Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 3: 6. Repartamos esos Billetes Falsos
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- Volumen 3: 6. Repartamos esos Billetes Falsos
Alfa estaba en la oficina revisando unos documentos, cuando de repente levantó la mirada y frunció el ceño.
Luego…
“¡Alfa-sama, tenemos problemas! ¡Pegyaa!” Llegó Gamma abriendo la puerta a toda prisa.
Ella se cayó de cara al suelo, dio unas vueltas y se detuvo frente el escritorio de Alfa.
“¿Por qué tanta prisa?”
“U-Uhhh… hay problemas, b-billetes falsos…” Dijo Gamma, poniéndose de pie mientras se sostenía la nariz.
“¿Billetes falsos…?”
“¡Comenzaron a aparecer billetes falsos de la gran asociación de comerciantes!” Alfa se sorprendió por un instante.
“¡…! ¿Cuántos son?”
“Todavía son pocos”.
“¿La gran asociación ya se dio cuenta?”
“Creemos que todavía no”.
“Haz que se extienda el rumor, tenemos que hacer que se enteren”.
“Sí”.
“Nosotras también tenemos que investigar la fuente de los billetes falsos, es una prioridad”.
“Sí, tenemos que detenerlos lo más pronto posible”.
Gamma asintió con una expresión muy seria.
“Si se produce un colapso económico por esto, ni siquiera nosotras saldremos bien paradas… o es que acaso…”
“¿Sucede algo?”
Gamma vio con curiosidad a Alfa quien se quedó callada y comenzó a pensar en algo más.
“No, no es nada”.
“Ya veo. En ese caso movilizaré a las Numbers y comenzaremos la investigación”.
Luego de que Gamma hiciera una reverencia y se fuera, Alfa miró al otro lado de la ventana.
Las hojas rojas de otoño caían de los árboles, mecidas por el viento.
“Lo estoy pensando demasiado… no creo que eso sea lo que tratan de hacer”. Dijo Alfa, murmurando y negando sus propios pensamientos.
***
“¿Encontraron billetes falsos?”
Gettan se sorprendió al escuchar el nuevo informe de Garter.
“E-Estamos investigando los detalles—”
Garter seguía dando su informe con su voz temblorosa, en un tono demasiado bajo mientras se preparaba para ser regañado.
“¿G-Gettan-sama…?”
“… Apresúrate y averigua la fuente”.
“¡S-Sí, lo haré de inmediato!”
Garter se fue rápidamente de la habitación antes de que se enojaran más con él. Gettan se quedó solo en la habitación, cruzando los brazos mientras pensaba.
Él no estaba realmente sorprendido por los billetes falsos. Después de todo, todo eso ya estaba “Planeado”.
Si se producía una expansión de billetes falsos, el crédito de la gran asociación de comerciantes colapsaría, lo que llevaría a la destrucción de esta organización.
Pero si esto sucedía, las personas también perderían la confianza en los billetes de Mitsugoshi.
Esto no era más que la chispa que conduciría a la destrucción del crédito.
Mitsugoshi también emitía crédito usando los billetes de su banco.
Por eso, luego de la gran asociación de comerciantes, Mitsugoshi será el próximo en ser destruido al no poder soportar la tasa de cambio de billetes a monedas.
Los billetes de Mitsugoshi eran de alta calidad, por lo que, si alguien intentaba falsificarlos, estos se darían cuenta de inmediato y dejarían de comercializarse. Sin embargo, la historia era diferente para la gran asociación de comerciantes que había sacado un billete de mucho menor calidad y más fácil de falsificar.
Este era el plan de Gettan.
No obstante, él esperaba que se dieran cuenta de ello mucho más tarde.
La gran asociación de comerciantes guardaba los “fondos” del culto, por eso se suponía que ellos descubrirían los billetes falsos luego de que esos fondos fueran trasladados a un lugar seguro.
“¿Se adelantaron con el plan…?”
Dado que esto era una orden de un alto mando del culto, Gettan no tuvo más opción que obedecer.
Sin embargo, debieron habérselo informado antes.
“¿Qué está sucediendo?”
Él decidió contactar a sus jefes. Si esto no era parte del plan, existía la posibilidad de que el culto perdiera sus fondos.
Eso fue lo que pensó Gettan mientras tocaba la herida de sus ojos con dolor.
***
Los billetes falsos se estaban distribuyendo y cobrando poco a poco como estaba previsto.
Ahora mismo, me encontraba encima de una torre de reloj en modo John Smith. Estaba viendo al paisaje urbano a mis pies, viendo su economía en auge y a la organización que se movía en las sombras.
“Parece… que la organización empezó a moverse…” Luego puse una sonrisa profunda.
Me pregunto quién será el primero en descubrir nuestra “influencia”.
Mientras pensaba en eso, viendo tranquilamente a la ciudad, vi como un carruaje salía sigilosamente de la capital.
También a tres sombras escondidas detrás de ese carruaje…
“Ya veo… así que los primeros en darse cuenta son…”
Salté de la torre del reloj para perseguirlos.
Era claro que eran parte de Mitsugoshi, pues llevaban el traje de slime.
“Qué lástima…. Aún no puedo dejar que me descubran”.
Incluso si lo que hago es por el bien de ellas, lo que estaba haciendo, era claramente traición. Haré que ellas se enteren de todo, pero cuando ya haya terminado.
***
N°664 miró hacia N°666 que venía atrás de ella mientras perseguían un carruaje que había salido sigilosamente de la capital a media noche.
“N°666 esta vez sí, lo digo muy en serio, nada de actuar por cuenta propia, ¿bien? Yo soy la líder del escuadrón aquí así que acata mis órdenes”.
“Entiendo”.
“Lo digo porque no lo entiendes. Dios, hace unos días hiciste lo que quisiste de nuevo, lo bueno es que al final salió bien. ¿Por qué estás tan apresurada?”
“No… no estoy apresurada”.
N°666 miró hacia abajo mientras lo negaba.
“Y como siempre, solo bajas la cabeza y lo niegas. Santo cielo, si no me dices qué te preocupa no puedo entenderte”.
“N°664 concentrémonos en la misión delante de nosotras”.
“Sí, tienes mucha razón, pero precisamente porque quiero concentrarme en mi misión, es que te advierto que no tomes decisiones propias”.
N°664 apartó la mirada de N°666 y luego suspiró.
Al mismo tiempo, desde atrás se escuchó un bostezo.
“Espera, N°665, ¿acabas de bostezar?”
N°664 volvió a mirar atrás y esta vez miró a N°665.
“¿Cómo crees~?”
“Lo hiciste, estoy 100 % segura de que lo hiciste, es más lo escuché fuerte y claro. Tú también concéntrate en la misión. ¿Cuántas veces tengo que decir que es muy importante esta vez?”
“Bueeeno~”
Ella apartó la mirada de la despreocupada respuesta de N°665 y luego, N°664 volvió a mirar al carruaje delante de ellas.
Esta vez, la misión se trataba de encontrar la fuente de los billetes falsos de la gran asociación de comerciantes.
Gamma de las 7 Sombras, había encontrado varias rutas de acceso a esa fuente y una de esas rutas era el sospechoso carruaje que iba corriendo delante de ellas.
Esta misión era de suma importancia, y por eso, N°664 estaba nerviosa.
N°666 era demasiado precipitada. Su poder de combate fue aceptado por todas, y gracias a ella, es que este escuadrón tenía un gran valor dentro de la organización.
Sin embargo, últimamente N°666 actuaba demasiado por su cuenta.
Nadie sabía por qué estaba tan apresurada, pero a este paso, iba a cometer algún error. Y en este mundo, había errores que nunca se podrían arreglar. Un ejemplo era esta misión, donde un fallo podría costarles la vida…
Por eso, N°664 se concentró en esta misión, deseando que todo terminara de forma tranquila. No obstante… ese deseo no fue escuchado.
“¡Abajo!” Gritó de repente N°666.
Todas al escuchar eso se agacharon, pero la única que lo hizo a tiempo fue N°666.
“¡¿Kyaaah?!”
“¡Uhh!”
N°664 y N°665 cayeron al suelo siendo atrapadas por algo en sus piernas.
Ellas se levantaron y se dieron cuenta que tenían envuelto algo como un hilo grueso en sus piernas.
“¿Esto es un… hilo?” Preguntó N°664.
“Tal vez cadenas movidas con poder mágico…” y N°665 respondió a su pregunta. Ellas cortaron los hilos con sus espadas de slime y luego se prepararon para entrar en combate.
Delante de ellas, estaba N°666 tomando una postura con su espada y mirando al fondo de la oscuridad.
No sentía su presencia, pero podía ver poco a poco cómo un hombre venía acercándose desde la oscuridad de la noche.
Él apareció, haciendo resonar sus pisadas.
Era un hombre vestido de traje, de cabello negro peinado hacia un lado. En su rostro indiferente, tenía una máscara que cubría la mitad de su cara.
El hombre estaba desarmado, no estaba sosteniendo ningún arma.
Pero, viéndolo más de cerca, se podía notar una especie de hilos alrededor de él, que brillaban gracias a la luz de la luna.
Los hilos estaban moviéndose en el aire, como si estuvieran vivos.
“Tengan cuidado, está usando cadenas”.
N°664 les advirtió a sus compañeras, y luego, las 3 se pusieron frente al hombre de las cadenas.
Un hombre inexpresivo, y unas cadenas brillando por la luz de la luna. Era un escenario de ficción.
“Mi nombre es John Smith. Váyanse… aun no es momento para que sepan la verdad”. Dijo el hombre con una voz fría y difícil de leer.
De repente, sus cadenas se movieron. Gracias a la luz de la luna reflejada en ellas, N°664 pudo evitarlas.
La velocidad no era el mayor problema. El problema eran los movimientos impredecibles, la dificultad para verlas y la cantidad.
John Smith tenía 10 dedos en total con ambas manos, pero con esos dedos, él controlaba decenas de esos hilos, atacando desde todos los ángulos posibles.
Lo más molesto, eran esos ángulos y el momento en que atacaba.
Él predecía los movimientos de N°664 y los cubría con sus cadenas. Luego predijo los movimientos de evasión, haciendo que N°666 retrocediera.
Ella no podía acercarse.
Los hilos tenían mucho más alcance que sus espadas, ellas no podían atacar si no se acercaban.
Aun así, ellas comenzaron a pelear, aunque sin poder acercársele ni un poco. No, de hecho, se estaban alejando más y más.
Aquel hombre había logrado dominar este espacio en tan solo unos segundos, pero él, no se había movido ni un milímetro.
Él estaba persiguiendo a las chicas controlando las cadenas en sus manos. Era como si las tres chicas fueran sus marionetas y él su titiritero.
“Retrocedan”. Ordenó N°664 y junto a las demás, se alejaron del rango de las cadenas. Mientras siguieran en el rango de John Smith ellas solo terminarían agotándose en vano. Y además, seguían sin encontrar una forma de atacarlo.
Las 3 se miraron las unas a las otras. y luego negaron con la cabeza. Este hombre… era fuerte.
Dejando de lado la sorpresa por tratar con un arma prácticamente desconocida como las cadenas, la fuerza que este hombre ejercía en este lugar para controlar la situación, era sorprendente.
Y no solo eso, sino que controlaba decenas de cadenas al mismo tiempo, predecía los movimientos de las chicas y las hacia retroceder. No cualquiera podía lograr tal cosa.
N°664 sabía de mucha gente más poderosa que ella.
Una de ellas era N°666 aquí presente, el resto eran las generales de la organización conocidas como las Numbers y las más poderosas de todas, las primeras al mando, las 7 Sombras. Claro que incluso más arriba de ellas existía alguien mucho más poderoso.
Sin embargo, la fuerza de John Smith era muy diferente a la que ella conocía.
La fortaleza de John Smith no estaba en su poder mágico, fuerza física, velocidad o control de técnicas.
Ciertamente era bueno manipulando las cadenas, pero ahí no era donde radicaba su fuerza. La fuerza de John Smith… era el poder para controlar el campo de batalla.
N°664 era la líder de su escuadrón, así que sabía bien de estas cosas. Controlar el campo de batalla significaba pensar en todas las formas y rutas que podría tomar el combate para predecir de forma minuciosa la dirección que éste iba a tomar.
En pocas palabras, John Smith tenía un nivel de observación y experiencia en batalla extraordinario.
“¿Qué sucede? ¿No van a atacar?”
Él no se movió de su lugar, solo se quedó viendo a las tres chicas, parado en el mismo sitio de siempre.
Eso era confianza. Confianza en que él saldría victorioso sin importar lo que ellas hicieran o lo que pudiera ocurrir en este lugar.
Los hilos desplegados por todo el cielo nocturno, impedían que ellas pudieran atacarlo, y si daban un mal paso, las atraparía.
Finalmente, ellas tendrían que retirarse.
N°666 no estará de acuerdo, pero no hay otra opción.
Eso fue lo que pensó N°664, pero…
“Si no van a atacar, entonces lo haré yo—”
“¡¿Eh…?!”
John Smith movió levemente su dedo.
Al mismo tiempo que lo hizo, N°664 se dio cuenta que su cuello estaba envuelto por uno de los hilos.
¡¿E-En qué momento lo hizo?!
Ellas no estaban en el rango.
“¿Quién les dijo que todos los hilos tienen la misma longitud? Por supuesto, el grosor también es diferente…”
“¡Imposible…!”
El hilo que estaba envolviendo su cuello, era mucho más largo y tan delgado que era casi imposible de ver.
Los hilos que N°664 y las demás habían visto hasta ahora, solo eran los hilos que John Smith les había permitido ver.
“¿Acaso lo hiciste desde el principio…?”
“Exacto… desde el principio”.
Los movimientos de N°664 fueron predichos en su totalidad. El hilo siguió apretando su cuello, y ella frunció el ceño.
Había un poder mágico altamente comprimido en los hilos. Si él decidía usar solo un poco más de fuerza, le rompería el cuello al instante.
“Si vas a matarme hazlo de una vez. Y-Yo no diré nada, aunque me tortures”. Dijo ella viendo con desdén a John Smith.
N°665 y N°666 aún estaban apresadas, así que ella estaba lista para eso. Pero en ese momento, N°666 se movió.
Ella corrió hacia el frente. Simplemente se dirigió hacia John Smith, mucho más rápido de lo que él pudo mover sus hilos.
“¡¡Haaaaaaaaaaaaaaaah!!”
Rápido, de forma tan rápida ella atacó a John Smith.
“Bien hecho—”
Pero su confianza no desapareció.
Él simplemente movió uno de los dedos de su mano derecha.
“¿Pero en qué momento dije que solo tenía hilos en sus cuellos?” De repente, N°666 cayó al suelo.
Ella rodó por el suelo y luego fue levantada en el aire. Los hilos no solo los tenían en el cuello, sino que también en sus piernas y brazos.
Por supuesto, no solo ella, las 3 los tenían. Ellas habían sido atrapadas desde el inicio, jamás tuvieron la libertad para moverse. La batalla ya se había decidido desde el momento en que ellas no se dieron cuenta de eso.
“¡Kuuh…! ¡Mátame!” Gritó N°664.
Sin embargo, él solo las mantuvo retenidas, no las mató.
“Esta es una advertencia”.
Él siguió hablando con esa voz inexpresiva.
“Váyanse… aun no pueden saber la verdad”. Luego de decir eso él las liberó como si nada.
“Coff… coff coff”.
Mientras tosía, N°666 miró a John Smith.
De inmediato, N°664 saltó hacia ella y sostuvo a N°666.
“¡Ya detente! Nos retiramos”.
“¡…!”
“¡Ya debiste ver que no es un oponente al que podamos derrotar! ¡Si seguimos, las tres moriremos!”
“¡Yo…!”
N°666 estaba frustrada por el resultado.
“Tenemos que informarle a Gamma-sama sobre John Smith…”
Mientras él siguiera con vida, nunca podrían encontrar la fuente de los billetes falsos. Eso fue lo que pensó N°664 mientras veía a John Smith marchándose.
***
“… Ese es todo el informe”.
Alfa y Gamma estaban escuchando el informe de N°664 quien acababa de regresar “… ¿Ni siquiera las 3 pudieron hacer algo?”
“N-No…”
N°664 negó a la pregunta de Alfa.
Su vida había cambiado totalmente desde que entró al Jardín de las Sombras.
El mundo en que creía vivir fue destruido, perdió a sus amigos y familiares, pero a cambio, pudo vivir en el lado oscuro del mundo y consiguió un poder que jamás imaginó tener.
Aquella chica que nunca en su vida había sostenido una espada, se volvió lo suficientemente fuerte como para derrotar a la mayoría de caballeros mágicos comunes y corrientes.
Y sin embargo… había personas a quienes jamás en la vida podría derrotar. Alfa y le resto de las 7 Sombras eran algunas de esas personas.
N°664 bajó la cabeza de miedo, y entonces N°666 dio un paso al frente.
“Sin embargo, descubrimos que la fuerza de John Smith no es normal. Él podría incluso ser igual de fuerte que las 7 sombr—”
“¡¡D-Detente!!”
N°664 rápidamente tapó la boca de N°666 que estaba a punto de decir algo inadecuado.
“Muggugug, p-pero por eso, quisiera otra oportuni… Ugghmugh…”
“¡Te dije que te callaras, N°666! Recuerda que yo soy la líder de este escuadrón”.
Alfa y Gamma suspiraron mientras veía a N°666 tratando desesperadamente de hablar con N°664 tratando desesperadamente de callarla.
“Tranquilas, no las estamos culpando de nada. Buen trabajo, ya pueden retirarse”.
“Sí—”
N°665 respondió levemente y luego sacó a la fuerza a las otras dos que seguían peleando.
“… ¿Qué piensas?” Dijo Alfa preguntándole Gamma sentada a su lado.
“John Smith… ciertamente puede ser poderoso. Aunque no encontramos a nadie con sus especificaciones en la lista de los miembros del culto”.
“En ese caso, pertenece a otra organización… y además tiene un poder igual al de las 7 sombras…”
“Me pregunto quién es ese hombre”.
Aunque sea igual que las 7 sombras, ese ejemplo no era nada preciso.
Después de todo, había algunas que no eran nada buenas peleando, como Gamma y otras especializadas anormalmente en el combate como Delta.
“Enviemos a Delta”.
“¿A Delta…? Ya veo, esa será la mejor opción”.
Era casi imposible que Delta perdiese en un combate.
“John Smith…” Murmuró Alfa, mientras entrecerraba sus ojos.
***
Luego de repeler gentilmente a las atacantes de Mitsugoshi, seguí viviendo mi vida habitual de día, mientras que de noche trabajaba como el agente secreto en las sombras.
De vez en cuando me contactaba con Yukime, ayudaba en la distribución de los billetes falsos y eliminaba a quienes se acercaban demasiado a la fuente.
Mitsugoshi al parecer ya estaba alerta, pues no volvieron a actuar desde aquel día. Esta noche, también me oculté en uno de los carruajes falsos.
En medio del camino nocturno, sentí una presencia acercándose sin hacer ruido.
… Otro atacante.
Pero no sentía su presencia para nada.
En este mundo, además de mí, solo sabía de alguien más que podía borrar completamente su presencia en estos casos.
Luego de un rato, una figura apareció desde las sombras.
Era una mujer vistiendo un traje negro. Tenía unos músculos flexibles, y un cuerpo ligero. No había duda… era Delta.
Ya veo. Como esas tres no pudieron hacer nada, decidieron enviar a la más fuerte en combate.
Sin embargo, esta vez no tendrá suerte. Después de todo, el estilo de pelea con hilos de John Smith era perfecto para usarlos en enemigos que no sabían pensar. Ya veía a Delta siendo atrapada por las cadenas. Aunque, ella tiene reflejos realmente buenos, así que también era posible que los esquivara todos.
Más bien, era completamente posible, demasiado posible.
¿Eh? Un momento, ¿entonces no soy yo el que está en desventaja? Bueno, da igual. Si llega a suceder algo solo tengo que pelear en serio. Ella ya se dio cuenta de mi presencia, así que decidí aparecer ante ella. “Mi nombre es John Smith. Vete, todavía no es momento que—”
“Jefe, ¿qué estás haciendo?” Dijo Delta, olfateando el aire con su nariz mientras movía felizmente su cola.
“Y-Yo soy John Smith, no soy tu jef—”
“¡Jefe! ¿Viniste a cazar conmigo?”
“… No, no vine a cazar”.
Es en vano, es 100 % seguro que me descubrió.
Me bañé durante bastante tiempo e incluso me puse perfume y aun así no pude engañar al olfato de Delta.
Me quité la máscara y le enseñé mi rostro.
“Jefe, ¿eres John Smith?”
“Sí, exacto”.
“Uhhh~ Entonces Delta no podrá derrotar a John Smith. ¡Debo informárselo a Alfa-sama!”
“¡Espera!”
Delta estaba a punto de salir corriendo así que la detuve tomándola de su cola.
Ah, lo siento, creó que le arranqué un poco del pelaje.
“¡Kyaaa—! ¡La cola no!”
“Lo siento lo siento. Bien Delta, escúchame muuuuy bien. Justo ahora estoy en una misión ultra secreta”.
“¿Una misión ultra secreta?”
“Sí, una misión ultra secreta que nadie más puede saber, eso la hace ultra secreta después de todo”.
“¡Qué genial! ¡Delta también quiere hacerlo!”
“No, esta misión solo puedo llevarla a cabo yo. Pero piensa en esto; si te vas y le informas de esto a Alfa, la misión dejaría de ser ultra secreta, ¿entiendes el por qué?”
“¡Ni idea!”
“Porque alguien más se dará cuenta y dejará de ser ultra secreta. Así que no debes decirle a nadie sobre esto”.
“Pero Delta tiene una misión dada por Alfa-sama…” Dijo Delta con sus orejas caídas.
“No te preocupes, yo te daré una nueva misión. Recuerdas las reglas del jardín de las sombras, ¿no?”
“¡Ni una sola!”
“Las misiones dadas por mí se tienen que tomar como prioridad, incluso mucho más que las de Alfa”.
“¿Alfa-sama no se enojará?”
“No se enojará”. Dije eso, aunque estoy completamente seguro que sí lo hará.
Se enojará porque Delta ahora mismo está trabajando para Mitsugoshi, así que hacer que obedezca una regla que decidimos hace muchos años, ya de por sí está mal.
Lo siento Delta, cuando todo termine te acompañaré a disculparte.
“Esto es por el bien del mundo…”
“¿Por el bien del mundo…?”
“Sí, por el bien del mundo”.
“¡Por el bien del mundo!”
“Sí. Gracias Delta, cuando termine la misión te daré algún premio”.
“¡¿Puedo pedir cualquier cosa?!” Dijo Delta con sus ojos llenos de expectativa mientras meneaba su cola felizmente.
“No cualquier cosa. Mientras lo pueda hacer, mientras no me cause tantos problemas y mientras no cueste tanto dinero”.
“¡¿Harás lo que sea?!”
“Siempre y cuando mantengas esto en secreto”.
“¡Bien! ¡Sí, lo haré!”
“Me pregunto qué misión debería darte…. Ah, lo tengo. Si avanzas por aquí, llegarás a la ciudad sin ley, allí verás una torre negra. El tipo que vive ahí se llama Juggernaut, un bandido muy malo, ve a cazarlo”.
“Ciudad sin ley, una torre negra, Juggernaut. ¿Solo tengo que cazarlo?”
“Sí, exacto”.
“¡Entendido! ¡Si lo cazo el jefe escuchará mi favor!”
“Siempre y cuando sea en la medida lo que dije hace un rato. Ah, y no te apresures, tómate tu tiempo”.
“¡Ciudad sin ley! ¡Jugger el negro, iré a cazarlo!” Dijo Delta, corriendo a toda velocidad. No es lo que esperaba, pero estoy satisfecho.
El problema es que Delta es fatal actuando, así que descubrirán que miente en un abrir y cerrar de ojos.
Pero bueno, se tardarán un poco en sacarle la información que tiene y eso es suficiente para mí.
Después de todo, ellas sabrán la verdad, pero cuando todo esto termine.
“Hemos perdido todo contacto con Delta luego de que saliera a cazar a John Smith”.
“¡¿…?!”
Alfa tiró el bolígrafo en su mano y miró a Gamma al escuchar esas palabras.
“Encontramos esto en el lugar…” Dijo Gamma, mostrando un poco de pelaje de la cola de Delta. Al ver ese pelaje, claramente arrancado a la fuerza, Alfa bajó la mirada con tristeza.
Gamma tenía una expresión tranquila en su rostro, pero en el fondo de sus ojos, yacían unos sentimientos casi incontrolables.
“Ya veo… así que Delta fue…”
Al darse cuenta que su voz sonaba mucho más débil de lo que esperaba, Alfa trató de recuperar la compostura.
Ella ya estaba lista para este día. Sabía que el día en que una de ellas iba a caer, llegaría.
“No creo que Delta decidiese abandonar la misión… Ella, esa tonta no tiene remedio, pero tiene mucha fuerza… y siempre hace lo que usted le dice…”
“Está bien, lo entiendo”. Dijo Alfa, consolando un poco a Gamma quien desesperadamente trataba de sacar esas palabras de su boca.
Todas confiaban en la fuerza de Delta, y por eso, siempre le daban las misiones más peligrosas. Ella siempre era la encargada de realizar todas las misiones que suponían un gran peligro para las demás. Por eso, si ahora ella no había vuelto, eso significaba que había muerto…
“Sigan buscándola. Encuentren al menos su cuerpo…” “Sí”.
Luego, Alfa tomó el pelaje de Delta. Ella lo envolvió cuidadosamente en un paño y luego lo guardó en su bolsillo.
N°666 ya les había dicho lo peligroso que era John Smith, así que nunca debieron dejar que Delta fuera sola.
“¡John Smith…!” Una voz baja, pero profunda salió desde la garganta de Alfa.
“La circulación de los billetes falsos sigue en aumento. A este paso el crédito…”
“Esto es lo que él buscaba desde el principio”. Dijo Alfa.
“… ¿Eh?”
“No creo que John Smith sea alguien intentando conseguir algo de dinero con billetes falsos… su plan desde el principio fue el colapso del crédito…. Si lo piensas de esa forma, todo encaja”.
“¡¿Qué…?!”
“El colapso del crédito es un poderoso veneno que podría acabar con la gran asociación de comerciantes y Mitsugoshi a la vez. ¡Por eso, él empezó a sembrar todo mientras las dos organizaciones peleaban… para quedárselo todo al final!”
“¡Acaso… ¿todo esto era parte de su plan?!”
“Él entendió completamente el sistema de créditos, descubrió los defectos en los billetes de la gran asociación y comenzó un plan con pocas probabilidades de fallo”.
“¡¿Eso es realmente posible?!”
“… John Smith lo está haciendo posible”. Dijo Alfa, apretando sus dientes con frustración.
***
Luego de que su contacto en el “culto” se retirara, Gettan golpeó con fuerza el escritorio.
“¡¿Qué significa esto?! ¡¿Cómo es que nuestros billetes falsos todavía no han comenzado a circular?!”
Gettan había pedido una verificación sobre el asunto de los billetes falsos a sus superiores.
Sin embargo, ellos habían respondido que sus billetes falsos no tenían nada que ver con los que se estaban distribuyendo ahora mismo.
En ese caso, eso significaba que había una tercera persona distribuyéndolos.
A este paso, la gran asociación colapsará más rápido de lo esperado, y los fondos del culto también se perderán.
“¡Es ridículo! ¡¿Quién diablos está haciendo esto?!”
Los billetes siguen apareciendo con cada día que pasa, pero nadie había podido encontrar la fuente de estos.
No cabía duda de que este era un crimen muy bien planeado.
La persona que lo había organizado era inteligente, tenía recursos, personal y debía conocer muy bien el sistema de créditos…
“Espera… acaso…”
Gettan ya estaba peleando contra una organización que tenía todo eso.
“¡¡¿Acaso fueron los de Mitsugoshi?!!”
Si el sistema de créditos caía, no solo la gran asociación de comerciantes saldría mal parada, sino que Mitsugoshi también.
Aunque, había una forma de recuperarse.
Esa forma, era tener una enorme cantidad de dinero para poder soportar la caída del crédito.
Mitsugoshi había comprendido mucho más rápido que cualquiera, las intenciones de los billetes de la gran asociación de comerciantes.
Luego, produciendo billetes falsos podía cambiarlos por dinero y preparar una gran cantidad para soportar la eventual caída del crédito.
¡Ellos habían comprendido todo, todo el plan de Gettan y desde el principio, lo estaban utilizando…!
“Kuh… ¡¡Maldita seaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!” Rugió Gettan. A este ritmo, su cabeza iba a volar por el aire.
A este paso, la gran asociación iba a ser aplastada, perdería una gran cantidad de fondos y el mercado sería monopolizado por Mitsugoshi.
Si eso pasaba, la muerte sería lo más amable que le podrían dar a Gettan.
“¡Aun no… todavía hay tiempo… solo debo recuperar el dinero!”
En el informe de Garter aparecía un hombre llamado John Smith, quien se encargaba de proteger la ruta de acceso a la fuente de los billetes falsos.
¡Todavía tengo una oportunidad, tengo que atrapar a ese bastardo!
La luz de la luna brillaba en medio de una atmósfera fría.
En esa noche de invierno, Beta se presentó ante su amo para presentarle su informe regular.
Luego de terminar de hablar sobre el jardín de las sombras y sus actividades, la conversación cambió a Mitsugoshi.
Normalmente, el informe acabaría solo con las actividades del jardín de las sombras, pues Mitsugoshi solo era una herramienta de esta organización y no hacía falta molestar a su amo con eso.
Sin embargo, ahora mismo Mitsugoshi se encontraba en una situación complicada. De seguro, él se había dado cuenta ya de eso.
Luego de un habitual “Ya veo”, la atmósfera alrededor de él cambió.
Él arregló su postura, luego sacó unas notas de su bolsillo y comenzó a escribir mientras escuchaba el informe de Beta.
Pero…
“Ya veo. ¿Qué más?”
“¡¿…?!”
Su amo había hecho una pregunta, algo raro considerando que él solo asentía. Beta no supo qué contestar.
“L-Lo lamento mucho. Actualmente la cantidad de billetes falsos que hemos contado es de—”
Beta se sintió algo contenta por recibir una ardiente mirada de su amo mientras escuchaba su informe.
Él iba en serio.
Su amo casi siempre estaba ocupado, por lo que no podía meterse mucho en las actividades de Beta y el resto de chicas. Su tiempo y poder siempre eran usados para un bien mayor.
Pero ahora que su amo iba en serio, significaba que este asunto era mucho más grande de lo que creían.
Debido a lo que había pasado con Delta, el jardín de las sombras estaba rodeado de una atmósfera realmente pesada.
Pero… ahora que su amo iba en serio, ellas iban a poder sobrepasar esta dificultad. Beta sintió la emoción elevándose desde su pecho.
“Debido a que la moneda ha comenzado a subir, los precios también van en alza, el porcentaje aproximado es…”
“Hay algo que no entiendo…”
“¡¿…?!”
Su amo acababa de decir, que no entendía.
Por supuesto, no lo decía de forma literal. Después de todo, su amo comprendía absolutamente todo, lo que quería decir entonces que se refería a algún error en la información. Él estaba diciendo que cómo habían podido equivocarse de forma tan estúpida.
Ya sea un error en el porcentaje de aumento, o en sus ideas en general, él había encontrado el error en un instante.
“H-Haré que retomen las investigaciones y los cálculos desde el principio”.
Ella había cometido un gran error justo cuando su amo iba en serio con este tema. La cara de Beta se puso roja de la vergüenza y la frustración.
“No estoy seguro de lo que piensen, pero bueno, lo escribiré”.
“Sí. Lo lamento mucho”.
Y así, el informe terminó.
Pero, todavía había algo más que debía informarle.
Su amo estaba guardando de nuevo sus notas cuando Beta le habló, esta vez con un tono un poco más serio.
“Hay otra cosa que debo informarle”.
“… Habla”.
Al ver esos ojos tranquilos, un poco somnolientos, Beta se dio cuenta que él tal vez ya sabía lo que Beta iba a informarle.
Aun así, era algo que ella debía decirle a toda costa. Informarle, la muerte de una preciada compañera…
Ese era el deber de ellas, pues sentían que había sido responsabilidad de todas.
“Delta desapareció luego de seguir el rastro de John Smith. Por lo que hemos podido investigar, creemos que ella no sobrevivió…”
La voz de Beta tembló. Para ella, Delta era más que una importante compañera. Aunque a veces era difícil de tratar, para Beta, ella era como una hermana menor que siempre calmaba su corazón.
“¿Delta…?”
Su amo la miró con incertidumbre al escuchar el informe sobre Delta, y luego pensó por un rato.
“No, aguarda. Delta solo se fue a un lugar muy lejano”. Dijo su amo.
Al captar la gentileza escondida en esas palabras, Beta no pudo evitar llorar.
“Es… verdad. Sí, tiene razón. Delta solo se fue a un lugar, muy lejano…”
Las lágrimas de Beta rodaron por su mejilla. Ella se sentía feliz de la torpe gentileza de su amo.
“Confirmamos que John Smith es alguien difícil de enfrentar. De ser posible quisiéramos contar con su ayuda, Shadow-sama…”
“Lo siento, pero todavía tengo asuntos que atender”.
“No, lo entiendo. Perdóneme por molestarlo”.
De seguro su amo ya se está moviendo por un ruta diferente.
Eso de seguro, era un movimiento necesario tanto para Mitsugoshi como para el jardín de las sombras.
“En ese caso, eso es todo por hoy… pero antes”.
Su informé terminó, y Beta tenía que dirigirse a su próxima misión, pero antes ella quería preguntar algo a como diera lugar.
“Disculpe la pregunta, Shadow-sama, pero sobre esas nota…”
“¿Cuáles notas?”
“Las notas que tiene en sus manos, quería preguntar si contiene algo que deba ser destruido o encriptado luego de leerlo …”
Por supuesto él ya sabía de eso, pero Beta de todas formas decidió preguntar.
Su amo se detuvo por un momento y luego le dio la nota a Beta.
“Léela”.
“¡E-Esto es…!”
Beta abrió los ojos de la sorpresa al ver lo que estaba escrito en esa nota.
“Hiragana, Katakana, Kanji, números Arábigos y Romaji. Es una nota escrita con esos 5 idiomas patentados”.
“¡¿E-Esto lo inventó usted solo, Shadow-sama?!”
“Así es”.
No había cosas al azar escritas ahí. Eran palabras simples pero regulares, complicadas y a la vez caóticas.
Sería difícil descubrir qué decía en esa nota con esos 5 lenguajes mezclados. Beta miró con respeto y admiración a su amo quien había creado eso por sí solo.
“D-Disculpe, si le es posible, ¿podría decirme qué significa?”
“Umm… aún no es el momento”.
“Y-Ya entiendo…” Dijo Beta bajando sus hombros.
“Pero, ya sé…” Dijo su amo, escribiendo otra cosa en sus notas y luego arrancando la página y dándosela a Beta.
“¿Qué es esto…?”
“Si logras entender lo que dice aquí, te lo contaré… todo”. Eran otras palabras escritas con los mismos 5 idiomas.
“¡M-Muchas gracias!”
Beta guardó delicadamente la hoja en medio de sus pechos y luego se fue rápidamente al laboratorio para su análisis.
La gran asociación de comerciantes comenzó a movilizar a un gran número de personas para encontrar a John Smith.
Sin embargo, nadie pudo encontrar rastro de él, y como habían movilizado a demasiada gente, comenzaron a llamar la atención.
Todavía no se había hecho público que había billetes falsos en el mercado, pero las personas que sabían de estas cosas, ya comenzaban a darse cuenta.
Quedaba muy poco tiempo para que el colapso empezara.
“¡Alto! Investigaremos ese carruaje”. Dijeron varios hombres, deteniendo un carruaje que iba saliendo de la ciudad a media noche.
Ellos eran los mercenarios de Garter y estaban deteniendo a los carruajes que veían sospechosos.
Por supuesto, ellos no tenían el permiso para hacer esto, y era ilegal. Pero las personas que estaban en el campo del comercio conocían el poder que tenía Garter así que no les quedaba de otra.
El carruaje en cuestión se detuvo, escuchando las órdenes de los hombres.
Luego, los mercenarios de Garter comenzaron a buscar dentro del carruaje de forma muy ruda.
“… Deja eso ahí”.
“¿Qué dijiste?”
Los mercenarios escucharon una voz profunda de algún lado, por eso se detuvieron y miraron a su alrededor.
“Si no lo haces, te arrepentirás”.
“Ja, cierra la boca”.
Ellos se rieron y abrieron el capó del carruaje.
Luego, apenas vieron las monedas de oro en este lugar… sus cabezas volaron por el cielo.
“¡¿Qué…?!”
“Se los dije, se arrepentirán”.
El mercenario que vio las monedas primero, fue decapitado, y atrás de él apareció un hombre vestido con traje negro y una máscara en su rostro.
“¡¿Q-Quién rayos eres tú?!” Dijo uno de los mercenarios, tomando su espada.
“Mi nombre es John Smith. Aquel que destruye, y regenera todo…”
“¡¿T-Tú eres John Smith?! N-No te muevas, y tira tu arma…”
La luz de la luna hacía brillar los hilos desplegados por el área. Sin embargo, nadie se dio cuenta de ese brillo.
Después de todo, perdieron la cabeza antes de poder hacerlo. Ellos murieron rápidamente sin saber ni darse cuenta de nada.
El lugar se llenó de una lluvia de sangre y luego, el carruaje que transportaba las monedas de oro, retomó su camino.
El carruaje aumentó de velocidad, dejando atrás un charco de sangre, cuerpos muertos y a John Smith.
Él movió sus dedos como si estuvieran tocando un piano, moviendo los hilos con cada movimiento.
Luego, él habló como si estuviera acompañado.
“… Ya sé que estás ahí”.
Al mismo tiempo que dijo eso, los hilos rápidamente atacaron a la oscuridad. Algo dentro de las sombras se movió.
Luego, desde ese lugar donde antes no había nadie, apareció una mujer con un traje de color negro pegado al cuerpo. Su rostro estaba cubierto con una máscara, mirando en dirección de John Smith con sus ojos azules.
Ella era Alfa… la atacante más fuerte del Jardín de las Sombras en busca de venganza.
“Un gusto en conocerte, John Smith”. Dijo ella con una voz tan hermosa como el sonido de
una campana. Haciendo una reverencia mientras la luna iluminaba su cabello rubio.
“Y… adiós”.
En un segundo, una espada negra azabache atacó a John Smith. Sin embargo, la espada de Alfa no tocó a John Smith.
“… Fallaste”. Dijo una voz desde su espalda y ella rápidamente se dio la vuelta. Allí estaba John Smith parado como si nada hubiera pasado.
Alfa lo miró con desdén, sosteniendo su espada en una postura.
Él era quien había acabado con Delta, ella ya esperaba este tipo de poder. Sin embargo… la técnica que acababa de hacer superó toda expectativa de Alfa.
“Velocidad acelerada mediante comprensión mágica… aunque para eso necesitas tener un circuito mágico bastante decente y un buen nivel de recuperación mágica para soportar la carga que ese movimiento emplea en el cuerpo. ¿Dónde aprendiste todo eso?”
John Smith no respondió.
Pero de inmediato, él movió sus dedos y los incontables hilos dentro de la oscuridad empezaron a brillar.
… Cadenas.
Esto también estaba en el informe de N°664.
Alfa miró atentamente los movimientos de las cadenas, tratando de buscar el truco detrás de ellas.
Y luego…
Con un sonido de metal, los hilos fueron cortados en el aire.
“Mezclar el hilo principal dentro de docenas de hilos señuelos… ya conozco ese truco”.
“Oh…”
Alfa se movió.
En un solo movimiento, ella cerró la distancia entre ambos y luego atacó a John Smith con su espada negra.
Su movimiento fue rápido, directo al cuello. Nadie hubiera podido esquivar este ataque.
Sin embargo, John Smith giró un poco el cuello, esquivando el ataque con un movimiento ligero.
“¡…!”
Entonces… Alfa se detuvo.
Alfa quedó sorprendida, mientras que los hilos de John Smith seguían atacándola.
Alfa vio todos los movimientos de los hilos, repeliéndolos con la espada y atacando cada vez que podía.
Eran movimientos rápidos, precisos, supremos. Esta vez no había oportunidad de fallar.
Pero…
“¿Por qué…?”
John Smith había evitado ese ataque con un movimiento perfecto.
Él espero hasta que la espada estuviera frente a él para poder esquivarla de forma tan natural y perfecta, pero con movimientos básicos—
Alfa tomó distancia y evitó entrar en un combate de ataques consecutivos.
“¿Por qué estás aquí…?” Dijo Alfa, sacándose su máscara y mostrando su bello rostro de elfa.
“¿Por qué?”
Ella ya estaba segura de quién era.
“Shadow…”
John Smith solo la miró por unos segundos y luego se quitó su máscara.
“Ya me deshice de ese nombre…”
Debajo de la máscara, estaba un rostro que ella conocía muy bien.
“¿A qué te refieres con eso?”
“No le busques un sentido tan profundo. Ahora mismo soy John Smith, nada más”.
“¿Por qué actúas como John Smith…?” Dijo Alfa, como si tratara de averiguar algo.
“Porque esta es la mejor opción…”
“¿Mejor opción? Si no me dices nada más, no te entenderé”.
“Lo entenderás cuando todo termine”.
“¿Y Delta? ¿Qué sucedió con Delta…?”
“Ella se fue a un lugar muy lejano”.
“De nuevo con eso… ¡no te entiendo!”
Aquella voz de tristeza de Alfa resonó a través del cielo nocturno, mientras que el poder mágico liberado hizo temblar la atmósfera.
“Yo no soy inteligente, así que no entiendo las mismas cosas que tú entiendes. Soy débil por eso no puedo hacer las mismas cosas que tú haces. Pero, pero aun así… quiero apoyarte, quiero entenderte. Quiero hacer lo que sea, lo que esté a mi alcance para ayudarte, a ti que salvaste nuestras vidas”.
La voz de Alfa se iba haciendo más pequeña.
“Pero siempre te marchas solo a todas partes, y lo único que hago es ver tu espalda mientras te vas…”
Alfa sostuvo con fuerza su espada mientras miraba hacia abajo.
“O es que acaso… ¿ya no me necesitas más?”
Lágrimas comenzaron a fluir de sus ojos azules.
“Hay cosas que solo yo debo hacer”.
“¡…!”
El poder mágico descontrolado formó un remolino que se concentró justo debajo de Alfa.
“Yo no seré…. ¡Yo no seré un estorbo por siempre!”
Luego… Alfa desapareció.
El rostro de John Smith por primera vez mostró señal de sorpresa.
Su tremendo poder mágico, su espada negra, su cuerpo… todo de ella desapareció en un instante.
Lo único que quedó fue una neblina roja.
Luego, Alfa apareció desde esa neblina roja, atacando a John Smith desde la espalda. Con una espada roja.
John Smith trató de esquivar ese ataque con sus movimientos mínimos. Sí, como lo había estado haciendo siempre.
“¡¿…?!”
Sin embargo, John Smith recibió una pequeña herida en su mejilla. La espada roja se había alargado antes de tocarlo.
Alfa volvió a desaparecer y el lugar volvió a llenarse de una neblina roja. Alfa siguió atacando desde esa neblina.
Ella cortó el traje de John Smith y su sangre manchó su camisa.
En el momento en que él intentó mover sus hilos, Alfa ya había desaparecido de nuevo en la niebla roja.
En un instante, ella volvió retomar sus ataques consecutivos con la espalda.
La velocidad en la que ella desaparecía en la niebla y aparecía desde ella, era increíble.
Ella ignoró por completo la distancia y atacó de forma unilateral, ignorando las leyes de la física y llegando hasta el terreno de lo irracional.
Desaparecía, aparecía. Desaparecía, aparecía.
Ella atacó sin parar a John Smith desde todas las direcciones.
El cuerpo de John Smith iba llenándose de cortadas. Sin embargo, usaba a su vez los movimientos de sus hilos para evitar heridas fatales.
Sin embargo, ahora los hilos tenían la desventaja; pues Alfa estaba ignorando la distancia mientras que los hilos necesitaban de esa distancia para funcionar.
“¡…!”
John Smith volvió recibir otra herida.
Al parecer, Alfa todavía tenía sus sentidos aun dentro de la niebla, pues podía percatarse de los hilos.
Por eso, ella pensó que hora John Smith, no tenía nada con qué atacar.
“¿Lo ves? Ya no soy un estorbo. Por eso puedo comprenderte, puedo serte útil… por eso, por favor…” Dijo la voz de Alfa desde la niebla roja.
“¿Atomización? … La idea es interesante, pero la neblina es demasiado pequeña”. Dijo él, creando una espada negra con su mano. Al mismo tiempo un gran poder mágico convergió en su hoja.
“Si la despejo, no podrás hacer nada”.
Luego, él balanceó su espada. El viento causado por el movimiento de la espada y el poder mágico formó un remolino.
“… No puede ser”.
La niebla desapareció y Alfa salió de ahí.
“Buena elección. Si hubieras permanecido dentro de la niebla habrías corrido peligro”. Ella levantó la mirada, y vio cómo toda la neblina fue despejada en su totalidad.
Seguido a eso, ella recibió un fuerte golpe.
“Te has vuelto fuerte”.
Ella había sido golpeada por la espada negra azabache.
“¡Ah…!”
El golpe fue tan fuerte que su conciencia estaba desvaneciéndose poco a poco.
“… Te golpeé con el mango de la espada”. Dijo él mientras sus pisadas se escucharon cada vez más lejanas.
“Cuando todo termine, te darás cuenta que esta es la mejor opción…”
Pero ella extendió su mano desesperadamente aun en su vana conciencia restante.
“Espera… por favor…”
Y sin embargo, él no se detuvo.
Paso a paso, pero con seguridad, él fue alejándose de ella.
“Por favor… no me dejes, sola…”
Su voz ya no pudo llegar a él.