Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 2: 4. Quiero que me digan: “¡¿Quién rayos es ese tipo?!”
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- Volumen 2: 4. Quiero que me digan: “¡¿Quién rayos es ese tipo?!”
Ella escuchaba el sonido de la lluvia.
Rose estaba embelesada, escuchando la melodía de la lluvia cayendo afuera. Ella respiró lentamente mientras bajaba su espada de práctica.
Limpió el sudor en su mejilla con su mano, y luego arregló su cabello despeinado. El oscuro salón de prácticas estaba lleno con el sonido de la lluvia.
Rose quedó quieta por unos momentos, escuchando ese sonido con los ojos cerrados mientras llevaba ese aire húmedo a sus pulmones.
El sonido de la lluvia era hermoso.
Rose nació como la princesa del reino de las artes, Oriana. Por eso, desde muy pequeña ella había podido ver y tocar numerosas piezas de arte, consiguiendo una alta apreciación y consciencia sobre la estética. Cada persona que nace dentro de la familia real de Oriana es capaz de dominar un arte, podía ser la que la persona quisiera; ya sea pintura, música o teatro.
La pequeña Rose que había demostrado un alto interés en las artes desde muy pequeña, no pudo elegir ninguna en la cual especializarse. Para ella, todas eran hermosas y era difícil elegir una.
Todas eran hermosas, tanto la pintura, como la música, el teatro, la moda y la escultura, por eso, ella no pudo elegir una sola, y decidió darle una probada a cada una. Como resultado, ella fue elogiada en todo tipo de arte.
Todos los artistas de Oriana estaban a la expectativa de ver qué tipo de camino recorrería la pequeña Rose.
Sin embargo, el camino que ella eligió, fue el de la espada.
Cierto día de repente, ella eligió la espada, desechando todas las demás artes. Por supuesto, todos le preguntaron por qué había elegido eso.
Ella no respondió demasiado, lo único que respondía siempre era, “porque sentí belleza en la espada”.
Sin embargo, era por cultura, en el reino de Oriana, considerar a los que usaban la espada, como unos salvajes.
Por eso, Rose decidió alejarse de su familia y en cambio, ingresó a la escuela de espadachines mágicos del reino de Midgar.
En el corazón de Rose, estaba grabada una hermosa espada.
Aquello era un recuerdo que solo ella sabía, nadie más tenía conocimiento de esto. Su razón de elegir el camino de la espada, era la gran admiración hacia cierto espadachín.
Rose nunca pudo olvidar la belleza que vio en aquella espada ese día.
Su objetivo y anhelo de belleza, se convirtió en poner esa misma belleza en su espada.
Nadie en su país reconocía ese arte, pero no por eso iba a darse por vencida. Después de todo, ella no practicaba ese arte para que los demás la reconocieran.
Ella decidió recorrer ese camino, aun si nadie la reconocía por ello. Para Rose, eso era más que suficiente.
Sin embargo, cierto día ella recibió una carta.
“¿Mi padre asistirá al festiva del dios de la guerra de este año…?” Murmuró Rose con sus labios rosados.
Era algo raro que un rey, al que ni siquiera le interesaba la espada, asistiera al festival del dios de la guerra. Por eso, Rose pensó de forma natural, que él iba a tratar de llevársela.
Las personas solían murmurar y especular cosas, pero una de ellas era la más perturbadora para ella.
Uno de los rumores era que, se había encontrado un prometido para Rose.
Al escuchar eso, Rose el mismo día, envió una carta a su familia en busca de respuestas, pero todavía no recibía una.
Ella ya tenía a alguien en su mente. Una persona con un hermoso corazón y forma de ser, que no titubeaba ni ante la muerte. Esa era la persona con la que Rose quería pasar su vida.
Por eso, Rose tenía que convencer a su padre en este festival. Primero que todo, tenía que hacer que reconociera su espada. Y de ser posible, también la de él…
Rose golpeó levemente sus propias mejillas.
“Concéntrate”. Murmuró ella, y luego se quitó su grueso abrigo que ya estaba pesado por todo el sudor que tenía.
Su hermosa piel, brillando por el sudor, que dó expuesta. Lo único que cubría esos maravillosos pechos, era un sujetador especial para entrenamiento comprado en Mitsugoshi.
Aunque ella consideraba este aspecto algo inapropiado, no importaba ya que nadie más aparte de ella entraba aquí.
Rose sostuvo con fuerza su espada de practica y pensó.
Primero pensó en la mejor espada de todas, la mejor forma de blandirla. La espada que ella utilizó aquel día en el incidente de la academia, era la mejor que había usado en su vida.
El torneo estaba por empezar, así que tenía que recuperar esa sensación.
Rose blandió su espada, cortando el viento mientras su sudor bailaba por el aire y su cabello color miel se movía de un lado a otro.
Rose quitó el cabello que cayó en su rostro y siguió practicando.
El sonido de la lluvia seguía escuchándose desde el exterior, pero a fin de cuentas, ella no logró recuperar aquella sensación.
***
La temporada del torneo del Dios de la Guerra había llegado.
Hoy también era una magnifica mañana. Estaba caminando por las calles de la capital, viendo la diferencia de las personas el día de hoy.
Había muchas razas, nacionalidades y ocupaciones, pero todos estaban con algo en mente; disfrutar el festival. Un sentimiento de unidad creció entre ellos, aun cuando se trataba de personas que nunca habían hablado o que nunca lo harían.
Así eran los festivales, y por supuesto, no me desagradaba eso. Después de todo, es en este tipo de ocasiones, que podía hacer “eso”.
En este escenario, donde la curiosidad y emociones de las personas se juntan en un solo punto.
El torneo del Dios de la Guerra.
“Esta gran ola me está llamando”.
Finalmente llegó el momento de realizar una de las cosas en mi lista de “cosas que quiero hacer”, y es más, de las cosas que tengo anotadas en los primeros lugares de prioridad.
Llegó el momento de que una misteriosa eminencia aparezca y todos digan, “¡Hey, hey amigo, vas a morir!” para que luego se retracten y digan “¡Ese tipo es fuerte!”
“¡¿Quién rayos es ese sujeto?!”
Pero para eso, necesitaba la ayuda de todas.
Me salí de la ola de personas en la calle, y entré al comercio Mitsugoshi.
Como era la tienda de mis amigas, no le di tanta importancia a la fila y simplemente entré. El interior de la tienda estaba lleno, como era de esperarse en esta temporada. No obstante,
una hermosa trabajadora me encontró de inmediato y me detuvo.
“Puede que suene a mentira, pero en realidad soy amigo de la administradora de este lugar”.
“Por supuesto, lo sé muy bien”.
Me pregunté si de verdad lo sabía, pero bueno, parecía que sí.
Luego de eso, me llevaron a la lujosa sala de antes y sin mucho qué decir, me senté en la silla delante de todos.
Síp, esta silla me hace sentir como todo un rey.
Luego de eso, me dieron un jugo 100 % de manzana natural en un vaso con cubos de hielo.
Me conocen bastante bien. Prefiero el jugo de manzana al de naranja, estos jugos frescos vienen perfecto para la temporada de calor en la que estamos.
Incluso creí escuchar los sonidos de unos cascabeles de verano.
“¿Un cascabel de viento…?”
Miré por la ventana, y allí estaba colgado un cascabel de viento. Al otro lado, podía ver el inmenso cielo azul con las nubes recorriéndolo.
“Espere un momento, por favor”.
Asentí. La chica fue a llamar a Gamma mientras que otra de las hermosas trabajadoras se acercó y comenzó a ventilarme con un enorme abanico. Ella llevaba un vestido de verano, así que su piel estaba bastante expuesta a la vista.
“Quisiera comer algo”.
“Lo prepararemos enseguida”.
Y así, mientras miraba las hermosas nubes, decidí hacer de este lugar mi restaurante personal en caso de que me faltara la comida alguna vez.
Apenas escuchó que su amado amo había venido de visita, Gamma les dejó todo el trabajo a sus subordinadas y rápidamente se dirigió al “Salón de las sombras”.
Ella tenía un vestido negro que le llegaba hasta las rodillas, y unos tacones veraniegos de color blanco. Luego de ponerse algo de perfume, ella entró al salón de la sombras.
“Permiso”.
Su amo estaba sentado con las piernas cruzadas en el trono de las sombras, viendo hacia el cielo. ¿Estaba aquella dura mirada realmente viendo a las nubes, o tal vez a “algo” más escondido en la lejanía?
Gamma aún no lo comprendía.
“Quiero pedirte algo”. Dijo su amo, mirando ahora a Gamma.
Como siempre, Gamma se emocionó al ser observada por esos ojos tan serios e inmutables. ¿Acaso habrá notado que cambié de peinado? Pensó ella, queriendo interpretar esa mirada a su conveniencia.
“Ordene lo que sea, estoy a sus órdenes”.
“Quiero participar en el torneo del Dios de la Guerra, pero escondiendo mi identidad”. Dijo su amo.
En ese momento, el cerebro de Gamma comenzó a usar toda su fuerza para captar el mensaje a toda velocidad.
Ella tomó las palabras de su amo, e intentó llegar hasta lo más profundo de sus intenciones. Sin embargo… no llegó a ninguna respuesta.
¿Por qué necesitaría hacer tal cosa?
Ella no pudo descubrirlo. Por eso, Gamma no tuvo más opción que dejar al lado la vergüenza y preguntar.
“¿Puedo preguntar la razón?”
Su amo de repente, desvió la mirada de ella y volvió a mirar a las nubes.
Gamma no pudo evitar sentir tristeza al pensar que su amo había perdido el interés en ella por esa pregunta.
“¿Podrías solo… no preguntar la razón?” Dijo su amo con una mirada distante. Gamma bajó la mirada y apretó sus labios.
Ella había escuchado que su amo había peleado contra Aurora, la bruja del desastre. Por eso a veces se preguntaba, si ella hubiera estado en el lugar, ¿habría podido descubrir lo que su amo realmente pensaba?
Gamma no estaba segura de eso.
Después de todo, nadie del Jardín de las Sombras de las que estuvieron presentes en ese lugar, pudo comprenderlo. No obstante, la decisión de su amo como siempre, era la correcta, y por eso, nadie jamás estaba a su mismo nivel. Aun así, si Gamma hubiera estado en el lugar, ella tenía la obligación de tratar de descubrir lo que su amo realmente pensaba.
Después de todo Gamma era el “cerebro” del Jardín de las Sombras, ese era su trabajo y deber.
Si no podía realizarlo, no tenía sentido que ella estuviera en la organización. Ella lo sabía muy bien, y aun así… volvió a cometer un error.
“Lo lamento… no se lo puedo contar a nadie”.
Gamma no pudo entender ni un poco las intenciones de su amo.
Eso para ella, era un error, un inmenso fallo.
Moverse de acuerdo a las órdenes sin pensar en nada más, era mejor en comparación a cometer tal fallo.
“En ese caso, no diré nada más; todo se hará por y para usted”.
Gamma se arrodilló ante él, bajando la cabeza y escondiendo la lágrima de arrepentimiento que rodaba por su mejilla.
Luego de sacarse esas lágrimas, ella le ordenó a una de sus subordinadas que trajera cierta cosa.
“¿Y eso?”
Su amo vio eso, e hizo la pregunta.
“Un slime mejorado en base a la sabiduría de las sombras. Cuando usamos poder mágico, cambia la piel con el mismo color y textura que una piel real”.
“Oh…”
Gamma le dio a su amo el slime de piel.
“¿Entonces solo tengo que ponerlo en mi rostro?”
“Así es”.
Su amo tomó el slime y lo puso en su cara.
“Se siente como si me pusiera una mascarilla”. Dijo su amo mirando al espejo.
“Ahora es turno de Nu”.
“Con su permiso”.
Nu se paró en frente de su amo, y sacó un pequeño cuchillo, como un cincel.
“Cortaré el slime”.
“Ya veo”.
“¿Qué tipo de rostro desea?”
“Veamos… uno que se vea debilucho”.
“¿Debilucho…?”
Nu pensó por un momento.
“¿Qué tal este rostro?”
Gamma abrió un documento y le mostró la foto de un joven.
“Jimina Senen1. Noble en el imperio de Altena, 22 años. Su personalidad es perezosa y su habilidad como espadachín mágico es muy pobre. Por todo eso, fue desterrado de su hogar hace 5 años y luego comenzó a trabajar como mercenario o escolta. Su último trabajo fue escoltar un carruaje con mujeres poseídas”.
Él solo era perezoso, pero no era culpable de nada.
Por eso, sin enterarse de nada, terminó siendo escolta de un carruaje lleno de poseídas. Solo no tuvo suerte.
“Por suerte, tienen la misma contextura así que no habrá problema. También tenemos su tarjeta de identificación”.
“Así es. Será mejor usar ésta en vez de una falsa. ¿Le parece bien, amo?”
“Sí, usemos al pobre Jimina”.
“En ese caso empezaré a modificar”. Dijo Nu empezando a cortar el slime.
Ella era la encargada de todo tipo de maquillaje especial en el jardín de las sombras, pues era la mejor estilista que tenían.
En cuestión de segundos, ella terminó de cortar el slime y allí apareció el rostro de un joven sin gracia.
“Ohh, ya veo…”
Su amo levantó una voz con sorpresa.
“¿Qué le parece?”
“Sí, está muy bien. Ahora me veo como todo un debilucho”.
No era un rostro distintivo, era una cara sin nada de gracia. Tenía ojeras y una barba desaliñada, parecía de todo menos confiable. Su mandíbula estaba algo baja y su piel un poco manchada.
El corazón de Gamma comenzó a arder de felicidad al ver a su amo complacido.
“La máscara se activa una vez le aplica poder mágico así que puede ponérsela y quitársela cuando guste”.
“Oh-hoh…”
“El único problema es que su utilidad es mucho menor a la del traje de slime convencional y tampoco tiene demasiada resistencia”.
“Ya veo. Entonces solo sirve como máscara, no como traje”.
“Así es. Por último…”
Luego de la explicación de Nu, su amo se levantó.
“Creo que debería caminar un poco encorvado también”. Y luego, comenzó a caminar con la espada encorvada.
“Es un magnifico actor”. Dijo Gamma sonriendo y aplaudiendo.
Uno podía saber cuánto otra persona podía controlar la fuerza de su cuerpo con solo ver la postura y la forma de caminar. La fuerza de una persona viene casi completamente de sus piernas.
Por eso, las personas que saben utilizar bien su poder, toman una postura de forma que la fuerza de sus piernas pueda transmitirse fácilmente a todo su cuerpo. Por supuesto, no es como si con eso, toda sus habilidades quedaran al descubierto, pero servía como referencia.
Gamma había aprendido eso hace mucho tiempo de su amo, lo cual ella comprendió en su totalidad. Sin embargo, aunque lo comprendió, ella no pudo llevarlo a cabo. La postura de Gamma era hermosa, pero solo era eso, hermosa. Había una diferencia abismal entre una postura hermosa y una postura fuerte.
“Creo que debería poner los hombros a esta altura. Aunque, la verdad no quiero cambiar la posición de mi cintura, odiaría que se hiciera un hábito”.
Gamma observó sonriente a su amo, practicando la forma de caminar de una persona débil, y luego le dio nuevas órdenes a su subordinada.
“Amo, le he preparado un atuendo y una espada barata para el torneo”.
“Oh, bien hecho”.
Con solo esa respuesta, el corazón de Gamma se llenó de alegría y satisfacción.
“Bien, muy bien. Con esto será suficiente. Iré a registrarme al torneo del dios de la guerra”.
Al parecer, ahora su amo estaba jugando con sus cuerdas vocales. Él intentó hablar de forma un poco más baja y ronca.
“Aquí está la tarjeta de identificación, le deseo suerte”. Gamma bajó la cabeza en reverencia para despedir a su amo.
“Gracias. Ah, cierto”.
De repente, su amo se detuvo frente a la puerta.
“Ese peinado te queda muy bien”.
Los pensamientos de Gamma se detuvieron por completo. Y luego, cuando la puerta se cerró.
“¡Pegyaaa!”
Los tacones de Gamma se rompieron.
“¡¿Gamma-sama?!”
Gamma se estrelló contra el suelo, y a pesar de tener algo de sangre saliendo de su nariz, su rostro era de felicidad pura.
***
El registro para el torneo del dios de la guerra se estaba llevando a cabo en la recepción del estadio.
Me formé detrás en la fila de los espadachines mágicos mientras miraba alrededor.
El guerrero que estaba formado delante de mí, era grande, y por sus músculos bien entrenados, cualquiera diría que es fuerte. Aunque en realidad, su peso no estaba bien equilibrado.
Ummm, qué raro. De hecho, se ve hasta más débil que yo. Atrás de mí, estaba otro guerrero.
Ese estaba mejor equilibrado, pero tenía demasiada grasa en su panza. Es más, me atrevería a decir que ese sobrepeso es lo que lo equilibraba. Eso era resultado de beber mucho.
Pero no importa, ya me cambié de rostro así que yo me veía mucho más débil.
Seguí mirando a las personas a mi alrededor, empezando un pequeño torneo en mi cabeza para ver quién se veía más débil.
Mi objetivo es que me dijeran “oye amigo, vas a morir” y luego “¡oye, ¿quién rayos es ese sujeto?!” así que tenía que parecer la persona más débil de este grupo, por lo menos.
Ese es un debilucho, ese otro también es debilucho… el de allá… no, es un renacuajo.
Dios, solo hay debiluchos.
Pero no hay de qué preocuparse, yo soy Jimina Senen.
Según los resultados preliminares de mi investigación, yo soy el más débil aquí.
Asentí para convencerme a mí mismo de eso, y luego… “Tú, el de ahí. No deberías estar aquí”.
“¿Umm?”
“Podrías morir”.
Me giré, y allí estaba una mujer caballero.
Mi corazón saltó de emoción. ¿Acaso este era… esa clase de evento?
“¿Y tú eres?”
“Mi nombre es Annerose. Si no tienes ganas de pelear, no deberías participar”. Dijo Annerose mirándome fijamente.
En ese momento, celebré en mi mente.
¡Sí, este era… este era el evento que siempre tenía que pasar cuando el sujeto que parecía débil trataba de registrarse en el torneo!
“Eres un principiante, ¿no es así? Se nota a simple vista”. Annerose caminó hacia a mí y se detuvo a una corta distancia.
Su mirada era fuerte, con ojos azules y un cabello del mismo color que le llegaba a los hombros.
“Tu espada es de mala calidad y tienes un estado físico muy malo”. Dijo Annerose señalando mi espada y luego mi cuerpo.
“En este tipo de torneos lo único que hay que hacer es chocar espadas, pero si te confías demasiado, puedes morir”.
Ella me miró directo a los ojos.
Me quedé un rato en silencio, pensando, mientras veía a esos ojos azules. La reacción que debía tomar ahora era…
“No deberías juzgar a una persona por su apariencia”. Respondí eso, y luego desvié la mirada de ella.
Sí, el objeto era parecer débil, para luego demostrar lo fuerte que era. Así que no tenía que mostrar este tipo de debilidad.
Solo tenía que dar la respuesta adecuada para que pensara, “este tipo es muy débil y aun así se cree mucho”.
“Hey, ¿por qué respondes de esa forma? Y eso que lo digo por tu bien…”
“No necesito tu preocupación”.
Por eso decidí comportarme de forma altanera.
“Deja de ser tan testarudo…”
“Oye amigo, deberías escuchar los consejos que te dan”. De repente, un hombre entró en nuestra conversación.
Para resumir su apariencia, digamos que se trataba de un luchador profesional mal pagado. Aunque, la espada que tenía en su cintura parecía estar ya bastante usada, y las cicatrices en todo su cuerpo le daban la atmosfera de un veterano en la batalla.
Y es que, en realidad, de todos los presentes, estoy seguro que él era el más fuerte seguido de mí y de Annerose.
“Mi nombre es Quinton. Ya he participado varias veces en el torneo, y cada vez veo a más renacuajos como tú arrastrándose por aquí. Vamos amigo, este lugar no es para ti, regresa a casa bajo la falda de tu madre”.
Luego de la desagradable burla de Quinton, las personas comenzaron a reír, se escucharon risas desagradables de todos lados.
Sin embargo, miré a Quinton de reojo y puse una sonrisa.
“Al menos, soy más fuerte que tú”.
El rostro de Quinton se puso rojo del coraje.
“¡Kyahahahaha! ¡Quinton, te la devolvieron!”
“¡Quinton, ¿dejarás que este debilucho te haga quedar mal, ah?!” Dijo la muchedumbre del lugar.
Quinton frunció el ceño y me agarró de mi camisa.
“Cuidado con lo que dices, renacuajo. ¿Quién dices que es más fuerte que quién, ah?” No respondí, pero a cambio volví a sonreír.
“¡Parece que necesitas una lección… ¿no crees?!” Gritó Quinton, empujándome hacia atrás.
Choqué con una de las personas que estaban atrás y caí al suelo.
“¡¡Eso es, hazlo trizas!!”
“¡Gyahaha, al menos déjalo con vida!”
La gente rápidamente se formó haciendo un círculo alrededor mí y de Quinton. No esperaba menos de la gente ruda, están más que acostumbrados a estas cosas.
“Si te vas a disculpar que sea ahora”. Dijo Quinton mientras se tronaba los dedos.
“Qué pito chico”. Dije junto a un suspiro.
“¡¡Muere!!”
Quinton alzó su puño y me atacó.
Su ataque fue igual al de cualquier otro principiante en las peleas.
La verdad, es que las peleas sin armas en este mundo no están tan desarrolladas. Es más, como las personas son más fuertes con armas, nadie en su sano juicio pelearía desarmado, a menos que tenga demasiada confianza en sus habilidades o por alguna situación demasiado especial. Pero en casos normales, nadie sabe pelear desarmado.
Si hubiera un torneo de humanos sin armas estoy seguro de que ganaría, sin lugar a dudas. Comencé a pensar en cómo debería reaccionar o actuar en esta situación.
Podía dar un derechazo o simplemente un contrataque con la mano izquierda era la opción más simple y sencilla, también podía darme tiempo a ver cómo reaccionaba. Luego de eso, podría simplemente ver sus ataques sin contratacar, aunque también podría usar la combinación de rodillas y codos, o una tacleada.
Si esta fuera una pelea de verdad, contra un enemigo poderoso, usaría un gancho. Aunque en vez de atacar con el puño cerrado, extendería mis dedos para abarcar más distancia y apuntar a los ojos del enemigo.
Pero nada de eso era necesario contra este oponente… sin mencionar que, ni siquiera tenía ganas de pelear todavía.
“¡¡Toma esto!!”
Quinton golpeó mi mejilla con su puño.
El golpe me empujó hacia atrás y choqué contra una de las paredes.
“¡¡Todavía no termino!!”
Quinton siguió golpeando con sus puños. Derecho, izquierdo, izquierdo, derecho.
Yo no ataqué ni una sola vez, solo esquivaba sus golpes, o cuando podía, me tiraba al suelo.
“¡¡Este tipo es débil, es un debilucho!!”
“¡Gyahaha, es un maldito debilucho!” Qué agradable era la risa de la turba.
“¿Estás tan asustado que ni siquiera puedes devolver un golpe? ¡Maricón!” Quinton se rio, burlándose.
“Ni siquiera mereces que use mis puños”. Le respondí con una sonrisa.
“¡¡Parece que todavía quieres más!!”
“¡Ya detente!”
Quinton levantó su puño nuevamente, pero fue detenido por la voz de Annerose.
“Te estás pasando. Si sigues yo seré quien te enfrente”. Dijo Annerose mirando a Quinton con desdén.
“Hey, hey, ¿escucharon? ¡¡La señorita se va a enfrentar a él!!”
“¡Gyahahaha, yo también quiero un poco señorita!”
A diferencia de las burlas de las demás personas, Quinton se quedó callado y luego chasqueó su lengua.
“Qué pasó Quinton, ¿te dio miedo?”
“¿Tan rápido? ¡¿Ya se acabó el show?!” Quinton se fue y la gente se dispersó.
“Lo siento, no creí que llegarán tan lejos”. Dijo Annerose, extendiéndome su mano. Ignoré esa mano y me levanté por cuenta propia.
“Si de verdad querías detenernos pudiste hacerlo tú misma en cualquier momento, ¿o me equivoco?”
Annerose no respondió a mi pregunta.
“Antes de que hicieras una locura en el torneo del dios de la guerra, hubiera sido mejor que pasaras un mal rato aquí y te retirarás, eso fue lo que pensé. Pero nunca quise que esto llegara a tanto. ¿Estás herido?”
Annerose trató de tocarme, pero golpeé esa mano y la alejé de mí.
“Estoy bien”.
“Espera… ¿eh?”
Parece que Annerose finalmente se había dado cuenta que, a pesar de todos los golpes que recibí, no tenía ninguna herida notoria.
La única herida notoria era el corte que tenía en mi boca.
Usé mi dedo pulgar para limpiar la sangre en la superficie de mis labios y luego me di la vuelta.
“Ha pasado tiempo… desde que probé la sangre…” Murmuré de forma que Annerose lo escuchara.
“¡…! ¡Espera, ¿cuál es tu nombre?!”
No la vi directamente, pero sentí la poderosa mirada de Annerose detrás de mí.
“… Jimina”. Respondí brevemente y desaparecí entre la multitud.
Todo mientras celebraba en mi cabeza.
¡Bien hecho!
Lo había logrado.
Había logrado el tan esperado; “¡todos creían que era un debilucho, pero solo unas cuantas personas se habían percatado de su fuerza!”
Esta era una de mis escenas favoritas.
Seré sincero, demostrar mi fuerza en un torneo era lo tercero en mi lista de prioridades.
No tiene nada de divertido, un torneo es el lugar menos divertido para demostrar mi poder.
Lo mejor era hacer que todas las personas te menospreciaran antes del torneo, para luego en medio de éste, hacer que pensaran, “este tipo es fuerte, ¿no?” y cuando ya todos estén emocionados hacer que digan “¡¡este tipo es realmente fuerte!!”
Por eso, mi deber ahora era controlar la percepción que la gente tenía de mí hasta que ese momento llegara.
Me escondí en una esquina mientras reflexionaba y discutía sobre eso conmigo mismo.
Luego de ver que Annerose y el resto de personas se fueron, salí de la esquina y me registré rápidamente en el torneo.
***
Las clasificaciones del torneo del dios de la guerra iban a empezar desde la próxima semana.
Regresé a mi aspecto de Cid y luego de imaginar con mucha emoción el sinnúmero de escenas que tendría en la arena, me pasé por MagRonald por un par de sándwiches y regresé al dormitorio mientras me los comía.
Mientras caminaba tranquilamente debajo del atardecer, recordé que le debía una comida de MagRonald a Alfa.
Aunque como Alfa siempre está ocupada, no había podido hacerlo. De todas formas, se lo devolveré algún día. Por suerte, Alfa puede vivir hasta 300 años con facilidad, y yo planeó vivir unos 200 años usando el poder de la magia, así que ya habrá tiempo para devolverle el favor.
Al acercarme a la academia, comencé a escuchar el sonido de las cigarras. Los atardeceres en el verano significan cigarras, aunque eso es solo mi opinión.
La escuela, siendo iluminada por la luz del sol del atardecer, todavía estaba quemada. No obstante, las reparaciones avanzaban bien, y para el final de las vacaciones de verano, ya debería estar completamente como nueva. Eso me recuerda que Hyoro había dicho algo como “que la vuelvan a quemar”, y sinceramente pienso lo mismo. Cuando un estudiante en su sano juicio quiere extender las vacaciones, debería pensar de esa forma.
Caminé por un costado, dirigiéndome directamente al edificio de los dormitorios. No había casi gente.
Casi todos los estudiantes habían vuelto a casa. Ahora que recuerdo, mi hermana también me dijo “regresemos juntos”, un poco enojada. Al final la ignoré y me fui a la tierra sagrada, así que no sé qué fue de ella. ¿Regresará a tiempo para el torneo?
Mientras pensaba eso, le di el último bocado al primer sándwich. Pero, en ese momento.
“La guardia baja es el peor enemigo de un guerrero”.
De repente, alguien puso una espada de entrenamiento encima de mi hombro. Como no sentí hostilidad alguna ni siquiera reaccioné.
La dueña de la espada sonrió al verme y guardó su espada. Ella era hermosa, y con un cabello largo color miel. Era Rose.
“Hey, hola. ¿Practicando?”
“Así es, aprovechando que tenía un poco de tiempo. Cid-kun, ¿vienes de regreso de MagRonald?”
“Síp, la administradora es una conocida. Aunque la conocí hace poco”.
“El otro día yo también fui con otras 2 personas, la comida ahí es realmente deliciosa”.
“¿Con dos personas?”
“Sí. Natsume-sensei y Alexia-san”.
Seguía sin entender qué tipo de relación tenían las tres, pero ahora que lo recuerdo, también estaban juntas en Lindworm.
“¿Son amigas?”
“Natsume-sensei es una persona realmente agradable, así que me llevo muy bien con ella. Alexia-san también es una chica encantadora, así que estoy segura de que nos llevaremos bien pronto”.
Me pregunto cómo hará que se lleven bien, si de por sí, ya cree erróneamente que Alexia es encantadora.
“Aunque, no sé por qué Alexia-san y Natsume-sensei se llevan un poco mal”. Dijo Rose un tanto triste.
Me pregunto qué tal es esa combinación, Beta y Alexia. La verdad, a simple vista, creo que ambas son iguales.
“En algún momento se llevarán bien”.
“Eso espero… a veces pienso que tal vez se llevarían mejor sin mí alrededor. Pero decidimos unir fuerzas, no sé qué podamos hacer, pero haremos lo posible para que el mundo gire en una buena dirección”.
“La paz mundial es muy importante”.
“Así es”. Dijo Rose con una agradable sonrisa.
“Lo siento, ya va siendo hora de que regrese”.
El área comenzó a oscurecerse más y más.
“Sí, nos vemos”.
“… Por cierto”.
Ya me había despedido, pero Rose parece que todavía tenía algo que decir.
“¿Ocurre algo?”
Rose dudó un momento y finalmente dijo.
“Pronto me encontraré con mi padre, y al parecer me presentará a mi prometido”.
“Ya veo”.
“Sí”.
“Pues en ese caso, no diré ningún ‘felicidades’”.
Después de todo, se notaba que ella no deseaba escuchar eso.
“Yo soy una princesa, la princesa del reino de Oriana. Al ser ese tipo de persona, siempre he vivido cargando con muchas expectativas, las cuales traicioné por un simple capricho”.
“Ya veo”.
“Y puede que de aquí en adelante traicione las expectativas de muchas otras personas”. Rose sonrió, aunque su expresión era de dolor.
“Pero esta vez, no es ningún capricho, y aunque puede que solo sea una decisión apresurada… quisiera que creas en mí, pase lo que pase”.
“Sí, está bien”.
“Si me crees, entonces no necesito nada más. Solo espero tener la oportunidad de hablar nuevamente contigo de esta forma”.
Rose bajó la mirada, como si quisiera esconder su rostro y luego comenzó a irse.
“Oye”.
De repente la detuve, y le di el otro sándwich de MagRonald que me quedaba.
“Te lo regalo. Intenta calmarte un poco”.
“Gracias”. Respondió Rose con una sonrisa débil.
***
Al día siguiente, fui despertado por los gritos de Hyoro.
“¡¡Dicen que la presi Rose apuñaló a su prometido y ahora está huyendo!!” Aun en mi cómoda cama, me pregunté por qué había hecho tal cosa.
***
“En qué rayos está pensando esa mujer…” Dijo Alexia en su propio cuarto, chasqueando su lengua.
“Rose-sama, al parecer huyó al norte de la capital. Creo que todavía no se ha ido”. Dijo Natsume sentada en uno de los sofás de la habitación.
Alexia vio con una cara amarga a Natsume, y luego volvió a chasquear la lengua.
Era cierto que fue gracias a Natsume que Alexia pudo enterarse de los detalles del intento de asesinato del prometido de Rose. Aunque era una mujer misteriosa, la información que tenía era de fiar. Ella también había traído mucha información sobre rumores del culto de Diabolos.
“Parece que el rey Oriana piensa resolver esto como un problema del propio reino de Oriana, por lo que pidió al reino de Midgar no intervenir”.
“Sospechoso”.
“Así es. El reino de Midgar puede juzgarla bajo su propia ley, pero eso no sería una buena opción a considerar, teniendo en cuenta las relaciones entre ambos países”.
“Bueno, supongo que mi padre decidirá mantenerse al margen”. Dijo Alexia imaginando el rostro de su padre el pacifista, y luego chasqueó la lengua una vez más.
“El prometido de Rose-sama es Doem Ketsuhat, el segundo hijo de un duque en el reino de Oriana. Si la atrapan, le impondrán un castigo bastante duro”.
“Como es de la realeza, no puede ser ejecutada, pero sería encerrada o exiliada… de cualquier forma, tenemos que encontrar a Rose-senpai antes que el reino de Oriana”.
“Espere por favor. Rose-sama decidió no contarnos sobre esto, de seguro pensó que, si nos metía en esto, sería un problema para ambos países”.
“¿Y qué con eso?”
Alexia miró con fuerza a Natsume.
“Creo que deberíamos tomarnos esto con calma”.
“¿Quieres decir que la abandonemos?”
“Eso no es lo que estoy diciendo. Digo que deberíamos pensar antes de actuar”.
“¿Qué? ¿Estás diciendo que no estoy pensando en nada?”
“No he dicho eso, digo que debería pensar las cosas con más calma”.
“¿Qué? ¿Me estás diciendo tonta?”
“No he dicho eso, digo que las personas tienen cosas en las que son buenos y en las que no”.
“¿Qué? Si quieres decir algo, déjate de rodeos y dilo”.
“Qué osadía de mi parte…” Dijo Natsume desviando una mirada nerviosa.
Alexia caminó hacia ella de forma ruda y la agarró de su blusa. Los dos grandes bultos detrás de esa blusa medio abierta, se movieron de derecha a izquierda.
“Deja de estar fingiendo delante de mí, maldita perra”. Dijo Alexia, mirándola directamente a los ojos a una distancia prácticamente inexistente.
“¡H-Hieeh, no me mate por favor…!”
Natsume intentó escapar, por lo que sus pechos comenzaron a moverse más y más. Esa escena de sus dos montañas moviéndose de un lado a otro, solo hizo enojar más a Alexia.
“Te estoy diciendo que dejes de actuar”.
“Fueeeh…”
“Te mataré”.
“Awawawa…”
Natsume la miró con sus ojos llenos de lágrimas, por lo que Alexia chasqueó la lengua y la soltó.
“Rose-senpai debió tener sus razones. Y ya sé que no quiere que nos entrometamos, pero eso es lo que me enoja”.
“¿H-Haah…?”
“Estoy diciendo que, si me dicen que no haga algo, me darán más ganas de hacerlo, y si me dicen que no me meta, me meteré con más ganas”.
“Emm…”
Natsume miró a Alexia con una extraña expresión, no sabía qué cara debía poner.
“Nosotras somos un equipo. Ninguna sabe lo que la otra está pensando realmente, pero
decidimos ser un equipo, ¿no es así?”
“S-Sí”.
“Por eso, no la abandonaré. Por supuesto, tampoco te abandonaré a ti. ¿Entendido?”
“… Sí”.
Natsume asintió y se puso de pie.
“En ese caso iré a reunir información sobre Rose-sama. Hay muchos rumores turbios alrededor de su prometido, así que trataré de buscar ahí también”.
“Oh, qué honesto de tu parte. Yo iré a hablar primero con mi hermana mayor”.
“En ese caso, reunámonos de nuevo de noche para intercambiar información”.
“Qué rápido cambias de opinión”.
“Nos vemos”.
“Ten cuidado, solo por si acaso”.
“Usted también, Alexia-sama”.
Natsume hizo una reverencia y se marchó.
Alexia la vio irse y cuando se fue, soltó un gran suspiro.
“Bueno, que pase lo que tenga que pasar…”
Ella arregló su ropa un poco arrugada, y luego salió de la habitación.