Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 2: 5. ¡Quiero participar en una batalla donde el fuerte llame la atención!
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- Volumen 2: 5. ¡Quiero participar en una batalla donde el fuerte llame la atención!
La semana pasó volando y las clasificatorias del torneo del dios de la guerra empezaron.
Me reuní con Hyoro en los asientos del estadio para ver los encuentros, aunque como todavía era muy temprano, había pocos espectadores. Bueno, las clasificatorias siempre son así. De hecho, ya me sorprendí de que alguien asistiera.
En realidad, ya ayer había tenido dos encuentros. La primera y segunda ronda de clasificatorias no se llevaban a cabo dentro del estadio, sino en las praderas a las afueras de la capital. Por eso no había espectadores, y los oponentes eran terribles.
En ambas batallas que tuve solo hice que mi oponente se desmayara y así gané, la verdad, estuve decepcionado.
Pero la tercera ronda finalmente es en la arena. La calidad de los encuentros ya es más decente, así que al menos, eso es bueno, aunque no haya tantos espectadores. Se podría decir que el verdadero torneo del dios de la guerra empezaba desde los encuentros principales y no los clasificatorios.
“Ahora que lo pienso, ¿y Jaga?” Pregunté a Hyoro que estaba escribiendo algo en unas notas.
“Dijo que iba a cultivar a la casa de sus padres”.
“Ya veo”.
Hyoro estaba viendo con emoción el encuentro mientras tomaba notas. En su cuello, tenía un collar con forma de espada sagrada, era el recuerdo que le había traído de la tierra sagrada. Me alegra que lo esté usando, pero ese atuendo es algo raro.
“¿Qué estás haciendo?”
“Tomando datos de los encuentros. Verás, los aficionados siempre apuestan en base a sus corazonadas, pero yo soy diferente. Me gusta apostar de forma calculada, tomando datos y viendo bien las estadísticas de cada luchador”.
“Hmm…”
Miré las notas de Hyoro de reojo.
“Posiblemente fuerte”, “posiblemente débil”, “no tengo ni idea” era lo único que tenía escrito.
“Cuando apuestas, tienes que ir a por una victoria total o nada”. Dijo Hyoro con orgullo.
“Ah, ya veo”.
“Un aficionado siempre apuesta para ganar o perder en un solo juego, pero yo no soy así. No me emociono por una victoria y una derrota, lo que hago es apostar varias veces, tomar los datos de esos encuentros, analizarlos y ganar 10 veces más”.
“Oooh”.
“Después de todo soy un hombre que va por una victoria total—”
“Asombroso”.
Bostecé un poquito.
“Es muy interesante lo que acabas de decir”. De repente, un joven apareció desde atrás mío.
“¿De verdad te pareció interesante?”
“Por supuesto”.
El joven, rubio y apuesto sonrió respondiendo a mi pregunta.
“¡T-Tú eres…!”
“¿Lo conoces, Hyoro?”
“¡Tú eres el invicto legendario, Gold Kinmeki, ¿verdad?!” Preguntó Hyoro con una mirada de admiración, y luego Gold-san levantó un poco su cabello y respondió.
“Ese apodo es algo vergonzoso, ¿podrías llamarme solo Gold Kinmeki, el dragón dorado invencible?”
“¡P-Por supuesto! ¡Gold-san, el dragón dorado invencible!” Qué pena, el invicto legendario se escuchaba mejor.
“¿Estás recopilando los datos de los encuentros?”
“¡Así es!”
“Tienes potencial. De hecho, yo también suelo recopilar datos de los encuentros, siempre”.
“¡¿E-En serio?!”
“Por supuesto. Son necesarios para ganar siempre”.
“¡¡Qué cool!! ¡¿Podría contarme algo al respecto?!”
“Bueno, bueno, pero solo un poco, ¿de acuerdo?” Siento que la historia será larga.
Pero bueno, por suerte ya casi llega mi turno para pelear.
“Iré a cagar”.
“Pues ve rápido”.
Fui al baño a cambiarme de atuendo, y luego estuve un rato en la sala de espera de los participantes.
***
En los asientos del público, Hyoro estaba entusiasmado escuchando las teorías de Gold Kinmeki, el dragón dorado.
“Por ejemplo, usemos el siguiente encuentro como un ejemplo”.
“¡Sí!”
En la arena ya estaban llamando a los siguientes contrincantes.
“¡El 12vo encuentro de la tercera ronda está por empezar! ¡Gonzales vs Jimina Senen!” Los dos espadachines se pusieron uno frente al otro.
“Con mi teoría, puedo ver el potencial de cada luchador antes de que empiece la pelea. Por ejemplo, primero Gonzales. Es claro que es fuerte físicamente, solo tienes que mirar esos músculos. El brillo en sus ojos y esa expresión en su rostro, sumado a su aura también nos da a entender que es un guerrero feroz. Si tuviera que medir su poder de pelea, diría que es de 1364”.
“¡¿P-Poder de pelea?! ¡¿A qué se refiere con eso?!”
“Una cantidad convertida directamente de los datos y estadísticas de cada luchador. Un poder de pelea de 1364 no está nada mal”.
“¡Increíble!”
“Ahora Jimina Senen… umm”.
El dragón dorado invencible Gold Kinmeki se quedó viendo pensativo a Jimina.
“¿Q-Qué sucede?”
“Ah… bueno es que su poder… pero no creo que…”
“¿G-Gold-sensei?”
“Ahh, lo siento, me distraje”.
“¡¿Acaso ese tal Jimina es tan…?!”
“Sí… ese hombre… ¡es increíblemente débil!” Dijo el dragón dorado, haciendo una risa con su nariz.
“¿Eh…? ¿Es débil?”
“¡Así es! Aunque eso me hace preguntar cómo llegó a la tercera ronda… ¿habrá sucedido un milagro?”
“C-Ciertamente se ve algo débil…”
“¡Su rostro es débil, su cuerpo es débil y su aura es débil! ¡Su poder de pelea es de 33!
Jaja, el peor número que he visto en un espadachín”.
“¿Entonces Gonzales ganará?”
“Sí, de seguro con un solo golpe. Ni siquiera vale la pena ver este encuentro”. Y el combate empezó.
El primero en moverse fue Gonzales.
Él corrió a una velocidad impresionante, moviéndose con una agilidad que difícilmente se podía conseguir con ese robusto cuerpo suyo, y atacó a Jimina.
Sus movimientos eran de seguro, los mejores de los participantes de la tercera ronda, y Gold, alguien con vasta experiencia en esto lo aseguraba, así que debía ser cierto.
Jimina ni siquiera pudo reaccionar ante el ataque de Gonzales.
Todos estaban seguros de la derrota de Jimina, y al siguiente instante… Gonzales se tropezó.
Él cayó justo antes de alcanzar a Jimina, cayendo al suelo con tanta fuerza que se desmayó al instante.
El lugar quedó en silencio. Todos pensaban que no era para tanto, que se levantaría enseguida.
Pero Gonzales se quedó tendido en el suelo, no se movía.
Jimina guardó su espada, comenzó a marcharse y finalmente, el referí reaccionó.
“¡E-El ganador es Jimina Senen!”
“¡¡N-No me vengan con eso!!”
“¡Devuélveme mi dinero maldita sea!”
Los abucheos comenzaron a caer sobre el desmayado Gonzales.
Hyoro no sabía cómo reaccionar, así que decidió observar al dragón dorado Gold Kinmeki.
“B-Bueno, cosas como estas pueden pasar”. Dijo Gold Kinmeki tratando de forzar una sonrisa.
“Puedes analizar todas las batallas que quieras, pero en una batalla nada está escrito.¿Aprendiste la lección?”
“M-Maestro, ¿ya sabía que esto iba a pasar…?”
“Ja…”
Él no respondió mucho.
“Déjame decirte algo”.
“¿Eh…?”
“Hay dos formas de ganar en las apuestas. La primera es encontrar a alguien fuerte y apostar por él. La segunda es encontrar a alguien débil y apostar por su oponente”. Dijo el dragón dorado, poniéndose de pie y dando la espalda para marcharse.
“¡¿Eh?! ¡¿Entonces eso quiere decir que…?!”
Rápidamente, el dragón dorado se dio la vuelta y señaló a Hyoro.
“¿Ahora entiendes… la ecuación para una victoria?”
Hyoro se levantó con una mirada de admiración.
“¡¡Q-Qué cool…!!”
Luego, él se quedó sin palabras mientras observaba a Gold irse del lugar.
“Ya terminé de cagar”.
De repente, un chico de cabello negro regresó a los asientos.
“¡Oye Cid! ¡Encontré una forma definitiva para ganar las apuestas, vamos a intentarlo!”
“¿Eh? Ni hablar”.
“¡Vamos amigo, hazlo por mí!”
“Ni hablar”.
“Tch, bueno, ¡pero luego no vengas a llorar!”
Luego de ver un par de encuentros más, ambos chicos regresaron al dormitorio.
Había empezado la cuarta ronda del torneo del dios de la guerra.
Annerose estaba sentada en primera fila esperando a ver el encuentro que había venido a presenciar.
Su cabello color agua era mecido por el viento, y sus ojos del mismo color no le quitaban la vista de encima a la arena. Hoy había más gente que ayer, pero aun así, esto no era más que la mitad.
“Chica, ¿tú también viniste a ver ese encuentro?” Le dijo alguien, así que ella se giró.
“Tú eres…”
“Mii nombre es Quinton”.
El hombre con aspecto de luchador profesional mal pagado, se sentó al lado de Annerose.
“Tú también lo viste en la tercera ronda, ¿no?”
“Sí, ¿y tú?”
“De pura casualidad, la verdad no planeaba verlo. Dime, ¿qué pensaste de ese Jimina Senen en la tercera ronda?” Preguntó Quinton a Annerose, mientras estiraba sus piernas y las ponía en el asiento de adelante.
“Pues no me pareció que ganara solo porque su oponente se tropezó”.
“Sí, ese tipo definitivamente hizo algo. Yo no pude verlo, pero pensé que tal vez tú lo habías notado, Annerose-san de los 7 espadachines de Begalta”.
La desagradable mirada de Quinton y la mirada seria de Annerose chocaron por unos segundos.
No obstante, Annerose apartó la mirada y cruzó las piernas. Unas piernas blancas quedaron débilmente expuestas a través de las aberturas de su falda.
“Ya abandoné ese título. Ahora no soy más que Annerose, solo Annerose”.
“Oh ya. Por cierto, felicidades por salir victoriosa en el desafío de la diosa”.
“Gracias”.
“¿Y bien? ¿Entonces tú tampoco entendiste qué fue lo que hizo ese tipo?”
“N-No, no pude ver nada”. Dijo Annerose un tanto frustrada.
“No pensé que lo perdiera de vista… me confié demasiado. Aun así, creo que vi la mano derecha de Jimina-kun moverse”.
“Oh, así que su mano derecha”.
“No estoy segura de lo que hizo con esa mano, pero si de verdad hizo algo, debió hacerlo con una velocidad increíble”.
“Ja, entonces no es lo que pensé”. Dijo Quinton con una risa.
“¿Lo que pensaste?”
“Pensé que tal vez utilizó algún artefacto prohibido o alguna cosa de esas”.
“Ya veo… ciertamente es una posibilidad”.
“De cualquier forma, ya lo averiguaremos en el combate de hoy”.
“Así es. Después de todo, su oponente de hoy es el invicto legendario, Gold Kinmeki”.
“Yo no lo he visto nunca, pero dicen que es muy famoso, que no ha perdido ni una sola vez”.
“Sí, es famoso para bien o para mal”. Dijo Annerose con una sonrisa forzada.
“¿Es fuerte?”
“Veamos… hasta ahora he peleado en varios países. Por supuesto, dejando de lado las batallas reales, he pasado por muchas arenas y torneos. En 3 de esos torneos pasados me he topado con Gold Kinmeki”.
“Oh, y si dicen que él no ha perdido ni una sola vez… ¿eso significa que perdiste?” Annerose miró de reojo a Quinton.
“Qué va. No peleamos. Él siempre huye si su oponente es más fuerte”.
“¿Ah? ¿Bromeas?”
“Él huye cuando ve que no tiene probabilidades contra su oponente, y al contrario, solo pelea contra aquellos a quienes sabe que va a ganar. Si su oponente es más fuerte que él, entonces se da por vencido casi de forma automática. Por eso su apodo es el ‘invicto legendario’, por eso nadie le puede ganar. Aunque parece que últimamente se cansó de ese apodo y ahora se hace llamar el ‘dragón dorado invencible’”.
“Invencible e invicto, palabras parecidas, pero con significados totalmente diferentes”. Dijo Quinton riéndose.
“En todo caso, eso significa que no hay que esperar nada del señor legendario”.
“Yo no estaría tan segura”. Dijo Annerose con una sonrisa.
“¿Qué quieres decir?”
“Que el invicto legendario aun si solo pelea contra personas que sabe que puede derrotar, ha llegado lejos en los torneos, y siempre gana en los torneos más pequeños”.
“Oh, ¿entonces dices que en realidad no es tan débil?” Dijo Quinton con una mirada aguda.
“Así es. Su fuerza radica en su inteligencia para notar la diferencia de poder entre guerreros. Así que, si él no ha huido contra Jimina, eso significa que…”
“Ah, ya entiendo”.
Quinton puso otra sonrisa en su cara ruda.
“Eso significa que ni siquiera el invicto legendario fue capaz de ver la verdadera fuerza de Jimina…”
“O tal vez sí lo hizo y Jimina no es más que un renacuajo tramposo que usa objetos mágicos”.
“Eso sin decir que el invicto legendario solo ha peleado contra oponentes con los que puede ganar, así que él nunca ha peleado con toda su fuerza”.
“Esto se pondrá divertido”.
“Sí, será interesante”.
Quinton sonrió como una bestia salvaje mientras que Annerose lamía sus labios. Todo mientras la mirada de ambos iba dirigida directamente hacia la arena.
Allí, en medio de los gritos de los espectadores, estaban Jimina Senen y Gold Kinmeki uno frente al otro.
De entre todos los espectadores, solo Quinton y Annerose sabían lo que este encuentro realmente significaba.
“Sexto encuentro de la cuarta ronda; ¡Gold Kinmeki vs Jimina Senen! ¡Empiecen el combate!”
***
El primero en moverse fue Gold.
Al mismo tiempo que empezó el combate, él tomó un gran respiro, desenvainando su espada exageradamente decorada y atacó a Jimina, apuntando a su cuello.
Jimina ni siquiera había sacado su espada. Él se quedó parado, sin reaccionar. Gold mostró una sonrisa, confiado en que iba a ganar.
Pero en ese momento, se escuchó un crak.
“¿EH?” Dijo Gold, pero no solo él, sino que todas las personas viendo el encuentro estaban sorprendidos.
La espada de Gold no alcanzó el cuello de Jimina y en vez de eso, cortó el aire. Luego, Gold se dio cuenta que había quedado en una posición llena de aperturas.
“¡Tch!”
Gold frunció el ceño.
Jimina finalmente se movió, en frente de esa apertura mortal que había creado. Y luego…
Jimina desenvainó su espada lentamente. Solo eso, eso fue lo único que hizo.
Fue un movimiento tan lento que desaprovechó la desventaja que había aparecido en Gold.
Es más, era como si ni siquiera la hubiera notado.
Gold se alejó y miró seriamente a Jimina.
“¿Me estás subestimando?”
La voz de Gold estaba mezclada con un claro tono de frustración.
***
“¿Lo viste?”
En los asientos de los espectadores, Quinton le hizo esa pregunta a Annerose.
“Más o menos”.
Annerose se quedó viendo fijamente a Jimina, con los ojos de un águila viendo a su presa, al mismo tiempo que le contestaba a Quinton.
“No esperaba menos de ti. Yo la verdad no pude ver nada, pensé que la espada del señor legendario había tocado el cuello de Jimina”.
“Sí, no estaba a una distancia en la que pudiera esquivar ese ataque… pero Jimina tronó su cuello justo antes que la hoja de la espada lo tocara”.
La voz de Annerose estaba mezclada con sorpresa, una sorpresa que no podía ocultar.
“¿Tronó su cuello? ¿Qué diablos significa eso?”
“Que tronó su cuello, tal y como lo escuchas. Hizo un sonido de crak, crak”. Dijo Annerose al mismo tiempo que trataba de hacer tronar su cuello con el mismo movimiento.
“Espera, sigo sin entender qué estás diciendo”.
“Yo tampoco sé qué pasó exactamente. Solo digo que cuando movió su cuello algo sonó crak y evitó la espada de Gold”.
“Hey, hey, ¿estas bromeando no? ¿Dices que se movió para tronarse el cuello y con eso ya evitó el golpe de la espada?”
“Eso creo”.
“¡No digas tonterías! ¡¿De verdad es posible tanta coincidencia?!”
“¿Y si no fue coincidencia?” Dijo Annerose entrecerrando sus ojos.
“¿Qué?”
“Él movió su cuello a una velocidad a la que ni siquiera pude ver con claridad. ¿Realmente crees que alguien común y corriente es capaz de lograr eso?”
Él movió su cuello a una velocidad a la que nadie podría verlo normalmente, a una velocidad fuera de todo concepto.
“¡Kuuh! E-Es cierto…”
“Tal vez su intención principal no era evitar la espada. Posiblemente él solo quería tronarse el cuello, y como al espada iba a tocarlo, de paso la esquivó”.
“¡No digas tonterías! ¡Eso sí que no es posible! ¡La espada de Gold es veloz, no hay forma de que la esquivara con tanta confianza y naturalidad!”
“Yo aún estoy dudando de todo lo que acabo de ver. Puede que sí fuera coincidencia, pero si no lo fue, entonces…”
“¡Tch! ¡No voy a creer en esa ridiculez!”
***
Gold le habló a Jimina sin quitarle la vista de encima.
“No lo entiendo, tampoco me agrada. Acabas de perder una oportunidad de oro. Justo ahora, tuviste la oportunidad de ganarme si aprovechabas el agujero en mi postura, lo dejaste escapar y sigues tan tranquilo como si no hubiera pasado nada”.
Gold apretó sus dientes por la frustración.
“Arrepiéntete, grita, llora, muéstrame cómo te resistes hasta el final. No hacerlo es una ofensa hacia mí”.
Jimina solo se quedó callado escuchando las palabras de Gold.
“¿O es que acaso ni siquiera te has dado cuenta que dejaste escapar una oportunidad única? Bueno, no esperaba menos de un debilucho con 33 de poder de pelea”. Dijo Gold riéndose lentamente.
“Y aun así, tú me hiciste pasar una gran vergüenza hace un rato. Por eso te masacraré con todo lo que tengo. Vas a morir, pero esto es tu propia culpa, ¿te quedó claro?”
Gold cambió el agarre de su espada y comenzó a imbuir poder mágico en ella.
La atmosfera comenzó a temblar al mismo tiempo que el poder mágico se iba reuniendo en un solo punto.
El público se emocionó.
“Te diré esto antes de enviarte al otro mundo. Mi poder de pelea es de 4300”. Luego, con un profundo respiro, él cerró la distancia que había entre ambos.
“¡¡Dios maligno, muerte instantánea, espada del dragón dorado!!”
El poder mágico color dorado se convirtió en una corriente que luego tomó la forma de un dragón dorado.
Jimina recibió el golpe del dragón dorado. O eso pensaron los demás.
Sin embargo, de repente, se escuchó un “achoo”, y el dragón dorado desapareció sin dejar rastro.
“¡Breggh!”
Y de repente, Gold comenzó a volar por el aire mientras daba vueltas y vueltas. Los gritos de emoción de la multitud se detuvieron y el silencio reinó otra vez.
Las personas observando el encuentro vieron como Gold cayó de lleno al suelo y dejó de moverse.
“¡E-El ganador es Jimina Senen!”
Y luego, Jimina fue nombrado vencedor mientras estaba bajando de la arena.
***
“Gold Kinmeki no es ningún debilucho…” Esa fue la primera impresión de Quinton.
Quinton recordó lo que Annerose le había dicho y pensó que estaban subestimando a Gold.
Ese último ataqué que había mostrado, había sido bastante potente, no era nada raro que hubiera ganado las clasificatorias del torneo del dios de la guerra con ese tipo de ataques.
“Resultó ser más fuerte de lo que imaginé. Pero es una lástima, si tan solo no huyera y peleara contra personas más fuertes, ahora mismo sería un espadachín mucho más poderoso”.
“¿Y bien? ¿Qué fue lo que hizo el Jimina esta vez?”
Annerose estaba sentada con las piernas cruzadas, luego, en medio de un suspiro, ella respondió.
“Si lo que vi fue real… entonces solo estornudó”.
“¿Ah?”
“De seguro, el dragón dorado de Gold fue demasiado brillante para él, lo que hizo que estornudara, y al mismo tiempo moviera su espada, causando una colisión con la de Gold”.
“Espera, espera, espera, ¿hablas en serio? ¿Estás diciendo que la batalla entre ese dragón y el estornudo la ganó el estornudo?”
“Pues esa es la verdad. Gold le dijo que dejó escapar una oportunidad de oro, pero tal vez para Jimina eso no fue una oportunidad ni fue nada. Jimina podía derrotarlo en cualquier momento, así que no tenía por qué aprovecharse de una oportunidad… no, o tal vez… ¿desde el principio, todo el encuentro fue una oportunidad para él…?” Dijo Annerose pensando para sí misma.
Pero eso sería imposible. Sí, esto era solo una hipótesis, producto de subestimar de forma exagerada el poder de Jimina.
“Qué ridículo”. Dijo Quinton, quejándose con un sonido de su nariz y luego levantándose violentamente desde su asiento.
“No puedo seguir escuchando estas tonterías, no importa lo que pase, no voy a aceptar que ese tipo tenga tal poder. De cualquier forma, si él sigue ganando le tocará contra mí tarde o temprano… cuando ese momento llegué, revelaré el tipo de trampa que está haciendo”.
Quinton miró con fuerza hacia la arena donde ya no estaba Jimina, y luego se marchó. Annerose se quedó sentada en su lugar, recordando los movimientos que había hecho
Jimina.
“¿Podré moverme de la misma forma que él…?”
Aun sentada, ella trató de tronar su cuello y estornudar. Lo intentó una y otra vez, primero lento y luego rápido.
¡Crak, achoo, crak, achoo, crak!
“Achoo, ah…”
Luego se dio cuenta que las demás personas a su alrededor se la quedaron viéndola raro, así que huyó rápidamente del lugar con su cara ruborizada.
***
La leyenda del invicto finalmente llegó a su fin.
La noticia llegó y se extendió rápidamente entre todos los aficionados de los combates.
A pesar de que todavía estaban en las clasificatorias, Gold era uno de los espadachines de los que más se esperaba en el torneo. Por eso, muchos de los aficionados se quedaron sorprendidos al entrarse de que fue derrotado fácilmente por Jimina, pero otros se quedaron satisfechos al escuchar los detalles del encuentro.
Al parecer, ganó de pura casualidad.
Esa fue la primera impresión de los fanáticos.
Sin embargo, una parte de esos aficionados, y otros que en realidad vieron el combate con sus propio ojos, se estaban planteando otra idea sobre las habilidades de Jimina.
Ellos habían ido al estadio para ver los encuentros de Jimina.
Pero…
“¡Aaaaah! ¡El participante Quinton ha caído, no se levanta, no se levantaaaa! ¡¡Esta es otra victoria con un solo golpe para el participante Jimina!!”
Jimina había ganado nuevamente, y con esto, terminaban las clasificatorias del grupo B. Nuevamente, ganó de un solo golpe.
Al final, ni siquiera los fanáticos de las peleas pudieron medir las habilidades de Jimina. Con esta victoria, él había asegurado un puesto en las batallas principales, pero nadie entendía cómo es que seguía ganando.
Ya era demasiada coincidencia para ser pura casualidad, así que debía ser habilidad pura.
El oponente que él enfrentó en la final de su bloque era Quinton, otro espadachín altamente valorado por los fanáticos de las peleas debido a sus habilidades, pero ni siquiera él pudo hacerle frente a Jimina, por lo que no había de otra que aceptar su fuerza.
Pero, como al mismo tiempo nadie entendía cómo ganaba, nadie sabía cuál era o de dónde venía su fuerza.
Él había demostrado ser más fuerte que Quinton, pero ¿realmente tenía las habilidades necesarias para participar en las batallas principales?
Y aun si las tiene, ¿podrá estar a la par de los ex ganadores del torneo del dios de la guerra?
Esa era la discusión más reciente que tenían los fanáticos.
Muchos de ellos, llegaron a la conclusión de que las habilidades de Jimina eran muy inferiores a la de los otros participantes que iban a estar en las batallas principales.
Este era un razonamiento lógico.
Después de todo, la mayoría de los participantes de las batallas principales, eran espadachines con experiencia y logros en otros torneos o en batallas reales, pero Jimina no tenía ninguna de las dos cosas.
Aun siendo objetivos, no había nada claro que demostrara las habilidades de Jimina. Por ende, su valoración y reputación eran malas.
No obstante, algunos fanáticos apoyaban a Jimina, tratándolo como un tipo de caballero negro.
Con solo ver el nombre de los participantes, cualquiera pensaría que la victoria del torneo de este año sería de Iris. Sin embargo, si hubiera alguien capaz de derrotarla en la final, ese tal vez sería aquel joven de quien todavía no se conocía el nivel de sus habilidades.
Jimina se retiró de la arena con todas esas miradas y expectativas sobre su cabeza. Las batallas principales empezarían la próxima semana.
El primer encuentro era Jimina Senen vs Annerose.
Las personas decían que la victoria de Annerose estaba 90% asegurada.
***
Estaba bajando de la arena mientras pensaba en lo animado que estaba el viejo con el que me había tocado pelear. Su nombre era Quin… Quin-algo. Esa hostilidad que tenía hacia mí era algo nuevo en esta arena, así que me divertí bastante.
Con esto, ya podía participar en las batallas principales de la próxima semana.
Para ese entonces, las reacciones de los espectadores serían más exageradas y habría mucha más gente, así que tengo que practicar mentalmente para demostrar mi verdadera fuerza.
Pensando en eso, seguí caminando por el lado pasillo de la entrada para participantes cuando de repente, una mujer de cabello azul se paró frente a mí. Era Annerose.
“¿Qué quieres ahora…?”
“No esperaba que llegaras hasta las principales, felicidades”. Dijo ella con su mirada tan fuerte como siempre.
“Es un resultado obvio”.
“Ya veo. En ese caso estaba equivocada con tus habilidades. Solo que, déjame advertirte de algo”.
“¿Advertirme…?”
“Ya leí todos tus movimientos. No creas que ganarás tan fácilmente en el próximo encuentro”. Dijo Annerose con una sonrisa llena de confianza.
“Ja…”
Solté una pequeña y corta risa y pasé caminando al lado de Annerose, como si ya no tuviera nada más que decirle.
¡Por favor, dime algo más! Grité en mi mente.
“¡¿Qué es tan gracioso?!” Dijo Annerose.
¡¡Gracias!!
Giré un poco el cuello y vi a Annerose de reojo.
“Déjame advertirte de algo también…” Dije, quitándome los protectores que ya había preparado con antelación y lanzándolos cerca de los pies de Annerose.
¡Taack!
Los protectores cayeron al suelo, haciendo un ruido pesado.
“¡¿Q-Qué es esto?! ¡¿Acaso estuviste peleando todo este tiempo con esas pesas…?!”
“Estas pesas son las cadenas que me limitan… pero es hora de ponerle fin a este juego…”
¡Taack, taack, taack, taack!
Me quité todos los pesados los protectores que tenía en los brazos y piernas, y empecé a caminar.
“¡Kuuh…! ¡E-Espera un momento!” Dijo ella, pero no me detuve.
“¡Te dije que esperes!”
Annerose rápidamente trató de alcanzarme.
“Si crees que ya ganaste solo por eso, ya verás…” Luego, Annerose se tronó el cuello.
De forma bastante rápida, aunque no le veía el sentido.
“¿Lo ves…? Yo también puedo hacerlo”.
“… Ya veo”.
No entendí a qué quiso llegar, pero le respondí con una expresión soberbia y luego me alejé de ella.
Me pregunto qué es lo que quería lograr con eso.