba, rodaba por el piso, como si tratara de escapar de un gran dolor.
Alfa caminó nuevamente.
En la próxima celda, había otra chica, esta vez llena de sangre. Sin embargo, la sangre no salía de una herida natural, sino que goteaba desde su piel, rasgada por una extraña mutación en su cuerpo.
Aquella mutación, que hacía que la piel se oscureciera y se pudriera, Alexia ya la conocía.
“Posesión…” Murmuró.
“La mayoría de niños no podían soportar eso y morían al poco tiempo”. Alfa siguió caminando.
En la siguiente celda, no había nada. Solo había sangre en las paredes y el suelo, y huellas de manos, como si fueran de alguien tratando de pedir ayuda hasta el final.
Alfa no se detuvo y siguió caminando.
En casi todas las escenas pasaba lo mismo. Niños encerrados, sufriendo y muriendo.
“Qué cruel…” Dijo Alexia poniendo su mano en su boca con pena, Alexia también se compadeció en silencio.
Las muertes de los niños eran similares en algo. Todas las niñas morían de “posesión”, mientras que los niños no pasaban por eso.
“Solo unas pocas chicas pudieron adaptarse a la enfermedad”. Finalmente, Alfa se detuvo.
Dentro de la celda, estaba Olivier, ya un poco más crecida. Ella no tenía heridas, tampoco estaba sufriendo. Solo estaba viendo hacia la celda de adelante, sentada abrazando sus rodillas.
En esa otra celda, no había nadie, solo sangre por todos lados. Al siguiente instante, la misma celda se limpió automáticamente y comenzó a recrear una escena. Una niña apareció en la celda, comenzó a sufrir y luego murió. Otra niña más apareció en la celda, repitiendo el mismo proceso.
La pequeña Olivier simplemente se quedó viendo todas aquellas escenas frente a ella.
“¿Por qué harían una crueldad como esta…?” Dijo Rose con su voz temblando.
“Buena pregunta, ¿por qué cree que pasó esto, arzobispo?” Le preguntó Alfa a Nelson. Nelson desvió la mirada, y con la mirada desviada murmuró en silencio. “Necesitábamos más poder para ir en contra del demonio Diabolos…”
“Eso es lo que dice el culto. Aunque dejando de lado la veracidad de eso, es cierto que Olivier terminó cortándole un brazo a Diabolos. Olivier fue uno de los pocos niños que pudo adaptarse a ‘eso’”. Dijo Alfa, y luego comenzó a caminar otra vez.
“¿Qué es ‘eso’ de lo que tanto hablas?” Preguntó Alexia.
Alfa se detuvo un segundo y le respondió.
“Las células de Diabolos, así es como lo llamamos. Para poder pelear contra él, ellos decidieron tomar el poder del propio Diabolos”.
“¿El poder del demonio Diabolos…? ¿No era un cuento de hadas?”
“Nosotros tampoco es que lo hayamos visto, solo sabemos que aparece varias veces en la historia. Si quieres creer que es un cuento de hadas, estás en libertad de hacerlo”. Dijo Alfa y siguió avanzando.
“No tengo intenciones de debatir la veracidad de cosas que pasaron hace tanto. Es más, ni siquiera sé si todo lo que aparece en estos recuerdos sea verdad. Los recuerdos siempre pierden su esencia y veracidad con el paso del tiempo, hasta que se convierten en las historias que las personas quieren escuchar”.
Seguían caminando y pasando las celdas.
Poco a poco, las celdas iban quedando vacías, hasta que solamente quedó Olivier, quien creció y se convirtió en una hermosa mujer. Su rostro, como era de esperarse, se asemejaba mucho al de Alfa.
“Al crecer y obtener el poder de Diabolos, Olivier recibió una misión”.
“¿La subyugación de Diabolos…?” Rose preguntó, pero Alfa negó.
“Eso dice la historia, pero nosotros verificamos que es falso. La misión que Olivier recibió seguramente se trataba de recolectar nuevas células de Diabolos”.
“¡No digas ridiculeces!” Gritó Nelson, mirando a Alfa con una mirada de enojo. La chica vestida de negro apretó su cuello y Nelson soltó un “¡geeh!” como si fuera una rana.
“Luego de que Olivier obtuviera ese poder, ella siguió siendo leal al culto. La razón detrás no está del todo clara, pero pensamos que ella realmente quería traer la paz al mundo al vencer a Diabolos. Por eso ella ayudó al culto”.
Olivier salió de la celda.
Olivier vistió una armadura, y colgó una espada en su cintura. Al verla así, Alexia estuvo de acuerdo con el razonamiento de Alfa.
Olivier seguramente deseaba la paz. La mirada en su rostro era de resolución y esperanza.
Siguieron caminando por el pasillo interminable, hasta que una luz envolvió todo desde adelante.
“Sin embargo, el culto tenía otros planes”. Y el mundo se llenó de luz.
“Los planes del culto eran tener el poder absoluto sobre todo…”
El mundo envuelto en luz comenzó a hacerse añicos, como si fuera un cristal rompiéndose, y un nuevo mundo nació luego de ese.
Era un campo de batalla, pero sin guerreros.
En un campo de batalla, en un atardecer alrededor de una montaña de cadáveres, hombres de bata blanca rodeaban a una masa negra.
Olivier no estaba por ninguna parte.
Alexia y los demás se acercaron a la masa negra luego de Alfa.
“¿Qué es esto…?” Murmuró Rose.
Esa masa negra era un enorme brazo. Negro, grande, regordete, era el brazo de un monstruo. Tenía unas enormes garras afiladas y su carne aún estaba fresca.
“El brazo izquierdo de Diabolos. Aun cuando se lo cortaron, el brazo seguía con vida”. Tal como decía Alfa, el brazo seguía moviéndose.
Algunos hombres de bata blanca que se acercaron con descuido, fueron asesinados por sus garras. Aunque el brazo de Diabolos estaba retenido por cadenas y estacas, su poder mágico seguía fluyendo hacia afuera.
“El brazo fue sellado por artículos mágicos avanzados creados por el culto. No obstante, el sello no era perfecto, y poco a poco fue deformándose hasta convertirse en lo que hoy es el santuario. Bueno, eso es una historia para otro día. El propósito del culto, en todo caso, era la recolección de sus células y la obtención de esa gran vitalidad”.
Un hombre de bata blanca rasgó un poco de la carne de ese brazo y extrajo algo de sangre. Tanto la sangre extraída, como la carne cortada, se regeneraban luego de un tiempo.
“Gracias a las investigaciones que hicieron sobre el brazo de Diabolos, el culto pudo crear una droga capaz de fortalecer el cuerpo de los humanos. Por supuesto, había efectos secundarios, pero a diferencia de la otra, los hombres podían usar esta”.
Alfa sacó una pastilla de un bolsillo y la mandó a volar con su uña.
La pastilla salió disparada y luego rodó por el piso hasta detenerse frente a los zapatos de Nelson. Alexia ya había visto esa píldora roja.
“Este poder se convirtió en un apoyo del culto, pero su verdadero poder estaba en otro lugar. El culto logró sellar el cuerpo de Diabolos, y luego de muchos años de estudio, pudo crear esa píldora”.
La escena volvió a cambiar.
Era una habitación blanca. Los hombres vestidos con bata blanca estaban rodeando un escritorio, esperando a que terminaran las pruebas.
Luego, una gota cayó en un pequeño cuenco.
“Ese líquido brillando de color rojo era como si se tratara de la mismísima sangre de Diabolos”.
Era un líquido brillando de forma hermosa, como si fuera sangre pura.
Los hombres elevaron gritos de alegría, y uno de ellos en representación de los otros, lamió ese líquido.
“Lamer ese líquido otorgaba un gran poder, al igual que un cuerpo que nunca envejecía… tal y como lo dedujimos”.
Alfa miró a Nelson. Él miró hacia abajo, como si tratara de esconder su rostro.
“Bien, ahora miren bien a ese hombre de bata blanca”. Dijo Alfa, señalando a uno de los hombres de bata blanca.
“Y ahora miren al arzobispo Nelson… ¿no creen que se parecen?”
“… ¡¿Acaso?!”
Alexia rápidamente miró al rostro de Nelson.
Tal y como decía Alfa, el rostro de Nelson y el del hombre de bata blanca eran idénticos.
Es más, tanto así que parecían ser la misma persona.
“Ahora, ¿cuál es el nombre de esta maravillosa droga?”
“… La lágrima de Diabolos”. Murmuró Nelson.
“Gracias por la respuesta. Ahora, el problema es que esta lágrima de Diabolos no era perfecta. Tenía dos grandes defectos”.
Alexia se dio cuenta de uno de ellos. El Nelson de la actualidad era calvo, pero en el pasado…
“El arzobispo Nelson del pasado tiene cabello. Parece que eso del no envejecimiento no funcionó del todo”. Dijo Alexia con una risa.
“No es eso”.
Pero Alfa dijo que no.
“El pelo se me cayó por el estrés”. Declaró Nelson.
“Lo siento”. Se disculpó Alexia.
“Uno de los grandes defectos de la lágrima de Diabolos, es que no podían aprovechar sus efectos si no la consumían regularmente, ¿estoy en lo correcto?”
“Se deben de consumir una vez al año”.
“Eso imaginé. El segundo gran defecto, es que la lágrima de Diabolos solo se podía reproducir en cantidades muy pequeñas”.
“Sí, exacto. Solo 12 gotas al año”.
“Así que 12. Ahora que recuerdo, dentro de los Caballeros de la Mesa Redonda solo hay 12 personas, ¿no es así?”
“Ja…”
Nelson simplemente se rio con la nariz.
“En el culto hay 12 caballeros, cada uno con un poder único, a los que llaman los caballeros de la mesa redonda. Todos en el culto buscan ese título, su poder y la vida eterna que ofrece. ¿No es así?”
Nelson asintió de mala gana.
“El culto aún sigue investigando sobre cómo perfeccionar la lágrima de Diabolos. Pero para eso, se necesita del cuerpo del demonio y la sangre de los descendientes del héroe. Alguien como yo, que heredé gran parte de la sangre de Olivier”.
“Así es. Y yo soy el Nelson, ‘la codicia’, y poseo el título del 11vo asiento de la mesa redonda”.
Nelson alzó la mirada, sus ojos brillaban de un color rojo.
Alexia retrocedió al sentir un enorme poder mágico fluyendo a través del cuerpo de Nelson.
En ese instante, una espada negra azabache atravesó el corazón de Nelson. La mujer que lo tenía retenido, no dudo ni un segundo en quitarle la vida.
Nelson perdió su fuerza y cayó al suelo.
“Alfa-sama, lo siento mucho. Delta pensó que debía cazarlo lo más pronto posible”. Su voz daba la impresión de que era una persona bastante descuidada.
“Delta…”
“Delta es muy buena cazando. El otro día cacé un enorme jabalí en las montañas y luego…”
“Guarda silencio”.
Rayos, dijo la expresión de Delta al ver las personas a su alrededor.
“Además, observa bien a tu presa”.
El cadáver de Nelson comenzó a romperse. Desde la columna del cuerpo hasta quedar vacío.
Esa no era la manera de morir de alguien normal.
“Ahí viene”.
Las palabras de Alfa y la reacción de Delta sucedieron al mismo tiempo. Delta puso su enorme espada hacia adelante, cubriéndose.
La enorme presión del viento llegó hasta a Alexia, y luego, Delta saltó desde el suelo como si fuera una bestia salvaje.
Delta comenzó a atacar con su gran espada y sus dientes.
“¿Una bestia…?” Murmuró Nelson, y Delta reaccionó como un animal. “Delta es buena cazando”.
Los colmillos de Delta estaban manchados con sangre, sangre que sacó al desgarrarle la mejilla a Nelson. Sin embargo, Nelson no se preocupó. Él limpió la sangre y su herida sanó al instante.
Delta sostuvo su espada negra azabache e inclinó su cuerpo hacia abajo, tomando la posición de batalla de un animal.
En ese momento… “Delta, espera”.
Delta se detuvo al instante al escuchar la voz de Alfa. “Tus orejas están a la vista”.
“¡Ah…!”
Las orejas de animal de Delta se salieron de su traje.
Delta rápidamente trató de ocultarlas, pero esta vez, su lindo y blanco trasero quedó expuesto, soltando su cola que se movía de arriba abajo.
“Una mujer bestia…” Murmuró Rose.
“¿Eh? Emm… Alfa-sama, siento que algo está absorbiendo mi poder mágico”.
“Es porque estamos cerca del núcleo del santuario”.
Nelson fue el que respondió a las palabras de Delta.
“El santuario es nuestro dominio. Mientras más cerca estemos del núcleo más indefensas quedarán”. La voz de Nelson estaba distorsionada. De un momento a otro, se dividió en dos, y luego volvió a unirse en uno.
“Pensaba acabar con esto al acercarnos un poco más… pero esta distancia será más que suficiente. Me presentaré una vez más”.
Nelson sacó una espada tan larga como una persona, la cual la puso en su hombro y luego hizo una reverencia.
“Onceavo asiento de la mesa redonda, Nelson ‘la codicia’. Lamentarán mucho haberse rebelado en contra de nuestro culto”.
En su rostro ya no estaba la faceta del sacerdote de hace un rato. En vez de eso, estaba el rostro de un guerrero feroz.
El paisaje volvió a cambiar.
Esta vez era blanco, un color blanco que continuaba perpetuamente. La tierra, el cielo, incluso el horizonte mismo era de un color blanco puro.
Alfa y Delta estaban enfrentando a Nelson.
El cuerpo de Nelson se había dividido, y ahora eran dos.
Delta seguía en una posición baja, cerrando la brecha entre ambos.
Alfa estaba de brazos cruzados, ni siquiera tenía un arma en sus manos. Ella solo se quedó observando a los dos Nelson, como si estuviera inspeccionándolos.
“… ¡Tch!”
Luego de ese pequeño aliento, Delta arremetió.
Si posición baja la hacía ver como un animal, y más ahora que estaba corriendo.
Delta blandió su espada negra usando todo el impulso que había ganado en la carrera.
Su espada era mucho más grande que la estatura de una persona promedio. En sus ataques no había habilidad, destreza o corazón; solo había violencia.
El gran impacto de la espada sacudió la atmosfera.
Aquella violencia capaz de partir todo, golpeó a Nelson y lo mandó a volar hacia atrás.
Al parecer, pudo amortiguar el golpe, pero en su rostro estaba el claro color de la sorpresa. “¡Maldito monstruo…!” Gritó a Delta.
Delta trató de perseguirlo, pero el segundo Nelson intervino. Una gran espada atacó a Delta justo por el frente mientras ella corría.
Sin embargo… “Primero uno”. “¿Ah…?”
Nelson quien estaba a punto de atacar con su gran espada, fue atravesado en el rostro por una espada negra azabache.
Sin haberse dado cuenta, Alfa se había puesto justo detrás de él y le había clavado su espada en el rostro. Alfa rápidamente cortó la cabeza del segundo Nelson.
Así sin gran ruido, ni siquiera hostilidad, la cabeza de Nelson voló por el aire.
La sangre salió a borbotones, tiñendo de rojo el suelo blanco.
Sin embargo, al siguiente instante, ese cuerpo también se rompió como cristal y desapareció.
“La sensación de la carne era la de una persona. Su olor, sus movimientos también. Supongo que este es el sistema de defensa del santuario”. Murmuró Alfa mientras veía como desaparecía la sangre en su espada.
“Exactamente”.
Nelson seguía ocultando su sorpresa. Pero luego volvió a dividirse en dos, y luego en cuatro.
“Parece que me confié demasiado. Ahora enfrentarán a 4”.
Uno se quedó atrás, y los otros 3 Nelson dieron un paso adelante. Delta rápidamente se puso en medio de ellos.
A ella no le importaba la cantidad de enemigos, o el riesgo de estar rodeada. Ella simplemente iba a cazar a las presas que tenía frente a sus ojos.
“Supongo que un animal siempre será un animal…” Dijo Nelson.
Delta también gritó, y luego aplastó al primer Nelson frente a ella con su gran espada. Sin embargo, los otros dos que la habían rodeado la atacaron al mismo tiempo.
Las espadas largas de ambos Nelson fueron balanceadas de dos direcciones, como si fueran tijeras.
Delta no tenía cómo retroceder, así que interceptó el primer ataque con su gran espada, y luego giró un poco el cuello hacia atrás.
Entonces…
Delta agarró con los dientes la espada que la atacaba desde atrás.
Los colmillos de Delta agarraron la espada, y luego la masticó, resonando un sonido de metal.
“¿Hah…?”
Nelson no supo cómo reaccionar.
Mientras él se sorprendía, Alfa mató a los otros dos Nelson.
“Imposible…”
El poder mágico de Alfa y Delta estaba siendo restringido, ni siquiera podían controlarlo bien por el sistema de seguridad del santuario, no había forma en que pudieran pelear.
Y aun así, en esta situación desventajosa para ellas, seguían derrotando a los Nelson.
Eso era algo completamente inaudito.
“¿De verdad se liberaron con su propia fuerza…? Pero esa técnica ya no debería de existir…” Nelson murmuró, y Alfa sonrió.
Mientras tanto, parecía que Delta estaba teniendo problemas para controlar el traje de Slime. Ella agregó el slime solo en la parte del pecho y su parte inferior, creando un tipo de armadura bikini.
Delta se sintió satisfecha ocultando lo más que podía su rostro y cuerpo.
“B-Bueno, ya me esperaba algo como esto, no es una sorpresa…” Dijo Nelson con una voz un poco temblorosa.
“Ahora observen mi verdadero poder”.
Luego de decir eso, Nelson volvió a multiplicarse.
Su cantidad no era igual a las anteriores. Paso las 10, hasta crear 100 copias de él mismo. “Hay muchas presaaaas…” Dijo Delta felizmente, y nuevamente corrió hacia ellos. “¡¿Acaso no te das cuenta de la desventaja numérica?! ¡Tonto animal!”
Sin embargo, una vez Delta comenzó la lucha con los Nelson, la cara del principal se contrajo.
En cuestión de segundos, varios Nelson volaron por el aire.
“¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!”
El grito de Delta resonó, era una voz ronca y poderosa. La masacre comenzó nuevamente.
Delta seguía moviendo su espada negra como si fuera un abanico, y Alexia que estaba presenciando todo eso desde una esquina, se quedó sin palabras.
Su estilo era muy diferente al de Shadow, la espada de Alfa y Epsilon también eran diferentes.
En la espada de Delta no había habilidad, agarre o posicionamiento, era violencia pura.
Esa era una fuerza muy diferente a la que Alexia buscaba y había visto.
¿Realmente quieres seguir usando ese estilo? Quiso preguntar. Pero estaba claro que era fuerte, sin lugar a dudas.
Luego, con la ayuda de Alfa, todos los Nelson fueron eliminados. “Cómo, ¿cómo es que lo hicieron tan fácilmente…?”
“Imagino que eras un científico”. Dijo Alfa, como si se compadeciera de él.
“Aunque puedas crear muchas copias de ti mismo, solo tienes un cerebro. Pero las personas no tenemos un cerebro lo suficientemente fuerte como para controlar múltiples cuerpos al mismo tiempo. Y peor, si creas 100, se moverán menos que un espantapájaros”.
Luego de que Delta derrotara a la última copia, ella caminó como si nada, meneando su cola.
“Falta uno~”
Su rostro era aterrador, como si fuera una bestia con sed de sangre. “¡Hii…!”
Nelson retrocedió.
“Parece que no puedes crear copias infinitas”. Declaró Alfa con dignidad al ver la situación de la batalla.
Y es que, en realidad, Nelson ya no tenía fuerzas para crear más copias.
Por eso…
Él decidió llamar al último guardián, protector de este santuario.
“¡Ven aquí, rápido…!”
El espacio se rompió en respuesta de ese lamentable llamado.
Desde ahí, entró una gran luz, y desde el otro lado de esa luz, apareció una mujer. El rostro de aquella mujer era igual al de Alfa…
“Olivier…” Murmuró Alexia.
Era el héroe Olivier. Sin embargo, su mirada era vacía, de cristal, no tenía ningún tipo de fuerza y se veía triste.
Ella se paró frente a Delta, protegiendo a Nelson. Delta rugió.
Sin embargo, para sorpresa de todos, esta vez ella no atacó de inmediato, no encontraba la oportunidad para hacerlo.
Simplemente miró a su nuevo objetivo lentamente, con una mirada carnívora.
“Héroe Olivier… lo sabía, tú…” Dijo Alfa, apretando sus labios.
Delta se lamió los suyos, limpiando su saliva. En ese momento…
“¡Alfa-sama, ya terminé la investigación!”
De repente, apareció una mujer con un gran cuerpo vestido con un traje negro. Pero por alguna razón, ella estaba algo lejos.
“Epsilon… entonces supongo que aquí se termina la visita”. Alfa se dio la vuelta y comenzó a marcharse.
“¡¿V-Van a huir…?!” Dijo Nelson aliviado.
“No me interesa la vida de pequeñas sabandijas como tú. Nuestro propósito es cortar la fuente de energía de este lugar, y por suerte, ahora también conocemos el sistema de seguridad que tiene el santuario. La próxima vez vendremos a acabar con todo”.
“¡¿Y-Y creen que las dejaré escapar?!”
“Oh, ¿nos vas a perseguir?”
“¡Hii!” Nelson se escondió detrás de Olivier.
“Delta, nos vamos… ¡Delta!”
Alfa tomó a Delta del cuello, pero ella se zafó y le mostró los colmillos.
“¡Gaaah!”
“¿Ah?”
Y de inmediato volvió en sí.
“Gauu, lo siento…”
“Vámonos”.
“Sí…”
Delta comenzó a seguir a Alfa con sus orejas y cola hacia abajo. “¡Alfa-sama, apresúrese! ¡La salida es por aquí, rápido, rápido!”
Epsilon comenzó a agitar la mano y a apresurarlas, al hacer eso, las dos montañas en su pecho comenzaron a moverse.
Luego de que todas entraran a la grieta de luz que señaló Epsilon, el santuario se quedó en total silencio.
Nelson se sentó en el lugar, y suspiró con alivio.
“B-Bueno, no importa. Al menos ya vi la cara de esa tal Alfa. Solo tengo que obtener su sangre para completar mi investigación. Todo estaba planeado”. Dijo él, murmurando. “P-Primero les informaré a mis superiores. Les diré sobre la entrada al santuario, la trampa en la que caí, pero me llevaré el crédito de haber revelado la identidad de esa mujer llamada Alfa”.
Por último, asegurar su captura.
“Y luego… ¿Umm?”
En ese momento, Nelson sintió una incongruencia dentro del santuario. “¿Acaso… una de esas ratas logró llegar al centro del santuario?” Nelson miró a su alrededor y luego puso una sonrisa macabra.
“Ja, creo que iré a divertirme un rato. Olivier, ven conmigo”. Luego, Nelson y Olivier desaparecieron juntos.