Seiun wo Kakeru - 3. El reconocimiento como un aldeano
La casa del jefe de la aldea era grande. El edificio en sí, si se compara con la casa en la que vive Eiji, era mucho más nueva y no tenía rastros de agujeros o parches.
– Bueno, entonces, ¿de qué eres capaz?
Lo que le esperaba a Eiji, quien fue llamado para reunirse con la jefe de la aldea, fue esta clase de pregunta. Fue una voz ronca. En el sol quemado, la piel ligeramente negra con numerosas pecas y arrugas. El nombre de la anciana era Bona.
Ella era bajita y con espalda jorobada. Aunque se dice que tiene más de cincuenta años, su aspecto era aterradoramente viejo. A los ojos de Eiji, Bona parecía más probable que este en sus setenta años.
Tal vez se deba a una dieta baja en nutrición y duras condiciones de trabajo todos los días que hicieron que su apariencia se vea así de vieja. Sin embargo, hubo algo diferente a pesar de eso. Sus pupilas claras estaban llenas de sabiduría y una fuerte voluntad. La pequeña postura de Bona parecía grandiosa. Tal vez sea la prueba de que por dentro, ella es una persona con habilidades sobresalientes.
‘Así que estoy siendo probado’ pensó Eiji, sintiendo que los músculos de su columna se volvían tensos, mientras intentaba repeler la mirada aguda dirigida hacia él.
Debido a que el origen de Eiji aún se desconoce, era bastante preocupante para la jefe. Sin embargo, Eiji sabía de lo que era capaz, y lo que podía hacer para hacer una contribución a esta aldea. Su confianza en sus habilidades era más que suficiente.
– Puedo hacer cosas.
– ¿Me gustaran?
– Podemos hacer uso de instalaciones como el molino de agua que utiliza la fuerza del agua, herramientas que pueden moler fácilmente trigo, guadañas y azadas, o una herramienta llamada pico. Puedo hacer que todas ellas a través del proceso de forjar.
– Suena asombroso. ¿Qué opinas Jane?
– Está bien para mi. Ha estado aquí dos semanas y no he notado nada violento en su conducta, así que no veo ningún problema. Además, la única carta de triunfo de nuestra aldea es el cuero, y eso solo no será rentable para el comercio.
– Estoy de acuerdo. Conseguir guadañas y azadas de alta calidad seguramente marcaría la diferencia.
– Además, si Tanya, que aún no se ha casado, siente simpatía por él, estaré más que feliz.
– ¿Heh? Eso es realmente favorable. Desde que la niña perdió a su esposo, ella nunca ha recibido a ningún otro hombre, por lo que probablemente se sienta sola. Por lo tanto, tenemos que considerar esto de manera positiva.
La jefe de la aldea, Bona, asintió profundamente mientras ella estaba de acuerdo. Supongo que eso significaría oficialmente reconocer a Eiji como miembro de la aldea. A pesar de que había esperado que esto sucediera, se sintió algo aliviado por este resultado.
– Bien. En ese caso, te ordeno que estes a cargo de la herrería, haz herramientas agrícolas. Debido a que están pasando muchas cosas durante la temporada de cosecha, quedarás exento de cualquier trabajo en la granja. De lo contrario, no podrás centrarte en tu tarea.
Eiji comenzó a hacer los planes necesarios dentro de su cabeza. Siempre que se proporcionen ciertas herramientas, un herrero podrá hacer de todo. Sin embargo, al principio, se necesitan muchos dispositivos e instalaciones.
Primero, se requiere un horno. Luego artículos, tales como: un yunque, un martillo de hierro, pinzas de fuego, un cincel, fuelles, piedras de afilar y un molino de agua. Además de la leña necesaria para hacer carbón, los minerales extraídos también son importantes.
Por el momento, usar arcilla para hacer un horno estaría bien; sin embargo, incluso si tiene los materiales requeridos, la fabricación de herramientas tomaría mucho tiempo. ‘Me pregunto si usar una piedra como sustituto para golpear el hierro funcionara.’ – pensó Eiji. Tener un martillo hecho de bronce estaría bien, aún así …
– Necesito hacer un horno y crear las herramientas de forjado desde cero, por lo que tomará alrededor de tres meses. En ese momento obtendré las herramientas necesarias.
– Eso es bastante tiempo … ¿no?
– Si ese tiempo le permite hacer herramientas agrícolas, entonces podría esperar, pero no sé si podemos permitirnos alimentarte durante tres meses sin que tu trabajo brinde frutos. Ya sabes, nuestro pueblo no es tan abundante. Entonces realmente no es algo que se pueda evitar.
Esas son algunas palabras duras. ‘Me pregunto sí esto es lo que significa vivir una vida dura’ – pensó Eiji. Pero darse por vencido significaría abandonar tu trabajo a mitad de camino; también, llevaría a una mala reputación.
Para un artesano, hacer herramientas está sujeto a responsabilidades. Por eso, solo decir un simple sí no será suficiente. Cuando Eiji notó la ansiedad en los ojos de Jane, se preparó.
– Una vez que tenga éxito, lo produciré una y otra vez. Incluso en la agricultura, cuando siembras semillas, no puedes esperar una cosecha al día siguiente. Me gustaría que entendieras que para que este trabajo dé frutos, necesita tiempo.
– Bueno, hay algo de verdad en lo que dices. Ok, le diré esto a todos. El trigo y la cebada se distribuyen por persona, por lo que no tienes que preocuparte, pero me aseguraré de que seas útil.
– Está bien mientras entiendas. No quiero hacerle ceder, tanto como sea posible, así que puede estar segura.
– A cambio, si fallas, me aseguraré de que trabajes realmente duro.
– Esas son algunas palabras aterradoras que salen de su boca.
– Da lo mejor de ti, cuento contigo.
Los ojos de Bona, que estaban ocultos bajo las arrugas, chispearon de luz. Con el fin de eliminar el hambre de muchos seres humanos, no importaba quién produjera un mejor resultado.
A pesar de sentir la piel de gallina corriendo por su espina dorsal, Eiji asintió resueltamente.
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– Uff, esa jefe de la aldea seguro es una mujer increíble.
– Se le considera una dama de carácter que carga con la responsabilidad de nuestra aldea sobre sus hombros. De hecho, es una persona increíble, ¿no? Todos están dispuestos a escucharla sin quejas.
-Podría entender eso solo por su increíble aura. Con eso se decidió que trabajaré como herrero, pero solo por un tiempo, creo que tengo algo de tiempo.
– ¿Es crees?
– Hay mucho que hacer, sin embargo, todo necesita tiempo y debe hacerse en orden.
Después de tener una audiencia con Bona, Eiji regresó a la casa de Tanya. Recordar la conversación hizo que el estómago de Eiji se sintiera incómodo. Pensar que podía decir sus pensamientos tan descaradamente, incluso él se impresionó a sí mismo.
Usando un cuchillo de bronce, Eiji golpeó el bambú. Una vez que lo corta, lo balancea arriba y abajo y luego lo clava. El sonido del corte del cuchillo podía escucharse. En comparación con el hierro, el bambú es mucho más ligero, y podía sentirlo reverberando por todo su cuerpo, que estaba lleno de dolores musculares. ‘* Suspiro *, quiero hacer herramientas con hierro, al menos las que deberían estar a mi alrededor’ – pensó Eiji.
Después de hacer diecisiete piezas de dientes, lo único que queda es insertarlos a través de los agujeros hechos en el senbakoki.
‘Esto también, quiero rehacer algún día usando hierro’ – pensó. Es que, hacer esto usando bambú eventualmente haría que se rompa. Como el hierro es más fuerte y resistente, significa que el trabajo será mucho más fácil.
– ¿Qué planeas hacer a partir de ahora?
– Me gustaría encontrar un lugar donde pueda obtener minerales y arcilla. Además, necesito algunos materiales de madera, así que si me pueden presentar a un leñador aquí.
– Hay una persona llamada Phillip quien es el leñador. Debido a que viaja mucho entre la aldea y la montaña cercana, probablemente sepa dónde conseguir estos materiales.
– Tanya, ¿tienes algún plan hoy?
– Muy probablemente, voy a hacer más trilla usando el senbakoki. Luego tejere un poco de paja y prepare la comida. Gracias a ti mi trabajo se hizo mucho más fácil.
‘Me pregunto cuántas veces me lo agradeció’ pensó Eiji. Pero dado que este es un trabajo realmente agotador, ser útil lo hizo feliz.
‘Debería hacer un tamizador, para separar la paja del grano. Una vez que tenga tiempo, me gustaría hacerlo también’ pensó.
La cabeza de Eiji estaba llena de inventos que quería hacer, pero por esta razón necesitaba más madera, para producir más carbón.
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Al este de la aldea, hay un río que fluye en dirección norte-sur. Mientras Eiji caminaba a lo largo, notó un camino sin pavimentar. Debido a que se quitaron las piedras grandes y no se veía hierba, estaba claro que la gente usa este camino con regularidad. Mientras caminaba hacia el norte desde el río, comenzaron a aparecer colinas ligeramente elevadas. Debido a las técnicas de tala y la baja población, los árboles densamente cubiertos se podían ver no muy lejos del camino. Era un bosque
El interior del bosque estaba oscuro, por lo que parecía que uno no podía entrar fácilmente. Mientras avanzaba por el camino y subía la colina, se podía ver una gran casa parecida a un granero. Probablemente fue una cabaña forestal. Frente a él, había un carro de bueyes descansando con un toro pastando cerca.
Al ver que la silueta de Eiji se acercaba, el toro no parecía tener miedo, en lugar de eso, miró a Eiji con sus «ojos rotundos». Estaba masticando hierba, mientras soltaba algo de baba y mugidos.
Cuanto más se aproximaba Eiji hacia el toro y la cabaña, más claro se escuchaba el sonido de un hacha de guerra.
– Buenos días.
– B-buenos días.
El tipo, que estaba golpeando el árbol, parecía ser más grande de lo que Eiji esperaba. Tenía unos dos metros de altura. Su cuerpo estaba cubierto de músculos gruesos, y su brazo expuesto era tan grande como la cintura de una niña. Tenía el pelo rojo oscuro, ojos azules y cara cuadrada. Su área de la boca estaba cubierta con una barba.
– Philip-san, mi nombre es Eiji. Desde hoy, me han reconocido oficialmente como un miembro de esta aldea. Debido a que mi trabajo se basa en utilizar mucho el bosque, vine a saludarlo.
– Soy Philip, es un placer.
Él no parecía ser el tipo comunicativo, y usó pocas palabras, lo que lo hace parecer una persona con una discapacidad mental. Mientras sentía el poder abrumador proveniente de este gigante, Eiji pudo notar que bajo la torpeza de esta persona había rastros de bondad.
– Philip-san, he escuchado que viajas mucho a la montaña, ¿entonces quizás verías arcilla, hierro, bronce y estaño? Por arcilla quiero decir …
– E-entendido, lo entiendo. La arcilla está por ahi, el mineral de hierro por alla, el bronce estaba en el otro lado. Los encontré porque una vez me pidieron de otros pueblos.
Todas las direcciones que él señaló estaban dentro del bosque cubierto de maleza. Hacerlo con fuerza probablemente significaría perderse. En cuanto a Eiji, que no tenía habilidades de supervivencia, llegar al destino sin perderse sería imposible.
– Discúlpeme, puedo estar interrumpiendo su trabajo, pero ¿podría guiarme allí, al menos una vez?
– ……………
Philip insertó su hacha parcialmente pesada en el árbol . Después de ver a Philip asintiendo sin pronunciar una sola palabra, Eiji sintió un suspiro de alivio.