Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volumen 5: 5. ¡Una nueva sorpresa! ¡Un nuevo ataque terrorista en la academia!
- Casa
- Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute!
- Volumen 5: 5. ¡Una nueva sorpresa! ¡Un nuevo ataque terrorista en la academia!
Alexia estaba mirando al cielo del atardecer desde el edificio de la academia. Las clases apenas habían terminado, por lo que la mayoría de estudiantes pasaban a su lado, dirigiéndose a sus dormitorios.
“Los caballeros ya no son de fiar. Ni siquiera mi hermana es de fiar…” Dijo Alexia, recordando la conversación que había tenido con su hermana.
Su propia hermana mayor hizo oídos sordos a todas las palabras que ella trató de decirle.
“Tengo que hacer algo, así sea por mi propia cuenta…”
Ahora, mientras ella pensaba en eso, el culto aún estaba tratando de regresar a la vida a Diabolos utilizando su brazo derecho, escondido en alguna parte de la academia.
Si nadie más se atrevía a hacer algo, no le quedaba de otra que ponerse los pantalones y hacerlo ella misma. En su razonamiento, si detenía los planes del culto y conseguía pruebas contundentes contra ellos, todos deberían abrir los ojos y creerle.
“Quítate de en medio”.
“¡Auch!” Gritó Alexia al ser golpeada desde atrás. Seguido de eso, se dio la vuelta.
Allí estaba una hermosa chica de cabello negro, con los brazos cruzados y el atardecer a su espalda.
“Claire…”
“No te quedes ahí parada sin hacer nada. Estás frenando mi ataque”.
“¿D-De qué ataque hablas?”
Sin poder entenderlo ni explicarlo, Alexia vio en Claire una mirada llena de confianza.
“¿Y esa cara larga? ¿Pasó algo?”
“Solo estaba pensando en qué voy a hacer de ahora en adelante…”
“Pues vaya coincidencia. Yo también pensaba en lo mismo”.
“¿Tú también?”
“Por supuesto. La verdad existe, aunque esté oculta bajo un manto de oscuridad. En esos casos siempre tiene que haber alguien que resuelva la situación, incluso si se hace desde las sombras”.
“¿…?”
“Lo siento por mantenerte esto en secreto, pero… a decir verdad, soy una elegida”. Dijo Claire, al mismo tiempo que mostraba el círculo mágico en su mano.
“Este poder se me fue concedido para salvar al mundo, y para proteger a Cid”. “¿Qué…?”
“Y si tu objetivo es el mismo, entonces una mano extra no me viene mal. Sígueme”.
“¡E-Espera!”
Alexia agarró a Claire del brazo, sin entender ni una sola de las palabras que le estaba diciendo. Aunque, lo más extraño de todo es que no le pareció una mala sugerencia. “¡¿A dónde piensas ir?!” “Al templo”.
“¡¿Sabes en dónde está?!”
“Yo no… pero mi mano derecha me mostrará el camino”. Claire se detuvo para responder muy seriamente a la pregunta de Alexia.
“Aurora insiste en no decirme nada, pero no soy tan tonta como para no darme cuenta de la verdad. Sé que está ocultando algo, y sé que este brazo me llevará a la senda de la verdad…” Respondió Claire, quitándose la venda de su brazo, y mostrando un círculo mágico que estaba brillando un poco.
“No sé, a mí no me convence…”
“Esta sensación se está volviendo más fuerte de a poco… Puedo sentirlo; el momento está cerca”. Dijo Claire, y en ese mismo instante, el círculo mágico liberó un gran brillo.
“¡Aquí viene!”
De un momento a otro, el mundo que las rodeaba comenzó a colapsar, como vidrio partiéndose en pedazos.
“¡T-Tiene que ser una broma!”
Alexia reconoció este fenómeno. Era lo mismo que habían experimentado aquella vez que el director de la biblioteca las atrapó. Y, del mismo modo que aquella vez, una profunda niebla comenzó a extenderse por el lugar.
“¡¿Q-Qué rayos es esto?!”
“¡¿Por qué la academia se está llenando de niebla…?!”
Y así, la niebla se apoderó de toda la academia, con todos los estudiantes que aún estaban adentro.
********************
Estaba admirando desde la azotea a la academia Midgar, teñida del profundo color del atardecer.
“Que así sea. Haré lo que este mundo necesita que haga, incluso si soy repudiado en el proceso. Pues ese es mi deber, mi destino…”
Repetí a mi estilo las palabras que Zeta dijo la noche anterior, y sentí un hormigueo en el corazón.
“Sep, este tipo de desarrollo no está nada mal, eh”.
Shadow, el hombre que se enemistó con el mundo entero para salvarlo de su propia destrucción, cargando consigo toda la culpa y los pecados… Qué guay.
“Zeta hizo un gran trabajo construyendo esta trama…”
Lo siento por ella, pero me copiaré un poco. Aunque espera, en el pasado creo que también dije algo similar.
“De cualquier forma, nuestro camino nunca ha sido la justicia, ni tampoco la maldad. Nuestro camino es el que es, y nada más…”
Me paré al filo de la azotea, tomando una pose genial mientras el viento movía mi uniforme.
“Lleva contigo todos los pecados de este mundo, si te crees capaz de hacerlo. Nosotros aceptaremos el resultado…”
Qué genial. Y sí, recuerdo haber dicho esta frase antes. Qué bien suena en este escenario, en lo alto de la azotea con el atardecer de fondo.
“Eso significa que yo lo dije primero, así que el copión no soy yo, sino ella”.
Decidí usarla si encontraba la ocasión. La frase me venía de perlas porque mi repertorio ya estaba algo escaso y quería algo nuevo que decir.
“Es solo una ilusión óptica…” “Oh gran sombra, devóralo por completo…” “El viento se estremece… Eso, es el grito de mi alma”. Dije esas tres frases, cada una acompañada con una pose diferente.
Recuerdo que en mi vida pasada solía hacer esto en la azotea de mi escuela. Me traía bastante nostalgia volver a hacerlo ahora.
“El edificio de la escuela teñido del color del atardecer… con un hombre parado en la azotea, sonriendo mientras observa a los estudiantes saliendo de sus clases… a la espera de lo que está por ocurrir…”
La situación se acoplaba perfectamente con mi frase. Me dejé llevar por el momento, y levanté mi brazo para murmurar: “¡Ahí viene!”
Casi de inmediato, el mundo comenzó a caerse en pedazos, y una espesa niebla se extendió por el lugar.
“¿Eh…?”
La niebla rodeó toda la academia, como si tratara de aislarla del mundo exterior. Se extendió más y más, hasta opacar la luz del atardecer.
“…”
Pestañeé varias veces, mirando en todas las direcciones.
“Eh… ¿Eeeh?”
Sentí que algo podría ocurrir, pero no pensaba que de verdad ocurriría algo. Entonces, escuché las voces de los estudiantes confundidos viniendo desde el patio.
“¡¿Qu-qué rayos está pasando?!”
“¡Te-tenemos que llamar a los profesores!”
“¡Los profesores están en una reunión fuera de la academia, todos!”
Los estudiantes que quedaban en la academia comenzaron a reunirse.
“Mm… Una misteriosa niebla…. la escuela aislada del mundo exterior… y yo sonriendo en la azotea… qué guay”.
No entendía ni sabía qué era lo que estaba pasando, pero lo que sí entendí al instante, es que un nuevo evento estaba por iniciar.
“A este paso, la niebla envolverá al mundo en un profundo silencio”. Murmuré con seriedad, y luego me fui de la azotea. Al pasar por el pasillo, me di cuenta que todo estaba hundido en oscuridad y rodeado de esa profunda niebla.
Al parecer, en la academia aún estaban más de la mitad de los estudiantes.
“Me pregunto de dónde viene esta niebla”.
Pensé que la niebla era alguna técnica del director de la biblioteca, o un artefacto mágico suyo. Pero ese director ya no está.
Traté de usar mi poder mágico para averiguar su procedencia, pero solo supe que era una niebla de dudosa procedencia.
“Bah, da igual”.
Para mí, lo más importante no era la niebla en sí, sino el tipo de diversión que me esperaba dentro de ella.
Ahora, lo que podía hacer era reunirme con los demás estudiantes, o simplemente aparecer como Shadow.
“Hay muchas cosas que puedo hacer, y no me decido por una~”
Recorrí todo el pasillo con un pequeño salto. En ese momento, escuché un grito a lo lejos.
*************************
¿Será un nuevo evento? Pensé, dando un salto veloz para ir en dirección a ese grito.
“Creo que la voz venía por aquí…”
Llegué a un pasillo con muchas puertas casi pegadas las unas a las otras. Estas eran las salas de estudios individuales. Casi todas estaban vacías ya que las clases habían terminado por hoy, pero solo una estaba cerrada con llave, y con algo moviéndose dentro.
“¡Hum!”
Rompí el cerrojo de la puerta y entré a la habitación de forma explosiva.
“¡¿Q-Qué mierda es esta cosa?!”
Dentro, había un estudiante. Tenía una especie de collar alrededor del cuello, y su cara se me hacía familiar.
“Oh, tú estás en mi clase… Mmm… Suzuki-kun, ¿verdad?”
Ahora lo recordaba mejor. Suzuki-kun era un chico introvertido, que pasaba desapercibido mejor que yo. Le guardaba un gran respeto por eso y muchas veces hasta me basaba en él para ser un mejor introvertido.
Según mi lista de mobs, él era de una rama familiar del ducado Hope, y un familiar lejano de Christina-san.
“¡¿Kagenou-kun?! ¡Ayúdame, no me puedo quitar este collar del cuello!”
“¿Collar…?”
Había un enorme y feo collar alrededor del cuello de Suzuki-kun. La verdad, no se le veía muy bien con su cara de mob.
“Qué feo. No te queda nada bien”.
“¡Yo no me lo puse, se cerró en mi cuello por sí solo! No puedo quitármelo, y está que suena muy feo desde hace un rato…” Cuando dijo eso, escuché un pequeño tic tac viniendo del objeto.
Era como si el collar tuviera un temporizador, uno que justo llegó a cero cuando lo vi, porque hizo un último *track* final.
“Ah”.
“¡Ah…!”
Al instante, el collar decapitó la cabeza de Suzuki-kun.
La sangre salió volando por toda la habitación. Por suerte me cubrí a tiempo con slime para que no me manchase.
La cabeza de Suzuki-kun rodó por el suelo y lo vi a los ojos. Tenía una mirada realmente aterradora.
“Ya sabía que esto iba a pasar. “
Pero fue demasiado tarde. Qué pena.
“Bueno, ya qué… Ahora me causa más intriga este collar”. Dije, y luego tomé la cabeza de Suzuki-kun.
El feo collar estaba manchado de color negro, y el temporizador se había detenido en 0.
“Oh, umm…”
Usé mi poder mágico para averiguar un poco sobre el objeto. Luego también usé todo mi conocimiento de mi vida pasada para llegar a una respuesta a una gran velocidad y precisión.
Al final…
“¡Un collar explosivo que te decapita cuando el reloj llega a cero!” Grité, y luego seguí desarrollando mi hipótesis.
“Oh, umm… Normalmente un temporizador reduce su contador según el tiempo, pero este parece hacerlo según el poder mágico de la persona. Con razón desde hace un rato siento que me está chupando el poder mágico. Eso quiere decir que… ¡El collar explota y te decapita cuando absorbe todo el poder mágico!”
En base a eso, podía deducir que Suzuki-kun no estaba a tope con su poder mágico, así que decidió practicar en esta habitación de estudio y para su muy mala suerte, se vio envuelto en esta situación y terminó muriendo.
“Solo existe una verdad…” Dije sonriendo.
La verdadera pregunta es cómo y cuándo este collar terminó en su cuello.
“Normalmente cualquiera se daría cuenta cuando le ponen esto en el cuello, a no ser que sea un verdadero animal…” De repente me detuve. Tuve un mal presentimiento y toqué mi cuello.
Tenía el collar puesto.
Pero, ¿en qué momento…?
“Ya, de seguro tiene algún mecanismo ultra avanzando que no deja ver a las personas en qué momento el collar se cierra alrededor del cuello”.
Probablemente lo traía desde que apareció la niebla.
Creé un espejo con slime y me miré el cuello. Era un collar igual al que traía Suzuki-kun.
El contador eso sí estaba bugueado, estaba detenido en 9999. Aún podía sentir que estaba absorbiendo poco a poco mi poder mágico, pero como tenía una gran cantidad, y la regeneración natural de este era más rápida, casi no lo notaba.
“Umm…”
Podía sacarme esta cosa del cuello si quisiera, pero obviamente eso estaba fuera de cuestión.
Me moría por ser parte de este evento de los collares decapitadores.
Corté la circulación de poder mágico de mis circuitos mágicos y luego ajusté la cantidad de base.
“Suzuki-kun no tenía mucho poder mágico así que… ya, supongo que esto servirá”.
Ajusté mi poder mágico para que el contador se pusiera en 600. Con esta configuración, el collar me iba a quitar un poco de poder mágico cada diez segundos, así que técnicamente solo me quedaba una hora y cuarenta minutos de vida.
Ahora, muchos se preguntarán por qué decidí ajustar mi poder mágico al de Suzuki-kun. La respuesta era sencilla…
“Ahora la eminencia en la sombra se mezclará entre las masas disfrazado de un estudiante muerto… Je, je, je, qué guay”.
Primero haré que el introvertido Suzuki-kun comience a hablar con un gran entendimiento de la situación. Luego, cuando el enemigo esté arrinconado y llegue el momento de revelar su verdadera fuerza… ¡les mostraré quién soy realmente!
Qué emocionante.
“Será fácil si copio la habilidad de control de forma de slime de Nu y la habilidad de manipulación de masa de Epsilon”.
Me miré de nuevo al espejo y ahora me veía exactamente como Suzuki-kun. Solo por si acaso, también me copié su carnet estudiantil y otras cosas que cargaba consigo.
“¡Bien, hora de la diversión!”
Me fui de la habitación con un salto más ligero que el que usé para llegar.
*******************
Alexia y Claire estaban hablando en el auditorio.
“Lo sabía. Este collar está absorbiendo nuestro poder mágico. Y cuando el contador llegue a cero…” Dijo Alexia, mirando los cuerpos de los estudiantes que murieron por sus heridas en el cuello.
“No es buena idea tratar de quitarlos por la fuerza”. Dijo Claire. Ella había tratado de sacarse el collar usando su poder mágico, pero lo único que logró fue sentir una desagrada sensación de resistencia viniendo del objeto.
Además, estaba la posibilidad de que éste explotara si daba un paso en falso.
“Por ahora, lo importante es tratar de no usar nuestro poder mágico, es peligroso y más aún en los estudiantes que tienen poco poder mágico”. Dijo Alexia a los demás estudiantes.
En el auditorio se habían reunido los estudiantes que fueron atrapados por la niebla. Muchos de ellos ya debían estar en sus casas, pero el auditorio seguía llenándose de aquellos que aún estaban en las instalaciones. Todos ellos con aquel desagradable collar en sus cuellos.
El collar que Alexia marcaba 1303, y el de Claire 1917.
“Fuuh… Fui a dar una vuelta por la escuela, pero no encontré a ningún profesor que nos pueda ayudar”. Dijo una estudiante con minifalda, Nina.
“Ya, entonces tendremos que resolver esto por nuestra cuenta”.
“Nina, ¿no viste a Cid de casualidad?”
“A tu hermanito no lo vi. Probablemente ya regresó al dormitorio”.
“Qué bueno…” Exclamó Claire.
“¿Qué rayos estará pasando en esta escuela? Primero la niebla, luego estos collares y para el colmo, ni siquiera sabemos lo que sucede afuera porque estamos incomunicados”.
“Shadow Garden…” Murmuró un estudiante bajito, de cabello negro.
“Escuché ciertos rumores de que la organización llamada Shadow Garden está involucrada con las desapariciones de estudiantes y también con la muerte del director de la biblioteca. Mi padre es un caballero, así que la fuente es de fiar”.
“Creo recordarte. Isaac-kun, ¿verdad? Si no mal recuerdo, también eras un candidato a caballero mágico. Dices que el responsable de todo esto es cosa de Shadow Garden, pero, ¿tienes pruebas?”
“¿Pruebas? Qué pregunta tan rara viniendo de usted, Alexia-sama. Usted mejor que nadie debería saber que la escuela ya sufrió un ataque similar por parte de ellos”.
“¿Qué razón tendrían…?”
“Por favor. Estamos hablando de una organización de criminales, ¿acaso necesitan una razón? De seguro son unos desquiciados que se divierten matando personas”. Al escuchar eso, los demás estudiantes rápidamente se pusieron nerviosos.
“¿O-Otra vez Shadow Garden…?”
“A mí casi me matan aquella vez… hic…”
“¡Chicos, no pierdan los estribos! Isaac-kun, deja de decir cosas que asustan a los demás”. “Mis disculpas”. Isaac se disculpó. Pero el daño ya estaba hecho; el miedo se había apoderado de los estudiantes.
“Es demasiado arriesgado buscar culpables ahora mismo. Acaso no deberíamos primero averiguar cómo quitarnos estos collares, ¿o me equivoco?”
“Concuerdo. Aunque no creo que sea fácil escapar de aquí”. Respondió Nina.
“Seguí el rastro de la niebla, y no se termina nunca. Es como una pared que está aislando a toda la escuela”.
“¿Dices que no hay forma de salir de esto?”
“Digo que es complicado. El funcionamiento de este objeto es algo complejo, y no sabemos qué nos podría pasar si tratamos de sacarlo por la fuerza”.
“Tienes razón…”
Un silencio pesado e incómodo se apoderó del lugar.
“¡No… no quiero morir así!” Gritó un estudiante que estaba temblando en un rincón, solo para salir corriendo del lugar.
“¡¡Yo tampoco!! ¡¡No voy a morir en este lugar…!!” Así, otros estudiantes siguieron su ejemplo y comenzaron a correr a la salida del auditorio.
“¡¡E-Esperen!! ¡¿A dónde van?!” Alexia trató de detenerlos. Pero, en el instante en que dieron un paso fuera del auditorio, una lluvia de sangre cayó sobre el piso.
“¡¿Qué?!
Los estudiantes fueron atacados por unas espadas casi invisibles, y los que cargaban esas espadas eran guerreros pálidos, como si estuvieran muertos.
“¡Espectros…!”
“¡¿Qué es eso?!”
“¡No lo sé, Aurora los llamó así!”
Alexia y Claire sacaron sus espadas, Isaac y Nina también las siguieron.
“¡Haah!”
“¡Eeey!”
El tajo de Alexia y Claire eliminaron a varios espectros. Pero, afuera del auditorio aún había muchos de ellos.
“¡¿En qué momento aparecieron tantos?!”
“Son muchos. Esto sí que será agotador”.
“Tengan cuidado de no usar mucho poder mágico”. Dijo Nina.
“¡Retrocedamos!”
“¡Cierren las puertas!”
Isaac y Nina cerraron las puertas mientras que Alexia y Claire ahuyentaban a los espectros.
“¡Entren rápido!”
Ambas entraron de nuevo al auditorio junto antes de que las puertas de este se cerraran por completo.
Exhaustas, revisaron de nuevo el contador de sus collares. El de Alexia ahora ponía 1238, y el de Claire 1825.
“Esto no pinta bien… A este paso el conteo llegará a cero en cuestión de nada”.
“Eso es malo. Nina, ¿cuánto te queda?”
“¿Eh? ¿Yo? Pues…” Nina por alguna razón tapó el contador con su mano.
“¿Qué haces? No puedo verlo”.
“Ah, ya. Espera”. Luego de eso lo mostró. La cantidad no era baja, pero tampoco alta.
“¿748? Es menos de lo que esperaba”.
“Ajá. A este paso solo me quedan dos horas de vida. ¿Qué hay de ti, Isaac-kun?”
“1367”.
“Nada mal, pero tampoco nada sorprendente viniendo de un estudiante modelo. Creo que sería mejor comprobar el contador de todos aquí”. Propuso Alexia, y después eso fue lo que hizo.
“El más bajo es de 300…” Dijo Alexia luego de terminar de contar.
“Parece que usó demasiado poder mágico en su entrenamiento personal luego de las clases… Si no encontramos una solución para dentro de una hora, ella va a…”
Claire miró a una estudiante, una chica que estaba temblando con el rostro blanco como el de un fantasma.
“Hay muchos estudiantes con poco poder mágico. Tampoco sabemos por cuánto tiempo más podremos defender este lugar”.
Los espectros afuera estaban tratando de derribar las puertas del auditorio. Los demás estudiantes estaban haciendo lo mejor posible para construir una barricada usando sillas y pupitres.
“¿Qué hacemos, princesa?” Preguntó Isaac.
“Eso es lo que quisiera saber…”
Nadie esperaba que una niebla blanca los encerrara, y ahora tampoco sabían cómo quitarse estos collares. Alexia miró en todas las direcciones, tratando de encontrar una pista o una respuesta… Y entonces…
“Si nos quedamos aquí solo moriremos en vano…” Dijo alguien en voz baja.
Pero, por el contrario del tono de su voz, aquella voz resonó fuerte en el auditorio.
“Tengo una idea…”
Era un estudiante recostado en una esquina de la habitación. El chico de cabello castaño oscuro caminó lentamente hacia Alexia y compañía.
“¿Quién eres…?”
“Suzuki”. Respondió mirando fijamente a Alexia. Su mirada era tenaz, pero su apariencia no era muy destacable.
“Vamos en la misma clase”. Agregó Isaac.
“Suzuki-kun, ¿podrías contarme de qué va esa idea tuya?”
“Claro…” Respondió Suzuki. Seguido de eso, miró a todos los estudiantes en la habitación.
“Antes que nada, el problema que tenemos delante es que contamos con muy poca fuerza de combate. La mayoría de los estudiantes aquí ya no tienen mucho poder mágico, y si pelean, estarían literalmente jugándose la vida. Eso es estresante, y no podrán hacer nada con ese estrés encima”.
“Concuerdo…”
El análisis de Suzuki dio en el clavo. Su deducción era determinada y tajante.
“Los estudiantes que aún tienen poder mágico son muy pocos. En otras palabras, solo un puñado podría pelear. Por eso mi idea es dividirnos en dos grupos”. Dijo Suzuki mientras miraba la barricada hecha por los estudiantes.
“El primer grupo será de defensa, la retaguardia. Los estudiantes con poco poder mágico se quedarán aquí y protegerán el lugar al mismo tiempo que guardan su poder mágico. Ahora, el segundo grupo…” Dijo Suzuki, mirando esta vez a Alexia y compañía.
“Será el grupo de ataque…”
“¡¿Qué crees que estás haciendo?!” De repente, la voz de otra chica interrumpió a Suzuki, afectando la tensión con la que Alexia y los demás lo estaban escuchando al mismo tiempo.
“¡¿Cómo se atreve alguien de una rama inferior a hablar en ese tono a Alexia-sama?! Ve y ayuda a los demás a hacer la barricada. Deja de tratar de manchar el nombre de nuestra familia”. Detrás de Suzuki estaba parada una bella chica de cabello rojo. “Mm, tú eras…”
“Mi nombre es Christina Hope. Suzuki y yo somos familiares lejanos”.
“Ella también va en mi clase. Tiene habilidad”. Agregó Isaac.
“Perdón por las molestias que Suzuki le está causando. Es raro en él…” Dijo Christina, jalando a Suzuki de su camisa para tratar de llevárselo. No obstante, Alexia la detuvo.
“Espera. Lo que está diciendo tiene sentido”.
Christina soltó a Suzuki a regañadientes.
“Deberías aprender a actuar bajo presión, Christina-neesan”.
“¿Y tú desde cuándo te crees capaz de hablarle así a alguien de la rama principal?”
“Desde que empezó esta situación desesperante, así que perdonarás mi falta de tacto”.
“¿Qué es lo que tramas?” Dijo Christina con desconfianza, y Suzuki respondió con un suspiro.
“Volvamos al tema. Como decía, los que tengan poder mágico de sobra serán parte del grupo de ataque que rodearán a los espectros y los eliminarán junto a la fuente de todo este fenómeno”.
“¿Y cuál es la fuente…?”
“No lo sé. Pero, tal parece que estos collares absorben nuestro poder mágico. Ahora, ¿han pensado en donde se almacena?”
“Pues…” Alexia se concentró en su poder mágico. Al hacerlo, notó un rastro de poder mágico saliendo de los collares.
“Tiene sentido. Solo tenemos que seguir este rastro… Buen trabajo en darte cuenta”.
“Suzuki, tú…” Christina estaba sorprendida.
“Fue simple. Solo bastaba ponerse a pensar un poco en la posibilidad”. Respondió casualmente.
“Sí, sorprendente. Ahora la cuestión es si será sencillo seguir el rastro del poder mágico”. Dijo Isaac.
“Mientras más sensible es el poder mágico más vulnerable es a fluctuaciones, así que yo estoy en contra del plan de Suzuki. Además, recuerdo que él no es un buen estudiante. No, perdón, pero lo diré directamente; es un pésimo estudiante”. Isaac miró a Suzuki con una gran desconfianza.
“Es verdad”. Agregó Christina.
“Para ser sincero, no confío en lo que dice Suzuki-kun”. Agregó Isaac.
Las miradas de todos fueron a parar a Suzuki.
“¿Confianza…? ¡Ha!” Suzuki soltó una pequeña risa.
“¿Acaso dije algún chiste…?”
“No, qué va. Es solo que… no esperé que la persona en la que menos deberíamos confiar me dijera eso”.
“¡¿Qué quieres decir…?!”
La discusión iba en aumento, pero entonces Claire habló.
“Yo estoy a favor del plan de Suzuki-kun”.
“¿Claire…?”
“Mi mano derecha se estremece en dirección del poder mágico. Puedo sentirlo, sé que estoy en lo correcto… Por eso, seguiré el rastro del poder mágico”. Dijo Claire con un fervor en su mirada.
“Claire… Está bien. Sigamos el plan de Suzuki-kun”. Dijo Alexia.
“¡Esperen un momento! Yo no confío en este tipo”.
“No tenemos tiempo. No podemos estar aquí discutiendo qué hacer”.
“Pero…”
“Isaac-kun, no importa si estás de acuerdo o no, nosotras nos vamos”.
“Yo también estoy con Suzuki-kun”. Agregó Nina, por lo que Isaac no tuvo otra opción más que ceder.
“Uhh… Está bien. Si ustedes lo dicen, haré lo posible para participar en ese plan”.
“Entonces vamos a decidir el grupo de ataque. Supongo que seremos Claire, Isaac-kun y yo, ¿no?” Dijo Alexia. Claire y Isaac asintieron.
“También quisiera que Christina-san nos ayude”.
El contador de poder mágico de Christina estaba en 1179.
“No sería capaz de negarme a hacerle un favor, princesa Alexia”.
“Gracias. Bien, ahora somos cuatro…”
“Yo también voy”. Dijo Nina alzando la mano.
“Pero tu poder mágico es…” Dijo Alexia con incomodidad.
El conteo del poder mágico de Nina era de 784. No le sobraba poder mágico como para malgastarlo.
“Nina estará bien. Su poder mágico está entre la media, pero nos será de mucha ayuda”.
“De acuerdo… Contamos contigo, Nina-senpai”.
“Claro. Haré lo posible para no estorbarles”.
“A todo esto, ¿por qué tu contador sigue en 784?”
“¿Eh? ¿A qué te refieres?” Por un instante, el rostro de Nina se petrificó.
“Digo que tu poder mágico sigue siendo igual que al de hace un rato”.
“Qué va. Antes era 794, así que bajó unos 10 números”.
“¿En serio?”
“Claro. Sí que eres olvidadiza, heh”. Dijo Nina, tocando discretamente el contador de su collar con los dedos. Al hacerlo, el conteo bajó un número.
“Ah, ahora está en 783”.
“¿Ya ves? Está bajando normalmente”.
“Oof, qué mal. Pensé que había alguna forma de detener el conteo”.
“Qué va. Tienes mucha imaginación”. Murmuró Nina.
“Bien. Entonces somos cinco…”
“Yo también las acompañaré”. Exclamó Suzuki.
“¿Estás loco? Tu poder mágico es de apenas 541”.
“Pienso lo mismo. Solo nos estorbarías”.
Christina y Isaac estuvieron en contra.
“Si me convierto en un estorbo solo tienen que abandonarme y listo. Tampoco pienso pedirles ayuda”. Respondió Suzuki.
“Yo estoy a favor de llevarlo. Como él dice, si nos estorba, podemos abandonarlo y usarlo como cebo”. Agregó Nina.
“Eso es demasiado cruel”. Opinó Claire.
“Pues él mismo lo está diciendo. Además, puede que su habilidad de deducción nos sea de ayuda”.
“Sí, yo también creo que será mejor llevarlo…” Quien dijo eso, para sorpresa de todos, fue Christina.
“Si nos trae problemas yo, como miembro de la rama principal de la familia, tomaré responsabilidad por sus acciones, ¿de acuerdo?” Dijo Christina con una mirada feroz a Suzuki.
***********************
“De acuerdo…” Asintió Suzuki.
Alexia tomó las riendas de los estudiantes y les explicó el plan.
Claro, unos pocos estudiantes se quejaron alegando que planeaban dejarlos a su suerte, pero no había tiempo de sobra como para explicarles todo.
Las seis personas que conformaban el grupo de ataque salieron sigilosamente del auditorio, y luego Alexia y Claire acabaron rápidamente con los espectros que estaban justo detrás de las puertas.
Siguieron avanzando, y mientras lo hacían, Christina observó a Suzuki en todo momento a escondidas.
Suzuki caminaba sin temor ni preocupación alguna, en medio de esta niebla de la cual en cualquier momento podría salir otro espectro para atacarlos.
“Algo no cuadra…” Murmuró Christina en voz baja.
La relación que tenía con Suzuki era la de simples parientes lejanos, y compañeros de clase a lo mucho. Ni más, ni menos. No tenían una relación tan profunda. Aun así, ella conocía muy bien el tipo de persona que era.
Para Christina, Suzuki no era el tipo de chico que pudiera pararse frente de forma tan natural frente a la princesa Alexia, ni entrar tan valerosamente en un combate.
Era como si se tratara de una persona diferente… su cambio era tan radical que Christina no pudo evitar tener esa impresión.
Pero la voz y la cara era la misma del Suzuki que ella conocía.
“¿Ha estado ocultando su verdadera fuerza todo este tiempo…?”
Era una buena estrategia para evitar un el conflicto entre las ramas principal y secundaria de la familia, y parecía totalmente razonable que él lo estuviera haciendo de forma deliberada. “Aunque también puede estar usando algún artefacto o una droga”.
También estaban esas posibilidades, pero ninguna parecía ser lo suficientemente convincente para ella.
Lo único cierto, era el cambio que había sufrido. Pero si ese cambio le traía algún tipo de problema a la familia, ella debía hacerse cargo y acabar con Suzuki. Christina pensó en esa posibilidad… pero entonces…
“Ten cuidado”.
Alguien tomó a Christina por su hombro, y justo delante de ella, pasó la espada de un espectro.
“¡Maldito!”
Ella tardó en reaccionar, pero al final sacó su espada y acabó con el espectro, el cual desapareció en pedazos.
“Buen golpe, Christina-neesan”.
“Gracias por la ayuda…” Dijo a Suzuki. Si no la hubiera ayudado, habría recibido un golpe directo de esa espada.
“Solo hice mi trabajo; apoyar a la rama principal”. Dijo Suzuki, adelantándose una vez más.
Christina lo miró con intriga mientras se marchaba.
************************
“Es por aquí”.
Claire se movió a través de la academia siguiendo el rastro de poder mágico. De vez en cuando se tocaba su mano envuelta en vendas, preocupándose por algo.
“¿Tiene herida la mano?”
“No, es solo una condición especial. Puede sentir el poder mágico de forma muy sensible con su mano”. Alexia respondió a la pregunta de Isaac. Obviamente no le dijo la verdad, porque nadie se iba a creer que en realidad le estaba hablando un fantasma llamada Aurora.
“Ya veo. El arma secreta de la ganadora del torneo Bushin”.
“Sí, algo así”.
“La niebla es muy densa. Podrían atacarnos desde cualquier dirección”.
“Eso es malo”.
“Pero no se preocupe princesa Alexia, yo la protege—” De repente, Alexia sacó rápidamente su espada y cortó en pedazos a un espectro que estaba saliendo del suelo.
“¿Decías?”
“No… Nada”. Los seis avanzaron sin decir una sola palabra.
“¿Escucharon eso?” Entonces, Nina se detuvo de repente.
“¿Qué fue eso…? ¡¿Un grito?!” Alexia le prestó más atención al ruido y se dio cuenta que se trataba de un grito.
“Tal vez sea un estudiante perdido. ¿Qué hacemos?” Dijo Claire, girándose hacia los demás que venían detrás.
“No tenemos tiempo para ayudar a más personas”. Informó Isaac. Él tenía razón, todos habían perdido dos partes de su poder mágico desde que salieron del auditorio.
“Vayamos a ayudarlo…”
No obstante, Alexia tomó una decisión.
Todos corrieron en la misma dirección y se encontraron con un gran número de espectros.
Los espectros están rodeando esa habitación”.
“¡Parece que hay un estudiante dentro!” Gritó Claire.
“También afuera. Bueno, los hubo”. Dijo Nina, encontrando varios cadáveres en el suelo. Pero, al parecer aún quedaba una estudiante con vida.
“¡Heeh! ¡Ayuda, por favor!”
Iba a morir, no podían salvarla a tiempo. Todos pensaron de esa misma forma.
Sin embargo, unos tentáculos rojos aparecieron, cortando en pedazos a los espectros y salvando a la chica.
“¡Ahora!” Con la voz de Claire como su señal, los seis estudiantes se lanzaron hacia el grupo de espectros.
Claire abrió unos enormes agujeros en los cuerpos de los espectros, Alexia los cortó con gran habilidad, e Isaac usó su poder mágico para mandarlos a volar con un tajo de su espada.
Los tres estaban dominando la batalla. Mientras tanto, Christina, Nina y Suzuki se quedaron atrás observando todo.
Nina acabó con los espectros que se le escapaban a Claire, mientras que Christina se unió a la batalla, aunque sin quitarle un ojo de encima a Suzuki.
Por el contrario, Suzuki solo estaba… parado.
Ni siquiera había desenfundado su espada. Estaba de pie, observando la batalla desde una esquina. Aquello se veía demasiado anormal.
Al final, los cinco estudiantes derrotaron a todos los espectros. Una vez terminada la batalla, la primera en decir algo fue Christina.
“No pelear también cuenta como estorbarnos”.
“Solo evité que mi poder mágico se redujera más de lo que ya estaba. Aunque pensaba ayudarlas si fuese necesario, pero… ¿acaso lo fue?”
“No necesito tu ayuda. Quédate atrás temblando todo lo que quieras”.
“Me alegro mucho de escuchar eso”.
Ambos intercambiaron palabras cortantes. La relación ni siquiera parecía la de unos compañeros de clases ni de familiares, sino algo mucho más lejano.
“¿Estás bien?” Le preguntó Claire a la chica que acababa de salvar.
“M-Me duele el brazo…”. Dijo la chica con una expresión de dolor.
“Está roto. Tienes que descansar…” Claire miró el contador de la chica, el cual ya estaba en 100.
Es peligroso quedarse en este lugar. Entremos a esta aula”. Dijo Claire con intención de abrir la puerta.
“¡E-Esperen! ¡Por favor ayúdenme! Si vuelvo a esa habitación voy a…” Dijo la chica, pero de repente sus palabras fueron interrumpidas con la puerta que se abrió desde adentro.
“Oh, vaya, vaya, pero si es la princesa Alexia. Por favor, entre”.
“Vicepresidenta…”
La persona del otro lado era una mujer con una belleza hechizante… la vicepresidenta del consejo estudiantil, Elaiza.
***************
“Ya terminé querida~”
Elaiza sonrió con gentileza mientras trataba las heridas de la estudiante.
“Gra-Gracias por su amabilidad, Elaiza-sama…” Dijo la chica con una voz temblorosa.
Aquello no fue por dolor. Al lado de Elaiza había un estudiante corpulento cruzado de brazos.
“No sabía que aún quedaban tantos”. Dijo Alexia mientras observaba la habitación. Aparte de ella y Elaiza, quedaban 8 estudiantes, y cuatro más… pero solo sus cadáveres.
“Primero apareció una niebla de la nada, y nos atacaron monstruos espeluznantes~ Traté de protegerlos a todos porque soy la vicepresidenta, pero fue complicado~”
Afuera de la habitación había una barricada manchada de sangre. La sangre también llegó hasta las paredes en el interior.
Alexia observó el contador de Elaiza, este todavía era de 1971.
“Sí que tiene bastante poder mágico”.
“Gracias a mi linaje. Tengo que agradecer a mis padres, son mi orgullo~” Dijo Elaiza con un tono un tanto egocéntrico.
“Entiendo… ¿Y qué hará ahora? En el auditorio hay más estudiantes. Sería bueno que se llevara a todos allí y se refugien”.
“Eso quisiera, pero no lo sé~ No creo que el poder mágico de mis chicos sea suficiente para aguantar caminar hasta allá”.
Todos los estudiantes tenían sus contadores en los 300 o por debajo, excluyendo a Elaiza y el estudiante corpulento a su lado.
“Los acompañamos hasta la mitad”.
“Eso sería de mucha ayuda~”
Alexia y los demás salieron de la habitación y esperaron a que todos estuvieran listos para partir. En todo ese tiempo, la estudiante que rescataron no dejó de temblar.
*******************
De camino al auditorio, Alexia, Claire e Isaac tomaron la delantera y caminaron al frente para reducir el gasto de poder mágico en los demás estudiantes. No obstante, el poder mágico de Alexia no era ilimitado.
“Ya bajó hasta 1000…” Murmuró Alexia.
Mientras más bajaba el contador, más podían sentir la muerte respirándoles en la nuca.
“Yo tengo 1100”.
“Yo todavía tengo 1300. En el último de los casos, déjame todo a mí”.
Isaac y Claire le respondieron. Los dos aún tenían un poco más, pero esa cantidad también iba disminuyendo. No obstante, la que peor lo estaba pasando era la chica que habían rescatado hace unos momentos.
“Aa-aah, no…” Ella observó con miedo cómo su contador seguía disminuyendo.
Le quedaban 59, lo que se traducía en unos diez minutos de vida. No había nada que hacer por ella.
“Uhh… Uhh…”.
La chica empezó a llorar, pero no había nadie que pudiera consolarla. Y justo en ese instante, detectaron varias presencias mágicas.
“¡Tengan cuidado!”
Todos estuvieron atentos a la niebla, pero nada apareció de ahí.
No. En realidad, la niebla estaba tomando la forma de un espectro. Los espectros estaban naciendo de la niebla.
“¡Malditos!” Alexia rápidamente se lanzó al ataque antes de que terminaran de tomar forma.
No obstante, muchos de ellos nacieron, y Christina, Nina, y muchos estudiantes de la retaguardia se unieron a la batalla, formando un campo de pelea en un pequeño pasillo. “¡Maldición, atrás también hay muchos!”
“¡Cabrón!”
“¡Heeh! ¡N-No te me acerques!”
Pero de entre ellos, había una persona que no estaba peleando.
“Elaiza-senpai, ¿no vas a pelear?” Le preguntó Suzuki.
“Dime Elaiza-sama. Y no, todavía no es momento para pelear. Más bien, ¿por qué tú no estás peleando?”
Elaiza respondió con una sonrisa agraciada, al mismo tiempo que diestramente esquivaba los ataques de los espectros.
“Porque tengo muy poco poder mágico, así que creo que debería ser usted la que pelee primero”.
“Cierra esa boca, mocoso de primer año”. Dijo el estudiante corpulento, mirando ferozmente a Suzuki.
Él tampoco estaba peleando, solo usaba lo mínimo de poder mágico para proteger a Elaiza.
Suzuki por otro lado, simplemente se río un poco.
“Qué pena, qué gran pena. La chica a la que le trató las heridas va a morir en cualquier momento”. Dijo Suzuki mirando a la chica de hace rato.
Ella aún estaba peleando, con su brazo herido y con casi nada de poder mágico en su interior.
“Es verdad. Pero no podemos hacer nada para ayudarla”.
El poder mágico en ella seguía disminuyendo.
6, 5, 4…
“Pues qué le parece que no es tan así. Investigué un poco estos collares y descubrí una funcionalidad muy interesante”. Dijo Suzuki, acercándose a la estudiante que estaba peleando.
Un espectro estuvo por asestar un golpe, pero Suzuki lo desvió usando poder mágico en su brazo. La espada soltó un ruido sordo ante el choque.
“¡¿Eh?!” La chica miró sorprendida a Suzuki.
Nuevamente el mismo sonido se escuchó.
Suzuki estaba partiendo en pedazos a los espectros usando sus manos desnudas.
“Oh~ ¿Cómo hiciste eso~?” Preguntó Elaiza con desconfianza.
“No es nada del otro mundo, solo artes marciales”. Suzuki respondió con una sonrisa y luego tocó el collar de la chica.
3, 2, 1… el conteo siguió su curso.
Era claro que iba a morir aquí.
“Aah, aaah… No quiero… ¡no quiero morir, por favor…!” Rogó la chica.
“Tranquila”. Dijo Suzuki, metiendo algo de poder mágico en el collar de la chica.
Al hacerlo, el conteo de este rápidamente comenzó a subir: 50, 100, 150…
“Gra…Gracias…”
251 en total. La chica finalmente pudo suspirar de alivio.
“Suzuki… ¿qué fue eso?” preguntó Christina, que había terminado de pelear.
Todos los espectros habían sido derrotados, y solo quedaba uno a punto de ser derrotado por Claire.
Una vez vio que el combate había llegado a su fin, Suzuki les dijo.
“Había algo que me dio curiosidad, así que investigué los collares de los estudiantes sacrificados, y usé algo de mi poder mágico en ellos. Descubrí que los collares almacenan poder mágico. Así que, se me ocurrió una hipótesis”. Todos se quedaron atentos a las palabras de Suzuki.
“Estos collares tienen una función para transferir poder mágico. Por supuesto, la otra persona se irá quedando sin poder mágico, pero del mismo modo, se puede extender la vida de los estudiantes con números menores”.
“Eso sí que es un gran descubrimiento…” Dijo Alexia con asombro.
“Ahora podemos reducir un poco más las bajas”. Dijo Claire.
“La persona con un número mayor aquí es Elaiza-sama. Supongo que no tendrá problemas en ayudar a los demás estudiantes, ¿verdad?” Dijo Suzuki con una sonrisa.
Elaiza del mismo modo, respondió sonriente.
“Cuando lleguemos al auditorio veré~”
“Me alegro. Aunque ahí no termina la cosa. También investigué los cadáveres de los estudiantes y hay algo que me llamó la atención”
“Ajá, ¿qué cosa~?”
“Los cadáveres tenían secuelas de haber sido atados con algo”.
“¿No te estarás equivocando~?”
Elaiza desvió la mirada solo por un milisegundo.
“Y otra cosa. Los collares de todos habían explotado”.
“¿Y qué tiene de raro eso? Si se quedan sin poder mágico, explotan, ¿no?”
“Claro. Pero si lo piensas bien, es raro, ¿no? Estaban atados, sin poder moverse, y aun así se quedaron sin poder mágico. Me pregunto si no les pasó algo más…”
“¿Qué insinúas querido~?”
“Imaginé que hubo alguien que al igual que yo, trató de experimentar con los collares. Poniendo su poder mágico, usando el de los otros, tratando de averiguar alguna forma de quitarlos… Pero fue ella la que me dio la respuesta final”. Dijo Suzuki, señalando a la estudiante que salvó.
“Cuando le di mi poder mágico, ella me lo agradeció, no dijo nada más. Pero eso es raro, ¿no creen? Lo común sería sorprenderse, después de todo, se supone que no debería saber sobre ello… pero lo sabías, ¿no es así?” La chica comenzó a tartamudear.
“Y-yo… yo n-no…”
“Sé que lo sabías”.
“Lo siento mucho… No podía decir nada porque Elaiza-sama nos tenía amenazados con usar las influencias de su familia. El que no obedecía era atado, le sacaban el collar, o absorbía todo su poder mágico… Es por eso que ya sabía sobre traspasar poder mágico”.
“Ya me parecía raro que el contador de Elaiza-sama fuera tan alto, mientras que el de los demás estaban en menos de 300, como si hubiera sido ajustado predeterminadamente”.
“Todos le dimos nuestro poder mágico a Elaiza-sama. Pero mi poder mágico era menor, por eso descendió más rápido…” Confesó la chica, echándose a llorar.
“Si lo que dice es verdad, entonces es algo bastante serio”. Dijo Alexia mirando con desconfianza a Elaiza.
“¿Y qué piensan hacer si es verdad~?” Dijo Elaiza luego de suspirar.
“Supongo que admites tu culpa, ¿no?”
“¿Culpa? Solo trataba de cumplir con mi trabajo de vicepresidenta y salvarlos a todos. No sabía que los collares explotarían si tratábamos de quitarlos o si el poder mágico llegaba a cero~”
“¡No tienes vergüenza alguna…! ¿Y cómo explicas el haberles robado su poder mágico a los estudiantes?”
“No lo robé, solo lo almacené~ Planeaba repartirlo equitativamente después~”
“¿En serio crees que nos vamos a tragar eso?”
“En otros casos debería funcionar, pero supongo que con una princesa no tiene caso decir mentiras. Ah, ¿y qué le parece un trato?”
“¿Trato?”
“Mi poder mágico es de 1900. Si te olvidas de esto, te lo puedo dar y asunto arreglado. ¿Qué dices~?”
Alexia chasqueó su lengua. Muchos de los estudiantes habían perdido casi todo su poder mágico en el combate que acababan de librar. Si ella aceptaba, tal vez podría salvarlos.
Pero si aceptaba, estaría perdonando todas las fechorías que Elaiza había hecho.
Ni siquiera Alexia en su posición de princesa podía negarse a hacer un trato con la hija de un gran noble.
“¿En serio me lo darás?”
“Por supuesto. Si cumples ciertas condiciones, te puedo dar mucho de este poder mágico~” Dijo Elaiza llena de confianza. Ella tenía plena confianza de que no iban a rechazar su propuesta.
Alexia observó a los estudiantes. Sus caras estaban sucias de polvo y quemaduras, y se notaba cómo la vida los iba abandonando poco a poco.
Por eso, no tuvo de otra que aceptar para salvarlos.
“De acuerdo. Acepto ese tra—” Alexia trató de responder, pero entonces…
“Santo dios. Parece que de verdad no entiende cuál es la situación aquí”. Dijo Suzuki, interrumpiendo la voz de Alexia.
Él estaba detrás de Elaiza.
“¡¿En qué momento se movió?!”
“No te muevas”. Dijo Suzuki en voz baja a Elaiza que trató de girarse rápidamente.
Su mano estaba en el cuello… o más bien, en el collar de Elaiza.
“Creo que usted mejor que nadie sabe lo que pasaría si trato de quitarte este collar…”
“¡¿Qué crees que estás haciendo…?! ¡¿Piensas que esto se quedará impune?!” Dijo Elaiza muy seriamente.
“Suzuki, apártate de ella. La familia Hope aún no tiene planes de enemistarse con su casa”. Dijo Christina.
“Dios. Parece que ustedes tampoco entienden la situación, ¿no?” Dijo Suzuki con un suspiro.
“¡¿De qué estás hablando?!”
“Elaiza-sama, todo eso que te protege, no está aquí, no existe. La reputación de tu familia, tu título, las influencias en las facciones del reino, nada de eso está aquí en medio de la niebla”.
“Pero soy Elaiza. Soy parte de una de las familias más representativas del reino de Mid—”
“¿Y eso qué? ¿Acaso todo eso está dentro de la niebla? ¿Realmente crees que todos te defenderán si llegase a matarte aquí y ahora? ¿Crees que luego de salir de aquí, aquellos a los que le robaste su poder mágico clamarán por justicia para ti?” Elaiza miró a los estudiantes.
Ninguno de ellos hizo contacto visual con ella.
“¿Ahora lo entiende? Esta es su situación actual…” Le murmuró Suzuki al oído. Al mismo tiempo, el collar dejó de hacer presión en el cuello de Elaiza, lentamente…
“¡E-está bien, me disculpo, me disculpo por todo!” Dijo Elaiza.
“Nadie quiere tus disculpas. Regrésale a todos su poder mágico”.
“P-Pero claro, obvio que lo haré~” Declaró Elaiza, a pesar de que su mirada parecía ser la de una asesina serial.
“¿Así está bien, princesa? Estamos en una situación de vida o muerte, así que el castigo de Elaiza-sama tiene que ser pospuesto. Por supuesto, el mío también de ser necesario”.
“¿Seguro? No creo que la vayas a pasar bien contra una enorme familia de nobles como la de ella”.
“Estoy preparado”.
“Si tú lo dices… ¿qué hay de la casa Hope?”
“Es una gran ventaja para nosotros si conseguimos su apoyo verbal, no tengo ningún problema con ello”. Respondió Christina.
“Gracias”. Agradeció Suzuki.
“No tienes que agradecerme… a mí tampoco me agrada esa mujer”. Dijo Christina, desviando la mirada con desdén.
Luego de eso se dividió el poder mágico de Elaiza. Ella se quedó con 400, y los 1500 restantes se dividieron entre los estudiantes moribundos.
“Creo que no hace falta decirlo, pero ni se te ocurra volver a robarles su poder mágico”.
“Vayamos rápido al auditorio. No quiero que me ataquen esos monstruos”.
Los estudiantes se dividieron otra vez en dos grupos. Los de Elaiza que fueron al auditorio, y los de Alexia que siguieron el rastro mágico.
“¡Ya me las pagarás…!” Al final, ella dijo eso mirando con odio a Suzuki. Pero él por otra parte, vio a Elaiza como si fuera una piedrita en el camino.
“Todo es una ilusión… todo lo que ocurre en la niebla, en la niebla se quedará” Dijo Suzuki al final, dándole la espalda al resto.
**************************
Alexia y el resto del grupo siguieron el rastro de magia afuera de la escuela.
Los ataques de los espectros se calmaron, y solo se producía un combate cada tanto.
“¿Quién rayos es ese chico…?” Preguntó Alexia, caminando al lado de Christina.
“Un familiar lejano de la familia Hope. No debería tener ningún talento en especial, pero…” Dijo Christina, mirando a Suzuki que venía hasta atrás.
“No parece ser cualquier chico común y corriente. El coraje que se necesita para hacerle frente a un gran noble no lo consigue cualquiera…”
“Sí, también lo vi utilizando técnicas raras en los combates. Puede que haya estado ocultando su verdadera fuerza”.
“¿Y por qué…?”
“No lo sé. Pero sea cual sea la razón, pienso hacer que la familia principal lo absorba”.
Suzuki había demostrado un talento que no podía ser desperdiciado, y también era muy peligroso dejarlo estar a sus anchas.
“Buena decisión…”
“Yo que ustedes tendría cuidado. Ese tipo es demasiado sospechoso, es como si fuera alguien totalmente distinto”. Dijo Isaac que se adelantó y caminó junto a las chicas.
“¿Qué quieres decir?”
“Me refiero a lo de los collares. Dijo que lo investigó, pero no creo que haya tenido tiempo para hacerlo en esa aula de clases. También fue él quien descubrió que salía un rastro de poder mágico de estos objetos, como si lo supiera todo desde el inicio. Si pensamos en eso, todo cuadra”. Dijo Isaac con una mirada desconfiada.
“¿Tienes pruebas…?”
“Definitivas, no. Pero trataré de conseguirlas. Princesa, tenga cuidado”. Dijo él, adelantándose otra vez.
Isaac tenía algo de razón. Suzuki cambió totalmente cuando apareció la niebla, y eso se explicaría fácilmente si él fuera parte del culto. De ser el caso, Suzuki las estaría llevando a una trampa.
“Qué hombre tan sospechoso…” Murmuró Christina. Aunque, mirando a Isaac que caminaba adelante.
“¿Dijiste algo?”
“No, no es nada”. Christina respondió a la pregunta de Alexia.
“El poder mágico parece seguir por aquí”. Claire se detuvo en una pequeña capilla que estaba en la parte trasera de la escuela.
“No sabía que existía esta capilla”.
“Es que no la había”. Respondió Nina al comentario de Alexia.
“¿Qué quieres decir?”
“Exactamente lo que dije. Aquí no había ninguna capilla. Apareció junto con la niebla”. Dijo Nina, abriendo la puerta y entrando.
Adentro, era una capilla abandonada, con las sillas rotas y llena de polvo. Alexia se acercó hasta el pedestal sin bajar la guardia.
“Es aquí abajo”. Dijo Claire. Se sentía un poco de aire viniendo de la parte inferior del pedestal.
“¡Hum!” Claire lanzó un corte al pedestal sin dudarlo, pero su golpe rebotó con un sonido sordo.
“¡Auuch! ¡¿De qué está hecha esta cosa?!”
“Es una barrera mágica… o tal vez un artefacto. Parece que necesitamos una llave”. Dijo Nina, tocando el pedestal.
“¿Qué llave? Y más importante aún, ¿cómo la conseguimos?”
“No tengo ni idea. Podría estar aquí en algún lugar…”
“Echemos un vistazo entonces”.
Todos buscaron en el lugar por un buen rato, pero no encontraron rastro alguno de una llave.
“Nop, no hay nada de nada”. Dijo Alexia.
“Acá tampoco hay nada. ¿En serio habrá alguna pista en este lugar?” Comentó Isaac con frustración.
“Ya no tenemos tiempo. Debemos darnos prisa…” El poder mágico de Alexia se había reducido a 500. El conteo iba bajando muy rápido, lo cual no se lo esperaba incluso luego de todos los combates que había tenido de camino.
Lo peor es que, eso significaba que el contador de los estudiantes en el auditorio también debía ser escaso.
“Es complicado saber cómo funciona un artefacto, y yo tampoco es que sea muy entendida en el tema~” Dijo Nina.
“Yo tampoco encontré nada”. Christina y Suzuki tampoco encontraron pista alguna.
Un silencio recorrió el lugar. No podían hacer nada, solo observar el pedestal.
De repente, se escuchó un gran sonido. Era Claire que estaba golpeando el pedestal con su mano derecha.
“No pierdas el tiempo Claire, eso no la abrirá”. Alexia la detuvo.
Pero Claire nuevamente volvió a golpear su mano contra el pedestal.
“Por favor… dame tu fuerza. Hay algo que debo hacer. ¡No puedo dejar que todo se termine aquí…!”
Claire se quitó las vendas de su mano. Al dejar al descubierto el sospechoso círculo mágico grabado en ella, Isaac y Christina se quedaron sin palabras.
“¡¿Qué es eso…?!”
“Por favor Aurora, préstame tu fuerza. Has estado callada desde hace un rato, pero sé que tú sabes qué es esto”. Y de repente Claire comenzó a hablarle a su mano.
“¿Qué está haciendo?”
“¿Con quién habla?”
“Shh, silencio”. Alexia hizo callar a Isaac y Christina.
“¡Por favor… Por favor Aurora… responde a mi llamado!”
En ese mismo instante, el patrón mágico comenzó a brillar. La luz tomó un color rojizo, y al mismo tiempo aparecieron unos patrones en el pedestal.
“¡¿Qu-qué es este poder…?!” Gritó Isaac.
“¡Ábrete, ábreteeeeeeeeee!”
El poder mágico rojizo entró en el pedestal y lo hizo estallar. Al desaparecer, solo quedaron unas escaleras que llevaban a un pasaje subterráneo.
“Es de no creer…” Murmuró Christina. El poder mágico que estalló desde el interior de Claire sobrepasaba toda lógica.
“Sabía que me ibas a responder, Aurora… Kuuh, mi mano duele… ¡Si este es el precio a pagar por este poder, lo acepto…!” Dijo Claire, sufriendo de dolor mientras apretaba su mano derecha.
“Claire, ¿estás bien?” Dijo Alexia, tocando a Claire por su hombro.
“No hay problema. Rápido, sigamos. Se nos acaba el tiempo”. Claire se obligó a ponerse de pie y actuar como si nada hubiera pasado.
“Vayamos a salvar a todos…”
Luego, todos bajaron las escaleras guiados por Claire.
Las pisadas de todos resonaban por el lugar. Había niebla en todas direcciones, por lo que no podían ver ni sus propios pasos. Cuando finalmente llegaron a la última escalera, el poder mágico de Alexia que estaba en 500 había descendido hasta 450.
“Vaya puerta, eh”. Al final del oscuro pasillo, había una enorme puerta.
Alexia y los demás la abrieron y siguieron caminando. Ellos entraron a un espacio un poco más grande, con celdas a la izquierda y derecha, celdas vacías.
“¿Será una prisión subterránea…?”
Alexia y los demás avanzaron precavidos. Al cabo de un rato, escucharon algo pesado moviéndose por detrás de ellos.
“¿Qué habrá sido eso…?” Murmuró Claire extrañada.
Algo estaba pasando detrás, pero no podían ver qué era. Alexia por otra parte sentía que estaba olvidando algo muy importante.
“Un pasadizo debajo de una capilla… una enorme habitación debajo de unas largas escaleras… y una puerta cerrándose luego de entrar…” Lo que ella había olvidado eran las palabras del director de la biblioteca. La situación se volvía a repetir.
“¡…! ¡¡Regresen, es una trampa!!” Alexia corrió rápidamente por donde vino, pero ya era demasiado tarde, la puerta ya se había cerrado.
Al mismo instante, algo parecido a un gas comenzó a salir desde un pequeño orificio en el techo. El ambiente se llenó de un dulce aroma.
“¡¡No respiren ese gas!!” Gritó, pero ya era demasiado tarde.
Primero fue uno, y luego otro y después otro; cada uno de ellos fue perdiendo el conocimiento hasta que solo quedó Alexia.
“No puede ser que, otra vez…” Lo último que ella vio antes de perder el conocimiento también fue a un chico con una máscara de gas.
“Sí que me la pusieron difícil, en serio. No pensé que llegaría tan lejos, princesa Alexia”.
“Tú eres…”
“Así es. Yo soy el infiltrado”. Dijo Isaac, mostrando una sonrisa al otro lado de su máscara.
Alexia trató de alcanzar su espada, pero el sueño la alcanzó primero.