Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 3: 2. ¡Infiltración en la torre carmesí!
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- Volumen 3: 2. ¡Infiltración en la torre carmesí!
En el camino que llevaba a la torre carmesí, había 3 corrientes diferentes. Uno era el violento tirano.
Él era un hombre alto de aspecto rudo y piel de color marrón.
Con un gran pedazo de hierro con forma de hacha, él estaba usando su fuerza para cortar en dos a todos los ghouls que se le pusieran en frente.
Nadie podía acercársele, y en cuanto alguien entraba en su rango, esa persona o cosa se convertía en un pedazo de carne muerta.
La otra corriente, era el Espíritu Zorro.
Se trataba de una mujer zorro de pelaje blanco, poseedora de una belleza atrapante. Sus nueve colas estaban brillando en medio de la noche.
Ella estaba cortando a los ghouls con los abanicos en sus manos, moviéndose como si estuviera danzando.
Aquellos que se atrevían a mirar su hermosa piel expuesta por unos lados de su kimono estaban sellando su destino, pues partían hacia un sueño del que jamás despertaban.
Ambas corrientes chocaron entre sí, masacrando a la gran cantidad de ghouls que estaban en medio.
“¡Toma esto, maldita zorra!”
“Qué hombre para más molesto eres~”1
Los abanicos metálicos del espíritu zorro bloquearon fácilmente la gran hacha del tirano y luego lo desvió hacia el suelo.
El hacha impactó con fuerza en la tierra, enterrándose y liberando una gran cantidad de arena al viento.
“Ha pasado tiempo desde la última vez, espíritu zorro”. Dijo Juggernaut el tirano, sonriendo con una mirada ruda.
“Pues yo no quería volver a verte nunca más”. La espíritu zorro, Yukime, respondió con desdén.
“Pues pensé que era buen momento ya que salí a matar a los malditos murciélagos chupasangre. Así que, me alegraría si tú también mueres aquí”. Dijo Juggernaut blandiendo nuevamente la gran hacha.
“No me gustan los hombres que no saben cuándo rendirse…”
Yukime también sostuvo sus abanicos.
En el momento en que ambos trataron de moverse de nuevo, la última corriente impactó en el campo de batalla.
Era un hombre vistiendo un abrigo largo color negro azabache, descendiendo silenciosamente desde el cielo nocturno.
Luego, los tres vampiros que lo perseguían desde atrás fueron borrados de la existencia en cuestión de segundos.
El tirano estaba sorprendido por su habilidad.
No solo era la sutileza en sus movimientos, sino también su velocidad de movimiento y el poder abrumador que se escondía detrás de todo eso. Aquello estaba en un terreno que incluso el tirano estaba obligado a reconocer.
Por otro lado, la espíritu zorro estaba admirada por el dominio de su espada.
El movimiento de su espada era hermoso, y su técnica era completa, sin ningún agujero. Era la primera vez en toda su larga vida que veía a una persona así. Aquella danza de espadas que estaba cerca de lo artístico impresionó incluso a la espíritu zorro.
“¿Y tú quién diablos eres…?”
“¿Quién eres tú, querido…?”
Los dos hicieron la misma pregunta, al mismo tiempo.
El hombre vestido de negro se giró y luego limpió la sangre en su espada.
“Mi nombre es Shadow. Aquel que acecha en las sombras y caza en las sombras…” Así, las tres grandes corrientes colisionaron.
Los 3 se quedaron quietos, viéndose los unos a los otros con desconfianza e intriga.
Yukime tenía unos ojos azules como el agua, Juggernaut una mirada con ojos negros como un águila y Shadow, una mirada inexpresiva, que reflejaba la luz roja encima de ellos…
“¿Shadow…? Creo haberlo escuchado”.
“Si mal no recuerdo, tiene que ver con los rumores del jardín de las sombras, una poderosa organización que actúa en el exterior. Shadow es el nombre del líder”.
“Aahh ya veo, conque este es ese tal Shadow”.
“Me pareció un rumor muy poco creíble, pero ciertamente con este poder, le hace justicia…” Los dos miraron a Shadow con una mirada filosa, pero él ni siquiera se inmutó.
El viento soplando alrededor hizo silbar la espada negra de Shadow, mientras que Yukime abrió sus abanicos y Juggernaut alzó su hacha.
El silencio fluyó por unos instantes.
“¿Y bien? ¿Nos vamos a mirar por siempre o comenzamos una batalla a muerte?” Fue Juggernaut quien rompió el silencio.
“Ah, entonces yo haré equipo con Shadow-han, ¿te parece bien, Shadow-han?” Dijo Yukime, viendo a Shadow con una mirada seductora.
“Ohh, amigo, yo te recomendaría tener cuidado con esa zorra. Si le das algo de confianza te partirá el cuello cuando menos te lo esperes”. Dijo Juggernaut con una risa.
“… Qué ridículo”.
Aun en medio de esa situación, Shadow se comportó igual que siempre, dándoles la espalda. “La luna roja ya ha empezado… no tengo tiempo que perder con ustedes”.
“¿En serio me vas a dar la espada? Vaya que tienes confianza”. Dijo Juggernaut mirando con desdén a Shadow desde atrás.
“Por lo que dices, querido, parece que sabes algo al respecto. Aunque, la luna roja… creo haberlo escuchado hace mucho tiempo…”
“Que pena que las ancianas tengan mala memoria”.
“Silencio pequeño. Shadow-han tiene razón, no hay caso en perder tiempo en una batalla sin sentido. Yo estoy algo enojada, una de mis niñas fue asesinada por esos sucios ghouls. Supongo que tú también estás aquí por algo similar, ¿no?”
“No me cuentes en esa lista. Vine aquí porque ya me cansé de estas tres torres, ya es hora de que solo una de ellas siga en pie”.
“Si ese es el caso, entonces ¿qué tal si nos concentramos primero en la reina de la sangre?”
“Jaja, haz lo que quieras. Nos vemos anciana, la próxima vez, te mataré”.
Juggernaut miró con fuerza a Yukime y a Shadow, y luego se marchó. Yukime vio como Shadow también se estaba marchando así que lo detuvo.
“Un momentito, Shadow-han. En realidad, yo ya sabía de ti, querido. Después de todo, los barrios para adultos en esta ciudad son míos”.
Shadow miró a Yukime de reojo.
“Primero quiero agradecerte, querido. Parece que salvaste a muchas de mis niñas últimamente. Me gustaría darte las gracias apropiadamente en otra ocasión”.
“No necesito tus agradecimientos… tampoco era mi intención ayudar a nadie”. Shadow volvió a caminar, haciendo sonar sus botas con cada paso.
“Todas ellas estaban realmente agradecidas, pero qué le vamos a hacer si eres tan humilde, querido. Te estaré esperando de todas formas, ven a visitarnos a la torre blanca cuando quieras…”
Yukime hizo una pequeña reverencia detrás de Shadow en agradecimiento.
“Bien, nos vemos querido”.
Luego de una sonrisa encantadora, ella se dirigió a la torre carmesí y Shadow desapareció
***
El perro guardián estaba esperando a su próxima presa frente a la puerta de la torre carmesí.
Él estaba sentado, abrazando sus piernas en un rincón mientras reía con sus flacuchas mejillas.
Él antes era un famoso asesino en serie, y antes de eso, un caballero… mejor conocido como el demonio blanco.
En aquel tiempo, cuando todavía servía a cierto país como capitán de la guardia de caballeros, vestía una hermosa armadura blanca, que se veía perfecta con su largo cabello blanco. Él se sentía orgulloso de su trabajo al proteger a la gente.
Aunque en el fondo, era un asesino maníaco que cortaba persona tras persona en cada noche de su vida. No había muchas razones detrás de eso. A él le gustaba cortar personas, le gustaba ver su sangre, sus gritos, sus caras de desesperación. Él sentía como si robar la vida de los demás le permitiera conservar y disfrutar la suya.
Pero cierto día, uno de sus colegas descubrió sus crímenes, y desde entonces, fue llamado el demonio blanco.
El demonio blanco mató a todos los caballeros esa noche, y luego huyó. Aun huyendo, siguió matando personas hasta que llegó a la ciudad sin ley.
Él no le temía a nada, pues creía que estaba en la cima de la cadena alimenticia.
Sin embargo, su pequeña ilusión fue destruida en pedazos en la torre carmesí. Aquel hombre llamado demonio blanco no pudo poner ni un solo dedo en Crimson. Él fue golpeado unilateralmente hasta que pidió clemencia de rodillas.
Por eso, ahora era un mero perro guardián, sin la libertad de poder ir a matar gente.
Dicho en otras palabras, él, quien había encontrado el sentido en su vida, lo perdió una vez que dejó de matar gente…
Pero cierto día, él tuvo la oportunidad de matar a alguien.
“Hihi…”
Hoy comenzaba la luna roja, así que casi todos los vampiros iban a salir de la torre carmesí.
En otras palabras, no había nadie que lo vigilara, podía irse a matar cuanto quisiera mientras la luna roja estuviese en el cielo.
Por eso, él estaba esperando a su presa. Estaba esperando a alguien a quién cazar, no como un perro guardián, sino como el demonio blanco.
Él sabía que el gremio de caballeros mágicos estaba tras la reina de la sangre. Así que esperó pacientemente, rezando para que alguien llegara a la torre escarlata.
Y finalmente…
Se escucharon unos fuertes pasos, lo que daba la señal que su tan ansiada presa había llegado.
“¿Hi… hihi?”
El demonio blanco elevó el rostro con una expresión de felicidad, pero allí estaba un gran hombre rudo y musculoso.
Los músculos de su cuerpo era super flexibles, hinchándose y moviéndose por todo su cuerpo mientras cargaba una gran hacha de metal, casi del mismo tamaño que su cuerpo.
Su mirada penetrante se clavó con fuerza en el demonio blanco, y él al instante, pudo percibir la violencia pura que se escondía detrás de esa mirada. No había duda de ello, él era uno de los gobernantes de la ciudad sin ley, Juggernaut el tirano.
“Estorbas, quítate”.
“Hih…”
El demonio blanco desvió la mirada al instante, y luego abrió la puerta.
El demonio blanco reconoció al instante que este hombre era mucho más poderoso que él. Él sabía que nunca debía meterse con los gobernantes ni con sus generales, eso lo aprendió a la fuerza por parte de Crimson.
“Estorbas”.
El tirano se paró frente a la gran puerta y luego con su hacha gigante, la destruyó.
“¡¿Hih?!”
Él se encogió al ver la brutalidad del tirano y luego vio asombrado hacia la puerta destruida.
Esta era una puerta reforzada especialmente con hierro. Ni siquiera los espadachines más poderosos podrían destruirlas, y este hombre, que ahora entró al castillo carmesí, la había destruido de un solo golpe.
Incluso el demonio blanco sintió miedo de solo imaginar lo que estaba a punto de suceder en este lugar.
En ese momento, se escucharon otros pasos desde su espalda.
Eran pisadas lentas, modestas, las pisadas de una mujer. Para él, las mujeres eran lo mejor, pues su carne era mucho más fácil y flexible para cortar.
El demonio blanco puso una sonrisa desagradable y se dio la vuelta.
La persona que estaba detrás de él era la mejor y más hermosa que había visto en su vida, poseedora de un atractivo que no era de este mundo.
Tenía un sedoso cabello plateado, orejas de zorro, y también dos abanicos de metal puestos cada uno a un lado del obi de su kimono.
Hasta ahí, no había problema.
Pero lo serio, es que detrás de ella estaban moviéndose 9 colas.
“¡¿Hih?!”
No había duda, esta era otra de las gobernantes de la ciudad sin ley. El espíritu zorro, Yukime.
“Quítate”.
“¡Hihi!”
El demonio blanco se había quitado del miedo antes de que ella se lo dijera. Él sabía que ella era otra presa demasiado grande para él. Él se puso a un lado, temblando y viendo como el espíritu zorro iba entrando a la torre carmesí.
¿Qué pasará ahora que el espíritu zorro y el tirano entraron a la torre? ¿Empezará una lucha entre monstruos?
En ese momento, unas nuevas pisadas se escucharon detrás de él. Eran pisadas recurrentes, y al escucharlas, el demonio blanco rio.
Él no creía que alguien más aparte del tirano y el espíritu zorro se atreviera a acercarse hoy a la torre.
Pero efectivamente, al girarse, allí estaba un hombre vestido de negro.
Él tenía un largo abrigo negro azabache con capucha y una máscara cubriendo su rostro.
Sin embargo, debido a su apariencia, el demonio blanco no podía ver qué tan poderoso era este hombre. Cuando te volvías experto en este tipo de cosas como el demonio blanco, podías adivinar cuánta fuerza tenía tu oponente, pero esta vez, él no podía ver a través de este hombre vestido de negro.
Sin embargo, a simple vista no parecía igual de fuerte que el tirano o el espíritu zorro, así que esta vez no se preocupó.
… Esta sí era la presa que tanto esperaba.
“… ¡¡Hihi!!”
Al mismo tiempo que él y el hombre de negro entraron a la misma distancia, el demonio blanco lo atacó.
Lo logré, lo maté.
En el momento en que pensó eso, el demonio blanco notó que estaba de espaldas viendo el cielo.
“¿Hih…?”
Él miró alrededor para saber qué estaba pasando, y en ese instante se dio cuenta, que la parte inferior de su cuerpo todavía estaba parada allí donde él estaba antes.
La parte inferior de su cuerpo había sido separada de la superior, y se había quedado parada rociando sangre como si fuera una fuente.
En ese momento, el demonio blanco finalmente entendió que él había sido el cortado.
“Hi… hi…”
Él pensó que el hombre de negro que lo cortó entraría así sin más a la torre, pero… él puso un pie en la pared de la torre, luego otro y comenzó a escalar corriendo a través del muro.
“¡¿Hih?!”
El demonio blanco dudaba de lo que estaba viendo al mismo tiempo que escupía sangre por su boca.
Sin embargo, ahí no terminó. El hombre negro se detuvo en cierto piso, luego abrió un gran agujero en la pared con su puño y entró como si nada.
Estaba loco.
Ese hombre resultó ser una amenaza mucho mayor que los dos primeros que entraron a la torre…
En ese momento, el demonio blanco se dio cuenta que había atacado a alguien a quien nunca debía atacar.
“Hi…Hi…”
Y, segundos antes de que diera su último aliento, recordó; “Cierto, en ese piso estaban los tesoros…”
***
Gan, gan, gan. Beta escuchó el sonido de algo siendo golpeado, así que dejó el libro que estaba leyendo y levantó la mirada.
Ella miró a todas las direcciones de la gran biblioteca en donde estaba, una parte de la pared en una de ellas estaba vibrando.
¿Alguien está golpeando la pared desde el otro lado?
En cuanto pensó eso, la pared se quebró y dos mujeres rodaron por el suelo junto con la tierra.
“¡Auch!”
“Uhh”.
Una de las chicas, de cabello negro cayó con su cara enterrada en el suelo mientras que la otra de cabello rojo cayó encima de ella.
“Duele~ No pensé que ese muro fuera tan frágil”.
La chica de cabello negro se levantó mientras sostenía su nariz. Beta la reconoció al instante, ella era Claire Kagenou, la hermana mayor de su amo.
“Por eso te dije que fueras más cuidadosa…” Dijo la inexpresiva pero hermosa chica de cabello rojo.
“Pero igual lo logramos, ¿o no? Por cierto, Mary, ¿en qué momento te quitarás de encima?”
“Ah, lo siento Claire”.
La chica de cabello rojo se levantó de encima de Claire y luego ambas se sacudieron su ropa.
“¿En dónde estamos?”
“Se supone que éste debería ser el sótano…”
“Es el sótano, aunque dentro de su biblioteca”.
Fue Beta quien respondió a la pregunta de las dos chicas.
En ese momento, ellas finalmente se dieron cuenta de Beta que estaba sentada tranquilamente en una silla.
“… Parece que ya nos descubrieron”.
“Por eso te dije que tenías que actuar con cautela…”
“Ya, ya, lo siento. Pero, de todas formas, nos iban a descubrir tarde o temprano”. Ambas sacaron sus espadas y tomaron una postura contra Beta quien seguía sentada. Beta soltó un suspiro y luego cerró el libro.
“No pensé que me encontraría con alguien y menos saliendo de la pared… supongo que debo eliminar a los testigos, pero…” Murmuró Beta mientras veía a Claire de reojo.
“Esta vez no puedo hacerlo~ Me alegraría si ustedes también guardan esas cosas”. Dijo Beta. En esta habitación solo estaban las 3.
“No tengo intenciones de pelear. ¿Podrías guardar tu espada, Claire-san?”
“¡…! ¡¿Cómo sabes mi nombre?!”
“Eres Claire Kagenou-san, ¿no es así? La ganadora del torneo del dios de la guerra”.
“Parece que la fama me persigue a todos lados. Está bien, dime quién eres tú y tu objetivo. Si no eres mi enemiga, entonces yo también me retiraré”.
“Espera, Claire”.
“No tenemos tiempo para una pelea sin sentido. Además, por su apariencia, no parece ser una subordinada de la reina de la sangre… sin mencionar que la tendremos difícil si peleamos contra ella”. Dijo Claire con una mirada afilada.
Aunque Beta seguía sentada sin hacer nada, era como si ningún ataque que ellas pudieran lanzar fue a alcanzarla.
“Así parece”.
Beta quien tenía un traje negro pegado al cuerpo y una máscara cubriendo su rostro, no parecía ser alguien relacionada a la reina de la sangre. Es más, parecía ser otra intrusa al igual que Claire y Mary.
“Quién soy, y cuál es mi propósito… solo digamos que al igual que ustedes, yo también me infiltré en esta torre carmesí”.
“Sé más específica”.
“Si lo hago nos tardaremos demasiado”.
“Resúmelo con detalles”.
“Vaya, qué chica tan complicada”. Dijo Beta encogiéndose de hombros.
“Mi nombre es Beta, del jardín de las sombras. Por ciertos motivos estoy aquí pasando el rato en la torre carmesí”.
“Ohh, ¿qué asuntos tiene el famoso jardín de las sombras en este lugar?”
“Bien… me pregunto qué debería responder. Hay cosas que puedo y no puedo decir después de todo. Pero veamos… por ciertas razones, estábamos investigando sobre las posesiones, pero para avanzar, necesitamos una muestra de la sangre de la vampira progenitora”.
“¡¿Posesiones…?!”
“¿Por qué necesitan la sangre…?”
Claire reaccionó a la palabra “posesión” mientras que Mary reaccionó a la “sangre”.
“La sangre de las poseídas y de la vampira progenitora vienen de la misma línea, y puede que la mutación de las poseídas se deba a algún problema en ese proceso hereditario. Claro que, esto no es más que una hipótesis en base a nuestras investigaciones”.
“Eso es una burla hacia la progenitora…”
La mirada de Mary tomó más fuerza y ella apretó su espada.
“Es solo una hipótesis, insultarla no es nuestro objetivo. Solo queremos una muestra de su sangre para verificarlo. Ahora una pregunta de mí parte. ¿Por qué te enojas tanto por esto, señorita cazadora de vampiros más antigua?”
“¡…! Entonces me conoces…”
“Los rumores vuelan”.
“Ya veo… en ese caso no te metas en mi camino”.
“Por supuesto, no tengo intenciones de hacerlo”.
Mary guardó su espada aun viendo a Beta con enojo, mientras que Beta simplemente se bajó de hombros y volvió a abrir el libro que estaba leyendo.
“No esperaba menos de la biblioteca de vampiros, seres que han vivido por largos periodos de tiempo. Y bien, Claire-san, ¿te convenció mi respuesta?” Pregunto Beta mientras leía el libro.
Claire miró de reojo a Beta luego a Mary como si estuviera pensando en algo.
“Dime algo”. Dijo Claire, mirando con seriedad a Beta.
“Si es algo que pueda responder”.
Beta sintió la fuerza de esa mirada y alzó la suya.
“¿Hay una forma de curar la posesión?”
Beta no respondió al instante, ella se quedó pensando un momento mientras veía el rostro de Claire.
“Eso… no es algo que pueda responder. Pero lo que sí puedo decir es que tú no necesitas preocuparte por eso, Claire-san”.
“¿Qué significa eso?”
“Significa exactamente lo que dije”.
Beta giró la página de su libro, dando a entender que ya no tenía intenciones de hablar. Claire chasqueó la lengua y luego se dio la vuelta.
“Vámonos”.
Sin embargo, en cuanto trato de salir de la biblioteca, Beta la detuvo.
“Espera, Claire-san. ¿Podrías decirme por qué estás con la más antigua cazadora de vampiros en esta torre carmesí?”
“¿Para qué quieres saberlo?”
“Simple curiosidad”.
Claire frunció el ceño y respondió.
“Mi hermano menor Cid fue secuestrado por los hombres de la reina de la sangre. Si no me apresuro lo sacrificaran para la reina de la sangre”.
“¿Tu hermano…?” Beta repitió con intriga.
“¡¿Eso que dices es cierto?!”
De repente, una cuarta voz resonó en la habitación donde supuestamente solo había 3 personas.
Todos miraron en dirección de donde vino esa voz, y allí estaba parada otra mujer. Ella también tenía un traje negro pegado al cuerpo y una máscara cubriendo su rostro.
“N°666, retrocede”.
“¡Pero…! Lo lamento…”
N°666 reprimió el impulso de salir corriendo del lugar mientras retrocedía lentamente.
“¿Satisfecha? Ya nos vamos”.
Claire puso su mano en la puerta de la biblioteca, pero…
“Solo una pregunta más. ¿No hay un camino para llegar a la tierra del reposo…?”
“¿Qué estás diciendo?”
Claire se giró.
Sin embargo, Beta no estaba viendo a Claire, ella estaba viendo directamente a Mary.
“Ah, espérame”.
Mary no dijo nada, solo le dio la espalda y salió por la puerta, Claire rápidamente comenzó a perseguirla.
La biblioteca se volvió silenciosa, y solo las páginas del libro se escucharon.
“N°666, fallaste…” Dijo Beta mientras leía su libro.
“Lo lamento mucho…” N°666 inclinó su cabeza.
“Lambda reconoció tus habilidades y Alfa-sama espera mucho de ti, que solo sea esta vez. Ustedes dos también, ayúdenla”.
“Lo siento mucho”.
“Lo lamento~”
Dos chicas aparecieron al lado de N°666.
“Esta es la primera misión real para N°666. N°664, como líder de este escuadrón parte de la responsabilidad es tuya”.
“Sí…”
“Tengan más cuidado a partir de ahora. Lo volveré a decir, pero nuestra misión es tomar una muestra de la reina de la sangre por pedido del laboratorio. No obstante, Shadow-sama dijo que él personalmente se encargaría de ella así que no podemos movernos por nuestra cuenta. Así que, mientras Shadow-sama esté aquí, seguiremos recolectando información de estos libros y los documentos de la biblioteca. Eso es todo, vuelvan a su trabajo”.
“Entendido”.
Luego de la orden, las 3 chicas rápidamente retomaron su trabajo.
***
Tal y como había dicho Mary, no quedaban muchos vampiros en la torre carmesí.
Pero no era como si todos estuvieran fuera, pues ellas eran atacadas de vez en cuando por algunos que todavía quedaban aquí adentro.
Claire los cortó con la espada, cortándoles la cabeza, pero los cuerpos de los vampiros todavía se movían.
“¡El corazón!”
Claire siguió la instrucción de Mary y esta vez le atravesó el corazón. Luego, una pequeña grieta se abrió alrededor del corazón del vampiro, de donde salió una luz roja hasta que su cuerpo se convirtió en cenizas.
Mary estaba detrás de ella matando al último vampiro que quedaba por aquí.
Ellas habían llegado hasta aquí sin ser heridas ni una sola vez, aunque gran parte de eso fue gracias a Mary.
El poder mágico de Mary no era nada comparado al de Claire, pero su técnica de espada era muy útil, sin mencionar la experiencia que tenía en pelear contra vampiros.
La mayoría de los vampiros dependían de su habilidad física para pelear, por eso, uno estaba en desventaja al pelear contra aquella fuerza y regeneración inhumana.
Sin embargo, Mary se adelantaba a todos sus movimientos, como si entendiera bien la forma de pelear de los vampiros y los acababa en instantes.
Su ayuda era indispensable para salvar a su hermano menor, Claire entendía eso. Pero, aun así… Claire no pudo evitar preguntarse algo.
“Estás escondiendo algo, ¿no?” Preguntó Claire a Mary quien estaba viendo las cenizas que quedaban de los vampiros.
“¿A qué te refieres…?”
Mientras que Mary se giró con el mismo rostro inexpresivo de siempre.
“Tu comportamiento en la biblioteca me pareció extraño, como si estuvieras defendiendo a los vampiros. ¿No que venías a exterminar a la reina de la sangre? Ah, bien. En ese caso cambiaré la pregunta. ¿Cómo sabes tanto sobre los vampiros? Puedo verlo por tu forma de pelear, los conoces mucho mejor que nadie más, de forma mucho más profunda”.
“Porque mi único propósito en la vida es cazar vampiros…”
“Eso no suena natural. Entonces, ¿qué fueron esas palabras en la biblioteca? ¿Qué es eso de la tierra del reposo? ¿Y el camino del que te preguntaron?”
El tono de Claire iba aumentando poco a poco, pero Mary no respondía.
“Si te quedas callada no sabré nada”.
“Tú estás haciendo lo mismo”.
“¿Eh?”
“Tú también estás ocultando algo. Claire, ¿por qué te preocupa tanto la posesión?”
“Eso es porque…”
“Además, está claro que existe una forma de curar eso”.
“… Puede ser”.
Claire apretó sus labios.
“¿Lo ves? Todos tenemos cosas que ocultar”.
“… En ese caso no indaguemos más en eso. Yo te ayudaré a exterminar a la reina de la sangre y tú me ayudarás a rescatar a mi hermano”.
“Sí, así está bien…”
Las dos desviaron la mirada y siguieron subiendo la torre.
***
“Detente”. Dije Mary quien iba caminando adelante.
“¿Qué sucede?”
“Alguien está peleando más adelante”.
Ellas trataron de no hacer tanto ruido mientras se acercaban. La batalla parecía estar librándose del otro lado de la puerta, pero no parecía que hubiera otro camino para avanzar.
“Parece que no nos queda otra opción…”
“Abramos un poco la puerta y veamos qué sucede”.
Mary asintió a las palabras de Claire, y las dos comenzaron a ver desde un espacio abierto en la puerta.
Parecía que era una gran sala, desde donde un agujero en la pared dejaba pasar la luz de la luna roja.
Allí había un hombre enorme de piel marrón agarrando del cuello a un vampiro.
“Qué debilucho…”
El hombre cargaba una hacha llena de sangre, y a su alrededor había cadáveres de ghouls y cenizas de vampiros.
“Tú eres uno de los generales debiluchos de este lugar, ¿no? Dime, ¿dónde está Crimson?” Dijo el hombre de piel marrón mientras apretaba con fuerza el cuello del vampiro.
“Q-Quién sabe…”
“¿No me lo dirás?”
“No es eso… solo que no tengo motivos para decírtelo…” Dijo el vampiro que de repente se transformó en una niebla roja. Esta era la “atomización” que solo los vampiros de alto nivel podían usar.
“¿Oh?”
El hombre de piel marrón se quedó sin nadie a quien agarrar mientras la niebla roja se concentraba en su espalda.
De repente, de la niebla aparecieron filosas garras de vampiro que trataron de atacar al hombre de piel marrón desde atrás.
Aun así, el hombre no se giró ni vio hacia atrás.
“Yo siempre tengo un buen presentimiento…”
Él solo movió su hacha de forma natural.
Una poderosa onda de viento llegó hasta la puerta, Claire y Mary estaban y tuvieron que resguardarse detrás de ella.
Al ver de nuevo dentro de la habitación, allí estaba el mismo vampiro, esta vez hecho pedazos en el suelo.
Su carne poco a poco fue transformándose en cenizas.
“¿Quién diablos es ese?”
A simple vista no era un vampiro, pero tampoco parecía ser un aliado…
“Él es Juggernaut el tirano, uno de los tres gobernantes de la ciudad sin ley. Será mejor no pelear contra él… el vampiro que acaba de matar es el tercer general más poderoso de la reina de la sangre”.
“¿Ese era el tercero…?”
La diferencia de fuerza entre él y el tirano era tan abrumadora que no lo parecía.
“Mejor escondámonos mientras se va…” Dijo Mary sugiriéndole a Claire.
Sin embargo, la voz del hombre llegó a ellas desde el otro lado de la puerta. “Como dije, tengo buen presentimiento… ustedes, ¿siguen ahí no?”
“¡—!”
Rápidamente la puerta fue destruida en pedazos.
Una gran hacha vino volando desde el otro lado de la puerta y ambas apenas la esquivaron. Encima de sus cabeza resonó el fuerte rugido del viento.
“¿Dos niñas?”
Luego, desde el otro lado de la puerta destruida, estaba el tirano viéndolas.
“Mierda”.
“No queda de otra”.
Las dos sacaron sus espadas y luego el tirano rio.
“No parecen ser vampiros… pero bueno, da igual. Mueran”. Luego tomó el hacha y la balanceó hacia abajo.
Las dos saltaron a la izquierda y derecha respectivamente para evitar el golpe. La gran hacha golpeó el suelo, quebrando la grava.
El tirano miró a las dos chicas desde los escombros y luego decidió atacar primero a Claire quien estaba más cerca.
Él corrió con ímpetu y luego volvió a mover el gran hacha en sus manos. Sin embargo, Claire también veía perfectamente los movimientos del tirano.
El tirano dependía de su fuerza y velocidad, pero el movimiento y el tamaño de su arma era una desventaja. Gracias a eso, Claire podía ver sus movimientos.
Como resultado, Claire pudo interceptar el ataque del tirano.
Sin embargo, Claire frunció el ceño al ser impactada por una fuerza mucho mayor de la que esperaba, y se retrasó en tomar el siguiente movimiento.
Y para el tirano, eso era tiempo más que suficiente.
“¡Lo bueno de los espadachines, es que todos se mueven igual…!”
Tirano tomó la gran hacha con una sola mano, y con la mano que quedó libre, golpeó el rostro de Claire.
“¡¡Claire!!”
Mary trató de moverse en ir en su ayuda, pero se detuvo al ser mirada por el tirano. Básicamente si ella se movía, iba a morir.
Claire fue empujada hacia atrás y rodó por el suelo, pero rápidamente se levantó como si nada.
Luego, escupió sangre.
“Auch~ Oye, ¿no ves que me hiciste cortar los labios…?” Dijo Claire mirando al tirano con desdén.
Él tomó el hacha con su mano y luego la puso sobre su hombro y rio. Él también recibió un golpe, tenía una pequeña cortada en su abdomen.
“La mayoría siempre se muere con este golpe. Estás acostumbrada a las batallas, ¿no?”
“Por suerte, tengo un tonto hermanito difícil de corregir”.
Claire sonrió mientras la sangre salía de su boca, manchando sus dientes de color rojo.
Claire logró aguantar el impacto al recibir el golpe del tirano con su cara y luego aprovechó la oportunidad para cortarlo.
“Eres solo un bárbaro, careces de habilidades”.
Claire trató de hacerse la fuerte, aunque no estaba en condiciones de hacerlo. La sangre seguía saliendo de su boca y estaba algo mareada por el golpe en su cara.
Ella había tomado la decisión equivocada en aceptar ese golpe, el peso del ataque era demasiado grande.
“Sí, exacto, yo nunca aprendí de técnicas ni ninguna tontería de esas… ¡porque nunca las necesité!”
Nuevamente, él corrió hacia Claire.
La fortaleza del tirano estaba en su gran fuerza muscular, su enorme poder mágico y su sentido de combate. Él no necesitaba técnicas, para él las técnicas no eran más que cadenas que lo retenían.
Claire intentó interceptar nuevamente ese ataque.
Sin embargo, el cuerpo de Claire se tambaleó a un lado justo antes de que el gran hacha la impactase de nuevo.
Ella no sentía sus piernas, y todavía tenía daños en su cerebro.
“¡¡…!!”
Y el tirano no iba a desaprovechar eso.
“Te lo dije, tengo un buen presentimiento…” El hacha volvió a caer.
El ataque se desvió de la dirección en la que estaba el cuerpo de Claire y luego cayó a su lado a una velocidad impresionante.
Luego, una gran cantidad de sangre cayó sobre el rostro de Claire.
“… ¿Eh?”
“¡¡M-Mary!!”
“En serio, ¿por qué los espadachines siempre se mueven igual? Esa mujer estuvo esperando el momento en que bajase la guardia para matarme… pero yo estaba esperando el momento en que ella atacara para matarla, así de simple”.
El tirano rio con su rostro malvado.
Claire intentó llegar, aunque con lágrimas, hacia Mary que estaba en el piso sin fuerzas.
“Mary… ahh, ¿por qué…?”
La herida que había recibido Mary era fatal, había alcanzado sus órganos internos.
Claire puso sus manos sobre la herida y trató de usar su poder mágico para curarla, pero Mary puso su mano sobre las de Claire.
“¡Coff! ¡Sangre… coff!”
Mary miró a Claire, tratando de decir algo mientras escupía sangre por la boca.
“¡¡Mary, no debes moverte…!!”
Aun así, Mary tomó las manos de Claire con fuerza y trató de decirle algo desesperadamente.
“Claire… lo siento… necesito que me dejes… beber tu sangre”.
“¿Eh? ¿Beber…?”
De inmediato, Mary se levantó y tomó los labios de Claire.
“¡¿Muhhhg?!”
Claire se sorprendió enormemente. Mary se pegó a los labios de Claire y comenzó a beber la sangre que salía de ahí.
Poco a poco, los ojos de Mary se volvieron rojos.
“¡¿Qué estás hacien—?!”
Claire empujó a Mary, pero cuando levantó la mirada, Mary ya no estaba delante de ella.
“¡¿Eh?!”
“¡¿Guhh?!”
El asombro de Claire y el quejido del tirano llegaron al mismo tiempo. Claire se giró y vio al tirano viendo hacia arriba con su brazo cortado.
“¿Arriba…? ¡Eh, ¿Mary?!”
Mary estaba flotando en el aire. Sus ojos eran de un color rojo carmesí y en su boca se veían unos brillantes colmillos.
La herida en su estómago estaba ya completamente cerrada.
“Ya veo, con que eso era… interesante”.
El tirano sonrió como una bestia carnívora mientras que Mary estaba sonriendo de forma algo triste.
Las espadas del tirano y Mary volvieron a chocar.
Su poder era igual… no, el tirano todavía tenía un poco la delantera.
“Nada mal”.
“¡¡…!!”
Ambos siguieron intercambiando espadas mientras las chispas volaban por el aire.
“Pero… yo sigo teniendo la ventaja”.
Luego, Mary fue mandada a volar hacia atrás.
El hacha gigante blandida con fuerza levantó escombros del suelo.
“¡Mary!!”
Mary se estrelló contra la pared y cayó al piso sin fuerzas.
Kuhh… todavía no me he adaptado a la sangre…”
“Se acabó”.
Claire se distrajo por Mary y cuando se dio cuenta, el tirano ya estaba frente a ella con su hacha a punto de atacar.
Ya no podía hacer nada.
“Cid… lo siento…”
Al final, ella solo pensó en su hermano.
… Pero.
“… Su despertar está cerca”.
De repente, un hombre vestido de negro se puso entre el tirano y Claire.
“¡¡¿Qué?!! ¡¿Qué rayos crees que haces?!”
“… Quítate”.
Él esquivó el ataque del hacha y luego, con toda la naturalidad del mundo, alzó su pierna. Todo con una gran naturalidad, y velocidad.
Con solo esa patada, el cuerpo del tirano salió volando hacia atrás con gran fuerza. El tirano se impactó contra una de las paredes, y luego escupió sangre.
Y, para su mala suerte, no había nada más detrás.
Como no había nada en qué apoyarse tampoco, el tirano comenzó a descender en caída libre.
“¡¡Shadow, me las pagarááááááááás!!”
Sus gritos se fueron haciendo más y más distantes.
“Tú eres… Shadow…”
Claire miró a la espalda de Shadow.
Normalmente, ella desconfiaría enormemente de alguien con un poder tan abrumador, a un nivel muy superior que cualquier otro que hubiera visto antes.
Sin embargo, lo que Claire sintió fue una tranquilidad que aliviaba su alma.
¿Por qué ella sentía esto con Shadow, aun siendo la primera vez que lo veía? Claire no entendía eso.
Pero ella no podía apartar la vista de él. “
No queda mucho tiempo…”
Luego, y muy de repente, él desapareció.
“Ah…”
Él simplemente desapareció, como si desde el principio hubiera sido una mera ilusión.
“Shadow…”
Lo único que quedó fue un sentimiento de soledad en el corazón de Claire.
“¿Ese era Shadow…? ¿Nos salvó?” Dijo Mary mientras se ponía de pie.
“Eso creo…”
“Derrotó al tirano con un solo golpe…”
“Mary, ¿estás bien?”
“Estoy bien. Y bueno… lo siento Claire, por beber tu sangre tan repentinamente”.
“No importa… pero, entonces eso que estabas escondiendo era…”
“Sí, en realidad soy un vampiro…”
“Ya veo…”
“Te lo diré todo. Te diré quién soy, mi objetivo y la verdad sobre la reina de la sangre…” Luego, Mary empezó a hablar con una mirada de tristeza.
***
Mary antiguamente era una subordinada de la reina de la sangre, Elizabeth.
Se trataba de aquellos tiempos, cuando los vampiros todavía eran los gobernantes de la noche. Desde ese entonces, Elizabeth era la progenitora más poderosa de todos.
Por esos años, los vampiros cazaban y devoraban a los humanos como si se tratara de un deporte. Por supuesto, muchos de ellos veían a los humanos como un simple ganado, y hubo países de humanos donde los vampiros eran los gobernantes.
Era la era de oro de los vampiros.
Sin embargo, Elizabeth aborrecía la idea de cazar más de lo necesario.
Ella solo comía lo que era necesario, y no arrebata vidas innecesarias. Como era de esperarse, muchos vampiros estuvieron en su contra por esto, y por eso mismo, ella no tenía tantos subordinados.
Sin embargo, la era de oro de los vampiros de un momento a otro, cambió a una era de oscuridad.
Los vampiros comenzaron a ser cazados por los humanos, empezando una era que sería la pesadilla de todo vampiro vivo en aquellos tiempos. Empezando por destruir el reino de los vampiros, los humanos fueron cazándolos en grandes cantidades hasta que el numero de la raza fue disminuyendo rápidamente.
Por esos tiempos, Elizabeth y sus subordinados, estaban protegiendo la frontera del pequeño país que gobernaban. Ellos unían fuerzas con las personas para cultivar los campos, pelear contra los monstruos y gobernar el territorio.
En su territorio, los vampiros no menospreciaban a los humanos y los humanos no les temían a los vampiros. Ella pudo formar ese tipo de relación gracias a que los vampiros en su territorio no bebían sangre humana.
Los vampiros no podían vivir sin beber sangre humana. Elizabeth había demostrado que esa creencia era falsa.
El impulso vampírico de un progenitor era mil veces más grande que el de un vampiro común y corriente. Aun así, ella soportó el dolor, apretando con fuerza su brazo hasta sangrar y demostrar que podía vivir sin consumir sangre. Sus subordinados que la vieron hacer eso, también siguieron su estilo de vida.
Los vampiros que rechazaron la sangre perdieron su poder y su fuerza era casi igual a la de una persona común y corriente.
Sin embargo, obtuvieron algo a cambio.
Lo que obtuvieron fue el poder de vivir bajo la luz del sol. Al rechazar la sangre, los vampiros pudieron disfrutar del brillante mundo del día.
Otra cosa que obtuvieron fue paz interior. Al rechazar la sangre, y poder vivir durante el día, los impulsos vampíricos comenzaron a volverse más leves, y sus pensamientos eran iguales a los de una persona común y corriente.
Pero, de cualquier forma, de entre todos ellos, solo la progenitora Elizabeth conservó su gran poder.
Su piel se quemaba si le daba la luz del sol, y por eso, tenía que caminar con una sombrilla negra. Ella no se hacía cenizas solo porque los progenitores ya de por sí eran resistentes a la luz del sol.
Pero no importa cuánto tiempo llevase rechazando la sangre, su sed jamás desapareció.
Sin embargo, aun en medio de su interminable dolor, ella pudo vivir de día y trabajar usando su sombrilla.
“Hagamos de este lugar la tierra del reposo. Un lugar donde los humanos y los vampiros vivan felices juntos, conviviendo…”
Luego, ella empezó a tomar bajo su protección a los vampiros cazados por las personas y los hizo sus subordinados.
Por supuesto, la condición que ella siempre ponía era la de rechazar la sangre.
Claro que, de entre ellos hubo algunos que trataron de rebelarse. En esos momentos, y aunque le resultase triste, ella se deshizo de ellos con sus propias manos.
Poco a poco, los vampiros de todo el mundo, perseguidos por los humanos, comenzaron a reunirse bajo su mando.
La población aumentó, los vampiros y los humanos convivieron sin problemas y la tierra prosperó. Al ser un país protegido con un gran poder y fuerza, ningún cazador de vampiros se atrevió a pisar el lugar.
Allí ciertamente había nacido la tierra de reposo que ella tanto anhelaba. Ella deseó desde el fondo de su corazón que todos vivieran felices.
Sin embargo, aquella tierra de reposo fue destruida en una sola noche.
La noche en la que la luna roja apareció.
Esa noche, ella se encerró en su castillo para poder soportar el deseo de sangre que se había hecho miles de veces más fuerte.
Por esos tiempos, Mary era la general número 1 mientras que Crimson era el número 2. Ambos intercambiaban turnos para llevar comida a la habitación de Elizabeth. Sin embargo, la tragedia ocurrió en el turno de Crimson.
Crimson había mezclado sangre humana en la comida de Elizabeth.
Si Elizabeth hubiera estado igual que siempre, ella hubiera notado el olor antes de comer, e incluso si lo comía, ella podría haber soportado su deseo de sangre.
Sin embargo, ahora estaba bajo la influencia de la luna roja.
Ella no pudo soportar por culpa de todo el tiempo de abstinencia de sangre, y ella se descontroló. Crimson y sus subordinados también armaron una revuelta al mismo tiempo.
Junto con una Elizabeth descontrolada, y con la ayuda de Crimson y el resto, ellos devoraron a todos los humanos en el territorio.
Los vampiros que seguían viendo a los humanos como ganado no soportaban la idea de vivir al mismo nivel que ellos.
Al final… su sueño, la tierra de reposo no fue más que una ilusión.
Los subordinados fieles a Elizabeth que habían rechazado la sangre por tanto tiempo, no pudieron hacer más que huir mientras eran asesinados.
Excluyendo a una, Mary.
Ella bebió la sangre de los cadáveres para poder detener a Elizabeth.
Luego, persiguió a Elizabeth y al resto que habían ya abandonado el territorio.
La masacre de Elizabeth y el resto no se detuvo. Ese mismo día, ella destruyó un pequeño país y destrozó a su rey.
Mary no llegó a tiempo.
Luego, el descontrol de Elizabeth duró por 3 días más, y en esos tres días, otros tres países fueron masacrados.
Mary logró encontrar a Elizabeth, pero ya en la noche en la que todo había terminado.
Elizabeth estaba viendo a lo lejos, todos los países que había destruido, todo mientras lloraba.
“No quiero volver a cometer el mismo error, no quiero volver a despertar… así que, toma mis cenizas y lánzalas al mar…” Dijo ella, atravesándose el corazón con una espada.
De esa forma, Elizabeth se haría cenizas.
Sin embargo, ella no se convirtió en cenizas. La trayectoria de la espada falló.
Aun así, ella dejó de respirar, y su corazón se detuvo. Era como si estuviera muerta.
Sin embargo, ella seguía viva. De seguro volvería a levantarse si alguien ponía sangre humana de nuevo en su boca.
Pero de la misma forma, si alguien movía un poco más la espada en su pecho, ella se convertiría en cenizas.
Mary no pudo hacer ninguna de las dos cosas.
Ella no podía ir en contra de la voluntad de su señora, pero tampoco podía matarla. Por eso, decidió esconderla en medio de su sueño eterno, y protegerla a como diera lugar.
***
“Fue una decisión estúpida. Mil años después, Crimson robó el cuerpo de Elizabeth-sama, y como yo había rechazado la sangre, no tenía el poder para protegerla. Nuevamente, él está tratando de usarla. Si la misma tragedia de hace mil años se repite, ¿con qué cara podré ver a mi señora…?” Dijo Mary sonriendo con tristeza.
“Esto es todo lo que ocultaba. No soy una humana, soy un vampiro. Lamento no habértelo dicho antes…”
“No te disculpes. Yo también ocultaba algo. A decir verdad, creo que puedo ser una poseída. Hace años encontré una marca negra en mi espalda que se expandía constantemente. Pero cierto día, me volví a sentir mejor y la marca desapareció como si nunca hubiera estado ahí. Si esa marca era el símbolo de una poseída, entonces puede que algún día me convierta en un monstruo… Por eso traje a mi hermano contra su voluntad a este lugar, quiero que se convierta en un caballero antes de que ya no pueda estar con él. Pero por un descuido, le quité la mirada de encima… Si algo le sucede a Cid no sé qué voy a hacer…”
“Ya veo…”
Ambas se quedaron un momento en silencio.
“Aun así, no creo que esa tierra de reposo de la que hablaste sea una fantasía. ¿No pueden volver a intentarlo?”
Claire no creía que Elizabeth estuviera equivocada, y de ser posible, le encantaría ayudarla. Pero Mary negó con la cabeza.
“No quiero cometer el mismo error otra vez”.
“Ya veo… entonces si tú no lo harás, seré yo quien salve a Elizabeth. Si la protegemos hasta que acabe la luna roja ella no perderá el control, ¿verdad?”
“Claire… ¿por qué intentas hacer eso?”
“Porque quiero hablar con ella una vez la despertemos cuando acabe la luna roja”.
“Pero… estoy segura que Elizabeth-sama desea morir”. Dijo Mary pensando en varias cosas, muchos pensamientos e ideas estaban armando un conflicto dentro de su cabeza.
“Pues no lo sabremos hasta hablar con ella. Terminar las cosas de esa forma sería demasiado cruel. Tanto para ti, como para Elizabeth y para todas las personas que murieron…”
Claire miró a Mary a los ojos y luego sonrió.
Mary estaba dudando. Ella tampoco quería que las cosas terminasen de esta forma.
“La tierra de reposo que tanto anhelaron no fue ni es ninguna ilusión. Eso es lo que pienso. Por eso, terminemos esto con una sonrisa”.
“Gracias… gracias por tu ayuda”. Mary levantó la mirada y asintió.
“No te preocupes. Ahora bien, hora de patearle el trasero a ese tal Crimson y rescatar a la reina durmiente”.
“Sí. Y yo rescataré a tu hermano”. En ese instante, Claire se detuvo.
“Yo soy la que salvará a Cid, no te entrometas”.
“Ah, bueno…”
“Tú solo sígueme y ayúdame en mi hermoso escenario de rescate”.
“… Está bien”.
Luego, ambas siguieron subiendo por la torre.