Stealing Spree - 1779. Punto decisivo
🌟 Apoya Nuestro Trabajo en Patreon 🌟
Querido lector, Cada traducción que disfrutas aquà es un trabajo de amor y dedicación. Si nuestras traducciones te han hecho sonreÃr, considera apoyarnos en Patreon. Tu contribución nos ayudará a seguir compartiendo novelas sin anuncios y de forma gratuita. Patreon👉 [Muchas gracias]Â
Siguiendo la estrategia que habÃa ideado, Kawakami-senpai y las otras dos jugadoras de último año anotaron puntos tras puntos. Satsuki y Kanno-senpai cumplieron a la perfección su papel: bloquear al base durante la defensa y convertirse en el centro de su ataque.Â
 Â
De una ventaja de 12 puntos, se pasó gradualmente a 4 puntos. Aunque tuvieron oportunidades, sus tiros de campo no fueron del 100%. Además, también habÃa momentos en los que el rival podÃa lanzar desde algún sitio y encestar por suerte.Â
 Â
A través de ese corto tiempo, mis observaciones también se hicieron más evidentes. Aparte de dejar que el base fuera su lanzador, se hizo tan obvio que si no le pasaban a ella, simplemente iban a matar el tiempo y lanzar un tiro salvaje antes de que expirara el reloj de tiro.Â
 Â
Y por eso, el poco tiempo del que disponÃan disminuyó aún más. El reloj del partido se acercaba rápidamente a los dos últimos minutos. Además, era inevitable que el rival leyera la nueva estrategia que yo habÃa ideado. Â
 Â
Incluso oà murmurar a aquella base mientras sus ojos se centraban momentáneamente en mà cuando se situaba al borde de la cancha y cerca de nuestro banquillo: "Senpai dijo que su entrenador actual no puede idear esta nueva estrategia. Ese tipo… es el que estaba en medio de ellos antes. Él hizo esto posible…"Â
 Â
Satsuki que la estaba marcando sonrió burlonamente ante esa reacción, haciendo que la chica frunciera el ceño. Y debido a ese lapso momentáneo en su proceso de pensamiento, Satsuki robó el balón y lo convirtió en una rápida bandeja que nos llevó a la situación actual.Â
 Â
El equipo contrario pidió tiempo muerto.Â
 Â
"Onoda-kun… ¿Aún será posible?" Kawakami-senpai no perdió ni un segundo. Tan pronto como regresó a nuestro lado, planteÃ