Kujibiki Tokushou: Musou Harem ken - 154. La posición de un Maestro en un harem
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- 154. La posición de un Maestro en un harem
Miu Mi Myuu se levantó de la cama.
Levantándose con cuidado, para no despertar a su amo.
Miu se bajó tranquilamente de la cama y salió de la habitación tras ocultar su presencia.
Recogió su uniforme de criada por el camino y se lo puso fuera de la habitación tras cerrar la puerta.
“¡Un, yosh!”
Miu utilizó el cristal de la ventana como espejo y se cepillo el pelo.
Rápidamente, volvió a su habitual aspecto de criada con orejas de gato y con una hermosa sonrisa.
Aquella criada que recibió el amor de su amo, sonreía y tarareaba como si hubiera recibido toda la felicidad del mundo.
“Tengo que ir a trabajar. Debo preparar la comida del amo y de todas–"
En el instante en que la criada estaba a punto de moverse, la puerta del dormitorio se abrió de repente.
Miu se estremeció. Pensó que podría haber despertado a Kakeru.
Pensando en eso, se giró lentamente y allí estaba Iris.
Su pelo suelto caía por su desnudo cuerpo, ella estaba mostrando su cuerpo como si no le importara.
“¿Iris-sama? ¿Pasa algo?”
“No……uhm, bueno…”
Iris, cerró la puerta y quiso decir algo, pero sus palabras no salían como ella quería.
Ella miró fijamente a Miu, entrecerrando las cejas.
Ella estaba tratando de decirle algo, pero no podía empezar a hablar.
“¿Necesitas algo? ¡Ah! Te sientes mal-…”
"No, estoy bien. Después de todo, Kakeru es muy amable.”
“¡Lo sé bien! El Maestro podría parecer muy rudo, ¡pero en realidad es muy amable! Como si prestara atención a nuestras pequeñas necesidades, como si cuidara de nosotras como algo delicado.”
Miu enfatizó mientras agitaba sus puños ligeramente hacia arriba y hacia abajo.
Moviendo su cola que mostraba claramente su alegría.
“Sí, eso fue realmente inesperado. Su imagen parecía de una persona ruda.”
“¡Eso no es cierto en absoluto! El Maestro es-…”
"No, lo sé. Sólo estoy hablando de la imagen que tenía de Kakeru antes.”
“¡Ah! ¡Sí! Lo siento mucho. Estaba sacando conclusiones precipitadas.”
"No, está bien. ……”
Iris volvió a mirar profundamente a Miu.
Sin decir nada, sólo mirándola fijamente.
“……uhm, ¿qué necesitas realmente? Iris-sama.”
“Con el día de hoy, finalmente entendí. Por qué Miu y Delfina son las que deben ser tomadas como modelo a seguir.”
"¡¿Eh?! ¿Delfina-sama y yo? ¿Modelo a seguir? ¿Ehhhh~?”
Miu comenzó a entrar en pánico.
“Oh no, Iris-sama no tiene nada que aprender de mí. No soy más que una criada.”
“No, fue una excelente preparación. Miu es realmente increíble. Si no fueras de Kakeru, te habría buscado para que fueras mi criada.”
“Buscado……”
"¿Qué es?
“N-No, no es nada. Sólo recordé el momento cuando Delfina-sama quiso contratarme. Pensé que tal vez era porque soy la criada del Maestro.”
"Ya veo. Delfina ya se me había adelantado, eh. No, es lo que se esperaba, ella es Delfina después de todo.”
“¿Eh, eh? ¿Ehhh?”
"No es nada. Lo siento, te confundí diciendo cosas raras.”
“¡Para nada! ¡Por favor, no te disculpes!”
Miu reaccionó al "lo siento" de Iris y agitó las manos mientras se encogía.
“Perdón, ¿puedo pedirte una cosa también?”
“¡Sí! Por favor, dime lo que quieras.”
"¿Puedo venir a visitarte de vez en cuando?”
"¿Eh? Sí, por supuesto. Iris-sama es la mujer del Maestro.”
“No me refiero a eso. Quiero venir a visitar a Miu.”
"¿A-A mi?”
“¿Es una molestia?”
“¡No, en absoluto! En absoluto, pero……uhmm, ¿por qué, es eso?”
“Quiero aprender. Sobre muchas cosas.”
“¿Aprender de mí? ¿Iris-sama quiere convertirse en una criada? ¿Aunque sea una princesa?”
Miu se sorprendió mucho.
Al escuchar esa reacción, Iris soltó una risita y se tapó la boca.
“Bueno, eso podría ser bueno también. Convertirse en la criada de Kakeru. ¿Realmente podría ser una buena idea?”
“Si es la criada del Maestro, seria bueno.”
Miu se sorprendió mucho de que se convirtiera en una criada a pesar de ser una princesa, sin embargo, simplemente se convenció al escuchar que la persona a la que serviría sería Kakeru.
“¿Qué piensas? ¿Puedo venir y aprender de ti?”
“¡Sí! Si es así…… aunque no sé si seré de mucha ayuda.”
"Lo serás. Gracias, Miu.”
“¡Sí, Iris-sama!”
“Puedes llamarme sólo Iris.”
“¿Ehhh? N-No, no puedo. Alguien como yo llamando a Iris-sama sólo por su nombre.”
“Ya veo, umu, los honoríficos son esenciales con la posición de una persona, supongo.”
"Sí.”
"Si es así, entonces te llamaré Miu-sensei. Por favor, cuida de mí, Miu-sensei.”
“¡¿Ehhhhhh?!”
Miu levantó la voz tan fuerte que casi fue un grito.
Iris se limitó a mirarla profundamente mientras sonreía.
Las mujeres van cambiando poco a poco su relación con el harén, creciendo y queriendo convertirse en una "mujer" adecuada para él.
Y lo que las hace anhelar eso, es la grandeza de la dignidad que posee el hombre Yuuki Kakeru.