Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 2: 7. ¡Quiero mostrar la escala de mi verdadero poder!
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- Volumen 2: 7. ¡Quiero mostrar la escala de mi verdadero poder!
Es difícil mantener las emociones por un tiempo prolongado.
Por ejemplo, no importa si perdiste algo o a alguien preciado, esa tristeza y sentimiento de pérdida no te perseguirá por 10 años. Las emociones suelen desvanecerse, se las lleva el viento.
De la misma manera, si la emoción es alegría, ese sentimiento no te perseguirá por 10 años, e incluso si la emoción es enojo, el tiempo es 0. Se desvanecerá con el tiempo.
¿Que a qué quiero llegar?
Básicamente estoy defendiendo la teoría de que los conflictos entre personas causados por las emociones… no tienen sentido, y que como se resuelven con el tiempo, no es necesario pensar mucho en ello.
“Dime, ¿en qué crees que estaba pensando mientras te esperaba frente al dormitorio?”
“No sé…” Respondí con sinceridad a Claire-neesan que había entrado repentinamente a
mi habitación.
Un día no fue suficiente. Parece que Claire-neesan necesita más tiempo para enfriarse.
“Estaba imaginándome de qué forma te haría trizas. Te golpee una y otra vez, repetidas
veces. Pero ¿sabes lo gracioso? Con cada segundo que esperaba, mi ira se duplicaba”.
“Ya veo”.
Por primera vez aprendí, que había personas las cuales su enojo se duplicaban con el paso del tiempo. Aun así, la gente está destinada a morir tarde o temprano. No importa si ella está enojada ahora mismo, ese sentimiento no la perseguirá hasta la tumba. Por ende, eso significa que como acababa de decir, el tiempo lo resuelve todo.
“Estas pensando que no te importa en lo más mínimo, ¿verdad?”
“No, no, cómo crees”.
Estaba mirando hacia el techo mientras mi hermana mayor estaba sobre mí, estrangulándome con sus manos.
Sus ojos rojos y su cabello negro estaban temblando mientras me veían.
“¿Quieres descubrir cuánto tiempo puede dejar de respirar una persona?”
“Cuando alguien aprieta el cuello de otra persona, esa otra persona se desmaya al tener bloqueado el flujo sanguíneo de las arterias cervicales, así que la respiración no tiene mucho que ver”.
“Aaah, ya veo. Cualquiera me sirve de todas formas”. Dijo ella apretando mi cuello con más fuerza.
Ah, ya sé. Dejaré que siga, y así puedo dormir un rato.
“Estás pensando en que siga estrangulándote para que puedas dormir un rato, ¿no?”
“Q-Qué va, cómo crees”.
“Tu rostro dice lo contrario”.
“Te lo estás imaginando”.
“Si vuelves a romper una promesa conmigo, no te lo perdonaré, ¿está claro?”
“Me esforzaré en convertirme en una persona que no rompa sus promesas. ¿Ahora, puedes quitarte?”
Nee-san quitó sus manos de mi cuello, pero aún seguía montada sobre mí.
“Hay que montarse de esta forma encima de los perros para que entiendan su posición jerárquica”.
“Ah, ya. Pero ya entendí, quítate”.
“No, tu actitud no me gusta todavía”. Dijo Nee-san, tirándome un trozo de papel en la cara.
“¿Qué es esto…?”
Lo vi, y parecía ser un boleto.
“Un boleto para los asientos especiales en el torneo del dios de la guerra. No fue fácil conseguirlo”.
“Ohh”.
“Te lo daré, así que ve a ver los encuentros y aprende un poco de ellos. Creo que ya te lo he dicho, pero sé que tienes talento”.
“Umm, ¿de verdad?”
“¿Por qué crees que hago todo lo posible para que entrenes? Deberías ser capaz de llegar a un nivel decente si te esfuerzas, es más, hazlo”.
“Hmmm, no”.
“Nada de ‘no’. Ve a ver los encuentros, ¿entendiste?”
“Está bien”.
“Buen chico”.
Finalmente, mi enojada hermana se quitó de encima.
“Ahora que recuerdo. Nee-san, ¿este año no participarás?”
“¿Ah?”
Ella me miró con una mirada asesina.
“Voy a participar en el lugar de la princesa Rose en representación de la escuela. Espera, ¿me estás diciendo que no sabías que iba a participar?”
“¿C-Cómo crees? Por supuesto que lo sabía, solo quería confirmar… uggh”. Mi hermana me tomó del cuello con su mano derecha y me levantó.
Luego ella acercó su rostro a mí, a la distancia más cercana posible, como si fuera a amenazarme.
“¿Te acuerdas de mi cumpleaños?”
“P-Por supuesto que sí”.
“Bien. ¿Y te acuerdas de los torneos en los que participé?”
“C-Claro que sí”.
“¿Y qué tal de la primera vez que gané uno?”
“S-Sí lo recuerdo”.
“Buen chico. Hay cosas en este mundo que nunca deberías olvidar… eso si quieres seguir viviendo, ¿entendido?”
Asentí repetidas veces.
Luego, mi hermana se alejó mientras me daba unos golpecitos en mi mejilla.
“Este año definitivamente ganaré, así que tienes que venir a verme”.
“De acuerdo”.
Luego, ella se fue de mi habitación, no sin antes mirarme fijamente con esa mirada de enojo hasta el final.
“Haaah, estoy agotado”.
Mañana finalmente comenzaban los encuentros principales.
Debería hacer algo de ejercicio mental. Pensé, y luego cerré mis ojos.
***
Una semana había pasado, y finalmente comenzaban los encuentros principales del torneo del dios de la guerra.
Nee-san había llegado primero al coliseo. Yo en cambio, tenía el boleto que ella me había dado y estaba buscando mi asiento.
El boleto era dorado, lujoso y digno del nombre de una entrada especial. Me estaba guiando por la información de los asientos, avanzando hasta que encontré una puerta lujosa. La habitación que le seguía a esta puerta, era diferente al resto, tenía una atmosfera de misterio y prioridad.
No pensé que fuera aquí, pero por si acaso, le pregunté al encargado frente a la puerta y sí, era aquí.
Me guiaron adentro de esa sala con una actitud bastante cortés, y en cuanto entré… quise irme de inmediato.
No era un simple asiento especial, era un asiento super-duper VIP.
Allí estaban sentados importantes nobles que habían visto en algún lado anteriormente y sus familias, también la clase alta de la academia. Allí estaba también la hija del actual capitán de la guardia de espadachines mágicos con la que había estado en la clase 1 del estilo dios de la guerra en la capital. También estaba el guapo segundo hijo de un duque. En resumen, había muchas caras conocidas.
Cuando llegué a mi asiento, justo al lado, estaba alguien de la realeza.
“Oh, ¿tú eres…?”
Era una hermosa mujer con cabello y ojos rojos. Iris Midgar, la princesa de este reino y la hermana mayor de Alexia.
“Mi nombre es Cid Kagenou. Parece que me equivoqué de asiento. Bien, que tenga buen día”. Dije, intentando marcharme con un espléndido giro a la derecha.
“Oh, ¿eres el hermanito de Claire-san? Entonces ella te dio el boleto a ti”.
“… ¿Conoce a mi hermana?”
Mi huida fracasó. Si alguien de la realeza te hablaba, no podías simplemente ignorarlo….
A excepción de Alexia, claro.
“Claro. Nos conocimos luego del incidente del secuestro de mi hermana menor. Claire-san entrará a los caballeros escarlata luego de graduarse. Por favor, toma asiento”.
“No se moleste…”
“Éste es el asiento correcto, toma asiento por favor”.
“… Con permiso”.
No pude hacer nada contra la sonrisa inocente de la princesa Iris. Si fuera como Alexia, que cada sonrisa que hace está llena de malas intenciones, le hubiera levantado el dedo medio y me habría ido.
“Claire-san siempre está hablando de su hermano. Me alegra y a la vez me da algo de envidia ver a unos hermanos llevándose tan bien”.
“No, no es para tanto”.
“Ahora que recuerdo, también te llevas bien con Alexia, ¿verdad?”
“Más que llevarnos bien… bueno, yo diría que ella tira el dinero y yo lo recojo”.
“¿Tira el dinero?”
“Ya sabe, como cuando tiras un hueso y haces que el perro vaya por él”.
“¿Entonces juegan con un perrito? Muchas gracias por cuidar de Alexia”.
“Jugar con un perrito… bueno, aunque yo soy el perro… ah, olvide eso. Bueno el dinero que ella arroja viene de la familia real de cualquier forma, así que de cierta forma ella está cuidando de mí”.
La princesa Iris solo sonrió felizmente mientras escuchaba mi historia.
“Parece que ustedes dos se llevan bastante bien”.
“No, no, no es lo que parece”.
“La verdad es que Alexia también debería estar aquí, pero de repente, dijo que no quería venir…”
“Jaja, ya veo”.
“Lamento no haber podido traerla”.
“No, no, no se preocupe, en serio, no se preocupe”.
Y así, ambos seguimos hablando por un rato más mientras bebíamos algo cortesía de la casa.
“Iris-sama, ¿quién cree que sea el ganador este año?”
La hija del capitán de la guardia de espadachines mágicos se unió a la conversación.
“Yo también quisiera saberlo”.
El guapo hijo del duque también.
Al parecer, ellos ya conocían a la princesa Iris gracias a la escuela del estilo dios de la guerra de la capital.
“Todos los participantes que están en los encuentros principales llaman la atención. Pero, si tuviera que mencionar solo a uno…”
La princesa Iris puso su mano en su mejilla y comenzó a pensar.
“Diría que Annerose-san, una de las antiguas 7 espadas de Begalta. Claro que tiene que enfrentar a personas ya conocidas en los encuentros principales del torneo, y es la primera vez que ella entra a los encuentros principales. Aun así, por lo que vi en las clasificatorias, ella tiene un gran potencial y fuerza. Si gana en la primera ronda, le tocaría contra mí en la segunda así que estoy ansiosa de saber qué pasará…” Dijo ella con una sonrisa, una llena de confianza.
“Yo también la he estado observando. Ciertamente Annerose-sama es fuerte. Yo no podría contra ella ahora mismo…”
“Yo también la vi, pero aun así creo que será usted la que gane, Iris-sama. Usted tiene una presencia muy importante en esta capital luego del incidente de la escuela del estilo del dios de la guerra, así que, si gana en este torneo, entonces…”
“Oye, ¿por qué tratas de presionar tanto a Iris-sama?”
“Ah, no, esa no era mi intención…”
Los dos empezaron a discutir, así que Iris intervino.
“No es necesario discutir. De cualquier forma, estoy decidida a ganar. Por mi país, y por la escuela que recae en mis hombros”.
Me siento algo apenado por interrumpir este ambiente tan serio que se formó, pero yo también quiero participar en la conversación.
“Disculpe, ¿y no hay algún otro competidor que le llame la atención…?” Dije, metiéndome en la conversación sin importarme mucho el ambiente alrededor del lugar.
“Ahora que lo pienso, ¿quién eres tú?”
“Espera, creo que lo he visto en alguna parte… Ahh, el kouhai que estaba en la clase 1”.
“Ah, ya lo recuerdo. Él y Alexia-san eran…”
“Él es Cid Kagenou. El hermano menor de Claire-san”. Dijo la princesa Iris, y luego los otros dos asintieron.
“A diferencia de Claire-san tú no tienes talento, pero no te rindas, sigue entrenando”.
“Sí, tienes una espada bastante común. De cualquier forma, muchos empiezan desde abajo, así que sigue adelante”.
“Gracias. Y entonces, Iris-sama, ¿algún otro concursante que le llame la atención?”
“Veamos…”
“P-Por ejemplo, ¿qué tal el primer contrincante de Annerose-sama, Jimina? Parece que también es su primera vez aquí”.
Traté de investigar la impresión que tenían de Jimina.
“Jimina… la verdad no puedo decir nada, todavía no he visto ninguno de sus encuentros”.
Dijo la princesa Iris, apuñalándome con sus palabras.
Bien, bien, entonces ella todavía no sabía sobre Jimina.
“Ah, yo sí lo he visto. Su espada es bastante rápida pero solo eso. Parece un aficionado con mucha suerte, así que la victoria de Annerose-sama está asegurada”.
“Yo también lo vi… aun así, creo que él no es digno de subir a la arena principal. Tiene impulso, pero no habilidad”.
Entonces estos dos consideran a Jimina un debilucho.
Sus impresiones son más o menos las que esperaba, así que todavía puedo seguir controlando la valoración de la gente hacia Jimina.
Los preparativos están listos.
Finalmente es hora de empezar…
“Hay otra persona que me llama la atención, aunque no es un participante”. Dijo la princesa Iris. Yo ya estaba satisfecho con las respuestas que acababan de dar, así que no me interesaba nada más.
“Parece que la espada sagrada de los elfos, aquella que fue llamada ‘diosa de la guerra’ luego de ganar en el primer torneo, está en la capital”.
“¡La espada sagrada de los elfos… ¿se refiere a esa persona?!”
“¡Pero nadie la ha visto en los últimos 10 años!”
Ummm…
“Tiene sentido. Después de todo, todas las personas que participan en los encuentros principales están a la expectativa de la aparición de Beatrix, la diosa de la guerra”.
¿Quién es esa?
Es la primera vez que escuchó ese nombre.
***
Ya se acercaba la hora de mi primer encuentro, así que me fui de la habitación con la excusa de que tenía que ir al baño, y rápidamente caminé hacia la sala de los participantes. Al parecer, mi hermana había ganado fácilmente su primer combate, así que puede que incluso siga escalando hasta un buen puesto.
Mientras pensaba en eso, caminé por el pasillo cuando de repente, me crucé con una persona que llevaba una túnica gris.
En ese momento, me detuve.
Esa persona también se detuvo, y al mismo tiempo, ambos nos dimos la vuelta.
Unos ojos color azul profundo me miraron desde el fondo de esa túnica que cubría su rostro.
“Percibo el olor de un elfo”.
Era una voz femenina.
La túnica gris estaba algo descolorida y tenía agujeros por todas partes. No dije nada, solo esperé a sus siguientes palabras.
“¿Conoces a algún elfo?” Dijo ella, viéndome a los ojos como si estuviera viendo en mi interior.
“Conozco a muchos”. Respondí, después de todo no, tenía razón para ocultarlo.
“Estoy buscando a un elfo”.
“Ya veo”.
“Era una niña muy linda”.
“Ohh”.
“¿No la has visto?”
“Con solo esa descripción…”
“Ella se parece mucho a mí”.
“Ya veo”.
“Es el recuerdo olvidado de mi hermana menor”.
“Ohh”.
“¿No has visto a una elfa parecida a mí?”
“Disculpa…”
“¿La has visto?”
“No puedo ver tu rostro con esa túnica”.
“Es cierto”.
Ella tomó la túnica y se la quitó, revelando su rostro. No reaccioné de ninguna manera.
Intenté intencionalmente no reaccionar. Su rostro era muy parecido al de Alfa.
“No, no he visto a ninguna con ese rostro”.
“¿De verdad?”
“Síp”.
Tengo que preguntarle a Alfa sobre esto otro día. No se parecen lo suficiente como para decir que son dos gotas de agua, pero sí lo suficientemente como para creer que son familia.
“Ya veo”.
Ella frunció el ceño con pena y luego desenvainó su espada de la forma más natural posible. Fue un solo golpe repentino, sin siquiera hostilidad.
Lo vi justo en frente de mis ojos y no hice nada.
De cualquier forma, ya sabía que se iba a detener justo antes de que pudiera golpearme. Por eso, tal y como pensé, su espada se detuvo justo antes de tocar mi cuello.
De hecho, la hoja de la espada me estaba tocando, pero no me había cortado.
Ahora era el momento perfecto para un… “¡¿Uwaaaah?!”
Me hice el sorprendido, haciendo como si perdiera el equilibrio para luego caer al suelo. Bien, salió perfecto.
“¿Um?”
Ella volvió a guardar su espada con una expresión de duda.
“Parece que me equivoqué, lo siento”.
Luego bajó la cabeza disculpándose.
“Pensé que eras más fuerte. ¿Cuál es tu nombre?” Dijo ella, extendiéndome su mano.
“C-Cid, Cid Kagenou…” Dije con mi voz temblorosa, tomando su mano.
“Yo soy Beatrix”. Respondió ella, tomando mi mano, sin soltarla.
“¿Disculpa…?”
“Tus manos lo dicen todo. Estoy segura de que te harás más fuerte”.
Luego me mostró una sonrisa muy hermosa. Esa sonrisa también era muy parecida a la de Alfa.
“Lo siento, no quería asustarte”.
Luego de una última disculpa, Beatrix se dio la vuelta y se marchó. Yo me quedé mirando a su espalda y pensé.
“… Creo que es bastante fuerte”. Murmuré, luego me di la vuelta, y me marché.
***
Iris estaba en la sala especial esperando el inicio del primer encuentro.
Esta habitación daba directamente con la arena, e incluso había unas escaleras privadas para bajar directamente a la arena desde esta habitación.
Los dos participantes ya habían sido llamados a la arena.
Uno de ellos era Annerose, la persona en la que Iris estaba interesada. Mientras que el otro era un joven de cabello negro llamado Jimina Senen. Iris vio a los dos participantes uno frente al otro.
“Parece que llegué justo a tiempo”. Dijo el hombre sentado al lado de Iris. El hombre estaba sentado en el asiento de Cid.
“Ese asiento ya está…”
“¿En serio?”
Iris vio el rostro de ese hombre y no dijo nada más, al mismo tiempo que se disculpaba con Cid en su mente.
“Sir Doem…”
“Muy buenas tardes, Iris-sama”. Dijo Doem sonriendo elegantemente, aunque su mirada era seria.
“Es un sueño hecho realidad, pensar que sería capaz de presenciar los encuentros junto a Iris-sama”.
“No bromee por favor. Usted ya tiene a su prometida, ¿no es así?”
“Sí, aunque por desgracia ella escapó. Pero bueno, no hay de qué preocuparse. Así son las peleas entre parejas”.
Doem sonrió ligeramente.
Doem tenía un rostro bien definido, y muy joven al estar todavía en sus 30. Aun así, a Iris no le agradaba para nada ese rostro.
“¿Cómo se encuentra el rey de Oriana?”
“Por desgracia no tan bien como para asistir hoy. Sin embargo, dijo que mañana definitivamente vendría”. Doem respondió rápidamente la pregunta de Iris.
“Mañana también aparecerá el rey de Midgar”.
“Qué hermosa coincidencia”.
Iris trató de ver a Doem, tratando de descubrir qué planeaba en su interior, pero no podía ni siquiera leer aquella mirada fría en sus ojos.
“Así que ella es la famosa Annerose”. Dijo Doem mirando a la arena.
“Así es”.
“Al parecer es la espadachín que más atención está ganando últimamente. Sé que salió de Begalta para entrenar, y aun así, quisiera invitarla a servir en mi país”.
“En eso concuerdo. Yo también deseo invitarla a servir en Midgar”.
“Jaja. Pero en el reino de Midgar ya hay muchos espadachines sobresalientes. En cambio, en nuestro reino…”
“Para eso existen las alianzas”.
“Es verdad. Pero me es vergonzoso tener que dejarles todo el trabajo a ustedes”.
“Ya veo…”
Estaba cansada. Iris suspiró en su interior, cansada de tratar con este hombre. Era como si estuviera hablando con una marioneta.
“¿Qué le parece ese tal Jimina?”
“Hoy será la primera vez que vea un encuentro suyo, pero no parece que hablen muy bien de él. Tampoco se ve muy fuerte”.
“En ese caso supongo que la victoria de Annerose está asegurada”.
“No… yo no diría eso. Ese hombre es algo, siniestro”. Dijo Iris en un tono bastante ambiguo.
“¿Siniestro?”
“Así es. Ciertamente no se ve como alguien fuerte, pero tiene características que ninguna persona débil podría tener”.
“Oh… ¿a qué se refiere?”
“Una confianza absoluta… por lo que veo, él ya se considera el ganador”.
“Umm… ¿y eso no es solo confianza ciega?”
“Puede ser. Aunque no veo ni una pizca de duda en su mirada. Para él, este encuentro terminará en una victoria asegurada… o al menos eso es lo que él cree”.
“Ya veo, en pocas palabras, eso es lo que él cree. ¿Y qué opina usted, Iris-sama?”
“No realmente. ¿Y usted, sir Doem?”
“¿Yo? Lastimosamente no sé mucho de espadas”.
“Ya veo”.
Iris miró detenidamente como Doem evitaba la respuesta, mientras que simplemente sonreía.
“Supongo que a usted no puedo engañarla, Iris-sama. Lastimosamente, en Oriana la espada no está tan bien vista. Pero si soy sincero, soy un poco bueno usándola”.
“¿Un poco bueno?”
“Así es, solo un poco”. Dijo Doem con su expresión de costumbre.
“Bien… veamos qué tal es esa confianza absoluta”.
Luego bajó la mirada a la arena.
“¡Annerose vs Jimina Senen!”
Ambos competidores fueron llamados nuevamente.
“¡¡Empiecen!!”
Y el combate empezó.
***
Al mismo tiempo que dieron la señal de inicio del combate, Annerose saltó hacia Jimina. Ella ya sabía cuál era la fuerza de Jimina. Sí, la velocidad abrumadora de su espada.
Una velocidad abrumadora, inalcanzable incluso para Annerose quien antes pertenecía a los 7 espadachines de Begalta. Esa era la fortaleza de Jimina, y al a vez, su estilo de combate.
No obstante, Annerose descubrió que aparte de esa velocidad, la espada de Jimina carecía de habilidad.
Hasta ahora, Jimina había ganado todos sus combates sin siquiera usar la espada.
¿Cómo?
Una de las razones había sido, porque nadie podía seguirle el ritmo.
Aun así, la postura de Jimina era igual o peor que la de un aficionado. Era como si nunca en su vida hubiera aprendido a usar la espada.
¿Y si al propio Jimina no le gustaba usar la espada?
¿Y si tenía miedo de quedar al descubierto?
En pocas palabras, él hasta ahora había ganado sin usar la espada para que nadie se diera cuenta de su poca habilidad con ella.
En resumen, podía ganar siempre y cuando hiciera algo con su velocidad, esa era la conclusión a la que Annerose había llegado.
Lo único que le preocupaba ahora era… las pesas de Jimina.
Si Jimina quien se había quitado sus pesas, podía moverse mucho más rápido de lo que Annerose podía reaccionar… entonces ella perdería.
Annerose atacó al instante en que empezó el encuentro con esa pequeña ansiedad en su mente.
Si su oponente la superaba en velocidad, entonces solo tenía que atacar a sus piernas. De esa forma, su victoria estaría asegurada.
“¡¡Haaaaaaaaaaaaa!!”
En solo un instante y junto con un gran grito de ímpetu, Annerose atacó a Jimina. Era un golpe completo e inesperado.
Y aun así, la espada de Annerose fue bloqueada por la de Jimina. Tal como lo esperaba, él era rápido.
Jimina se había defendido de ese ataque en un tiempo tan corto que normalmente nadie podría hacerlo.
Pero, como él estaba bloqueando ese ataque, sus piernas también quedaron inmovilizadas. Esto era lo que Annerose quería.
“¡Shiii!”
Aprovechando que sus piernas estaban pegadas al piso, Annerose aprovechó para atacar una vez más.
Jimina trató de defenderse otra vez, pero los ataques de Annerose eran tan repetitivos que no tenía tiempo para contratacar.
Lo atacó 3, 4, 5 veces hasta que la defensa de Jimina no pudo más y rompió su postura.
¡Gané! Dijo Annerose en su mente, lanzando una estocada al pecho de Jimina. Ella lo atravesó… o eso fue lo que sintió.
“¿Eh…?”
Su espada no impactó contra nada.
Es más, se suponía que Jimina estaba justo frente a ella, pero ahora ya no estaba, había desaparecido.
“… Es solo una imagen residual”.
De repente, escuchó su voz detrás de ella. Annerose tembló.
Cálmate.
Ella se giró lentamente.
Ella estaba asustada, al mismo tiempo que se decía a sí misma que guardara la calma.
“Eres más rápido de lo que pensé…” Dijo en un tono casual, común y corriente, o al menos eso quería creer ella.
Luego, con Jimina al frente, ella pensó.
¿Qué hago ahora?
Su velocidad había superado por mucho el tiempo de reacción de Annerose.
¿Qué debía hacer para cerrar esta brecha entre sus velocidad?
Piensa.
¡Piensa…!
¡¡Piensa…!!
“¡¿Eh…?!”
Nuevamente, Jimina había desaparecido. Annerose se movió antes de pensar.
Justo en ese momento ella se movió, reaccionando a un leve temblor en la atmósfera. Pero no fue su experiencia o habilidad la que le permitió moverse, fue solo suerte.
¡Gaakc!
Annerose recibió un potente ataque que la hizo volar por el aire.
Ella trató de ponerse de pie con todas sus fuerzas, tratando de mantener su conciencia que iba desvaneciéndose, agarrando con fuerza la espada que estaba a punto de caer de sus manos.
“¡Kuuh…!”
Ella soltó un pequeño quejido de dolor.
Jimina estaba justo frente a ella, sosteniendo su espada justo por delante. Él no tenía ninguna postura, ni siquiera parecía tener intenciones de atacar. Eso para Annerose, no era arrogancia.
Después de todo, él era realmente poderoso.
“Lo admito, eres fuerte”.
Annerose trató de respirar lentamente y tomó una decisión. Jimina era simplemente rápido, hasta el punto de lo abrumador.
Por supuesto que Annerose no consideraba eso como irrazonable, pues ese era simplemente otro tipo de fortaleza.
De cualquier forma, ella aún no se daba por vencida. Las probabilidades de ganar eran bajas, pero no nulas.
Si su oponente solo es rápido, entonces solo tenía que seguirle el ritmo.
Un contrataque. Eso era lo único que le quedaba por intentar. Un contrataque en el momento en que Jimina intentase atacar de nuevo.
La pregunta era si su velocidad de reacción podría seguir a la velocidad de movimiento de Jimina.
Ella había evitado el primer ataque por pura suerte, así que era improbable que evitara un segundo.
Por eso, esta vez usaría su habilidad en lugar de la suerte. Si la habilidad no funcionaba, entonces su experiencia.
Si su experiencia no funcionaba, entonces su instinto.
No importa la forma, solo tenía que conseguir un momento adecuado. Si lo conseguía, ella simplemente contratacaría con toda la fuerza y experiencia que había ganado hasta ahora en toda su vida.
Por eso, Annerose esperó. Ella esperó en silencio, pero concentrada, el momento preciso para contratacar.
Luego… no hubo ningún ruido.
Jimina volvió desaparecer, y en ese momento… no, justo antes de ese momento, Annerose atacó.
Allí no había nadie todavía, pero…
¡Gané!
Jimina apareció y Annerose cantó victoria.
Su espada había alcanzado la línea de movimiento de Jimina.
A esta velocidad no había forma de que lo evadiera, o eso pensó.
“¿Eh…?”
Pero Annerose se quedó viendo confundida los movimientos de Jimina.
Él se detuvo.
Como si ya lo hubiera predicho, él se detuvo justo antes de impactar contra el ataque de Annerose.
La espada de Annerose simplemente rozo su nariz, y cortó el aire.
No fue coincidencia, sino una diferencia en la planeación, un violento cierre de distancia.
Annerose pensó que ella finalmente se había adecuado a su velocidad. Pero en realidad fue al revés, fue él quien se adecuó a la velocidad de Annerose.
“Ya veo…”
Ella finalmente lo entendió.
Luego de esos ataques, y esas defensas, ella finalmente se convenció. Él, Jimina Senen… estaba a una altura mucho más alta.
Por último, Annerose con su cuerpo inmóvil como el de un muerto, solo vio la espada de Jimina acercándose.
Esa espada era la más lenta que había visto hoy… y al mismo tiempo, tan sublime y hermosa que sobrepasaba cualquier obra de arte nunca antes vista.
“Ahh…”
Qué hermosa espada.
Con ese último recuerdo en su mente, Annerose perdió el conocimiento.
“Es fuerte…”
Doem escuchó ese murmullo salir de la boca de Iris sentada a su lado. En la arena estaba Jimina marchándose y Annerose tirada en el suelo.
“Así que esa es la confianza absoluta… parece tenías toda la razón, Iris-sama”. Dijo Doem, tratando de ocultar su sorpresa interior.
“No pensé que fuera tan fuerte… no puedo creer que un espadachín de su calibre no sea famoso en ningún sitio”.
“Pienso lo mismo. Jimina Senen… no he escuchado ese nombre en ningún lado”.
“Tampoco había visto nunca ese movimiento de espada. Directo, rápido… pero a la vez, hermoso”.
“No creo que sea de una escuela existente”.
Doem nunca había visto un movimiento de espada tan hermoso, Iris tampoco. De seguro se trataba de alguna nueva escuela tratando de salir en la luz en este escenario.
“Eso supongo. No lo sabremos a ciencia cierta hasta no hablar con él, pero realmente me sorprendió”.
Iris se acomodó de nuevo en su asiento y suspiró para liberar la tensión en su cuerpo.
Todas las personas en los asientos especiales estaban elevando una voz de sorpresa por el resultado inesperado. Al mismo tiempo que el interés viajaba de Annerose a Jimina y comenzaban a hablar de su próximo encuentro.
“Parece que la segunda ronda será entre usted y Jimina”.
“Sí”.
Iris estaba sonriendo.
“Parece que sigue llena de confianza”.
“Por supuesto, tengo intenciones de ganar”.
“Oh…”
“Su espada es rápida, certera y hermosa. Puedo asegurar que yo nunca podré blandir mi espada de forma tan hermosa como lo hace él. Sin embargo, una batalla no se decide por quién usa la espada de forma más hermosa. Si eso es todo lo que puede hacer, sigo estando por encima de él”.
“Pienso lo mismo”.
Doem asintió, pero al mismo tiempo, pensó en cierta posibilidad en su mente. Es cierto que, si ese es todo el poder de Jimina, Iris tiene la ventaja. Después de todo, no cualquier técnica podría detener el enorme poder mágico de Iris. Pero… ¿y si ese no es todo su poder?
“Es probable que él todavía esconda más cosas. Después de todo, ha avanzado hasta aquí engañando a todos con esa postura, espada e incluso actitud”.
“Y aun entendiendo todo eso, ¿está segura de que ganará?”
“No sé lo que está ocultando, pero aun con eso, estoy segura de que ganaré. Tal vez no lo sepa, pero no me gusta perder”.
Iris mostró su hermosa sonrisa y luego se puso de pie. Era una sonrisa de buen humor, una sonrisa belicosa.
“Ya entiendo”.
“Si me disculpa, debo prepararme para mi encuentro”.
Doem miró a Iris marchándose, y luego suspiró. Doem había investigado cuidadosamente a las personas que podrían ser un obstáculo para su plan, pero en esa lista nunca salió el nombre de Jimina Senen.
Si él era una amenaza para su plan, entonces debía ser ejecutado lo más pronto posible… aunque, no había razón para precipitarse. Había tiempo para juzgar si era una amenaza potencial luego de su encuentro con Iris.
Jimina Senen, alguien capaz de dominar la espada de forma tan perfecta y hermosa. Doem no podía dejar de preguntarse por qué alguien así no era conocido.
Debía tener una razón, una razón para ocultar su fuerza. Una razón para no pararse en el centro del escenario.
Tal vez era practicante de un estilo privado, de esos que perecieron tiempo atrás… aunque también puede que venga de la ciudad sin ley y haya falsificado su identidad.
La ciudad sin ley, donde el poder de ningún país puede llegar… la tierra del deseo y el mal.
Ni siquiera el culto ha podido acercarse todavía a los tres gobernantes de esa ciudad, y sus seguidores que pelean por el dominio total de esas tierras.
Aunque por ahora, los únicos que podrían salir de la ciudad sin ley serían los “familiares” de la Reina de la Sangre, y viendo la fuerza que tenía Jimina, es posible que sea de clase General… todavía había mucho que investigar sobre él.
También estaba el Jardín de las Sombras. Pero Jimina era hombre, y no había razón para que ellas dieran la cara en el torneo del dios de la guerra, así que las posibilidades eran bajas.
De cualquiera forma, Jimina tenía algo misterioso.
Y probablemente, era una persona del “otro lado del mundo” al igual que él… “¿Quién rayos es ese tipo…?”
El murmullo de Doem fue cubierto por completo por los gritos de los espectadores.
“¡Espera, Jimina!”
Annerose había despertado, y rápidamente persiguió a Jimina por el pasillo.
Jimina se giró, y Annerose se detuvo delante de él.
“Fue una derrota completa, no pude hacer nada”. Dijo Annerose mirando a Jimina y sonriendo.
“Salí de mi país para volverme más fuerte, y pensé que lo había logrado. Aunque parece que me confié demasiado”.
Entonces, ella extendió su mano.
Jimina miró la mano de Annerose y lentamente la tomó con la suya.
“Aprendí mucho de nuestro encuentro, gracias”.
“Eres la primera que me hace quitarme las pesas, no tienes nada de qué avergonzarte”.
“… Eso me hace sentir un poco mejor”.
Annerose sonrió, y ambos intercambiaron un apretón de manos.
“… Jimina, ¿quién eres tú? ¿Cómo pudiste llegar a ser tan fuerte?”
Jimina sonrió de forma solitaria, desviando la mirada como si tratara de ver a un lejano pasado.
“Soy fuerte… pero a la vez, soy alguien que dejó todo atrás en busca de poder… solo soy un idiota”.
“Jimina…”
Annerose sintió tristeza por aquella expresión solitaria de Jimina. De seguro, él había tenido un duro pasado, lo suficiente como para que se hiciera así de fuerte.
“Si quieres… ¿te gustaría venir conmigo al imperio Begalta? Puedo asegurarte un buen lugar entre nosotros”.
Pero Jimina negó con la cabeza.
“…Eso es demasiado deslumbrante para alguien como yo”. Entonces se giró, y comenzó a marcharse.
“¡Espera! ¡Mañana me iré de esta ciudad! ¡Si cambias de parecer, ven a verme!” Jimina no se detuvo.
Annerose lo vio marcharse hasta el final, y luego se fue.
Ella había aprendido una gran lección y una nueva experiencia. En este mundo, siempre existía alguien superior a las personas superiores, eso fue lo que ella aprendió al conocer a Jimina y al ver su espada.
Su espada era un arte, perfeccionada hasta el límite, eso fue lo que pensó Annerose, una espada a la que le había dedicado todo.
Estaba segura de que él ganaría, y luego su nombre sería conocido por todos, elevándose a alturas desconocidas.
Ahora, ella no podía hacer más que mirarlo, pero todavía podía ser más fuerte. Después de todo, la espada de Jimina le iluminó el camino que debía seguir.
Algún día, cuando ella sea más fuerte, podría reencontrarse con él. Por eso, ella juró seguir peleando hasta que ese día llegara.
***
Haaah, eso estuvo bien.
No, de hecho, bastante bien.
Hice bien en priorizar la actuación de una hermosa espada. Hubo un tiempo que aprendí a blandir la espada de forma elegante para cuando me convirtiera en la Eminencia en la Sombras. Esta vez, la manejé de forma demasiado hermosa, así que no se pareció demasiado a la espada de Shadow, aun así, siento que el entrenamiento de esos días dio su fruto.
Gracias a Annerose, mi objetivo en el torneo del dios de la guerra avanzó en un 70%. Ahora me toca pensar en cómo completar el resto. Había tantos patrones en mi cabeza que no me decidía por cuál usar.
Si quiero ir por algo simple, entonces solo tendría que ganar el torneo. Después de todo, por lo que veo en el tablón de posiciones, la próxima pelea será contra la princesa Iris, así que el estadio estará lleno. Bien podría derrotar a Iris y luego desaparecer en frente de todos. Sí, eso daría un ambiente de eminencia.
El patrón sería algo así; derrotar a la persona que todos creían invencible, y luego desaparecer mientras decía cosas como, “mi trabajo aquí está hecho…”
Qué cool.
Además, si desaparezco luego de derrotar a Iris, mi hermana mayor debería ganar el torneo. También estaba el patrón maligno.
Algo así como; en medio de la batalla contra Iris digo, “en realidad soy un asesino contratado por una organización secreta… ¡tu vida ahora es mía!”, ignorando las reglas y haciendo que la batalla sea más feroz. El punto bueno de esto, es que sucedería con bastante normalidad.
Aaah, ummm, pero creo que sí, será mejor usar la de ganar y desaparecer.
Aunque todavía había muchas otras rutas posibles, así que es difícil decidirse por una.
Mientras pensaba en eso, llegué a los asientos especiales. Allí había un viejo que no conocía sentado en mi asiento, pero lo ignoré. De cualquier forma, ya había pasado el encuentro de mi hermana así que no me interesaba seguir aquí.
Ese día, regresé rápido a mi habitación y entrené mentalmente.