Stealing Spree - 1774. Mami con problemas
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Varios minutos después, guié a Nami fuera del autobús. Su expresión seguía siendo sexy y erótica, como si aún estuviera intoxicada por lo que habíamos hecho. Su piel, desde el cuello hacia arriba, seguía enrojecida mientras el vapor parecía dispersarse de su persona. Había algunos lugares con un color rojo más intenso, rastros de mis besos. Sus labios seguían brillando y parecían hinchados por la intensidad de los besos que nos dimos. Y por último, aún parecía agotada, pues su respiración aún no había vuelto a la normalidad.
Si alguien viera mi complexión, probablemente sería la misma que la de Nami, excepto por el agotamiento. Después de todo, yo tenía más resistencia. Pero aun así, los dos sudábamos mucho allí. Mi polla palpitaba furiosamente incluso ahora de lo grande que era el placer que nos proporcionaba. Nami estaba igual. Se agarraba el ombligo y se lo frotaba suavemente, como si disfrutara de la sensación de ser llenada por mí. Si tuviéramos más tiempo, unas cuantas rondas más no serían imposibles.
Antes, en cuanto cumplí su deseo de llenarla con mi semilla, Nami se levantó y me limpió con la boca, chupando el semen que quedaba en ella sin perderse ni una gota.
Y sin tomarnos ni un momento de descanso, nos dispusimos a marcharnos.
Normalmente, no estaría mal abrazarnos y relajar nuestros cuerpos hasta que desaparecieran las huellas de lo que habíamos hecho. Sin embargo, como dije antes, nuestro tiempo era limitado. Nos perderíamos el comienzo del partido si hacíamos eso y Nami no quería eso.
Y por eso lo único que podía hacer era apoyarla hasta que se recuperara lo suficiente mientras nos dirigíamos de vuelta al local.
En cuanto a la posibilidad de que nuestros fluidos mezclados se filtraran fuera de ella, al menos se lo limpiamos en los muslos y ella utilizó una compresa para bloquearlo.
Cuando salimos del aparcamiento, Ogawa y Mami ya no estaban. No tenía ni idea de lo que habían hablado antes, ya que de algún modo filtré sus voces en mi cabeza. Lo ú