Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 4: 0. Prólogo, ¡Guerra en el Reino de Oriana!
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- Volumen 4: 0. Prólogo, ¡Guerra en el Reino de Oriana!
Hay momentos en los que uno se da cuenta que está soñando.
En el caso de Rose Oriana, siempre sucede de la misma forma y al mismo tiempo. En su sueño, ella está parada en la arena del torneo del dios de la guerra.
Frente a ella, está su padre.
Allí estaba parada ella frente a él, apuñalándolo con su espada. Lentamente, muy lentamente.
Era un mundo silencioso, uno en el que solo ella, su padre, y su espada, se movían lentamente.
Lentamente, muy lentamente.
Su espada iba atravesando el cuerpo de su padre.
Ella no podía detenerse, no podía devolver su espada, solo podía ver cómo el tiempo seguía su lento curso.
La sensación de atravesar la carne de una persona, y la calidez de la sangre que salpicó en su rostro, quedaron grabadas en su mente como recuerdos imborrables.
Ella no podía llorar, no podía gritar… no podía huir.
Rose se quedó de pie, viendo como su padre trataba de decirle algo.
Pero luego, su padre extendía sus manos hacia ella… y la tomaba fuertemente del cuello.
“Nunca te lo perdonaré”.
***
“¡Lo lamento… lo lamento…!”
Rose como todas las mañanas, se despertó por el ruido de su propia voz.
Ella estaba en una pequeña habitación con solo una cama y un escritorio en ella. Esta era la base del Jardín de las Sombras, ubicada dentro del reino de Oriana.
“Padre…”
Una lágrima rodó por su mejilla.
Aquella pesadilla todavía estaba dando vueltas en sus ojos. Aquel día, su padre trató de decirle algo.
¿Palabras de odio?
¿Palabras de rencor?
Tal vez las palabras que escuchaba en sus sueños eran la respuesta. Rose apretó con fuerza las sabanas empapadas de su sudor.
En ese momento, alguien tocó a la puerta.
“N°666 ya es hora”.
Era la voz de N°664.
“Iré enseguida”.
Rose se secó las lágrimas y empezó a cambiarse.
Ella se quitó su blusa empapada con sudor y luego tomó un slime, poniéndolo sobre su cuerpo y dejando que se extendiera.
Este era el traje de slime.
La conductividad mágica era muy alta, permitiéndole expandirse y contraerse a libertad, e incluso cambiar de forma. Con el poder mágico de Rose, su traje de slime sería lo suficientemente fuerte como para ni siquiera recibir un rasguño de un espadachín mágico común y corriente.
Esto era una tecnología revolucionaria y que dejaba atrás todo el sentido común de un espadachín mágico, pero esto no era más que solo una parte de la tecnología del jardín de las sombras.
“Buenos días”.
Luego de terminar de cambiarse, Rose salió al pasillo donde N°664 y N°665 la estaban esperando. Las 3 estaban en el mismo escuadrón.
“Hay que darse prisa”.
“Buenos días~ N°666-chan”.
Rose y N°665 comenzaron a perseguir a N°664 quien iba caminando apurada.
El suelo y el techo del pasillo estaban construidos con un material gris llamado hormigón, fruto de la investigación del laboratorio del jardín de las sombras. Era un diseño simple, pero por eso, las alfombras y la iluminación resaltaban.
La iluminación estaba constituida por cristales especiales de alta calidad, lo que formaba una sombra hermosa suspendida en el aire.
Esto también era parte de los innovadores inventos del Jardín de las Sombras y, además, unos de los productos más caros en la compañía Mitsugoshi.
El más barato costaba unos 10 millones de Zenis y, aun así, se vendían como pan caliente.
Poco a poco, la gente comenzaba a rumorear que muy pronto estas tecnologías ingresarían al campo de la construcción.
Rose soltó un pequeño suspiro ante toda la compleja tecnología que la rodeaba.
Todo esto era gracias al “Conocimiento de las Sombras” de Shadow. Para su sorpresa, él no solo era bueno en las peleas, sino que también poseía un gran intelecto y sabiduría.
“Ese suspiro se escuchó hasta acá”. Dijo N°664 luego de escuchar a Rose.
“Si tienes algo que te incomode, puedes decírmelo”.
“No, no es nada”.
“… Ya veo”.
N°664 era una pequeña elfa.
Al parecer, era solo un año mayor que Rose, pero gracias a su sentido de la responsabilidad, ella era muy confiable como líder de escuadrón.
Mientras que N°665 era otra elfa, pero de la misma edad que Rose. A diferencia de N°664, N°665 era taciturna.
Ambas eran chicas realmente hermosas, pero a su vez, tenían las habilidades de un espadachín mágico de primera clase.
Y sin embargo, ellas estaban en el eslabón más bajo de la organización. Rose era la número 666.
Pero este número se da por orden de ingreso a la organización y no como medición de habilidades.
No obstante, se dice que las 100 primeras son diferentes; y que el número que tienen, depende de sus habilidades
Por supuesto, también hay excepciones. Rose vio pelear una vez a la N°559.
Su oponente era No.89. Con más de 400 números de diferencia, cualquiera podría pensar que ni siquiera sería rival para ella.
Y sin embargo, N°559 ganó, y con su victoria, obtuvo el derecho de desafiar a una de las Numbers.
En el jardín de las sombras había muchos niveles jerárquicos.
Rose pensó que su poder mágico y fuerza iban en aumento, pensó que al entrar al jardín de las sombras, podría hacer algo, que podría salvar a su reino.
Pero al final, ella no había podido hacer nada.
“… Debo esforzarme más”. Murmuró Rose, persiguiendo a las dos chicas que caminaban por delante de ella.
La encargada de la misión de hoy, era nada más y nada menos que N°559.
***
Rose y las demás dejaron atrás la base y corrieron silenciosamente por la noche en medio de un campo nevado.
Cerca de ahí, había una fortaleza.
En la cima de esa fortaleza, estaba una hermosa chica parada.
“… Ya llegaron”. Dijo ella, dándose la vuelta.
El cabello rubio de Rose se estremeció junto con su cuerpo. La figura de la chica, iluminada por la luz de la luna, era increíblemente hermosa, hasta el punto de lo divino. Eso fue lo que Rose sintió a pesar de también ser una chica.
Ella era la N°559 del jardín de las sombras.
“Lamentamos mucho la demora”.
“¿Ya saben los detalles de la misión?” Preguntó N°559 siempre en un tono conciso.
“Lo lamento, solo nos informaron que se trataba de algo en el fuerte Saisho”.
“Ya veo”.
N°559 suspiró, provocando un pequeño aire blanco frente a su boca. Luego ella se dio la vuelta y continuó hablando.
“El fuerte Saisho cayó en manos de la ‘Facción de Doem’ hace dos días—”
Ahora mismo en el reino de Oriana, se estaba librando una guerra civil entre la facción de Doem y la facción de oposición a Doem. Aunque todavía no era una guerra a gran escala, ya habían empezado a provocar peleas en varias zonas rurales.
“Como deberían de saber, el fuerte Saisho no es más que un pequeño e insignificante castillo en la frontera con el reino de Midgar. El problema, es que han movilizado a los Niños de Diabolos para conquistarlo”.
Los Niños Primarios del culto, eran la élite de su organización, no tenía sentido mandarlos a conquistar un pequeño fuerte.
“En pocas palabras, hay algo escondido en ese fuerte. Nuestra misión es simple; infiltrarnos y ver lo que están tramando. No creo que deba decir por qué estás participando en esta misión, ¿verdad?” Dijo N°559 mirando a Rose.
“Porque conozco el fuerte Saisho”.
El fuerte Saisho estaba ubicado en medio de las montañas, así que era usado de vez en cuando como villa vacacional por la familia real.
“Así es. Pero eso no es todo”. Dijo N°559 saltando de la colina. Ella se desplazó hacia abajo como si fuera un ave y luego, de forma elegante, aterrizó en el campo nevado.
Rose y las otras dos rápidamente la persiguieron.
“Yo fui quien te nominó para esta misión, Rose Oriana”.
Al escuchar eso, Rose no supo cómo reaccionar. Incluso en el jardín de las sombras, era un secreto que N°666 era Rose Oriana.
“La razón es simple; tú recibiste ese poder directamente de Shadow-sama”.
“¿Eh?”
N°664 y N°665 la miraron con sorpresa al mismo tiempo.
Solo las 7 primeras personas, ‘las 7 sombras’, habían recibido su poder directamente de Shadow. Eso hacía que el poder de esas 7 personas fuera especial, y al mismo tiempo, significaba que recibir poder de Shadow era algo especial.
“… Así es”.
Rose asintió débilmente.
“Yo también”.
“¿Tú también…?”
“Yo también recibí este poder directamente de Shadow-sama. Solo nosotras dos, además de las 7 sombras, somos ‘especiales’”.
N°559 miró a Rose detenidamente, como si estuviera examinándola.
“… Pero aún eres débil”.
“¡…!”
“Quiero dejar en claro que soy una sirviente muy leal a Shadow-sama. Eliminaré a quien sea que no sea digna de él, no me importa quién sea”.
***
Dentro de la fortaleza Saisho estaban los cadáveres de los guardias tirados por todos lados. Rose apretó con fuerza sus labios al ver ese escenario desde una de las murallas.
Ella fue quien había dado las razones para la guerra, y este era el resultado de sus acciones. Los soldados mueren, y el pueblo sufre.
Y lo más doloroso para Rose, era el hecho de que no podía hacer nada. Tal vez ella esperó demasiado de sí misma.
Pensó que algo cambiaría si ella actuaba por cuenta propia.
Sin embargo, aun dentro del jardín de las sombras, ella no era más que una guerrera común y corriente. En términos de fuerza, inteligencia y sabiduría, había muchas más chicas mejor dotadas que ella, por lo que Rose se había dado cuenta de lo insignificante que era.
“N°666, ¿qué sucede?”
¿Qué podía hacer ella en esta guerra?
Ella pensó en eso mientras miraba los rostros de los soldados muertos, con expresiones distorsionadas como si estuvieran odiándola.
“¡N°666…!”
Sus hombros de repente se estremecieron y ella giró. N°664 la estaba viendo preocupada.
“Lo lamento, no es nada”.
“Ya veo. No sé en qué estás pensando, pero no le tomes tanta importancia ahora”. Dijo N°664 con una sonrisa.
“… Ahí está”. Dijo N°559 quien estaba al tanto de los movimientos del culto.
Una figura vestida con una capucha negra, salió de una gran puerta iluminada por la luz de la luna.
“Habrá unas 40 personas ahí~”
“Son más de los que imaginé”. Dijo N°559, distorsionando un poco sus labios. No era una expresión de impotencia, más bien una sonrisa de felicidad.
“¿Qué hacemos~?”
“Los perseguiremos tomando cierta distancia”.
N°559 se movió primero, y luego, las 4 desaparecieron en medio de la oscuridad.
Las personas vestidas con túnicas negras salieron del fuerte y caminaron hacia el bosque.
“Guarden su distancia al entrar al bosque”.
“Entendido”.
“Tengan cuidado. Todos ellos están en la clase de Niños Primarios”.
“¡¿Todos…?!”
Los Niños Primarios eran parte de la élite del culto y no era un grupo de personas tan grande. Por eso, era raro que hubiera 40 de ellos aquí.
“¿N°666 hay algo en especial dentro de este bosque?” Preguntó N°559.
“Unas ruinas. En un principio era un templo dedicado a un guerrero que murió en la batalla contra el demonio Diabolos, pero no creo que ese lugar siga intacto…”
“Ruinas… ya veo”. Dijo N°559 como si tuviera una idea de lo que estaban buscando.
Dentro del bosque, la distancia con el grupo del culto se iba acortando, hasta que finalmente llegaron a las ruinas.
El grupo de hombres vestidos de negro rodearon la ruina, y Rose y las demás se ocultaron en silencio.
“Esta es la puerta… no hay duda de ello…” Dijo el hombre que parecía ser el líder. Por lo que se podía ver por la luz de las antorchas, era un hombre de mediana edad con una cicatriz en la mejilla.
“Ese es Quadoi el ‘Vendaval’… un general del culto”.
“… Ya veo”.
Los labios de N°559 volvieron a cambiar de forma.
“Este es el altar… el resto… es tuyo… majestad Reina”.
Quadoi tomó de la mano a una mujer delgada desde el grupo de túnica negra y luego la hizo parar frente al altar.
En el momento en que ella se quitó la túnica, el cuerpo de Rose se estremeció.
“M-Madre…”
Esa mujer era sin lugar a dudas la madre de Rose. Ella estaba siendo amenazada y controlada por el culto.
Sin embargo, Rose había escuchado que la familia real de Oriana estaba siendo protegida por la facción anti Doem.
“¿Por qué mi madre está…?”
¿La atraparon…? ¿Entonces el jardín de las sombras le mintió? Rose pensó en varias posibilidades.
“Tu mano…”
La madre de Rose puso su mano sobre el altar tal y como Quadoi se le ordenó y de repente, las ruinas comenzaron a brillar y patrones y símbolos se elevaron en el aire.
“Lo sabía… la sangre real… es la llave…”
Luego de eso, la luz desapareció y allí apareció un pequeño anillo.
“Sí… este es el… del reino de Oriana…”
Quadoi puso el anillo en una pequeña caja.
“… Prepárense para pelear”. Dijo No559 con una sonrisa.
“¿Eh? ¡Dijeron que solo sería una misión de reconocimiento…!” N°664 no pudo ocultar su sorpresa y negación.
“Ese anillo es la clave de esta misión. Tenemos que exterminarlos y recuperarlo”.
“Eso no es explicación suficiente. ¿Qué es eso de la llave?”
“No es necesario que conozcan los detalles, solo concéntrense en recuperar eso o piensen en cómo hacerlo, eso es todo”.
Este tipo de información importante no era para las personas del eslabón más bajo como N°664 y Rose.
El control de la información en el jardín de las sombras era bastante exhaustivo.
“¡Un momento por favor! Lo mires por donde lo mires, estamos en desventaja…” Ellas eran 4 y los otros 40. Había mucha diferencia de números.
“¿Y qué con eso?” Respondió N°559 sacando su espada.
“… Hora del juicio”.
“E-Espera un momento, por favor. Ahí está mi madre—” Dijo Rose, pero fue ignorada.
N°559 saltó y rápidamente se desplazó hacia adelante, expandiendo la espada que tenía en su mano.
Ella planeaba acabar con todos a la vez.
“¡¿Q-Quién eres?!”
Los Niños se dieron cuenta de su presencia y rápidamente sacaron sus espadas. Luego resonó un sonido agudo.
La espada de N°559 rompió fácilmente las espadas de los Niños y ellos fueron cortados al instante.
“¡Es el jardín de las sombras! ¡Dispérsense!”
Los ataques eran inmensos, como si fuera alguien de las 7 sombras.
El grupo del culto se sorprendió por un instante, pero rápidamente guardaron la calma y se dispersaron. Sin embargo, N°559 fue eliminándolos uno por uno.
Luego… el siguiente objetivo de N°559 era la reina.
“¡Madre!”
En ese momento, el rostro de su padre pasó por su mente.
Aquel momento que vio en sus sueños una y otra vez, de ella apuñalando el pecho de su propio padre.
“¡¡Noooooooooo!!”
Rose extendió su mano, y abrazó a su madre para evitar que recibiera el golpe de la espada de N°559.
La reina se sorprendió y vio a Rose.
“¿Rose…?”
“¡Madre…!”
Rose abrazó con fuerza a su madre.
“¡¿Por qué…?! ¡¿Por qué a mi madre?!” Dijo Rose con una mirada de enojo hacia N°559.
“… JA”.
Pero en cambio, ella le devolvió la mirada con una risa.
Rose trató de proteger a su madre, mientras que el grupo del culto las rodearon. Varias espadas estaban apuntando hacia su dirección.
“No te muevas. Si te mueves solo un poco las mataré”. Amenazó Quadoi.
“Aun con la guardia baja, no puedo creer que perdiéramos a 9 Niños… así que tú eres una de las famosas 7 sombras”. Dijo él mientras veía a los cadáveres de sus compañeros tirados en el piso.
“Por desgracia… yo no soy una de las 7 sombras”. Dijo N°559.
“¿No eres de las 7 sombras…? ¿Entonces eres una de las Numbers?”
“Solo soy la número 559…. Al menos por ahora”.
“¿Dices que solo eres otra miembro común y corriente…? ¿Con todo ese poder?” Dijo Quadoi con asombro.
“N-No importa qué tan poderosa seas, se acabó tu juego”.
Quadoi hizo una señal con su mano y luego 3 hombres encapuchados se sacaron la túnica.
“No puede ser… ¿Tres generales del culto reunidos…?” Dijeron N°664 y N°665 con una
expresión desesperanzadora. No obstante, N°559 sonrió.
“No intentes hacer nada, tenemos rehenes de nuestro lado”. Dijo Quadoi poniendo su espada en el cuello de Rose.
“Haz lo que quieras”.
“¿Qué?”
“Esa mujer no merece ser parte del jardín de las sombras”.
El poder mágico de N°559 comenzó a aumentar su densidad.
“… Los eliminaré a todos juntos”.
Rápidamente Rose fue sacada de ese lugar junto con su madre. Ella giró, y lo último que vio fue a N°559 siendo rodeada por el grupo del culto.
***
Me encontraba en un bar de la ciudad de la fortaleza Saisho, escuchando lo que me estaban diciendo mientras bebía un jugo de manzana.
Luego de perder de vista a Delta, corrí a toda velocidad, pasé la frontera e ingresé al reino de Oriana.
“La guerra empezó. La ciudad de la fortaleza Saisho fue conquistada por Quadoi-sama y muchas personas murieron”.
“Umm, ya veo”. Dije a la persona que estaba parada al otro lado de la barra. La dueña de la taberna en la que estaba, era una dama bastante sexy llamada Marie. Creo que la he visto en algún lugar antes, pero posiblemente estoy equivocado.
Solo como dato extra, el 90% de los clientes, que son hombres, están aquí por ella.
“Es todo un desastre. Los soldados de vez en cuando vienen y se llevan todo el dinero de la tienda”.
“Sí, se oye complicado”.
“Eso te incluye a ti también Cid-kun, tuviste mala suerte al llegar justo ahora. Aunque yo tampoco puedo decir mucho. No fue hace mucho que empecé esta tienda—”
El reino de Oriana estaba dividido en dos, y no dejaban de pelear uno contra el otro.
Las guerras entre facciones, o guerras civiles eran grandes eventos, perfectos para que una eminencia en las sombras actúe.
“Pero estoy seguro que hay algo detrás de todo esto”
“Sí, debe haberlo”.
“No debo darme por vencida, si me mantengo firme, posiblemente se abran otros caminos”.
“Es verdad, sí”.
Marie-san hablaba con emoción y una mirada distante. Y eso que, frente a sus ojos, solo estaba la sucia puerta de la taberna.
Pero en ese momento, esa puerta se abrió. De allí entraron dos soldados de mala muerte.
“¡Oye mujer! ¡Danos todas las ganancias, apresúrate!” Y la realidad seguía siendo más cruda.
“P-Pero hace poco se los di todo—”
“¡Cierra la boca! Si no nos das las ganancias tendrás que pagarnos con ese cuerpo”.
“Y-Yo…”
“¡Oye!”
De repente, un valiente chico se puso de pie en contra de los malvados soldados.
¡Sí, ese chico soy yo!
Pensé en quedarme quietecito temblando en mi asiento como los otros clientes mobs, pero supongo que ahora toca…
“¡N-Ni…N-Ni se les ocurra ponerle una mano encima a M-Marie-san!”
Y así, el valeroso chico mandó a sus casas a los malvados soldados usando el poder del amor… nah, qué va.
“¡Peggya!”
Me mandaron a volar de un golpe, y con sangre saliendo de mi nariz, di unas vueltas en el aire y caí al suelo.
Jajaja, qué hermoso movimiento de mob.
“¡Cid-kun!”
“Jejeje, supongo que ahora es tu turno, mujer”. Dijo el soldado con una sonrisa desagradable.
“¡E-Está bien, pagaré!” Dijo Marie-san, dándole todas sus ganancias al soldado.
“Ja, debiste hacer eso desde el principio… Espera, es demasiado poco”.
“E-Eso es todo lo que tengo. Ni siquiera pude conseguir más abastecimiento…”
“¿Me estás tomando el pelo?” Dijo el soldado, agarrando la parte del pecho de la blusa de Marie-san.
“Por hoy lo dejaré así. Pero ya sabes lo que pasará si se vuelve a repetir—” Dijo el soldado, observando detenidamente el cuerpo de Marie-san, y luego salió de la tienda.
“¿Cid-kun, estás bien?” Dijo Marie-san, acercándose hacia mí y poniendo mi cabeza en su regazo.
“U-Uhh… Marie-san, lo siento mucho”.
“Dios, ¿por qué hiciste eso?”
“Lo siento… no pude evitar que se llevaran tus ganancias”.
“No te preocupes por eso”. Dijo Marie-san, sonriendo mientras acariciaba mi cabeza.
“¿No te afectan estas cosas?”
“Ya estoy acostumbrada. Vine a esta ciudad desde la ciudad sin ley”.
Ah, la entiendo. La ciudad sin ley es un gran lugar, es como mi segundo hogar.
“Allí trabajaba como prostituta. Los disturbios y peleas eran cosa de todos los días, y aunque pensé en darme por vencida muchas veces, nunca lo hice. Gracias a eso, él… esa persona me salvó…” Dijo Marie-san con una mirada deslumbrante.
“Yo nunca me daré por vencida. Si nunca me doy por vencida, estoy segura de que me volveré a encontrar con esa persona…”
“Tienes razón. Bueno, yo ya me voy”.
“Gracias Cid-kun, me hizo feliz que trataras de ayudarme”. Marie-san sonrió y se despidió de mí.
***
Tres soldados caminaban por la calle en una fría noche.
“Jaja eso fue fácil. Aunque ahora que lo pienso, en esta ciudad sí que hay bellas mujeres”. Dijo uno de los soldados, haciendo sonar una bolsa con monedas dentro.
“Sí, aunque parece que de todas formas los van a matar a todos para silenciarlos”.
“Sí, parece que las ruinas están cerca de aquí… jeje, al menos divirtámonos un poco antes de asesinarlos”.
Los tres siguieron hablando mientras soltaban un aire blanco por el frío.
Al entrar a un callejón, de repente un chico apareció frente a ellos.
“Buenas noches”. Dijo el chico, sonriendo de forma amistosa.
Era un chico común y corriente, de ojos y cabello negro.
“Ah, tú eres el de hace rato”.
“Aah, ¿el mocoso que mandamos a volar hace un rato?”
“Jaja, ¿y si lo matamos?”
Dijeron y de inmediato ellos blandieron sus espadas sin siquiera dudarlo. Pero… el chico ya no estaba.
“¡¿Desapareció?!”
“¡¿Aah?! ¡¿A dónde se fue?!”
“¡Uoh, ¿atrás?!”
El chico de repente apareció detrás de ellos. Él estaba parado, sin hacer nada más.
“Bueno, supongo que tendré que matarlos, aunque esta vez, al estilo ciudad sin ley”. Dijo el chico, con un “sep, sep”.
“¡¿Qué mierda hiciste?!”
“Oigan, este mocoso tiene algo raro”.
“¡¿Por qué te asustas de un niño?!” Los soldados siguieron atacando.
Pero el chico volvió a desaparecer.
“¡¿Otra vez?!”
“Dicho eso, el resto es sencillo”.
La voz del chico resonó por el callejón.
“¡En dónde mierda es—goof!”
El chico volvió a aparecer detrás de ellos, pero esta vez, su mano tomó el corazón de uno de los soldados, literalmente.
La sangre cayó sobre el suelo lleno de nieve.
“¡¿B-Bromeas?! ¡¿Le atravesó el corazón con las manos desnudas?!”
“¡¿C-Cómo?! Si hace un rato lo golpeamos y—”
Todo pasó de forma ordenada, pero a la vez, secuencial.
El chico soltó el corazón ensangrentado y luego atravesó el pecho del soldado que estaba a punto de huir.
“Cooff…a-ayuda…” Luego, apretó su corazón.
Nuevamente el suelo se llenó de un charco de sangre.
“¡E-Está bien me disculpo! ¡Me disculpo por haberte golpeado!” Dijo el último soldado, pero el chico le apuntó con su brazo ensangrentado.
“En la ciudad sin ley el más fuerte es la justicia”.
“¡H-Hii! ¡A-Ayuda—!”
Y nuevamente, atravesó otro pecho más.
Toda la sangre derramada comenzó a esparcirse por el callejón.
“En otras palabras, yo soy la justicia”.
La luz de la luna salió de en medio de las nubes, iluminando los cuerpos sin corazón de los 3 soldados.
“Primero el fuerte y ahora unas ruinas… esto se está poniendo interesante”. El chico soltó el último corazón y luego tomó la bolsa con dinero.
Luego giró el rostro, viendo hacia el fuerte a la distancia.
***
“M-Maldito monstruo…” Dijo Quadoi y sorpresivamente, N°664 estuvo de acuerdo con sus palabras.
N°664 estaba apoyada en un árbol mientras que N°665 estaba tirada junto a sus pies. Ellas dos ya no tenían mucho poder mágico restante, no estaban en condiciones de pelear. Pero aun así, había muchos cadáveres tirados alrededor de este espacio.
Su cantidad era de casi 100.
Y, parada en medio de esos cuerpos y un río de sangre, estaba N°559.
Luego de que se llevaran a Rose, ella siguió peleando, Peleó y masacró al grupo del culto con túnicas, a los tres generales y a los refuerzos que llegaron de la fortaleza.
N°559 corrió por el bosque, luchando sin parar por tres días y tres noches.
Sin embargo, N°559 tampoco estaba ilesa.
Ella tenía un sinnúmero de cortadas en la espalda, el vientre desgarrado, uno de sus brazos había sido cortado y el otro estaba sosteniendo débilmente su espada color negro azabache.
Era todo un misterio que todavía pudiese estar de pie con todas esas heridas. La sangre todavía seguía saliendo del brazo que le habían cortado.
Es probable que ya ni siquiera tuviera el poder mágico suficiente para detener el sangrado.
“P-Parece que finalmente se te acabó el poder mágico”. Dijo Quadoi con voz temblorosa.
“Sí que me diste problemas”.
Quadoi se acercó a N°559 y luego la pateó en el estómago.
“Aggu…”
N°559 soltó un débil quejido y cayó al suelo. Luego Quadoi puso su pie contra su cuello.
“Debería pisarte y quebrarte el cuello”.
Poco a poco él fue pisando con más fuerza.
“Pero no te mataré tan fácilmente. ¿C-Cuántos sacrificios crees que tuve que hacer por tu culpa?”
Quadoi hizo todo lo posible para sonreír mientras pisaba a N°559.
“Pero, valió la pena hacer el sacrificio. Gracias a eso, pudimos recuperar a Rose Oriana. Estoy seguro de que Doem-sama se alegrará”. Dijo Quadoi con una sonrisa de satisfacción.
“¿Por dónde debería de empezar? ¿Por tu brazo, piernas? O tal vez tus ojos…”
Quadoi poco a poco hirió todo el cuerpo de N°559. El traje de slime no servía para nada si la persona que lo vestía no usaba su poder mágico.
N°664 por su parte, no pudo hacer más que ver como seguían hiriendo a N°559.
“¿Por qué me miras así?” Dijo de repente Quadoi, viendo a N°559.
Ella estaba sonriendo.
Era una hermosa sonrisa, clara y pura.
“¿Me salvará una vez más…?”
De repente, una lágrima cayó de su mejilla.
“Qué mujer tan desagradable. Te cortaré mejor el otro brazo”. Quadoi intentó cortarla nuevamente con su espada, pero…
“¡Aagggggggggggi!”
De repente él se tiró al suelo con un grito de desesperación. Él sintió un dolor desgarrador desde la punta de sus tobillos.
“¿Q-Qué…?”
N°559 se puso de pie lentamente. Ella tenía algo en su brazo derecho. Era el pie de Quadoi.
“Y-Ya no te quedaba poder mágico… cómo es que…”
De repente un poder mágico azul púrpura comenzó a rodear el cuerpo de N°559.
El poder mágico tan denso que hacía temblar la atmosfera alrededor de ellos comenzó a curar todas las heridas de N°559.
Poco a poco, fue acercándose a la herida del brazo que le habían cortado. Luego, la luz azul púrpura de ese poder mágico convergió en la herida.
“Este es el poder de mi señor…”
Luego, el brazo izquierdo de N°559 se regeneró por completo.
“¡Pensé que las 7 sombras eran los únicos monstruos en el jardín de las sombras…!” Quadoi le dio la espalda y empezó a huir.
Aunque le hayan cortado una pierna, él seguía siendo el “vendaval”.
Sus movimientos eran rápidos, moviéndose con el viento sin poder ser perseguido por la vista.
“Qué tonto… solo estás yendo justo a su dirección”. Murmuró N°559.
Y al instante, una gran lluvia de sangre voló por el aire y cayó en el suelo.
El cuerpo de Quadoi cortado en pedazos cayó al suelo, y la expresión en su rostro antes de morir era de sorpresa.
Tak. tak.
Venía caminando una persona vistiendo un abrigo largo de color negro.
“Me alegra mucho volver a verlo…” Dijo N°559 con sus mejillas ruborizadas y una expresión de júbilo.
Luego, desde las sombras de la noche, apareció un hombre vistiendo un abrigo largo color negro azabache, con una espada ligeramente manchada de sangre en su mano.
“… Shadow-sama”.
N°664 rápidamente se dio cuenta de su presencia y también se arrodilló en reverencia.
***
Como no encontré a nadie en la fortaleza, decidí venir al bosque de donde sentí un poder mágico. Al llegar, encontré a una chica de cabello rosa platino a la que conocía, y estaba en grandes problemas.
Si no mal recuerdo… se llamaba Victoria, sí, Victoria-chan.
Era una chica a la que encontré de casualidad en unos de mis largos paseos del año pasado, y como estaba poseída la curé y se la di a Alfa.
En mis recuerdos, era una chica débil que no mataría ni a una mosca, así que me sorprendí al verla pelear tan salvajemente llena de sangre.
Esas heridas parecían serías así que la curé, aunque igual no debería moverse mucho. Ah, de paso, hice trizas al viejo que la estaba molestando.
“… ¿Estás bien?” Le hablé a Victoria.
“Sí”.
Muy bien.
Aunque me pregunto por qué estaba luchando contra los soldados de aquí.
“… ¿Qué sucedió?”
“Actué de forma un tanto torpe. Parece que el culto de Diabolos volvió a moverse…”
¿Torpe?
Supongo que todos tenemos algo que no queremos decirle a nadie más. Probablemente, los soldados la encontraron mientras hacía alguna travesura. Aunque me sorprende su capacidad para tratar de cubrir todo eso con la historia del culto de Diabolos.
Además de Victoria-chan, también estaban las dos chicas que siempre se la pasaban junto a Rose-senpai.
No parecían estar tan heridas, pero de todas formas las curé.
“M-Muchas gracias”.
“Muchas gracias~”
Sí, así me gustan, sinceras y con buenos modales.
“… Shadow-sama, tengo algo que informarle”.
Victoria que por alguna razón hizo una pequeña mueca con su boca, y me tomó de la manga de mi abrigo.
Qué nostalgia. Ahora que recuerdo, ella siempre me tomaba de la manga del abrigo cuando la estaba curando.
“N°666 nos ha traicionado”. N°666… ¿y esa quién—?
Parece que las que trabajan en Mitsugoshi son llamadas por un número, pero no hay forma que recuerde a 600 de esas chicas.
“¿Una traidora…?”
“¡N-No es verdad! ¡N°666 no nos ha traicionado! Ella solo trató de salvar a su madre y luego—” Dijo la chica con personalidad de líder.
“Ya veo…”
Ya veo, entonces la N°666 de Mitsugoshi las traicionó. ¿Habrá huido con información de algún nuevo producto o algo así?
Asentí una y otra vez, mientras que Victoria que parecía bastante insatisfecha, seguía jalándome de la manga del abrigo.
“N°666 no es digna de ser una subordinada suya, Shadow-sama. Yo—” En ese momento, una fría brisa trajo consigo una carta—
“¿Hmm…?”
Me pareció curioso, así que la tomé y adentro decía…
“¡Celebración! ¡¡La princesa Rose Oriana y el duque Doem Ketsuhat van a casarse!!”
“¡¿Qué…?!”
¿Rose-senpai se va a casar…?
Ella de seguro planeó convertirse en el nuevo rey de su país luego de matar a su padre en el torneo del dios de la guerra.
¿Pero ahora decidió casarse con la persona que había negado desde un principio? Es más,
¿qué necesidad había de casarse ahora mismo? Debí haber algo detrás de esto.
¿Acaso ya no planea convertirse en gobernante…?
“¡Imperdonable!”
Rápidamente corté la carta en pedacitos, hasta convertirla en pequeñas partículas de papel. Las sombras brillan precisamente porque al otro lado hay luz.
Mi plan era mejorar mi juego de la “eminencia en las sombras” luego de que ella se convirtiera en rey.
“¡¿E-Eeeh?! ¡¿P-Por qué?!”
“¡¡Así se habla Shadow-sama!!”
“Es simplemente… imperdonable”. No permitiré ese matrimonio.
Aunque sus padres lo permitan yo no lo permitiré.
“… Ya verás, Rose Oriana”.
Rose-senpai, ¿para qué fue que apuñalaste a tu padre?
¡¿Acaso no fue para convertirte en rey?!
“… Shadow-sama, por favor encargase de la ejecución de la traidora”.
“No puede ser… N°666…”
Por alguna razón, los ojos de Victoria brillaban de alegría mientras que las dos elfas tenían una mirada de desesperanza. De cualquier forma, las ignoré y corrí a toda velocidad por el campo lleno de nieve.
Ah, cierto, antes tengo que pagar el jugo de manzana que me tomé— Marie despertó en medio de la noche. Era una noche tranquila y fría.
La ventana estaba un poco abierta, lo cual era raro porque ella la había cerrado antes de dormir.
Marie suspiró y luego se levantó de la cama. En ese momento, notó algo moviéndose cerca de la ventana.
“¿Q-Quién está ahí?”
“…”
Era la figura de una persona. La luna salió de las nubes y su luz iluminó esa silueta.
“Ah…”
Era una persona que ella conocía, un hombre vistiendo un largo abrigo negro.
“T-Tú eres…”
De repente, la persona cerca de la ventana desapareció.
“¡E-Espera, por favor—!”
Marie corrió hacia la ventana, pero al llegar, ya no había nadie ahí.
“¿Acaso no era él…?”
De seguro fue un ladrón, un ladrón que se le acababa de escapar. Esa era la respuesta más obvia.
Pero Marie no podía evitar pensar y buscar a esa persona sin importar en dónde estuviera.
Cuando caminaba por la ciudad, cuando trabajaba. Incluso recientemente, creía que el chico de cabello negro que había conocido hace poco en la taberna, tenía cierta similitud con esa persona.
“Parezco una tonta…”
Marie intentó cerrar la ventana, y de repente notó una bolsa tirada en el suelo.
“Esto es… Ahh”.
Al abrir la bolsa y ver las monedas de oro dentro, Marie no pudo evitar llorar. Al mismo tiempo, ella abrazó con fuerza la calidez que todavía quedaba allí.