Kujibiki Tokushou: Musou Harem ken - 84. La dignidad de un Rey
Dentro de la mansión, llamé a Nana, Io y Delfina a mi habitación.
Me senté con todo mi cuerpo en el sofá, y los tres están frente a mí.
“Y, por eso, me voy a llevar a los soldados esclavos conmigo. Nana, ¿El escuadrón de esclavos, cuál es su poder de combate?”
“Desde la última vez, después de haber sido [entrenado] por Aruji, su fuerza aumentó mucho. Especialmente el crecimiento la capitán del cuerpo diez. Incluso si Aruji no los dirige, podrían arreglárselas hasta cierto punto.”
“Lo tengo, hiciste un buen trabajo. Normalmente enviaría a Nana para comandar a los esclavos, pero te enviaré al siguiente lugar peligroso al que iré.”
«Entendido»
Nana asintió. Con una fuerte voluntad de guerrera, ella es del tipo que se alegrara si le confían una misión.
En el instante en que entendió el significado de las palabras [el próximo lugar peligroso], sus ojos brillaron.
Y después, miré hacia Delfina.
“Te dejo la recolección de suministros. Especialmente las raciones. ¿Es aceptado el pago por adelantado? ¿O pagar después sería más adecuado?”
“Si es Kakeru-sama, pagar más tarde está bien. En lugar de eso, ¿los guardias para el cuerpo de transporte serán proporcionados por mí?”
Cuerpo de transporte…… tropas de suministro eh.
“No, no hay necesidad de eso.”
Negué con la cabeza.
“Déjame pensar……err, suministros suficientes para tres días, los quiero todos reunidos en cajas y yo los recogeré usando teletransporté.”
Los ojos de Delfina se agrandaron, luego sonrió coquetamente.
“Qué persona tan astuta. Hacer algo que nadie más podría hacer tan fácilmente. Un cuerpo que no necesita tropas de suministro, eso es algo sin precedentes, desu wa”
“Sería un poco de ventaja, ¿no?”
“No sería solo [un poco]”
Lo dijo con una sonrisa traviesa y se inclinó hacia mí.
Sus gestos son los más sexys y maduros dentro de mis mujeres.
“Solo puedo sentir lástima por aquellos que se convierten en tus enemigos.”
“Ahora que lo pienso, estabas haciendo negocios con ellos, ¿verdad?”
«Sí, lo estaba»
«¿[Estaba] Por qué?»
Delfina me miró y volvió a sonreír coquetamente.
(LoD: Ya llevártela a la cama, ella lo está pidiendo.)
“Concluí todos los negocios al mismo tiempo que supe sobre la sangre real de Fiona y Marie. Era obvio que Kakeru-sama interferiría después de todo.”
“Aun así, te retiraste tan fácilmente. ¿No dijiste antes de que el mejor momento es justo antes de que el árbol caiga?”
“Sí, sobre eso, ya he logrado llevarme todas lo valioso.”
“Tu, eres increíble.”
“Gracias por tus elogios, desu wa”
Como se esperaba de una mujer que ha obtenido una riqueza equivalente a la de un reino.
Su astucia es bastante buena.
Por eso, podría dejarle las cosas a ella sin preocupaciones.
“Te lo dejo todo. Yo soy quien lo transportará, por lo que no necesitas pensar en alimentos conservados. Debe ser fresco.”
«Entendído»
Delfina asintió.
Después de alejarme de ella, esta vez, miré hacia Io.
“Io, esos dos, ¿Pelearon con humanos antes?”
“Sí, lo hicieron. A veces aceptamos juntos misiones de subyugación de bandidos después de todo.»
«Entonces ven conmigo. Puede que haya un turno para tu gran magia. Te llevaré conmigo como opción.”
“Un, lo tengo. Pero, un turno para mi magia, ¿habría tal cosa?”
“Tú, ¿cuál es el rango de lanzamiento de tu magia relámpago? ¿Qué tan lejos llegaría?”
“¿Eh? Probablemente… alrededor de ese árbol de allí, ¿creo?”
Io señaló un árbol a cierta distancia.
La distancia desde aquí y el árbol es de aproximadamente un kilómetro.
«Eso es suficiente. Dependerá de ti en los puntos donde se necesitara un ataque enfocado, vendrás con nosotros mientras reservas tus poderes mágicos»
“¡Un, lo tengo!”
Io dijo eso y entrelazó sus brazos con los míos.
Ella se aferra a mí con su cuerpo de una manera diferente con Delfina. Era como un animalito que quiere jugar, es del tipo que no se contiene.
“¡Yo, haré todo lo posible por Kakeru-san, está bien!”
Ella es como un cachorro.
Recordando el pasado, ella vino a mí como una discípula o algo así.
En comparación con esos tiempos, se ha vuelto muy confiable, pero esta parte de ella no ha cambiado.
“Se que harás un buen trabajo, por eso te llevo conmigo.”
“—-un! ¡Lo haré lo mejor que pueda!»
Io estaba encantada.
Por último, me giré hacia Miu, que había entrado tarde en la habitación.
“Ven aquí, Miu”
«Si Maestro»
(LoD: He sentido que no ha tenido mucho protagonismo…igual que Helene)
Abracé a la sirvienta de orejas de animal que senté en mi regazo y * MofuMofu *.
Le di * MofuMofu * tanto como pude. Estaré ocupado a partir de ahora, así que como un avance,* MofuMofu *
“Hawa~……”
De todos modos, * MofuMofu *.
“Miu.”
“Hawa~……”
“Te dejaré todo mientras no esté en la mansión.”
“E~to, ¿Sobre que cosas, Maestro?”
«Todo»
Respondí de inmediato.
“El mantenimiento de la mansión, por supuesto, cosas como comerciantes, nobles o mensajeros que vienen de otros países. Te dejo todo menos lo de Siracuza. Hazlo bien»
“¿Incluidos mensajeros de otros países?”
Miu se sorprendió.
«Si. Lo dejo en tus manos»
“¿Seré capaz de hacer eso?….”
Miu parecía preocupada, pero lo sé.
Ella es alguien muy hábil.
Originalmente, mi pedido cuando compré a Miu era [una buena criada].
Y Miu, que vino entonces, no era [buena], era una criada [super buena].
Intencionalmente no contraté a una nueva sirvienta para probar su capacidad, pero es una sirvienta increíble, que hasta ahora, podía hacer las cosas en la mansión por sí misma.
La parte más sorprendente es que ella misma no se da cuenta de lo increíble que es.
“De todos modos, te lo dejo a ti. Si lo haces lo suficientemente bien, te * MofuMofu * todo lo que quieras cuando regrese.”
“—! ¡Entendído!»
Sus orejas se elevaron como * ¡Pikon! *, Y respondieron con mucha fuerza.
Con esto, se termina la preparación para la partida.
***
Al día siguiente, dejé la ciudad de Roizen.
El carruaje lleva a las dos personas importantes, Fiona y Marie. Mientras los soldados esclavos y el grupo de Io los rodean para protegerlos.
Y, primero, llevaré a las dos a la base del ejército de resistencia.
<Este debe ser el lugar más seguro del mundo.>
“¿Qué quieres decir, Eleanor?”
<Qué, no me hagas caso, solo pensé que dentro de este carruaje está el lugar más seguro de este mundo. Estamos Hikari y yo. Nana Kanou también está presente, también está Io y sus amigos, y los soldados esclavos que se moverán de inmediato.>
«Ya veo»
<¿Qué hay de Otou-san?>
Dijo Hikari en su forma de Espada Demoníaca, a ella le pareció extraño que no me mencionara.
<Si llamo el nombre de este tipo, ya seria exagerado después de todo.>
<……?>
<Quiero decir que, solo con este tipo, ya es el lugar más seguro del mundo.>
<—-¡Ya veo! Un, eso es correcto, es súper seguro con Otou-san por aquí.>
Marchamos mientras escuchaba la reconfortante conversación de madre e hija, Eleanor y Hikari, dentro de mi cabeza.
De hecho, tal como ha dicho Eleanor, conmigo no hay de que preocuparse.
De repente, los soldados esclavos se pusieron ruidosos.
“¡¡Q-Qué pasó, Kakeru-san—-ah !!”
Al oír el ruido, Fiona levantó la cortina del carruaje y echó un vistazo.
Y justo cuando hizo eso, ella vio humo a lo lejos, un grupo se dirigía hacia nosotros.
Por cómo se ven desde lejos, parecen ser una banda de ladrones.
Sus números también son muchos. Además de eso, parece que están planeando atacarnos.
“Q-Qué debemos hacer, Kakeru-san.”
“No te preocupes”
Eché un vistazo a los ladrones y respondí como si nada.
“N-No te preocupes, dices, no importa cómo los mires, son ladrones, deberíamos hacer algo”
“Con tanto, no hay necesidad de que me mueva.”
“¡¿Eh ?!”
Fiona se sorprendió, al final solo pudo confiar en mis palabras.
Desde una distancia un poco lejana, escuché la voz digna de Nana.
“Soldados esclavos. El primer pelotón al cuarto pelotón, síganme al frente. Del quinto al décimo, rodéenlos desde los lados. El resto, protejan el carruaje con sus vidas.”
Nana, ordenó sin entrar en pánico.
De principio a fin, no tuve que decirle nada a Nana. Nana tampoco preguntó nada.
En una situación de este tipo, no hay necesidad de que participe—–o más bien, es una situación en la que ni siquiera necesito tomar el mando.
La mitad de los soldados esclavos aniquilaron a los ladrones, y la mitad restante de los soldados esclavos protegió el carruaje mientras avanzaba.
“Kakeru-san ……”
«Increíble……»
Fiona y Marie, las dos me miraron con ojos cada vez más llenos de admiración.