Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 127. Vida lenta y a alta velocidad
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- 127. Vida lenta y a alta velocidad
Dentro de la oficina estaba revisando la lista mágica de mi nueva Tarjeta Rara cuando entró Yuria.
—Maestro
—¿Qué pasa?
—Hay alguien aquí para consultarte.
—¿Consultar?
Ladeé la cabeza, confusa.
Era la primera vez que oía a Yuria utilizar ese término para referirse a una reunión.
Habría ‘peticiones’ y ‘deseos’ de los ciudadanos. Esas cosas llegaban a diario, pero una consulta era una primicia.
—Quieren reunirse contigo directamente y hablar Maestro.
—Ya veo.
La cara de Yuria estaba tan rígida como siempre, pero me di cuenta de que no sabía qué hacer.
Ella reunía las ‘peticiones’ normales, las organizaba y me las traía.
Estaba claro que la petición de ‘reunirse conmigo’ la dejaba perpleja.
—Entendido. Quedemos. ¿Dónde está?
—Está afuera.
—Entonces, ¿ya está aquí? Entonces déjalo entrar. ¿Cómo se llama?
—Nestor
Escuche su nombre y le di permiso para entrar en la barrera absoluta.
Al cabo de un rato Yuria volvió guiando a un hombre a la sala.
Parecía tener unos cuarenta años.
Tenía una barba cuadrada y un aspecto bastante caballeroso.
—Muchas gracias Su Majestad el Rey.
Al entrar en la habitación hizo una reverencia.
—Nestor ¿verdad? Tome asiento.
Le indiqué la silla que había frente a mí y mi escritorio.
Se sentó mientras yo apoyaba los codos en el escritorio y sostenía la barbilla con las manos cruzadas. Entonces tomé la palabra.
—¿Tenías algo que preguntar?
—En verdad…….. me gustaría mudarme de Ribek.
—¿Hm?
Esto estaba fuera de mis expectativas.
—Quieres mudarte de Ribek……..¿Qué quieres decir?
—He estado viviendo en Ribek durante bastante tiempo.
—¿Quieres decir que viviste aquí durante el gobierno de Marato?
—Sí e incluso antes.
—Oh.
—Cuando nací, Ribek era un pueblo agrícola. Se desarrolló sin prisa pero sin pausa hasta que llamó la atención de Marato y él se hizo cargo. Después de que Su Majestad llegó y desarrolló rápidamente la zona hasta este punto.
—Huh, este lugar solía ser un pueblo agrícola… nunca lo supe.
Eso fue muy interesante. No tenía ni idea de la historia de Ribek, así que no tenía información sobre esto.
Al fin y al cabo, cuando llegó Marato este lugar ya tenía el ambiente de una ciudad comercial.
No le quedaban vestigios de una comunidad agrícola.
—Es gracias a su Majestad que Ribek ha crecido tanto, eso es una alegría. Incluso ahora todo el mundo vive feliz……… pero
—¿Pero?
—Para alguien como yo la vida cotidiana actual de Ribek es demasiado animada…..el ritmo de vida es demasiado rápido.
—…..en pocas palabras prefieres una zona rural a una ciudad?
—Hablando con franqueza, ese sería el caso.
—…….Ya veo.
Me volví a sentar en la silla y me quedé mirando al techo.
En resumen, quería dejar la ciudad y vivir en el campo. …..
Hasta ahora había estado desarrollando mi país con mi DORECA.
Para revivir el mundo había utilizado la magia aparentemente infinita de la alegría de mis Esclavas para desarrollarlo a un ritmo rápido.
Todo iba sobre ruedas y cada enemigo extranjero era ahuyentado. Mi población había superado los 10.000 habitantes y cada vez éramos más prósperos.
Había pensado que eso era lo mejor, la gente como Nestor no había entrado en mis pensamientos en absoluto.
No había pensado en ellos antes… pero podía entenderlo.
—Entiendo lo que quieres decir.
—Entonces…
—Sí.
Asentí.
—…. te lo prepararé.
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Tres días después en las afueras de Ribek.
Había unas veinte personas con Néstor en el centro.
Todos eran hombres jóvenes y no habían traído a nadie con ellos. Parecían ser solteros.
—¿Estas son todas las personas interesadas?
—Sí.
Había enviado un aviso oficial después de mi charla con Néstor.
Dije que iba a hacer un nuevo pueblo agrícola, así que los interesados eran bienvenidos.
Los que habían venido eran estas 20 personas.
—Ya veo
—Um….Su Majestad?
—¿Qué?
—¿Viene usted también, Majestad?
—Sí. Te dije que lo haría para ti, ¿verdad?
—Siento mucho tener que decir esto, pero…
—Entiendo lo que quieres decir.
Impedí que Néstor dijera nada más.
—Si estoy ahí el ritmo se acelerará de nuevo y hará difícil tu estilo de vida verdad?
—Bueno……. siento decirlo….pero si.
—No tienes que disculparte. Entiendo lo que dices. Soy lo suficientemente consciente de mí mismo para eso.
Néstor y la gente que le rodeaba querían vivir una vida lenta.
Querían alejarse de la ciudad y vivir a su propio ritmo.
Si yo llegaba, su nueva zona se convertiría en una vida lenta de alta velocidad y no podrían vivir a su ritmo.
No querían eso.
Lo comprendí.
—Estén tranquilos.
—¿Eh?
—Dejé atrás a mi DORECA. La única que tengo es la Tarjeta Normal de mi hija.
—Encantada de conoceros.
Dijo Olga mientras se asomaba por detrás de mí.
Era la hija de Svetlana, mi duodécima esclava.
Era la única que había traído.
—A mí también me interesa un estilo de vida despreocupado y lento.
Después de mis palabras y acciones, Néstor y los demás parecían bastante aliviados.