Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 3: 5. Creando billetes falsos a escondidas, mientras Mitsugoshi y la gran asociación de comerciantes pelean entre sí
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- Volumen 3: 5. Creando billetes falsos a escondidas, mientras Mitsugoshi y la gran asociación de comerciantes pelean entre sí
Estaban dos hombres en una habitación lujosa.
Uno de ellos era un comerciante, tan gordo como una rana, mientras que el otro era un hombre bestia ciego.
“¿Mataron a los Cuatro Hojas…?” Dijo en voz baja el hombre bestia ciego.
Él tenía un brillante pelaje negro azabache y una mirada intrépida, era de la raza de los lobos. Sus ojos estaban marcados con una profunda cicatriz de corte de una espada.
“A uno de ellos usted ya lo conocía, Gettan-sama, se trata del último asiento de los Cuatro Hojas. Al parecer, fueron atacados en medio de la misión de ataque a los carruajes de Mitsugoshi”.
El hombre tan gordo como una rana le habló al hombre bestia, Gettan, mientras veía su expresión.
Los Cuatro Hojas era un equipo de 4 personas altamente valorados por Gettan que habían sido escogidos como mercenarios privados del comerciante Garter.
“¿Él murió…? Garter, ¿quién lo hizo?”
“Aún es desconocido. Pero su cabeza fue cortada con una gran habilidad de espada. Posiblemente se trate de algún caballero mágico contratado por Mitsugoshi…”
El hombre tan gordo como una rana era Garter, el presidente de la compañía Garter.
Garter era el presidente de una compañía de comercio, mientras que Gettan un guerrero contratado por él. Sus personalidades eran muy distintas.
“Son un hueso duro de roer…” Murmuró Gettan. Aun con su voz baja, seguía sonando como un diminuto rugido de lobo.
Se suponía que sus planes para aplastar a la compañía Mitsugoshi estaban avanzando de acuerdo a lo planeado.
Ellos usaban mercenarios, disfrazándolos de bandidos para robar las mercancías de Mitsugoshi, por eso ellos bajaron en sus ventas y sus billetes poco a poco dejaron de utilizarse.
En cambio, los billetes que la gran asociación de comerciantes implementó se iban haciendo más populares.
Y aun así, Mitsugoshi se mantenía firme.
Luego de eso, Garter decidió atacar no solo sus carruajes de ventas, sino también los carruajes de cargas, enviando a varios mercenarios, y poderosos escoltas.
Pero al final, ninguno de ellos regresó con vida.
Mitsugoshi seguía operando como siempre en las ciudades, y lo único que habían logrado, era afectar un poco el movimiento de la mercancía para plebeyos que estaba siendo llevado a zonas más rurales.
Había una gran diferencia en la economía y las ganancias de la ciudad y las zonas rurales.
En las zonas rurales, estaban nobles y gente adinerada que no solo compraban los artículos básicos que necesitaban en el día a día, sino que también artículos para su propio entretenimiento.
Por eso, aunque en la ciudad había muchos nobles y gente adinerada, en las zonas rurales solo había agricultores.
Ellos no tenían problema con el alimento, pues podían conseguirlo por cuenta propia. Además, eran personas que solo gastaban dinero en lo necesario, teniendo la costumbre de gastar solo una vez al mes en vendedores ambulantes.
Mitsugoshi trató de cambiar ese ámbito, enviando excelentes productos a un precio más bajo, pero eso todavía estaba en desarrollo.
En todo caso, aunque ellos robaran o atacaran carruajes con mercancía a las zonas rurales, eso no iba a suponer gran pérdida para Mitsugoshi.
Después de todo, sus bases eran así de solidas.
“Tch…” Gettan chasqueó su lengua con frustración.
Todos los comerciantes de la gran asociación subestimaron a Mitsugoshi. Ellos pensaban que iban a poder destruirlos con mucha facilidad.
A este paso, Mitsugoshi no iba a desaparecer, y si el tiempo seguía pasando, lo que desaparecería sería la gran asociación de comerciantes.
Era obvio que Gettan al controlar los movimientos de Garter, estaba algo impaciente.
“Usa a todos los Cuatro Hojas que quedan y atácalos de nuevo”.
“Entendido”.
“Haz que tomen sus mercancías y dinero, no permitiré otro fallo”.
Garter hizo una reverencia en silencio y luego salió rápidamente de la habitación, huyendo de Gettan.
“Bien…”
Gettan se quedó solo. Él abrió un poco su boca, mostrando una sonrisa con sus afilados colmillos.
La misión que le fue encomendada a él, era la destrucción de la compañía Mitsugoshi, por eso decidió utilizar al comerciante Garter.
Sin embargo, Gettan no estaba subestimando a Mitsugoshi, al menos no como los comerciantes de la asociación.
Eso era porque el “culto”, había ordenado su eliminación inmediata.
El crecimiento de Mitsugoshi resultó ser algo impredecible para el “culto”, y ahora estaban asustados de que pudieran meterse en sus planes si la compañía seguía en auge.
Ya de por sí, el culto tenía las manos llenas ocupándose del “Jardín de las Sombras”.
Por eso, tenían miedo que todos sus planes se vinieran abajo si otro obstáculo se metía en su camino.
“Kukuku…”
Mitsugoshi era una organización lo suficientemente peligrosa como para que el “culto” la viera como una amenaza.
Por eso, él nunca pensó que ganarían tan sencillamente ni con la ayuda de la gran asociación de comerciantes.
No obstante, para Gettan, esta asociación no era más que una pieza desechable. Él iba a destruir a Mitsugoshi, aunque tuviera que sacrificarlos.
Por esa confianza absoluta, es que se le fue encomendada esta misión.
“Por fin llegué hasta este punto…”
Él había llegado a una posición donde podía ver uno de los asientos de la mesa redonda muy cerca de él.
Solo un poco más… “¡…!”
Los ojos de Gettan se movieron con dolor.
Él apretó sus manos mientras fruncia el ceño.
Él estaba recordando el día en que le hicieron esa herida, no importaba si ésta ya había cicatrizado hace mucho tiempo atrás.
“¡…!”
Él murmuró algo. Ese algo era el único arrepentimiento que tenía en su vida. Él lo seguía recordando mientras apretaba sus colmillos con fuerza.
***
Era una noche lluviosa. La luna estaba escondida detrás de las nubes y lo único que se escuchaba desde el exterior, era el sonido de la lluvia.
En una de las habitaciones de la compañía Mitsugoshi, estaban dos elfas sentadas en un sofá.
“Alfa-sama, la estrategia de colocar escoltas en los carruajes de la mercancía para evitar los ataques de la gran asociación de comerciantes es todo un éxito. Por otra parte, los atacantes que envían son exterminados y su fuerza va en reducción constante”. Dijo Gamma, una mujer de cabello índigo y ojos color azul profundo. Ella estaba leyendo un documento de informe.
“Parece que estaremos bien por un rato más”. Murmuró Alfa, otra elfa de cabello rubio, iluminado brillantemente por la luz de la chimenea.
“Nosotras seguimos dominando el mercado. Si seguimos repeliendo sus ataques, eso será más que suficiente para que la sociedad se desintegre”.
“Eso sería perfecto. No quiero llamar demasiado la atención, por eso trato de evitar que se exponga la relación entre Mitsugoshi y el Jardín de las Sombras…”
En ese momento, alguien tocó la puerta.
“Pasa”.
“Con permiso”.
La que entró fue una chica de cabello castaño oscuro, Nu.
“Lamento mucho interrumpir, encontramos a un intruso”.
“… Parece que ya llegaron hasta aquí”.
“Déjemelo a mí”. Dijo Gamma, levantándose del sofá con una expresión llena de confianza.
“¿Eh? Por supuesto, está bien, pero… ¿estás segura?”
“Por supuesto. Le daremos una lección. Nu, andando”.
“Sí”.
Las dos hicieron una pequeña reverencia y se marcharon mientras Alfa las veía con inseguridad.
“Bueno, Nu está con ella, supongo que estará bien…” Dijo ella, asintiendo para convencerse a sí misma de ello.
***
Un hombre vestido de negro, corrió por un oscuro pasillo. Sus pequeñas pisadas eran borradas por completo por el sonido de la lluvia de afuera.
Este hombre tan ágil era un espadachín mágico llamado “Primera Hoja”, el jefe del grupo de “Las Cuatro Hojas”.
Él se había infiltrado en la compañía Mitsugoshi junto con “Segunda Hoja” y “Tercera Hoja”. Como la “Primera Hoja”, su trabajo era recopilar información clasificada. Segunda Hoja estaba encargado del saboteo y vigilancia durante la misión mientras que Tercera Hoja era el encargado de secuestrar a las personas importantes del lugar.
Luego de un rato de haber entrado, Primera Hoja se detuvo al notar la presencia de alguien que venía caminando desde el otro lado del pasillo.
La persona que apareció ahí, era la presidenta de Mitsugoshi, una hermosa elfa de cabello índigo.
Esta parte del trabajo la tenía que hacer Tercera Hoja, pero… bueno, él decidió capturarla de todas formas.
Sus movimientos fueron rápidos. Él se desplazó ágilmente aprovechando la oscuridad para ponerse detrás de ella y luego poner una espada en su cuello.
“¡Auch!”
“¿Eh?”
Él se giró.
Primera Hoja rápidamente saltó hacia atrás y tomó distancia. Él creyó que ella iba a estar confundida por su repentina emboscada.
“Eso dolió. Pero te felicito por tomarme con la guardia baja”. Dijo ella sonriendo mientras sobaba su cuello. A pesar de haber dicho que le dolió, claramente no había sufrido ni un solo rasguño.
“Ya que te tomaste la molestia de recorrer un largo camino hacia aquí, permíteme darte una cálida bienvenida. ¡Mi nombre es Gamma, la persona que tomará tu vida!” Dijo Gamma, sacando una espada negra azabache.
Luego, aumentando su fuerza física se acercó en un instante a Primera Hoja.
¡¡Es rápida!!
Sus movimientos fueron simplemente rápidos, por eso, Primera Hoja se dio cuenta al instante.
¡¡Ella es sumamente rápida, pero es una novata con la espada!! Los movimientos de Gamma eran simplemente ridículos. “¡Shuu!”
Gamma soltó un pequeño soplido con su boca y empujó su espada hacia adelante.
Era un movimiento lleno de aperturas debido a la excesiva fuerza en él. Y aun así, era extremadamente rápido y con un poder mágico impresionante.
No importaba qué tan rápido fuera, si ella tenía un agujero en su postura, era posible contratacar en cualquier momento. El problema es que Gamma tenía un poder mágico suficiente para mandar a volar a docenas de caballeros mágicos al mismo tiempo.
Si esa espada lo tocaba, iba a morir.
Primera Hoja había escapado de forma exagerada del golpe de esa espada.
“Qué sorpresa, evadiste mi espada. Puedo ver por ese elegante movimiento que usas el estilo del país occidental Lichtenlawer”.
“¡¿Qué?!”
¡¿Se dio cuenta?!
Su nivel de observación era terrorífico. Había adivinado su estilo con solo verlo una sola vez.
¿Entonces no es una simple principiante?
Primera Hoja no sabía si aquello había sido coincidencia o no.
“Cuando conoces el estilo de tu enemigo, es más fácil responder en contra de él. Aquí voy de nuevo”.
“¡…!”
Primera Hoja se puso en alerta.
“¡Shuu!” Dijo de nuevo Gamma y volvió a atacar.
Era una pisada fuerte y rápida, pero sus movimientos estaban tan desproporcionados que era fácil verlos.
Luego fue atacado con una presión tremenda.
“¡¿Eh?!”
¡¡Si tuviera que resumir ese ataque… no había cambiado!!
¡Sus movimientos no cambiaron ni porque conociera el estilo de su enemigo! Primera Hoja evadió el ataque de Gamma y luego contratacó apuntando a su cuello.
“¡Auch!”
“¿Eh?”
No tenía ni una sola herida. Era raro, él claramente debió haberle desgarrado el cuello ahora mismo. Pero ¿por qué no tenía ni una sola herida?
¡¿De qué diablos estaba hecho el cuerpo de esta mujer?! “¿Qué diablos eres…?” Dijo Primera Hoja.
“No pensé que lograrías acertar un golpe, de seguro debes ser todo un profesional. De acuerdo, ahora sí iré en serio”.
Ella puso poder mágico innecesario en su espada.
Y luego… “¡Shuuushushushu!”
Ella lanzó ataques consecutivos.
¡¡Era una velocidad tremenda, pero súper hueca!! Primera Hoja tomó distancia y esquivó el ataque.
“¡¡Shushushsushu!!”
Sin embargo, Gamma siguió atacando sin parar.
“¡¿Q-Qué es todo ese poder mágico?! ¡¿Y qué diablos significa ese ruido que haces?!”
“¡Estas son las enseñanzas de mi majestuoso amo! ¡Atacar y atacar cortando con todo mi poder mágico! ¡¡Además, decir ‘shu’ cuando esté atacando siempre me hará ver fuerte!¡¡Shushsushsushu!!”
“¡M-Mierda!”
La pierna de Primera Hoja sucumbió un momento ante toda la presión de Gamma. En ese instante, abrió un hueco en su postura completamente mortal.
“¡Te tengo!”
¡Me tiene!
Los dos pensaron al mismo tiempo.
Sin embargo, la realidad no sucedió como ninguno de los dos esperó.
“¡¿Pegyaa?!”
Gamma se tropezó de la nada y cayó al suelo, rodando por el piso por todo el impulso, y luego estrellándose contra el muro.
Se escuchó un fuerte “poom” resonar por el pasillo.
“Uhh… n-no peleas nada mal”.
Primera Hoja se quedó congelado, sorprendido, viendo a Gamma saliendo sin un solo rasguño del muro mientras apartaba los escombros.
¡Q-Qué… ¿Q-Qué diablos pasa con esta mujer?!
“Aprovechaste mi pequeño descuido para esquivar mi ataque perfecto, y luego usaste un movimiento de pies y manos para lanzarme contra el muro… ¿verdad?”
“N-No hice nada de eso, tú te resbalaste sola…”
“Ni lo intentes, tus provocaciones baratas no servirán contra mí”. I-Imposible, pelear contra esta mujer es imposible.
¡¡¿Esta tonta mujer es realmente la presidente de Mitsugoshi?!!
Sin embargo, Segunda y Tercera Hoja ya deberían haber terminado su parte. No importa qué tan poderosa sea esta mujer, no podrá hacer nada si la rodeamos… cuando pensó eso, escuchó unos pasos acercándose por detrás.
¡Llegaron!
“L-Llegaron justo a tiempo, Segunda Hoja, Tercera Ho— ¡¿eh?!”
Sin embargo, la persona que llegó no fue ni Segunda Hoja ni Tercera Hoja… Fue una chica sonriente.
Aquella chica de cabello castaño oscuro se acercó caminando lentamente, cargando dos “cosas” en su mano…
“¿Segunda Hoja, Tercera Hoja? Aaah… ¿te refieres a estos dos?” Dijo ella, lanzándole esas dos cosas que traía en su mano.
Esas cosas rodaron por el suelo y se detuvieron a los pies de Primera Hoja. Eran dos cabezas recién cortadas.
“¿Q-Qué? … Segunda Hoja, Tercera Hoja…”
Eran las cabezas de Segunda Hoja y Tercera Hoja.
Pero la chica que los había eliminado solo se veía como una trabajadora común y corriente de Mitsugoshi.
Primera Hoja sintió que algo no cuadraba en este lugar.
“Vaya, Nu, ¿tan rápido?”
“M-Me tomé mi tiempo…”
“Ya veo. Pero cuidado con éste, parece ser que es uno de los más fuertes del mundo…”
“¿Eh…? ¿De verdad…?”
La chica llamada Nu miró a Primera Hoja con una mirada del 90% de duda.
Esa mirada era como si le estuviera diciendo de forma amenazante, “Oye amigo, ¿realmente eres fuerte? ¿Aah?”
Primera Hoja sintió algo raro en esta mujer, a la par de un miedo incomprensible. Por eso, entendiendo en solo un segundo, que él nunca le podría ganar a esta chica de cabello castaño oscuro, él negó con la cabeza.
“… Él mismo lo está negando”.
“No te dejes engañar. Él es un experto en el estilo Lichtenlawer y también sabe artes marciales”.
“Eso suena asombroso. Quisiera verlo con mis propios ojos…” Nu sacó su espada.
¡¡Mierda!!
Primera Hoja atacó a Gamma por reflejo. Si le daban elegir entre atacar a una tipa fuerte pero tonta o contra el dragón detrás de él, prefería mil veces a la chica tonta.
“¡Hora de terminar este duelo! ¡Shuu!” Primera Hoja ya había visto ese movimiento.
Él se detuvo justo antes de que el golpe de Gamma lo alcanzara y luego trató de contratacar. Sí, trató.
“¡¿Pegyaa?!”
Gamma volvió a resbalarse.
“¿Eh?”
Y, para su pésima suerte, al caer Gamma soltó su espada, la cual giró a gran velocidad hasta cortar a Primera Hoja.
Luego de que la espada soltará un zumbido al recorrer el aire, Primera Hoja cayó al suelo.
“Uhh… lo arruiné”.
Gamma levantó la mirada, viendo lo que había ocurrido y luego intercambió miradas con Nu quien no sabía qué cara poner.
“¡¡E-Esa fue mi técnica definitiva, ‘ataque de corte giratorio con espada suelta’!!” Eso fue lo mejor que Gamma pudo inventarse.
“¡¡E-Esplendido ataque, Gamma-sama!!”
Por suerte, ella tenía una muy buena subordinada.
Ella comenzó a aplaudir una y otra vez hasta que la conciencia de Primera Hoja se desvaneció por completo.
“¿Dices que los Cuatro Hojas no han regresado…?”
Gettan estaba pensando con los brazos cruzados, escuchando el informe. Los Cuatro Hojas enviados a atacar a Mitsugoshi todavía no regresaban. Eso significaba, entre otras cosas, que la misión había fracasado.
Tanto Primera Hoja, como Segunda Hoja y Tercera Hoja eran habilidosos caballeros mágicos.
Tal vez no tanto viéndolos desde el punto de vista de los altos mandos del culto, pero aun así, entraban en la categoría de guerreros habilidosos.
Y sin embargo, no han regresado.
Según Garter, incluso los soldados privados que contrató para que fueran con ellos, tampoco habían regresado, ni uno solo de ellos.
El encargado de las comunicaciones siempre es el que se queda atrás para informar sobre el fracaso de una misión, pero ni siquiera él había vuelto.
“Así que ellos también fallaron… no pensé que la seguridad de Mitsugoshi fuera tan poderosa”.
“Gettan-sama, me apena decirlo, pero… los miembros de la asociación se sienten algo inseguros porque hasta ahora, no hay resultados…”
“Haz que se callen”.
“S-Sí…”
Garter hizo una reverencia y se fue, mientras que Gettan se quedó viendo hacia esa dirección.
“¿Esa compañía es tan poderosa como para eliminar fácilmente a Los Cuatro Hojas…? Bueno tiene sentido, si no lo fueran, el culto no tendría tanta precaución…” Dijo él mientras tocaba la dolorosa cicatriz en sus ojos.
“El plan sigue marchando bien, de cualquier forma, ya están cayendo en la trampa”. Murmuró para sí mismo.
***
El otoño había terminado y empezó el invierno.
Estaba esperando a que se completaran los billetes falsos mientras observaba la vida cotidiana de los mobs en la escuela.
Mientras ellos vivían su día a día sin saber nada, yo en las sombras estaba tratando de destruir a la gran asociación de comerciantes.
Si todo sale bien, podré conseguir una gran suma de dinero en base a esos billetes falsos.
Aaah, cuando pienso en eso, incluso estos días cotidianos se ven deslumbrantes.
Nadie aquí ni siquiera se imaginaba que yo, uno de los miembros de este trío mob junto con Hyoro y Jaga, soy una influencia tan grande en este mundo.
Aunque de vez en cuando, me gusta darles pistas, soltando frases profundas mientras disfruto mi vida de mob.
“El viento es fuerte hoy… de seguro un gran cambió vendrá con el cambiar de las estaciones…”
Por supuesto, nadie entendió el significado de esas palabras.
Pero así está bien. Luego de que todos sepan la verdad, de seguro habrá un par que recuerde… mis palabras.
“Ven aquí”.
“Auch”.
Mientras estaba concentrado en mi modo personaje profundo, una chica de cabello plateado, Alexia, me tomó del cuello de mi camisa y me arrastró con ella.
“Estoy algo ocupado, ¿qué necesitas de mí?” Dije mientras me dejaba arrastrar. Se me hacía molesto tratar de resistirme.
“Como estás tan libre quiero que veas algo”.
“¿Qué cosa?”
“Mi espada”.
Y luego llegamos hasta un dojo vacío.
Era un dojo privado construido dentro del edificio de la escuela. Me senté en el suelo y Alexia tomó una espada de práctica.
Bueno, me le quedé viendo mover su espada un rato, tampoco es que tuviera algo que perder con hacerlo.
En ese momento, me di cuenta de algo.
¿Umm? ¿Era así de fuerte antes?
Claro, en comparación a cómo la usaba antes, aunque ya fue hace bastante tiempo que la
Aunque desde aquella vez, pensé que me gustaba su espada, solo su espada. Probablemente algo cambió dentro de ella, o tal vez agarró cierto truco.
Ese tipo de cosas siempre existen en personajes que se desarrollan rápidamente.
“Pues creo que se ve bien”.
Le dije luego de verla un rato mover su espada.
“Ya veo”.
Ella se detuvo.
“Creo que puedes seguir mejorando a partir de ahora, claro que solo es la opinión de un novato”.
“Ya veo, gracias”.
“De nada”.
Alexia apartó su mirada y luego limpió su sudor.
“¿Recuerdas que antes dijiste que te gustaba mi espada?”
“¿Dije eso?”
“Lo hiciste. Por eso pensé en mostrarte un poco mi entrenamiento”.
“Ya entiendo”.
“Pero no es suficiente. Aún necesito más poder”.
“Ohh”.
“Aquí es cuando preguntas, ‘¿para qué?’” Dijo Alexia enojada.
“No pude proteger a Rose-senpai. Ahora mismo, el reino de Oriana es un desastre, y de seguro ella está sufriendo por eso. Por eso, necesito más poder…”
Ahora que lo dice, ¿qué habrá pasado con Rose-senpai? Espero que esté bien.
“Al otro lado de estos días, hay otro mundo moviéndose constantemente. Si me detengo aquí, me dejarán atrás”.
Sí, el que se mueve en ese mundo, soy yo.
“Ya no quiero ser una espectadora. A veces me parece curioso… desde que empecé a moverme por mi propia voluntad, siento que el tiempo pasa más rápido”.
“Suele pasar”.
“Y tú tan despreocupado como siempre. De cualquier forma, gracias por lo de hoy. Solo espero que la vida siga siendo tan amable contigo para que sigas siendo tan despreocupado como siempre” Dijo ella mezclando sus palabras con un suspiro, y luego me fui del dojo.
Ya estaba oscuro afuera.
Luego de caminar por el frío bosque nocturno, regresé a mi habitación y me vestí de John Smith, caminando nuevamente hacia un lugar desolado.
Allí estaba esperándome una mujer bestia con orejas de gato color marrón. Su nombre era Natsu, una de las ayudantes de Yukime.
Borré mi presencia y me acerqué lentamente hacia ella— “¿Qué sucede?” Dije apareciendo sigilosamente detrás de ella.
Natsu se estremeció un poco de la sorpresa, y luego se giró, viéndome con sus ojos de gato.
“J-John-sama, no me asusté así, por favor”.
“Esa no fue mi intención…”
Es solo que ya es una costumbre aparecer como lo haría la eminencia en las sombras.
“¿Y bien? ¿Qué sucede?” Pregunté, y Natsu sonrió como si hubiera esperado esa pregunta.
Las ayudantes de Yukime eran Natsu y Kana. Ellas dos eran hermanas, aunque no se parecían mucho.
Natsu era una mujer adulta con orejas de gato color marrón mientras que Kana era una chica con orejas de gato color negro.
Natsu comenzó a hablar, mientras movía sus orejas hacia arriba y hacia abajo.
“Hemos terminado los preparativos”.
“Ya veo…”
¡Finalmente llegó el momento!
***
La fábrica de billetes falsos fue construida en unas instalaciones subterráneas ubicadas en la línea entre la capital de Midgar y la ciudad sin ley.
A decir verdad, este lugar yo se lo recomendé a Yukime, y era el sitio a donde llevaron a mi hermana cuando fue secuestrada hace años, aquí también solía cazar bandidos con el resto de chicas. Como tenía la apariencia de una base secreta, era perfecta para la ocasión.
Era una buena estrategia fabricar los billetes falsos aquí, luego enviarlos a la ciudad sin ley, y desde allí, expandirlos a la capital.
Esta instalación a la que se infiltraron Alfa y las demás cuando todavía eran pequeñas, ahora se habían convertido en el lugar de trabajo de los subordinados de Yukime.
Iba caminando detrás de Natsu, hacia la parte trasera de la fábrica mientras que, en el camino, estuve viendo a los subordinados de Yukime trabajando responsablemente.
Luego de pasar por una hermosa puerta remodelada, entré a una gran habitación que parecía ser la sala del jefe.
“Te estaba esperando, John-han…”
Me senté en uno de los sofás frente a Yukime.
“Parece que ya terminaron aquí”.
“Verifícalo si quieres”.
Yukime puso una sonrisa glamorosa y luego abrió un sobre encima de la mesa. Adentro había dos fajos de billetes.
Eran billetes de 10 mil, probablemente había unos 100 de ellos.
“¿Puedes notar la diferencia?” Dijo Yukime llena de confianza. Tomé los dos fajos de billetes y los comparé.
Mierda, no veo diferencia.
Pero un súper agente de élite debería poder ver una diferencia por más pequeña que sea.
Usé mi super vista mejorada y finalmente vi la diferencia. Solo era una pequeña diferencia en la calidad del papel, la tinta y la impresión, pero no era notable.
El problema… sí, el gran problema, es que no me acuerdo cómo eran los billetes originales.
Pero no hay problema. En momentos como estos, mantener una mentalidad fuerte era la solución a todos los problemas.
Conté rápidamente el fajo de billetes y luego puse una sonrisa misteriosa, asintiendo como si hubiera entendido todo.
“Ni siquiera hace falta responder”.
“¿Qué quieres decir?” Preguntó Yukime con una expresión de duda.
“El papel de estos de aquí es más duro”. Dije, arrojando a la mesa los billetes más duros.
“También hay una diferencia en la calidad de la tinta. Los originales tienen una mayor calidad”.
Yukime me vio con sorpresa.
“También hay una diferencia considerable en la distorsión de la impresión. Justo aquí”. Yukime tomó ambos fajos de billetes y los comparó.
“E-Es cierto, hay una distorsión aquí. Y eso que lo revisamos muchas veces…”
“Ahora, ¿necesitas otra respuesta?”
“No, lo lamento mucho. Estos de aquí con mala precisión en el diseño, son los reales”.
¡Si hubiera tenido que elegir uno de los dos habría fallado en la respuesta!
“El error es que están demasiado bien hechos”.
“… ¿Quieres que lo hagamos de nuevo?”
“No será necesario. Dudo que alguien aparte de mí note la diferencia”.
“Eres realmente invencible en estas cosas John-han. En ese caso, empezaremos a distribuirlos mañana mismo”.
“Sí”.
“Cuando la cantidad de distribución aumente, ellos tratarán de encontrar la fuente de los billetes, en ese momento, tendrás que eliminar a los que se acerquen demasiado. Pero…”
Yukime se detuvo, como si quisiera decir algo incómodo de decir.
“… ¿Qué sucede?”
“Quisiera pedirte solo un favor más”.
“Oh”.
“Solo si de casualidad, encuentras a un hombre llamado Gettan… ¿podrías dejarlo escapar con vida?”
“… ¿Por qué?”
Yukime bajó la mirada y eligió cuidadosamente sus palabras. Luego, comenzó a hablar nuevamente.
“Todo sucedió cuando yo aún tenía una sola cola. En esos tiempos, vivía sola con mi madre, en una pequeña aldea de la tribu de los espíritus zorro”. Dijo Yukime con la mirada hacia abajo, como si tratara de recordar un lejano pasado.
“Era una aldea pacifica, sin peleas. Mi madre que en ese momento tenía 3 colas, usaba su poder para cazar y vivir pacíficamente. Luego de eso, yo le ayudaba a cocinar las cosas que ella cazaba. No era la vida que alguien desearía, pero eran días en los que rondaba la felicidad. Pero esos días no duraron por siempre. Cierto día, cuando ella se fue a cazar, la aldea fue…”
Yukime volvió a detenerse y luego alzó la mirada.
“Por ahora solo puedo decir eso. Te contaré la continuación cuando seamos un poco más cercanos”.
Y luego sonrió con gracia.
“En otras palabras, ¿no piensas decirme todo…?”
“Lo haré cuando seamos más cercanos”. Dijo ella con una pequeña risa.
“Bromeo. En resumen, ese hombre me robó todo lo que tenía, así que ahora es mi turno de robarle todo. Lo mataré con mis propias manos, pero primero robaré todo lo que tenga…” Dijo Yukime con una voz fría, y su sonrisa seductora de siempre.
“En otras palabras, una venganza. De acuerdo”.
“Gettan es un hombre bestia con una herida en ambos ojos”.
“Bien”.
Me levanté del sofá y me di la vuelta.
“Si quieres venganza, tómala. Pero no dejes que la venganza te desvié de tu propio camino…” Y luego murmuré eso antes de marcharme.