Seiun wo Kakeru - 7. El anillo
Una vez que Eiji logró tener un martillo de hierro en su posesión, la producción comenzó a progresar.
No importa lo que alguien pueda decir, es una herramienta que todo herrero está obligado a tener.
Las siguientes herramientas que son esenciales para el proceso de forjado son: un yunque, pinzas para el fuego, limas, cizallas y cincel.
Todas ellas son herramientas relativamente pequeñas; por lo tanto, toma menos tiempo forjarlas. Sin embargo, para que sean herramientas perfectas que puedan dar una satisfacción total, se necesitan otras 2 semanas. Todavía quedaban dos semanas hasta el plazo prometido de tres meses.
El tiempo empleado no fue corto; sin embargo, logró poner sus manos sobre lo que quería. El más importante de ellos son las herramientas que usará. No importa cuán hábil sea un herrero, siempre que una herramienta de producción no cumpla con los criterios correctos, no podrá hacer nada que sea satisfactorio. Al igual que la relación de un deportista con su equipamiento. Un buen trabajador no culpa a su herramienta, es lo que uno dice, pero para producir el mejor efecto, uno tenía que elegir el utensilio correcto.
Además del martillo, hay una lámina de metal hecha de hierro que se usa para desoxidar el óxido de hierro. Hay más de un centenar de tamaños diferentes, algunos pesan incluso unos pocos cientos de kilos.
En este período, para hacer un horno estándar, se requiere una cantidad de tiempo mucho mayor. Los factores clave para acortar ese tiempo son los arreglos preliminares y la particularidad de la estructura de un horno. Por eso, uno no tiene que destruir un horno viejo, ni siquiera dedicar tiempo a la reparación.
Y el hecho de que puedas hacer láminas de metal, una tras otra, sin tener que apagar el fuego, es una gran ventaja. Entonces, para que un horno derrita la plancha, se necesita mucho tiempo para calentar el horno a la temperatura adecuada.
Esta es la historia de hacer un horno. Eiji estaba parado dentro del taller.
El estado en el cual un horno está ardiendo fuertemente con un fuego se le conoce como hodo o también como tierra de fuego.
Dentro de la cabeza de Eiji, surgieron muchas herramientas que deben hacerse. Estaba Philip, el leñador, a quien le encomendó el trabajo de suministrar leña. Hacer un hacha y una sierra para alguien con tan pocas palabras, como Philip, seguramente lo haría feliz.
Luego estaba Fernando, a quien Eiji prometió hacer herramientas de carpintero como una sierra y una cepillo.
Aún más razón para cumplir la promesa con Fernando, quien utilizó todo su esfuerzo para construir este taller, fue porque está haciendo un carro de mano para transportar los minerales.
Además, había muchas otras herramientas agrícolas para hacer, como una pala, azada, guadaña y arado.
Aún así … dejando todo eso de lado, había una cosa más que Eiji quería hacer primero.
Algo que él quería dar y alguien a quien quería recibirlo.
Dentro de su corazón, apareció la silueta de una chica. Tanya.
La viuda que vivía en el pueblo de Siena. A pesar de ser una persona bella y joven, uno podía ver las dificultades escondidas dentro de su sombra.
Su trabajo diario supuestamente se volvió más difícil desde que comenzó a vivir con Eiji. No importa cuán bien progrese el trabajo de Tanya gracias a la senbago, al final, no contribuye a la producción de trigo. Eiji podía imaginar a Tanya inclinándose ante otros aldeanos, para recibir algo de comida. Pero no había dudas; esto podría ser, como mucho, el mínimo.
A pesar de ese hecho, Tanya no tenía ninguna queja hacia Eiji. Probablemente quiera comer más y vestirse mejor. El corazón de una mujer es, después de todo, difícil de entender.
Pero, Eiji no podía seguir dependiendo de su gracia. Por lo tanto, quería devolver el favor con todo lo que tenía, y ver la cara sonriente de Tanya más que nada.
Eiji no podía imaginarse lo feliz que sería ver a la chica que vivía bajo el mismo techo sonriéndole.
– ¡OKAY! ¡Vamos a hacerlo!
Eiji, que estaba lleno de espíritu, tomó un pequeño pedazo de hoja de metal y lo puso en el horno. Luego comenzó a usar un par de fuelles.
El par de fuelles se construyó de modo que pudiera soplar el viento empujando o tirando.
Por eso, cada vez que lo empujaba, podía liberar el viento, y no había ningún problema de que el viento se detuviera una vez que volvía a su estado normal.
Era algo muy conveniente, ya que podía ayudar a mantener la temperatura adecuada, mientras enviaba el viento regularmente.
Era una pequeña lámina de metal, por lo que el hierro se tiñó de rojo rápidamente.
«Golpea el hierro mientras aún esté caliente »
Una frase que todo herrero debería saber.
Cuando corta la hoja de metal con un par de cizallas, la coloca sobre el yunque y, al usar un gravador, se abre un agujero en la hoja. Luego, al insertar el cincel, comienza a formar la hoja de metal en una forma con cada golpe.
*kin, kin, kin* se podía escuchar el sonido rítmico y repetitivo de golpear el hierro. Sentía como si alguien le arrojara un balde de agua, ya que sudaba constantemente, pero a pesar de eso, no dejaba de concentrarse en su trabajo. Para crear un producto bien hecho, debes poner tu corazón en él. En este caso, incluso el más mínimo movimiento de las puntas de los dedos era importante.
Una vez que la temperatura baja, toma tiempo darle la forma.
Calentando, y luego golpeando la plancha mientras está roja carmesí. Este es un procedimiento repetitivo pero común para forjar. No hay una manera fácil.
Después de eso, comienza a formar un eje desde la chapa metálica plana. Un eje pequeño, estrecho y delgado. Eso fue un anillo. Originalmente, Eiji planeó agregar una perla, sin embargo, como todavía tiene que hacer un pedestal, no pudo.
Sumerge el anillo en el aceite, lo que lo vuelve en un tono negro oscuro. Luego, una vez que ha terminado con el templado, lo enfría. Finalmente, podría sostener el producto final en su mano. Incluso en esta aldea, los ornamentos son bienes de lujo que solo pueden ser provistos por personas con estatus.
Hacerlo con plata u oro sería una buena idea, es lo que pensó Eiji. Sin embargo, ahora que se ha convertido en herrero, Eiji no tiene que preocuparse por eso.
Lo que Eiji más quería era darle a Tanya este anillo de hierro.
—————
Una vez que se hizo de tarde, Eiji regresó.
Quería dar el anillo como muestra de agradecimiento por lo que Tanya había hecho por él. Sin embargo, este solo hecho lo hizo sentir avergonzado.
Lo mejor sería casualmente ver a Tanya, y elegir el momento adecuado, pero por alguna razón no pudo calmarse.
Mientras miraba a Tanya, que estaba de pie frente a la cocina, Eiji jugueteó con el anillo dentro de su bolsillo.
– ¿Qué pasa?
– No, nada en particular.
– ¿En serio? Pero pareces inusualmente nervioso.
– ¿E-eso crees? Creo que esto podría deberse al hambre.
– Oh mi. Hoy tenemos pescado para la cena, así que por favor esperalo con ansias.
El pescado era algo que solo se podía comer una vez por semana, ya que hay un número limitado de ellos en el río. En este pueblo se considera normal intercambiarlos por turnos.
Después de colocar los platos, se podía ver un pan negro, pescado de río frito sazonado con hierbas y sopa salada hecha con vegetales cultivados en otoño. Debido a que se usó carbón fino para cocinar (el carbón blanco se usa con fines de forjado), no hubo problemas para mantener el calor.
Cuando Eiji comenzó a comer, el aroma refrescante que provenía de las hierbas y la textura esponjosa del pescado comenzó a extenderse en su boca cada vez que tomaba un bocado del pescado caliente.
– Delicioso …
– Estoy tan contenta de que te guste.
Con la pan negro se tostaba usando fuego, y su superficie estaba crujiente, como un bizcocho. En el interior, tenía una textura suave. Tomando un buen bocado, Eiji podía sentir el sabor del trigo en su lengua.
Mientras seguía comiendo el pescado, el pan y la sopa de verduras, su estómago gradualmente se contentaba. La suave calidez comenzó a envolverlo.
Mientras se cepilla el estómago como diciendo que está delicioso, puedes ver una sonrisa aparecer en la cara de Tanya.
– Gracias por la comida. Fue el mejor.
– Me siento honrada.
Tanya, que comenzó a comer más tarde, también terminó su plato. Fue el mejor momento que Eiji tuvo para transmitir sus sentimientos. Mientras intentaba ordenar los platos, Eiji se paró frente a ella.
– Eiji?
– Tengo algo que quiero decirte.
– Dejame oírlo.
Mientras Tanya se sentaba en la silla, Eiji podía sentir una tensión que se elevaba desde su interior, pero no importaba lo que iba a decir, tenía que enfrentarla.
‘Sí, todo ira bien …’ – pensó Eiji.
Dentro, Eiji sabía que Tanya podía entenderlo, incluso si era un cambio leve. Además de eso, ella se convirtió en su pariente y estaba dispuesta a enfrentarlo. No había razón para que Eiji se sintiera inseguro al contarle sus verdaderos sentimientos.
-Ayer, logré terminar de forjar las herramientas.
– Entonces tus preparativos están completos, ¿eh?
– Mañana será la fecha límite de la promesa, y comenzaré a obtener resultados.
– ¿Hay algún problema?
– Tal vez, daré resultados más allá de sus expectativas. Esto, creo, provocará grandes cambios en este pueblo y también mi estado.
– ¿Nos llevara … en una buena dirección?
– No tengo idea.
Después de escuchar la opinión de Eiji, el rostro de Tanya se volvió sombrío.
Uno podría imaginar muchos cambios posibles, incluidos los malos.
– Ciertamente, voy a estar más ocupado a partir de ahora, y tal vez habrá muchos obstáculos. No tengo familiares ni hermanos. Además de eso, no tengo recuerdos de mí mismo.
– Estoy aquí para ti ¿no?
– ¿Está bien para mí creer esas palabras tuyas?
– Sí.
Sus ojos se encontraron. Ambos hablaban en serio. No hubo motivos ocultos ni mentiras.
Eiji se dio cuenta de que sus sentimientos no eran más que genuinos. Puso su mano derecha en su bolsillo en busca del anillo, y una vez que lo encontró, sostuvo la mano de Tanya. Su mano era blanca y hermosa, sus dedos eran largos, y su cuerpo era delgado.
– Que es..?
-Tanya-san. Cuando golpeas la plancha, se vuelve más resistente. Quiero expresar y asegurarme de mi amor por ti. Dejemos que ambos hagamos un amor apasionado, como el hierro que quema rojo carmesí.
Eiji lentamente inserta el anillo en su dedo anular. Podía sentir su corazón explotar en cualquier momento, sus oídos palpitaban debido al flujo de sangre, y su rostro ardía.
Eiji no esperaba ser rechazado. Tal vez uno podría decir que era bastante egoísta; sin embargo, Eiji sintió que vivir bajo el techo durante más de dos meses junto a Tanya era algo natural.
El origen del anillo se remonta a tiempos de magia y hechicería. Se dice que el dedo anular esta conectado al corazón. Por lo tanto, se considera como el símbolo que gobierna el corazón de una mujer.
Sin ninguna resistencia, el anillo fue insertado.
-Eiji-san … Creo que el anillo es un poco grande.
-Ajaja, lo siento por eso.
– Pero yo estoy contenta. Lo atesoraré
Tanya se dio vuelta alrededor de su palma para comprobar el anillo.
De sus ojos comenzaron a fluir lágrimas. Eiji la abrazó suavemente.
Una vez que su vista se encontró, sus labios se solaparon.
– Te amaré, pase lo que pase, e incluso si recuerdo quién soy.
– Yo también, sin importar lo que pueda suceder ni quién eres, te amaré.
Ese día, por primera vez, ambos dormían en la misma cama.
Al día siguiente, cuando Tanya fue a buscar un poco de agua y pedir un poco de leña, otros pudieron notar su anillo. El rumor se extendió en un abrir y cerrar de ojos a través del pueblo. Otras mujeres se sentían celosas, pero al mismo tiempo la bendijeron por ser capaz de encontrar un marido.