Kasei to Kinboshi Rikonshita - Palabras del Autor
Hola a todos, Es Mitaka Kotsuka.
Bueno. Ésta es una novela corta, así que trataré de ser breve. De algún modo, lo primero que me salta a la vista es que esta es la segunda vez que “Los profesores” son incompetentes. Perdonen que sea así, en esta ocasión es solamente por el bien de la metáfora, donde los profesores son… la autoridad, ignorando a unos y otros por igual.
Y bien, vamos pues al meollo del asunto. Sobre la dedicatoria de esta ocasión, todo lo que puedo decir aquí es que vivimos tiempos extraños. No diré, como mucha gente, que los tiempos anteriores fueran de algún modo mejores o peores, me siento agradecido de vivir en el tiempo en el que vivo, pero todas las épocas tienen sus conflictos y esta no es la excepción.
Hablaré sinceramente aquí. Como dijeron en un anime, que no puedo recordar, la mayoría de los conflictos, son porque ambas partes tienen buenos puntos. Pienso que tiene razón. Si una de ellas no tiene buenos argumentos, pues no es un conflicto entonces. Mi punto en este caso no es ninguna de las dos partes, es el conflicto el problema, el modo en que se lleva, la manera en que parecen contagiarse de ese pensamiento en que la otra parte es esencialmente mala cuando eso es completamente imposible. Estoy escuchando la canción que puse al inicio mientras escribo esta nota, va de la guerra de los treinta años, cuando los católicos y protestantes se mataron los unos a los otros porque decían que el contrario era malo. Por supuesto que la ambición y los intereses personales jugaron un rol importante allí, pero ¿Alguien puede decir que no juegan un papel en pleno siglo XXI?
Lo que trato de decir, es que esas palabras se han escuchado antes… ¿La primera guerra mundial? ¿La revolución rusa? ¿La guerra fría? Sin importar el sitio y el lado al que escuches, la opinión del contrario no varía en absoluto.
La novela es una metáfora entera, como sin duda habrán notado todos a este punto, de una especie de conflicto que está tomando lentamente la forma de todos los otros conflictos que se vivieron anteriormente. Tal vez sea porque los seres humanos simplemente no podemos dejar de ser como somos que todo parece estarse repitiendo una y otra vez.
Sentí que estaba bien si lo hacía notar. Y bueno, en esta ocasión, escogí el tema porque, como dije, empieza lentamente a tomar forma de algo que, en realidad, nadie quiere ver. Quizá por eso es que en esta ocasión tuve que organizar el entorno para que la metáfora tuviera sentido, aunque perdiera realismo en el proceso. Pido perdón por lo irreal del entorno en esta ocasión, pero es la única forma que encontré para convertirlo en esta metáfora.
Hablando específicamente de lo que ocurrió en la novela, sé que algunos de ustedes se preguntarán si era posible evitar todo ese desastre. La novela en sí, es una especie de guía de “Que NO hacer” con esta clase de cosas, así que bueno, pienso que solo debería de hacerse lo contrario. Entiendo que el mundo real es mucho más complicado que eso, pero decir que “es complicado” para no molestarse en intentar arreglarlo es un tanto cobarde ¿No les parece? Lamento que en esta ocasión no haya sido capaz de realzar a mis personajes como en mis otros trabajos, pero es que el propósito de la novela no era ese.
Todo lo que puedo decir al respecto, es que si algún error cometieron todos fue esperar a que “alguien” hiciera algo al respecto. Supongo que esa es la razón real de que yo esté haciendo esto.
Pienso que, a pesar de que es difícil, a pesar de que no coincidimos, a pesar de que a veces no nos entendemos en absoluto, todos podemos intentar al menos llevarnos mejor con nuestros vecinos, por desagradables que a veces nos parezcan. No digo que los criminales no deben recibir un castigo o que vamos a correr todos en un campo de flores, pero si no lo intentamos, entonces, en un campo de flores es donde vamos a terminar, y no corriendo.
Espero no estar siendo engreído con la novela en general, es algo que tenía que sacarme del pecho y como tal, lo hice. Agradezco a quienes me siguieron hasta aquí, y seguiré escribiendo las novelas convencionales que ya todos conocen. Espero seguir contando con su apoyo.
Mitaka Kotsuka.