Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 5: 4. ¡Hoy también reina la paz!
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“Lograron entrar hasta el punto más profundo…” Murmuró Fenrir en medio de la niebla.
Frente a un dispositivo había un gran charco de sangre y unas huellas, aunque el dispositivo en sí no estaba roto.
“Es poco probable que no hayan podido destruir el dispositivo. ¿Se habrán dado cuenta que le faltaba poder mágico? … No, pero aun así deberían haberlo destruido”.
Las huellas de sangre continuaban hasta una puerta.
“Y esta puerta no se puede abrir a menos que quiten el sello. Entonces, ¿para qué se infiltraron…?”
Fenrir se acercó hasta la puerta de la habitación donde estaba sellado el brazo de Diabolos. Entonces se dio cuenta que el sistema de defensa estaba activado.
“¿Se habrán retirado al ver a Lily?”
Él no podía imaginar otra razón más que esa.
Pero, de cualquier forma, él sabía que Shadow Garden volvería a aparecer y que sería más temprano que tarde.
“… Parece que se encuentra en un dilema”.
De repente, otra voz se escuchó desde la niebla.
Por reflejo, Fenrir se dio la vuelta rápidamente y sacó su espada.
Ese movimiento hizo que la niebla alrededor se disipara.
Frente a él estaba un sacerdote.
“Ohh, qué susto”. Dijo con una sonrisa.
“¿Pethos? … Ya te he dicho que saludes cuando te acerques. Por poco y te mato”.
“Mil disculpas, quinto asiento de los Rounds, Fenrir-sama. Aunque debo decir que su técnica con la espada es como siempre, asombrosa. Casi me petrifico del miedo”.
“… Hah”.
El movimiento de Fenrir era para matar a alguien, y probablemente lo hubiera hecho si tuviera toda su fuerza.
Sin embargo, Pethos no tenía ni una sola herida. Era un hombre bastante misterioso.
“No tendría oportunidad contra usted si peleamos de forma justa”.
“¿Y desde cuándo tú peleas de forma justa? Décimo asiento, Pethos-kun”. Dijo Fenrir en modo de queja.
“¿Qué es lo que quieres?”
“Vi que está en un predicamento, así que vine a ofrecerle mi ayuda”.
“¿Y crees que necesito la ayuda de un bastardo como tú?” Dijo Fenrir entre risas.
“¿Bastardo? Oh, no diga eso. Solo soy un fiel seguidor de nuestra iglesia”. Contestó Pethos con una sonrisa.
“… Te lo preguntaré una vez más. ¿A qué viniste? No nos llevamos tan bien como para hablar de cosas sin importancia, ¿o sí?” Dijo Fenrir, esta vez con una intención claramente asesina, lo que hizo que Pethos borrara su sonrisa de la cara.
“En los Rounds hablamos del problema que se está formando debido a su fallo. Además, parece que la liberación del brazo de Diabolos se está tardando más de lo esperado”. Dijo Pethos, mostrando un documento de los Rounds.
“Vamos progresando, diría que en un 60 % actualmente”.
“¿60 %…? Creo que ya lo sabe, pero debido a la destrucción del santuario, el brazo izquierdo fue liberado. Ahora prevemos que la cantidad de lágrimas de este año podrían ser menos de las que esperamos”.
“¿Aurora se sigue resistiendo?”
“Más de lo habitual. Sigue rechazándonos, y probablemente ahora esté recuperando su conciencia gracias a la liberación del brazo izquierdo”.
“Eso es malo… Y bueno, ¿cuántas lágrimas serán en total?”
“Nueve… o eso esperamos, pero puede que sean 8 en total. La única suerte es que, gracias a Shadow Garden, el número de Rounds ha disminuido… Oh, disculpe ese comentario”. Dijo Pethos, disfrutando del momento.
“Si la producción cae de nuevo, o si alguien más es ascendido a Rounds, Fenrir-sama… me temo que este año usted no recibirá su lágrima”.
“Oh, ¿desde cuándo te volviste tan importante?”
Fenrir movió su espada con vigor.
El movimiento cortó la prenda superior de Pethos e hizo que sangre rodara por su cuello.
“Oh…”
“¿Te crees igual de importante que yo a pesar de ser un maldito novato?”
“Esta es una decisión tomada por todos los Rounds, y yo simplemente soy el vocero. Tenga en cuenta que esto solo significa que su fallo ha sido así de impactante para nosotros”.
Fenrir chasqueó su lengua y retiró su espada.
“… ¿Qué sabes de Loki?”
“¿Loki-sama…? No lo he visto en las reuniones”.
“Bueno, supongo que tú estuviste de acuerdo con ellos, ¿no? Después de todo, quién quisiera perder su lágrima”.
“No me malinterprete Fenrir-sama. Yo siempre estoy y estaré de su lado”.
Fenrir se rio de la respuesta de Pethos.
“En primer lugar, la responsabilidad de todo esto recae en el culto que debía estar vigilando a Shadow Garden. El primer reporté se dio hace 5 años, ¿no? Si hubieran actuado en ese momento cuando reportaron que un grupo misterioso atacó el carruaje que llevaba a una poseída, las cosas no hubieran escalado hasta este punto”.
“… Es verdad, eso pasó”.
“Esto es lo que pasa cuando el culto está tan obsesionado por la vida eterna, como cerdos en busca de comida y no ven las cosas que suceden a su alrededor. Y ahora míranos, estamos debilitados. No solo hablo del décimo asiento que estaba vacío, sino que también de la caída de Nelson y Mordred. La calidad de los asientos nos ha dejado por los sueltos, e incluso tú, no eres más que el mero reemplazo del verdadero décimo asiento que fue asesinado por Shadow hace 2 años. En casos normales, alguien tan inepto como tú nunca hubiera podido ser parte de los Rounds”.
“Bueno, es por eso que me volví un Rounds, gracias a ellos en cierto sentido, y de hecho les estoy agradecido”. Dijo Pethos en tono de burla.
“Mil disculpas. En todo caso, parece ser que los Rounds finalmente ha levantado sus gordos traseros y ahora, ahora van en serio”.
“¿Hablas de ese plan… ‘la mandíbula cazadora de sombras’?”
“Sí, aunque no sé qué tal saldrá”.
“No me gusta la idea de que Loki sea el protagonista esta vez, pero puede ser una buena oportunidad. La oportunidad para ver de qué está hecho realmente Shadow, o si su poder es auténtico…”
“… ¿Usted piensa que es una farsa?”
“No lo digo en ese sentido. Digo que, es demasiado increíble pensar que todo ese poder sea real. A menos que use algún artefacto legendario, o que tal vez sea un humano de otro mundo, o posea la misma tecnología que el culto…”
“¿Y si resulta ser un humano común y corriente?”
“De serlo, entonces sería uno que ha alcanzado la cima del poder. En todo caso, han pasado cientos de años desde que los Rounds cooperaron juntos. Y pronto, sabrás el por qué—” Fenrir sonrió con misterio.
“Ya veo… En ese caso le haré caso y guardaré silencio. Después de todo, yo también soy parte de ese plan”.
“No te confíes, Pethos-kun”.
“Lo mismo le digo. Si no logra liberar el brazo derecho y en vez de eso llega a caer en las manos de Shadow Garden… ¡…!” Pethos se detuvo.
Un poder mágico abrumador estaba saliendo del cuerpo de Fenrir.
“¿Con quién crees que estás hablando, Pethos-kun? —Yo soy Fenrir, el quinto asiento de los Rounds y uno de los miembros más longevos del culto. Estoy seguro de que lograré romper el sello de Diabolos”.
“… No esperaría menos de usted, Fenrir-sama”.
“Nosotros debemos liberar a Diabolos y conseguir la vida eterna, y para ello, no importa lo que tengamos qué hacer o destruir, aun si es este mismo reino…”
“… El resultado lo es todo. Por eso vine hasta aquí, porque pensé que podía serle de ayuda”.
“Ya te lo dije. No necesito la ayuda de una pulga como tú”.
“Esto también es decisión de los Rounds. Por favor tenga, use este artefacto”.
Lo que le extendió era un desagradable collar con forma de reloj de agujas.
“… ¿Qué es esto?”
Es un nuevo artefacto hecho por el equipo de investigación del culto. Como parece que se le está dificultando obtener el poder mágico para romper el sello, esto le será de gran ayuda”.
“… Lo usaré si me da la gana. Aunque debo decir que me sorprende que hayas venido solo por esto. ¿Qué bicho te picó?”
“Solo sigo órdenes. Ya sabe, soy un fiel seguidor del culto. Por cierto… ¿no ha visto a alguna mujer bestia de pelaje dorado por aquí?” Preguntó Pethos, de forma casual, como si no tuviera la menor importancia.
No obstante, Fenrir se dio cuenta por ese tono de voz que esta era la verdadera razón por la que él había venido hasta aquí.
“¿Una mujer bestia de pelaje dorado? No lo sé…”
Por supuesto, Fenrir sabía muy bien de la existencia de una mujer así en el jardín de las sombras. Pero no tenía intenciones de decírselo a Pethos, al menos no gratis.
Las miradas de ambos chocaron.
“¿Pasa algo con ella?”
“No, nada importante realmente. Ahora, si me permite”. Dijo Pethos, desapareciendo rápidamente en la niebla.
“Una mujer bestia de pelaje dorado… Pethos obtuvo sus muestras luego de acabar con toda la tribu de felinos dorados, y eso al mismo tiempo le hizo ganar su ascenso a los Rounds. ¿Será que… alguien sobrevivió?” Dijo Fenrir mientras miraba el aparato circular que mostraba el nivel de poder mágico recolectado en 60 %. Luego, recordó lo que había dicho; haría lo que sea por obtener resultados.
“Esto se está poniendo interesante”. Dijo Fenrir mostrando un colmillo al sonreír.
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El reino de Oriana que había sido destruido por las bestias oscuras estaba poco a poco resurgiendo gracias a la ayuda del jardín de las sombras.
En el castillo real estaba Alpha, entrecerrando sus ojos mientras veía el progreso de la reconstrucción con la luz del atardecer en su rostro.
“¿Ya tomaste una decisión?” Le dijo a la chica que estaba a su espalda.
Era una hermosa chica con un cabello color miel, Rose Oriana.
“¿Cree que me van a poder perdonar?” Dijo ella con una voz triste.
“No lo creo. Muchos de los ciudadanos aún te odian”.
“Creo que… no estoy hecha para gobernar este país. De hacerlo, simplemente provocaría más caos”.
“En tiempos de paz esa hubiese sido una elección correcta. Pero creo que tú más que nadie, sabe lo que le ocurrirá al país a partir de ahora, y que no tienes más elección”.
Alpha se dio la vuelta y la miró fijamente.
“¿Ya sabes que el pacto de alianza entre Oriana y Midgar está roto? La iglesia también considera al reino de Oriana como un país blasfemo. El comercio con los demás países está bloqueado y pronto se quedarán sin nada. En cualquier momento los demás países podrían dar la orden de invadirlo, y como este país no tiene fuerza militar en absoluto, quedará en ruinas”.
“¿Un país blasfemo…? ¿Por qué…?” Exclamó Rose apretando sus puños.
“El culto le teme a este país…”
“¿Por qué le temerían a un pequeño país como éste?”
“Porque son unos bastardos miedosos. Por eso le tienen miedo a la luz del sol…”
“¿Qué quiere decir?”
“La vida eterna es algo que todo el mundo desea, y ellos tienen miedo de que aparezca alguien que se las quite. Por eso se ocultan, para que nadie se entere de que existe y traten de robársela. Ellos eligieron actuar de esa forma, esconderse, investigar la vida eterna en las sombras para que nadie intente arrebatársela. Por eso le temen a la luz del sol”.
“Bastardos miedosos…”
“Pero ahora que el culto y el reino de Oriana son enemigos, el lado oscuro y el lado de la luz del mundo están conectados. Si no controlan este reino, probablemente tendrán que salir a la luz en algún momento, y eso algo que ellos no quieren que ocurra”.
“… ¿Entonces ustedes usarán eso a su favor?” Dijo Rose mirando seriamente a Alpha.
“Exacto. Usaremos este reino como mejor nos convenga. Es por eso que te prestamos nuestra ayuda”.
“Con el poder actual que poseen, debería ser sencillo derrotar al culto. ¿Por qué entonces usar este reino…?”
“Porque de otra forma el culto no desaparecerá por completo”.
“… ¿Eh?”
“La gente muere, y los países se destruyen, pero la religión siempre queda intacta. Aunque derrotemos al culto de Diabolos, la religión, la creencia seguirá viva por siempre mientras exista alguien que crea en ella”.
“No puede ser…”
“Será mejor que no los subestimes mucho. Ellos pueden venir y matar a los ciudadanos en cualquier momento. La mayoría de esos creyentes, e incluso los clérigos mismos son personas de bien. Pero el culto usará esa fe para venir a acabar con todos. Por eso no importa que tan poderosa sea nuestra organización, es imposible que podamos matar a todos los creyentes. Por eso necesitamos de este país para poder sacar a la luz al culto de Diabolos, para poder cortar ese lazo malvado que tienen con la religión”.
“¿Y cómo planea hacerlo?”
“Separando la iglesia del culto. Las personas creen en la religión de la iglesia, no en el culto. Al hacerles saber eso, el culto se convertirá en el enemigo de todo el mundo. Pero para eso, debemos vencer. Muy pronto los demás países vendrán a invadir a Oriana, pero debemos vencer y proclamar al culto como el verdadero enemigo del mundo”.
“¿Y por eso debo tomar el lugar del rey?”
“Necesitamos de alguien en la luz para que pelee con la iglesia. El reino de Oriana peleará con la iglesia, mientras que el jardín de las sombras librará una guerra con el culto en las sombras. Si crees tener lo necesario para asumir el lugar del rey, nosotras te apoyaremos en lo que sea”.
“… No estoy segura de tener lo necesario para tomar el puesto del rey”. Dijo Rose con dudas.
“La posición que estás por asumir no es la de un rey de tiempos de paz, sino la de un rey en tiempos de crisis. Mientras que el rey en tiempos de paz es amable y amado por sus ciudadanos, el rey en tiempos de crisis debe ser fuerte, convencido de sí mismo para poder lograr su objetivo incluso si es odiado por su pueblo—”
Alpha miró a Rose con sus hermosos ojos azules.
“Rose Oriana. Tú debes ser una reina fuerte”.
“Una reina fuerte…” Rose repitió esas palabras.
Luego las repitió en su cabeza, imaginando las partes más débiles que tenía.
“Pero, soy débil…”
“Los únicos que llegan a ser realmente fuertes, son aquellos que reconocen su propia debilidad…”
Una lágrima rodó por las mejillas de Rose.
“Quiero proteger el reino, y al pueblo que mi padre me confió. Y si para lograrlo tengo que soportar el odio de ese mismo pueblo, lo aceptaré. Yo—”
Rose limpió las lágrimas de sus ojos.
Luego sacó su espada y la dirigió hacia su cabello color miel.
“Yo… no quiero terminar como una persona débil”. Dijo eso, y blandió su espada.
Ella cortó su cabello y éste se fue volando con el viento.
“Seré una reina fuerte”.
Su cabello ahora estaba a la altura de sus hombros.
“Mientras conserves esa mentalidad, te prometo que Shadow Garden jamás te traicionará”. Dijo Alpha con una sonrisa.
Luego, ella llamó a N°664 y N°665. Ambas estaban vestidas de maids.
“Dejaré a estas dos a tu lado. Supongo que será mejor si son personas que conoces”.
“Muchas gracias”.
“No tienes que ser tan formal. Ambas estamos en posiciones similares. Después de todo, serás una reina fuerte, ¿no?”
“Así es… Es decir, sí, es lo que dije. Lo seré”. Dijo ella algo incómoda.
“Jeje… qué linda te ves, N°666”.
“Bueno, al final todo salió bien. Aunque si me lo hubieras contado todo, se hubiera resuelto más rápido”.
Dijeron N°665 y N°664 respectivamente, en voz baja.
“Gracias a las dos”.
“De nada~”
“B-Bueno, ya sabes, soy la líder de este pelotón. Que no se te olvide, eh”.
“Lo sé, líder”. Dijo Rose sonriéndoles gentilmente.
“Haré que ellas dos te digan cualquier detalle del plan a futuro. Solo dales un lugar y trabajo cerca de ti. Es mejor mantener en secreto nuestra relación por el momento”.
“Sí. Les daré el cargo de mis sirvientas personales cuando todos los documentos estén listos”.
“Gracias… Parece que llegó alguien más”.
Desde el otro lado de la puerta entró una chica de cabello índigo.
Era el tercer asiento de las 7 sombras, Gamma.
Aunque por alguna razón, entró mientras arrastraba a otra chica.
“Alpha-sama, con que aquí estaba”.
“No sabía que estabas por aquí, Gamma”.
“Sí, pensamos que haría falta construir un nuevo Mitsugoshi aquí en Oriana para los planes a futuro. También comenzamos a expandir la base del jardín de las sombras”. Dijo Gamma un poco en voz baja.
“Buen trabajo Gamma. Como siempre, eres muy eficiente”.
“¿Cuál fue la respuesta de la princesa Rose?” Dijo Gamma mirando a Rose de reojo.
“Decidimos recorrer el mismo camino”.
Alpha también la miró.
“Será un placer”. Dijo Rose, a modo de saludo y Gamma hizo una pequeña reverencia con la cabeza, en silencio.
“Alpha-sama, tengo dos cosas que reportarle. ¿Le parece bien si lo digo en este lugar?” Al parecer Gamma no quería que Rose estuviera aquí durante su informe.
Eso hizo que Rose se diera cuenta que, a pesar de todo, aún no confiaban en ella totalmente.
“No se preocupen, saldré de la habitación—”
“—No, no hay problema”. Alpha interrumpió las palabras de Rose y dijo eso.
“¿Está segura?”
“Sí. A mí no me molesta”. Dijo Alpha, mirando a Gamma y Rose.
Básicamente les estaba diciendo que a ella no le molestaba, pero al mismo tiempo preguntaba si a ellas sí.
“… No me molesta en absoluto”.
“A mí tampoco”.
Esas fueron las respuestas de Gamma y Rose.
“Primero está el reporte de las cosas que recolectó Beta del otro mundo”.
“¿Esas cosas con nombres complicados? Laptop y tablet, ¿no?”
“Exacto. Eta la revisó. Eta, explícale”. Dijo Gamma, hablándole a la chica que traía a rastras.
“ZzZzZ”.
Pero ella simplemente respondió con un lindo ronquido.
“¡Despierta de una vez, Eta!”
Gamma la tomó de los hombros y comenzó a agitarla.
El cuerpo de Eta que se balanceaba de atrás para adelante golpeó a Gamma en la nariz.
“Auuch”.
Y gracias a ese golpe, Eta despertó.
“¿Hm?”
Ella era Eta, el séptimo asiento de las 7 sombras y la encargada del laboratorio de la sabiduría de las sombras.
“¿Dónde estoy?” Dijo ella mirando a su alrededor.
Era una pequeña elfa, con cabello largo oscuro y desordenado por recién haberse levantado.
“E-Explícale a Alpha-sama sobre lo que averiguaste de ese artefacto”. Dijo Gamma mientras se sostenía la nariz.
“¿Hm? Aaah, sobre la Laptop”.
“E-Eso mismo”.
“Hmm, mi reporte…”
Eta, apenas despierta, miró a Alpha.
“La laptop es un instrumento que usa energía eléctrica. Aunque estaba rota. Analicé sus partes, pero probablemente se rompió por las ondas electromagnéticas de la puerta”.
“¿Se puede reparar?”
“No ahora. Pero algún día podría recrearla”.
“Ya veo… Entonces la espera será larga. Lo peor es que Beta solo trajo instrumentos eléctricos”.
“Bueno, al menos serán de utilidad. La tecnología que usan esos objetos es muy alta, así que se puede aprender varias técnicas de ellas”.
“¿En serio? Eso es bueno. ¿Pero Beta no se deprimió?”
“Estaba llorando”.
“¿Tanto así?”
“No. Sí estaba deprimida, por eso le mezclé una medicina para el humor en su té”.
“… ¿Y luego?”
“De repente se quitó la ropa y empezó a llorar. Causa desconocida, pero muy intrigante”. Dijo Eta con una sonrisa.
Alpha simplemente suspiró.
“… Reduciré tu presupuesto para futuras investigaciones”.
“¿Eh? ¡¿Por qué?!”
“Porque te he dicho miles de veces que no uses a las personas como conejillos de indias sin su consentimiento. Reflexiona de una vez”.
“¿Eeeeh? Pero para desarrollar la sabiduría de las sombras es necesario hacer sacrificios”.
“Nada de ‘eeeeh’. Y asegúrate de informarnos si alguna de esas tecnologías será de utilidad en este mundo”.
“Eeeeh~”
“Además, creo que Beta trajo algo más, ¿no?” Dijo Alpha mirándola seriamente.
“¿Algo más…? Aaah. La mujer de ese otro mundo ya despertó. No entendí nada de lo que decía así que la dejé hablando con Beta. Su nombre es Akane”.
“Akane… ¿qué más descubriste?”
“Su cuerpo es completamente similar al de cualquier humano. No tengo más detalles, pero si me dejan experimentar con ella, podría tenerlos”.
“Dejémosla con Beta hasta que se calme. Y no le vayas a hacer nada raro, absolutamente nada”.
“Eeh~”
Eta asintió, aunque a regañadientes.
“¿Qué más tenías que informar?” Dijo Alpha a Gamma.
“Lo segundo es sobre Zeta quien debería estar en el reino de Midgar ahora mismo. ¿Ha habido noticias de ella?”
“Ni una sola. Esa chica siempre es así… casi nunca nos reporta nada”.
Alpha suspiró nuevamente.
“En ese caso le informaré de todo lo que me enteré antes de venir a Oriana”.
“Gracias, Gamma”.
“La facción de Fenrir ha comenzado a actuar. Al parecer está secuestrando a los estudiantes de la academia. Gracias a que recuperamos a la mayoría de las poseídas, parece que están teniendo problemas para romper el sello”.
“¿Y Zeta?”
“Ella… aún no ha entrado en acción”.
“¿No ha hecho nada?”
“Así es. Y ella ya debería de saber de todos los movimientos de la facción de Fenrir”.
“Ella siempre suele actuar por su cuenta, pero es muy buena en su trabajo, eso te lo aseguro. ¿Le habrá pasado algo?” Dijo Alpha un poco preocupada.
“Aunque la facción de Fenrir esté debilitada, no hay que olvidar que ellos han estado controlando a Midgar desde las sombras todo este tiempo, además que Fenrir es de los principales Rounds del culto. No hay que subestimarlo”.
“Su facción debió perder mucho con la caída del crédito. Ahora mismo, deberían tener pocas fuerzas y recursos, pero si aún se mantienen en pie… supongo que es el poder que posee como uno de los principales Rounds”.
“¿Deberíamos enviar algo de apoyo? En Midgar aún queda Delta, pero no creo que ellas sean capaces de cooperar”.
“Es verdad…” dijo Alpha mientras miraba el paisaje.
“Ahora mismo yo sigo ocupada con la base, Eta no puede dejar su laboratorio y Beta tiene que ocuparse de la chica del otro mundo y más papeleo. La única que está libre ahora mismo es Epsilon, y tal vez unas cuantas Numbers…”
“No te preocupes, no será necesario”. Dijo Alpha, manteniendo la vista en el lejano paisaje.
“Pero… ¿está segura?”
“Sí, no hay de qué preocuparse. Ella de seguro está bien, siempre ha sido así”.
Gamma pensó que esta respuesta no era una que podría dar Alpha, era demasiado despreocupada.
“Yo tengo un mal presentimiento”.
“… Es solo que, recordé el día en que la vi por primera vez. Fue la primera vez en mi vida que vi unos ojos como los de ella, desbordados de odio por el mundo. Por eso decidí agregarla a nuestra familia, para curar aquella herida en su corazón… y yo creo que ha cambiado”.
Alpha se dio la vuelta y miró a Gamma con esos ojos azules suyos.
“Por eso, sé que estará bien… Después de todo, es parte de nuestra familia”.
Y finalmente sonrió. Una sonrisa tan gentil que parecía envolver a todos con un agradable calor.