El Harem del Emperador - 54. Encuentro de quinta noche
Mi mundo nunca se ha encontrado limitado por mi débil y precaria visión. Es más, puedo asegurar que gracias a mi ceguera he logrado que esté, se amplie de una forma imposible de imaginar para el resto de las personas.
El ser capaz de percibir y vislumbrar el mundo a través de mi percepción de maná, tal y como si de un tercer ojo se tratará. Es un don del que nunca podré estar lo suficientemente agradecida con los dioses. Tanto así que nunca me ha importado el hecho de que otros me miren con desprecio debido a mi ceguera.
Mi mundo es un lugar tan fascinante y lleno de colores únicos, qué hace un desperdicio de tiempo cualquier cosa que no sea investigarlo.
¡¡Después de todo, eso es lo que soy!! ¡¡Una orgullosa investigadora principiante de la academia imperial!!
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– ¿Segura que se encuentra lista? – Claudia.
– Por supuesto, nada evitará que la academia imperial reciba ese jugoso patrocinio. A demás, tener este bebé será la oportunidad perfecta para trabajar en mi tesis. – Pelirroja
Dar a luz es la tarea más importante para la que toda mujer noble es educada. Esto es aún más cierto para nosotros los nobles de sangre pura.
Pero lo que realmente me ha traído hasta aquí está noche, no es ningún estúpido sentido del deber hacia mi casa o dinero.
No, lo que me ha traído hasta aquí está noche. Es la única y extraordinaria oportunidad de poner mis manos sobre una magia de línea de sangre.
De entre todas las magias existentes al alcance de los humanos, las magias de línea de sangre eran las más celosamente resguardadas y poco investigadas.
No es de extrañar dado a su naturaleza como herramienta política y el hecho de que no exista ningún material de investigación sobre ellas.
En pocas palabras, todo lo relacionado a estás poderosas y antiguas magias, no era más que un misterio lejos del alcance de cualquier que no perteneciera a estás familias.
Dado que hay tantas cosas aún desconocidas sobre la verdadera naturaleza de estas magias, como investigadora no concibo mejor campo de estudio en el que dejar mi huella en los anales de la historia.
– Solo para confirmar la información ¿Usted conoce la naturaleza de las actividades que está a punto de llevar a cabo? – Claudia.
– Por supuesto~★ Desde que fui informada he estado estudiando todo el material de referencia al respecto en la academia. Incluso leí todos los libros y material decomisado por los prefectos en los dormitorios de la academia. – Pelirroja.
Tras escuchar mi entusiasta repuesta uno de los parpados de la Maid se crispó apenas perceptiblemente.
– Por favor, solo limítese a lo mostrado en las guías Ross. – Claudia.
– ¿Habla de esos libros viejos? Pero yo quería intentar meterlo por mi trase…. – Pelirroja.
– Limítese a lo mostrado en las guías ¿Quedó claro? – Claudia.
– Si (눈‸눈). – Pelirroja.
Bastante decepcionada recordé esas anticuadas guías que las madres solían regalar a sus hijas en sus décimos quinto cumpleaños. Eran ejemplares muy explicativos y fáciles de entender, que contenían todos los conocimientos de alcoba necesarios para la vida matrimonial.
Pero también eran obras tremendamente conservadoras que no profundizaban en lo absoluto en las complejidades del acto. En este aspecto los libros ilegales que había conseguido de los bienes decomisados eran mucho más completos.
Honestamente, una buena parte de mi interés sobre el sexo se había evaporado con esa última orden.
– Muy bien, adelante. – Claudia
Una vez claro que había tomado su orden enserio, la Maid abrió la puerta de la recamara. Detrás de está, un brillo segador rápidamente obstaculizo mi visión obligándome a entre cerrar mis ojos. Pero más temprano que tarde, pude darme cuenta de que este brillo segador era captado por mi tercer ojo (figurativamente hablando) y no era un fenómeno físico como tal.
– Espere un segundo, necesito habituarme un poco antes de poder avanzar por mi cuenta. <(>w<)>- Pelirroja
Abrumada, tome el dobladillo del vestido de la Maid con una de mis manos para guiarme.
Llevaba toda una vida confiando en mi percepción de maná a modo de tercer ojo, por lo que “apagarlo” no era algo que pudiera hacer fácilmente.
– Buenas noches joven maestro, está noche tengo el gusto de presentarle a esta joven y distinguida señorita cómo su compañera para… – Claudia
Mientras escuchaba a la Maid comenzar con las formalidades, mis ojos finalmente lograron recuperar el protagonismo que en un principio debían tener.
A través de ellos y con mucho esfuerzo logré contemplar el escenario rigurosamente preparado en el que me encontraba. Una fuerte atmósfera cargada de intimidad impregnaba los alrededores, mientras que un meticuloso cuidado de los detalles hacía de la habitación un lugar realmente acogedor.
Pero pese a todo esto, no pude evitar sentirme tremendamente inquieta por la presencia de una fuente de mana asquerosamente grande no identificada.
Con prisa acomodé mis gafas y comencé a explorar los alrededores ajustando cuidadosamente mis sentidos para ubicar la fuente de mana.
Pero justo antes de conseguirlo, la fuente misma fue quien se reveló exclamando a todo pulmón palabras difíciles de comprender.
– Es-es-es… ¡¡Es una JS!! ¡¡Han traído una JS de verdad!! ¡¡Santos cielos!! ¡¡No hay forma de que esto esté bien en absoluto!!- Vettel
Señalándome con el dedo, un hombre de apariencia marchita se puso de pie y proclamo en voz alta.
Su exabrupto y peculiares gestos sin duda atraparían mi atención en cualquier otra situación. Pero mi mente en este momento era incapaz de pensar en ninguna otra cosa qué no fue el hecho, de que él era la fuente de mana asquerosamente grande que tenía mis sentidos completamente abrumados.
– (Es enorme, no, incluso la palabra enorme se queda corta para describir está aberración ¿Cómo rayos él es capaz de vivir con esa bomba dentro de su pecho en lugar de corazón?)- Pelirroja
Los de sangre noble, somos especiales gracias a nuestro núcleo mágico. Este es un órgano especial conformado por un pequeño cristal que se encuentra engarzado en nuestros corazones.
Los núcleos mágicos son los principales responsables de todas las características mágicas de los sangre noble. Y gracias a mí peculiar don, era capaz de percibir este órgano como una luz dentro del pecho de cada individuo.
Por supuesto el color y la intensidad de este brillo, varía enormemente de persona a persona, al punto de ser únicos.
Pero está era la primera vez en mi vida que observaba, un núcleo tan grande y brillante como el de mi anfitrión.
– (Brilla tan intensamente, pero no luce para nada saludable. Es más bien un brillo artificial sin color o calidez que se asemeja a los corazones artificiales de algunos autómatas)- Pelirroja
Fascinada por el extraño fenómeno frente a mí, dejé a mi mente volar mientras hacía conjeturas sobre lo que podría haber conducido a esta extraña condición.
– Cálmese joven maestro, no entiendo que significa ese término, que tanto menciona. Pero si la invitada no es de su agrado… – Priya
– ¡¡Por supuesto que es de mi agrado!! ¡¡ Y eso es el problema aquí!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Muy bien, tiempo fuera!! ¡¡Ustedes dos vengan a aquí!! – Vettel
Rápidamente el anfitrión llamo a la Maid que me escoltaba y a la Maid de gran estatura, para tener una charla privada lejos de mí.
Acción que me hizo inclinar la cabeza confundida ante lo inusual que resultaba según, los modales que se me habían inculcado.
– Por favor, espera ahí un segundo ¿Vale? Necesito hablar algo muy importante con mi personal en privado. – Vettel
Aún desconcertada, asentí en silencio mientras acomodaba mis gafas.
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Pov: Vettel.
– Muy bien, en vista de que nadie más va a señalar lo que obviamente está mal aquí. Asumiré dicho papel y lo diré lo más claro posible para que ambas puedan comprender… Ahora ¿No creen que la chica de hoy, es un poco DEMASIADO JOVEN? – Vettel.
Tras alejarnos unos metros, hice que ambas Maids me prestarán sus oídos para comunicarles lo que me tenía tan alterado.
Con la única excepción de Priya que casi tuvo que arrodillarse para estar a mí altura. Ambas mujeres escucharon lo que tenía que decir tranquilamente sin inmutarse.
– Nuestra invitada podrá ser un poco corta de estatura, pero le aseguro que tiene la misma edad que Marie al momento del incidente. Además, si su capacidad reproductiva es lo que le genera dudas, puedo dar constancia de que ella ha conseguido aprobar todos los exámenes médicos pertinentes. – Claudia.
Aún incrédulo por la sería respuesta de Claudia, miré el rostro de Priya en busca de algún apoyo.
– Miss Claudia, creo en esta ocasión puedo comprender un poco el sentir del joven maestro. La invitada en esta ocasión quizás sea un poco demasiado… inmadura físicamente. – Priya
Tal y como cabría de esperar de alguien con una hermanita menor, Priya también pensaba que esto era un poco demasiado.
Momentos de apoyo como este, me hacían recordar que aún le debía una disculpa por robar la ropa interior de su hermana pequeña, estando disfrazado de fantasma.
– Mmm… ¿Realmente piensas eso Priya? Supongo que me dejé llevar por los informes médicos y su historial familiar. Pero si ambos creen que es demasiado joven, supongo que tendré que despedirla y solicitar un reemplazo. – Claudia.
Reflexionando sobré la situación actual, Claudia nos dio la razón.
Ella parecía al fin ser capaz de ver, lo que estaba mal en este montaje. Por lo que mi atención paso a la nueva información que había llamado mí atención.
– Solo por curiosidad, pero, cuando mencionaste su historial familiar ¿Exactamente a qué te referías? – Vettel.
Con nada más que curiosidad en mi mente, lancé mi pregunta en voz baja. Pero justo antes de que Claudia pudiera articular palabra alguna, una voz infantil un tanto santurrona respondió en su lugar.
– Se refería a que mi familia tiene un largo historial de embarazos a temprana edad llevados exitosamente. Mi madre, por ejemplo, dio a luz a mi hermano mayor a un mes de cumplir los 13. Y dos años después, me dio a luz sin complicaciones de ningún tipo. Pero si realmente tiene curiosidad, déjeme decirle que la marca más asombrosa la tiene una de mis tías abuelas, quien dio a luz a un bebé saludable a los 10 años. – Pelirroja.
Rápidamente mi mirada cayó en la niña pelirroja de grandes gafas justo al lado de mí.
A juzgar por las expresiones de ambas Maids, no había sido el único que falló en darse cuenta de su presencia.
– Vaya, ése es un dato… bastante sorprendente. De seguro tu tía abuela es una persona asombrosa. – Vettel.
Sin saber cómo reaccionar, simplemente respondí animadamente tratando de ocultar mi incomodidad. Cosa que pareció ser la decisión correcta, porque sus ojos se encendieron como estrellas.
– ¡Vaya que lo era! Ella escribió varios tratados, sobre el uso práctico de círculos mágicos de invocación, que fueron muy escandalosos para aquella época. Gracias a sus estudios es que hoy tenemos puertos de salto y… ¡#*? ¡¿*##@?!. – Pelirroja.
Siendo más rápida que un rayo, la mano de Claudia cubrió por completo la boca de la pequeña parlanchina. Tengo un admitir que era un poco lindo verla frustrada por esta acción y agitar sus brazos en protesta.
– Lo siento mucha joven maestra, pero se ha decidido que será exenta de sus deberes con esta casa. – Claudia.
Habiendo tomado una decisión, Claudia rápidamente pasó a la acción tratando de llevarse consigo a la pequeña parlanchina. Pero tras darle un pequeño vistazo a sus ojos llorosos y obviamente frustrados, decidí que despedirla, así como así, admitiré que este era un trato bastante cruel de mi parte.
– Espera un momento. – Vettel.
Decidido a hacer las cosas de una forma más cortes y sensible. Le di la orden a Claudia de liberar a su cautiva.
– Como usted ordene. – Claudia.
Haciendo una cortés reverencia, Claudia se apartó del camino permitiendo acercarme para dialogar.
– Me disculpo por ser tan descortés, sé muy bien que está no es forma de despedir a alguien y por ello te debo una disculpa. – Vettel.
Doblando las rodillas para alcanzar su altura, le ofrecí una disculpa sincera mientras la miraba a los ojos.
De alguna forma había logrado deshacerse por un momento de todos los pensamientos pecaminosos dentro de mi cabeza. Haciendo de esta forma que mi disculpa fuera realmente sincera.
– Si acepto su disculpa ¿me echará de todas formas? – Pelirroja.
Mientras acomodaba sus gafas, la pequeña pelirroja preguntó de vuelta.
Honestamente llegados a este punto ya me esperaba esta pregunta. Así que simplemente di la respuesta que había preparado por adelantado.
– En verdad lo siento, pero una parte de mí, sinceramente no se siente cómodo involucrando a alguien tan “pequeña” en esto. Yo mismo tomaré la responsabilidad por esta decisión, así que no tienes que preocuparte por ninguna represalia de nuestra parte. – Vettel.
Sin retroceder ni un pasó, me disculpé manteniendo mi postura firme. La carne era débil, demasiado débil, a decir verdad. Así que tenía que ser decisivo o de otra manera podría terminar descendiendo otro escalón en esta espiral de auto destrucción moral.
– “Pequeña” … ¿Uh? – Pelirroja.
Tras escuchar mi explicación, ella rápidamente pareció caer en cuenta de algo y comenzó a revisar su propio cuerpo. Una vez más tenía que reconocer lo realmente lindos que eran sus gestos, en especial con ese enorme ahoge que se meneaba de un lado a otro con cada uno de sus movimientos.
– Tienes razón, soy indiscutiblemente pequeña para mí edad. Mis caderas son estrechas y mi pecho plano, algo poco ideal para dar a luz. Supongo que no me fijé antes porque estaba demasiado emocionada, ante la expectativa de experimentar la cópula por primera vez. – Pelirroja.
Luciendo algo abatida por su físico, mi invitada respondió con resignación.
– Muchas gracias por comprenderlo, me alegro que podamos entendernos mutuamente. – Vettel.
Internamente me encontraba cantando victoria, mientras consolaba a la abatida pequeña frente a mí. Pero justo antes de que le diera la señal a Claudia para que la despidiera, ella hizo un movimiento que me tomó por sorpresa.
– ¿Duele? – Pelirroja.
Colocando ambas manos sobre mi pecho la niña preguntó.
– ¿A qué te refieres? ¿Mi pecho? – Vettel.
La pregunta fue lanzada con tanta inocencia y naturalidad, que yo simplemente, la seguí sin pensar.
– Me refiero a su corazón. Lo tiene del lado equivocado ¿Sabe? – Pelirroja.
Cuando ella señaló este hecho, una pequeña charla que tuve con Claudia, vino a mi mente.
– Oh, a eso te referías. Si, de hecho, nací con todos mis órganos en lados opuestos de dónde deberían estar. Y mi corazón no es la excepción, por eso he sido bastante débil desde que tengo uso de razón.
Apuntando a mi corazón con mi pulgar, declaré con total confianza tratando de no arruinar el ambiente.
Yo mismo no sentía ningún sentimiento particular hacía mi condición, pero había personas a mi alrededor que no se sentían cómodas con el tema.
De hecho, cuando me enteré de que lo normal en este mundo era tener el corazón del lado derecho del pecho, solo pude sentirme tremendamente intrigado sobre el tema.
– Leí sobre esa condición en libros, pero nunca había visto a alguien que la padeciera. Dime ¿Puedes usar magia o siquiera sentirla? – Pelirroja.
Acercado su rostro más a mí, la pequeña pelirroja preguntó con notable emoción en su voz.
– Eeeh, realmente nunca lo he intentado. Pero por la mirada que mi personal nos está dando en este momento, no creo que sea un tema en el que debamos profundizar. – Vettel.
Miré sobre mi hombro solo para toparme con Claudia preparándose, para saltar en cualquier momento. Sus ojos amenazantes sin duda dejaban en claro que mi invitada había dicho algo que no debía mencionar.
– ¿Es así? Lo siento mucho entonces. Es sólo que me emocioné más de la cuenta ante la oportunidad de aprender de primera mano sobre algo de que solo he leído en libros. – Pelirroja.
Recobrando conciencia de su propia situación, mi invitada se disculpó. Sin embargo, el verla perder el brillo en sus ojos tan rápido, me hizo sentir algo culpable.
– No te preocupes por eso. Yo mismo puedo comprender muy bien ese sentimiento. Aprender de los libros es algo maravilloso, pero aprender de la cosa real, lo es aún más. – Vettel.
Tratando de animarla dije lo primero que se me vino a la mente, a la vez que acariciaba su cabeza. Pero inesperadamente mis palabras tuvieron un efecto mucho mayor de lo esperado.
– ¡¡¿Verdad que sí?!! ¡Uno puede aprender todo tipo de conocimientos a través de la lectura, pero siempre existirá la duda, de si todo lo mostrado en libros es cierto, o puede ser llevado a la práctica! ¡¡Por eso nada puede sustituir a la experiencia real!! – Pelirroja.
Recuperando el brillo en sus ojos, mi invitada extendió ambos brazos y proclamó con gran emoción. Gesto que se ganó una cálida sonrisa de mi parte.
– Hahaha, veo que eres una pequeña bastante entusiasta del aprendizaje. – Dije mientras revolvía su cabello con gran dicha. – Sabes, después de esta charla me sentiría fatal si te dejará ir sin al menos recompensarte de alguna forma… Claudia, ¿Puedo al menos darle alguna compensación a nuestra invitada por las molestias? – Vettel.
Mi atención paso entonces a mí, siempre servicial Maid, quién tras unos segundos de evidente meditación, dio su aprobación.
– ¿Una compensación? – Pelirroja.
Con palpable emoción en el rostro, mi invitada replicó.
– Sí, mientras sea algo dentro de mis posibilidades, puedes pedir lo que gustes. – Vettel.
Mi respuesta se ganó una pequeña risita de mi invitada, quien se retorcía como un gato bajo las caricias de mi mano.
– Entonces le tomaré la palabra, y solicitaré algo tan pequeñito que usted sin duda no podrá negarse. – Pelirroja.
– Hahaha ¿Y que podrá ser eso, que hace sonreír a mi invitada con solo imaginarlo? – Vettel.
– ¡Muy simple! ¡Solo deseo que me deje chuparle la polla! – Pelirroja.
– … – Vettel. –
- Ahoge: Mechón de cabello que sobresale de la cabeza de un personaje, a menudo asociado con características como torpeza, despreocupación o un comportamiento cómico.
Me recuerda a una de las novias de Rentaro